XV
La calle Gongsu ya no parecía tan aterradora como en un inicio, hasta diría que ya se había acostumbrado a las miradas afiladas que le enviaban los vagabundos que fumaban en las esquinas.
JaeBum lo llevó a un almacén de narcóticos, le enseñó los registros de los lugares a los que se dirigían y le enseñó las estadísticas de compras y ventas. Jungkook estaba atento a tomar nota de las estadísticas para enseñarle a Taehyung lo que pasaría si disolvía los negocios bajos. Luego lo llevó a hacer una entrega y finalmente lo dejó descansar.
───Somos importantes aquí, así que no es necesario preocuparse por los pagos porque o lo hacen a voluntad o lo obtenemos a la fuerza. ───Informó tranquilamente, saliendo del almacén. ───Pero debemos tener cuidado con ciertos grupos que son algo rebeldes y pagan tarde.
───El grupo Kang, ¿antes también les distribuían a ellos? ───Cuestionó el pelinegro, subiendo al auto de JaeBum.
───Oh, es verdad que no sabes nada. ───Rio encendiendo un cigarrillo. ───Verás, ellos fueron nuestra competencia desde siempre, pero se quedaron atrás y cerraron su negocio por un tiempo, luego se dieron cuenta de que nuestros precios no son tan regulares y tomaron ventaja de eso. Aquí el problema es que su producción no es legal y no tienen ningún trato con la policía, así que sus métodos de competencia son más violentos. La última vez que intentamos recuperar a un cliente, le cortaron la mano a nuestro mensajero y lo enviaron como advertencia para no meternos en su territorio. ¿Y sabes qué es lo que estamos haciendo?
───¿Meternos en su territorio? ───Preguntó inseguro.
───¡Correcto!
Jungkook bajó la mirada a sus jeans, así que estaban en problemas.
───Pero no creas que ellos se quedan atrás, han empezado a meterse en nuestro territorio también. Como lo hicieron con Yugyeom, también lo han hecho con muchos otros. ───Encendió el auto, comenzando a conducir. ───Esto explotará en algún momento. Y será una gran explosión.
Jungkook frunció el ceño, observando por el espejo retrovisor un auto guinda que conducía demasiado rápido hacia ellos.
───JaeBum. ───Llamó en un ligero tono de pánico, el mencionado miró en la misma dirección y siseó una maldición. ───¿Quiénes son? ───Cuestionó agarrándose del asiento cuando el contrario aumentó la velocidad.
───La gente de los Kang, solo ellos usan autos deportivos tan horrorosos. ───Tiró su cigarrillo por la ventana. ───Hoy estaban más atentos de lo normal. ¡Estás de suerte! ───Rio, doblando en un callejón en el que a penas cabía el auto.
Jungkook pasó saliva y sacó la pistola que estaba enganchada a su cinturón para cargarla. Cuando salieron del callejón, JaeBum se quitó los lentes de sol y también sacó el arma de su escondite.
───Tú conduces. ───Le dijo antes de abrir la ventana del conductor y sacar medio cuerpo.
El pelinegro, en un estado de pánico tomó el timón y puso un pie en el acelerador, haciendo maravillas con la flexibilidad de su cuerpo.
───¡Estamos muy lejos de Gongsu! ───Le avisó a JaeBum, quien volvió a dejarse caer en el asiento, tomándose el hombro y sujetando el timón con una mano. ───¿Estás sangrando? ───Cuestionó al ver la expresión de dolor fruncirse en el rostro ajeno.
───Una bala me rozó el hombro. No es nada. ───Respondió acelerando más. ───Le dí al conductor, pero podrían alcanzarnos todavía.
Jungkook se mordió el labio inferior, si su memoria no fallaba, se había mudado cerca de allí. El camino hasta Gongsu todavía era muy largo, no sería conveniente con unos mafiosos siguiéndolos.
───Vivo por aquí. Te indicaré por dónde ir.
──────🌱──────
Gracias al cielo, el hombre de la entrada no les preguntó nada y al ver a Jungkook simplemente los dejó pasar. JaeBum sujetaba su hombro sangrante, mientras Jungkook abría la puerta del apartamento.
Dejó que su compañero se dejara caer en el sillón pesadamente. Jungkook fue a buscar el botiquín de primeros auxilios con las manos todavía temblando por la adrenalina.
