XIX
Una partida más con esos franceses sería una pérdida de tiempo, no se había quedado con la finalidad de complacerlos, sino para asegurarse de que cayeran totalmente en la trampa.
───No apostaré menos que la última vez, si no quieren estar en aprietos deberían hablar con el dueño del casino para pedirle un préstamo más grande. ───Les avisó.
Matilda se levantó del regazo de Damien asintiendo orgullosamente, se acomodó el vestido y extendió su brazo para tomar el de Damien.
───Volveremos en un momento.
Damien no se veía convencido, sin embargo, se dejó llevar por la mujer. Jungkook sonrió y tomó su teléfono, mientras veía caminar a la pareja hacia el gran portón.
───Eunwoo. ───Se giró hacia la cámara de seguridad puesta en la esquina de la sala.
───Yo me encargaré a partir de ahora, Jungkook. ───Respondió con una amplia sonrisa, viendo al susodicho en las cámaras de seguridad sentado con las piernas cruzadas.
───Quiero pedirte un favor.
Eunwoo hizo un sonido de afirmación, escuchando que la puerta de la oficina estaba siendo tocada persistentemente por uno de los empleados de seguridad.
───Siléncialos adecuadamente para que no puedan soltar nada sobre Kim Taehyung. A pesar de la política de privacidad, no confío en ellos.
───Bien, no dirán nada. Te lo aseguro. ───Finalizó, colgando la llamada antes de dejar pasar a los franceses.
Jungkook miró su teléfono y soltó un suspiro largo y plácido. JaeBum no había vuelto por él aún, buscó al nombrado en sus contactos o al menos eso hacía cuando el croupier se acercó a él.
───Joven. ───El chico lo llamó y le extendió una pequeña tarjeta, Jungkook la tomó extrañado. ───La envía el hombre de la mesa 9.
Jungkook volvió la mirada hacia la mesa que le había señalado, allí sentado estaba un hombre de cabello oscuro peinado hacia atrás cuidadosamente, ojos rasgados y aspecto elegante que estaba acompañado por otros dos hombres, ellos estaban concentrados en sus cartas, mientras el otro miraba a Jungkook a lo lejos.
El pelinegro frunciendo las cejas, analizó la tarjeta en sus manos. "KOH, investigadores privados asociados a la policía" amusgó la frente al ver el número de teléfono impreso justo al lado de una letra cursiva echa a mano "Llama pronto", estaba firmado por Kang MinHyuk.
La respiración se le atascó en la garganta después de ver la firma, se puso pálido como un fantasma.
───¿Es un socio del casino? ───Le cuestionó al croupier una vez pudo volver hablar.
───Un cliente frecuente. Ha firmado la política de privacidad, si es lo que le preocupa.
Jungkook asintió, recuperándose lentamente se levantó de la mesa y le dirigió una última mirada al hombre de la mesa 9. Salió a paso rápido con el teléfono en la mano. Quizá era el alcohol o la noticia le había causado un mareo tremendo.
───JaeBum, ven por mí ahora.
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───Tu maldito engendro fue hasta la clínica a recoger a Chanyeol y tomó la ruta más complicada para que llegara tarde. ───JaeBum refunfuñó apretando el timón. Tenía el teléfono apretado entre la mejilla y el hombro.
───Y va en contra de tus planes.
───Nuestros planes. ───Corrigió a Suho.
El mayor se había ido de la casa una vez Yoongi lo hizo sin saber realmente lo que planeaba su hijo.
───Debes admitir que fue un movimiento astuto.
───Maldición, no hablaré más contigo. ───Colgó el teléfono y lo tiró en algún lugar de los asientos traseros.
Estaba de camino a recoger a Jungkook, quien no se había escuchado muy estable cuando le pidió que lo recogiera. Si hubiera pasado algo importante entonces Eunwoo ya le habría dicho.
Se estacionó frente al casino, le tomó unos segundos reconocer a Jungkook recargado a un lado de la puerta junto a uno de los guardias de seguridad.
───Mira esto. ───Le extendió una tarjeta de presentación una vez estuvo dentro del coche.
───KOH, mmh sí lo había visto antes. ───Le hechó un vistazo desinteresado antes de devolverla para poner en marcha el auto.
───No. Mira la firma. ───Puso la tarjeta frente a su cara señalando la escritura cursiva en una esquina.
───Kang Minhyuk. ───Exhaló.
Esto último captó toda su atención, en un instante le arrancó la tarjeta de las manos.
───MinHyuk, él es el hijo mayor retirado de Kang TaeOh. ───Reflexionó en un susurro. ───Cómo la conseguiste.
───Él me la dio, lo ví en el casino.
───Qué curioso. Ahora trabaja para la policía. ───Rio, devolviéndole la tarjeta al pelinegro. ───Por qué querría que lo llamaras, esa es la pregunta.
───No lo sé, pensé que tú sabrías algo. ───Jungkook arrugó los labios volviendo a leer la tarjeta.
───La única forma de averigüarlo es llamándolo. ───Retomó la autopista. Jungkook hizo una mueca en negación a la propuesta. ───Venga, él no es peligroso. Cortó lazos con su familia hace unos años, supongo que no se cambió el apellido por el de su esposa solo para no hacer enfurecer más a su padre. Si trabaja para la policía no tenemos nada que perder.
Jungkook apretó los labios, guardando la tarjeta en su bolsillo.
───¿Volveremos a la casa Kim? ───JaeBum le preguntó.
───Llévame a mi apartamento. Hablaré con Minhyuk hoy mismo. ───Respondió firme, apoyando la cabeza contra la ventana.
JaeBum lo miró de reojo con una sonrisa de medio lado.
───Claro.
Una vez en su apartamento, Jungkook se dedicó a atender la tarea sorpresa del día. Apoyó los codos sobre la mesa de mármol, frente a él estaba la tarjeta y el número para contactar a Minhyuk. Si