───Esto es un palacio. ───JaeBum contempló el techo alto. ───Cuánto te pagan los Kim al mes, deben ser millones.
Jungkook se sentó a su lado sin responder y le extendió el botiquín.
───No sé vendar. ───Comentó tímidamente.
JaeBum lo miró con las cejas alzadas y tomó el botiquín.
───Te enseñaré ahora mismo. Lo necesitarás.
No quería mirar, pero no tenía otra opción, si la finalidad era aprender entonces no había más que hacer. Vio a JaeBum desinfectarse la herida sin pestañar, luego la suturó y la vendó sin problema, lo hizo ver tan fácil que Jungkook olvidó que de hecho una herida de esa profundidad debía doler como los mil demonios.
Tomó el botiquín y lo llevó de vuelta al cuarto de baño, cuando en medio de su acción escuchó un ruido en la puerta principal.
Si los habían seguido, estaban malditamente fritos. Con ese pensamiento salió corriendo del baño hacia la sala de estar.
───Taehyung. ───Exhaló, tomándose el pecho para calmar su corazón agitado.
Antes de que pudiera alzar la mirada hacia su nuevo invitado, este se acercó como un rayo a tocar sus hombros y su torso.
───¿Estás herido? ───Preguntó el rubio sin dejar de escanearlo.
───No. Estoy bien. ───Se apartó, buscando con la mirada a JeaBum, quien los observaba desde el sillón con una ancha sonrisa. ───Taehyung, qué estás haciendo aquí.
───No sabía que recoges vagabundos ahora. ───Soltó mordaz, enviándole una mirada a JaeBum.
Jungkook frunció las cejas y arrastró al grosero rubio hacia el pasillo.
───Es mi compañero de trabajo. ───Habló en un tono más bajo para que JaeBum no pudiera oírlos. ───Trátalo con cuidado. Es algo peligroso también.
───¿Y lo traes a tu casa? ───Bufó, Taehyung.
───Fue una emergencia. ───Siseó entre dientes. ───No te entrometas. ───Empujó su dedo índice en el pecho del rubio para hacerlo a un lado y salir del pasillo.
Taehyung siguió sus pasos con los puños apretados y el semblante tenso. Jungkook se acercó a JaeBum para susurrarle que se fueran a la oficina rápidamente.
───Es el hijo del Altísimo ───Murmuró, Jungkook asintió dirigiéndose a la puerta principal. ───Vaya que es un cabrón. ───Esto lo dijo en un obvio intento de que el rubio lo escuchara.
El pelinegro lo miró sorprendido y luego deslizó su mirada hacia Taehyung, quien estaba parado justo atrás de ellos. Oh, esa cara lo decía todo, Taehyung lo había escuchado fuerte y claro. El rubio se adelantó y tomó a JaeBum del cuello de la camisa para arrastrarlo hacia él.
───¿Qué dijiste?
Jungkook se puso a un lado de JaeBum, empujando el pecho del rubio en un intento de alejarlos.
───Sin peleas, por favor. ───Fulminó al rubio. ───Un buen jefe no golpea a sus empleados por muy groseros que sean.
Cuando el rubio soltó la camisa, Jungkook tiró de JaeBum para sacarlo de allí antes de que las cosas volvieran a ponerse feas.
───Si Yoongi está en la oficina, dile que lo encontraré luego y que tuve que atender un asunto urgente.
───Yoongi te está dando demasiada libertad. ───JaeBum negó, jugando con las llaves de su auto. ───Debería ocultar mejor su favoritismo. ───Bufó, caminando hacia el ascensor.
Jungkook no esperó más y volvió a entrar a su apartamento, el rubio lo esperaba con los brazos y piernas cruzadas, sentado en el sillón en el que antes había estado JaeBum.
───¿Por qué estas molesto? Tú empezaste llamándolo vagabundo. ───Sé sentó frente a él tomándose la sien, estas situaciones podrían matarlo más rápido que una bala.
───Se ve como uno. Estoy seguro de que se droga también. ───Acusó firmemente, mirando a Jungkook como si fuese su culpa que JaeBum lo insultara.
───¿Por qué has venido? ───Soltó en un tono agotado.
El rubio metió las manos en los bolsillos de su bleiser y sacó una carta decorada de color dorado. La puso sobre la pequeña mesa de centro y volvió a su posición inicial.
───Quería entregarte la invitación personalmente.
Alargó su mano para tomar la pequeña invitación dorada.
───Será en un mes. ───Exhaló al terminar de leer la invitación completa.
Taehyung asintió con su expresión impenetrable, Jungkook se sentiría mejor si lo hubiera visto poner una expresión cálida, podría no estar feliz por casarse pero al menos estaba más cerca de completar su meta de ser la cabeza de la familia. Ameritaba una muestra de alegría.
───Felicidades. ───Sonrió ligeramente, guardando la invitación en el sobre. ───Felicita a Haeso de mi parte.
───No trates de ser cortés. ───Comentó con la seriedad propia de él. ───Ambos sabemos que ninguno está feliz por esto.
───Tú padre lo está, deberías mejorar tu actuación. ───Reprendió mordaz. La idea de que estaban engañando al señor Kim y él era cómplice, le revolvía el estómago.
───Pensé que ya lo habías aceptado. ───Renegó el rubio soltando un suspiro.
───Jamás estaré de acuerdo con engañar al señor Kim.
Lo vio desafiante y Taehyung hizo lo mismo.
───Esto es lo que siempre he querido y es el único camino que puedo tomar.
Jungkook se volvió algo desanimado luego de escuchar a Taehyung. Él mismo lo había guiado para que fuera la cabeza de la familia, pero mentirle a su padre y organizar una boda falsa estaba fuera de sus planes totalmente. Había sido ingenuo creyendo que Taehyung llegaría limpio a la cima.
───Bien por ti.
La respuesta no hizo que Taehyung cambiara de expresión, incluso se volvió más impaciente. Se peinó el cabello rubio hacia atrás y se levantó del sillón. Ante la acción, Jungkook sintió que una gran brecha se abrió entre los dos.
───Te veré en la boda entonces. ───Se encaminó hacia la puerta y antes de salir lo miró por encima del hombro. ───Ten cuidado con ese bastardo, es hijo de Woojin.
──────🌱──────
───¿Se te ha zafado? ───Renegó, Yoongi. ───Te dije que se mantuvieran en nuestra zona. Pueden enviar a otros subordinados, pero quiero sus traseros lejos de los Kang.
JaeBum bajó la mirada inocentemente, mientras el pálido le reprochaba. Jungkook recién acababa de entrar a la oficina y ya los escuchaba discutir.
───Tú ───Yoongi lo señaló con su dedo acusador. ───Ven aquí.
El pelinegro pasó saliva. Su familiar tenía razones muy buenas para estar molesto.
───Buenos días. ───Saludó, agachando la cabeza una vez estuvo frente a él.
───Empezaré a hacerte cumplir los deberes de un familiar si sigues desapareciendo sin aviso.
No iba a contradecirlo, Yoongi había sido flexible con sus horarios y todo el resto. Incluso había permitido que trabajara sin estar atento a él o protegerlo, lo cual era realmente su trabajo.
───Perdona. Fue irresponsable de mi parte, no volverá a pasar. ───Apretó los labios, viéndose genuinamente arrepentido con la cabeza baja.
El sonido de una carcajada fuerte lo hizo alzar la cabeza hacia JaeBum, quien estaba sufriendo un pequeño ataque de risa.
───Chantajista. ───Enganchó su brazo alrededor del cuello del menor. ───Nadie se disculpa así con el jefe.
Jungkook frunció las cejas para mirar a Yoongi, el pálido se dejó caer en la silla soltando un bufido.
───Realmente no te afecta tratar con matones a diario. ───Exhaló.
No buscó explicaciones, dejó que JaeBum se riera de él y que Yoongi le enviara una extraña mirada afectiva, todo con tal de que el ambiente se aligerara.
Más tarde, Yoongi lo llevó a almorzar y le encargó un par de tareas pesadas con el fin de que fuera su castigo por desaparecer.
El trabajo pesado consistía en reunirse con los socios e informarles sobre distintas situaciones, mientras Yoongi estaba ocupado y no podía correr a él para salvarlo de las garras de hombres para nada amigables que además tenían un complejo de superioridad muy parecido al de Taehyung.
Esperó a que la pandilla de hombres llegara a la oficina de Yoongi. Siempre los veía reunirse y de vez en cuando estaba presente para saludarlos y luego esfumarse con JaeBum por delante.
Primero ingresó Lee Sujon, un hombre algo anciano, pero en buena forma que llevaba la batuta del resto de su equipo. Después ingresaron dos hombres que no pasan de los 35 y se veían algo desgastados físicamente con tatuajes a la vista y cicatrices que en su momento debieron doler muchísimo.
Saludó con un pequeño asentimiento al señor Lee, quien le sonrió hasta que las comisuras de sus ojos se arrugaron, pero aunque le sonriera ese hombre le daba mala espina. Los otros dos hombres ingresaron con una expresión áspera y ninguno de ellos lo saludó, fueron directamente a sentarse en los sillones y se cruzaron de piernas y brazos esperando a que el pelinegro hiciera su primer movimiento.
Jungkook ignoró las miradas sobre él mientras se enderezaba y se acomodaba en la silla de Yoongi.
───Yoong── el jefe. ───Carraspeó después de corregir su error. ───No ha podido reunirse con ustedes esta vez porque está atendiendo un asunto urgente referente al grupo Kang.
Apenas mencionó el nombre, los ojos en la habitación se oscurecieron y los puños se cerraron con fuerza. Jungkook se mordió el labio inferior, tratando de ignorar las miradas mientras rebuscaba la libreta en donde había apuntado lo que debía anunciar.
───El jefe ha enviado armamento pesado a Seúl la última semana. No ha tenido noticias desde entonces, espera recibir información sobre el recibimiento allá por parte del señor Lee. Sabe que tiene trabajadores en la ciudad, así que solicita su ayuda. ───Explicó rápidamente cuando encontró la libreta.
───Por qué debería hacer eso. ───El hombre le soltó, viéndose relajado en su asiento.
───Perdone. ───Jungkook pestañeó descolocado. ¿Por qué? Pues porque eran socios.
───Por qué debería seguir las órdenes de Yoongi. ───El señor Lee lo miró con altiveza y le dirigió una mirada cómplice a los hombres que estaban tras él. ───Mis subordinados me han informado del incidente en el local de Yugyeom. ¿Si no seguimos sus órdenes qué hará? ¿Ese imbécil planea exterminarnos a todos porque le sale de los cojones?
Su trabajo era solo informar, no iba a responder preguntas ni mucho menos discutir con un anciano y hombres que lo barrían con la mirada como si fuera un insecto. Además, ¿acaso había insultado a su familiar?
───Le recomiendo respetar al jefe si no desea tener problemas. Antes de insultarlo frente a mí primero muerdase la lengua. ───Escupió, apretando la libreta entre sus manos.
El señor Lee estaba encargado del contrabando, habían miles que podrían hacer lo mismo por un precio menor. Debería estar agradecido de ser el afortunado.
───Pero qué has dicho mocoso. ───Sé levantó de su asiento con intensiones de extrangular al pelinegro al otro lado del escritorio.
Jungkook se levantó de su lugar y descubrió la pistola que guardaba en su cinturón para apuntar a la frente arrugada del hombre.
───Lo que escuchó, no voy a permitir ninguna ofensa hacia el jefe en mi presencia.
Los hombres sentados no se esperaban que alguien como Jungkook guardara un arma en sus pantalones, los tomó por sorpresa y no se movieron por miedo a que el menor lo hiciera primero. El anciano se sentó lentamente menos brioso y más callado.
Como pensó, Jungkook no tenía la misma presencia dominante que Yoongi, así que intentaron subírsele a la cabeza creyendo que podrían con él. Más tarde le informaría a Yoongi, mientras tanto debía demostrar que tenía la misma autoridad que el jefe cuando este no estaba presente.
No dejó la pistola sobre la mesa, la sujetó con la mano derecha sin desviar su dirección de la cabeza del señor Lee. Los hombres de atrás se movieron impacientes y se miraron entre sí, mientras Jungkook terminaba de explicar.
───Se espera que cumplan las órdenes del jefe. ───Cerró la libreta con una mano y le envió una mirada rígida al señor Lee. ───Es posible que lo contacte pronto para charlar.
Con un movimiento de cabeza hizo que los tres salieran de la oficina sin decir una palabra.
Guardó el arma en su cinturón y soltó un largo suspiro, dejándose caer en la silla giratoria. Hablaría con Yoongi lo antes posible.
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Aquí empezamos lo tryhard, Jungkook ya se acopló a su familiar 💪
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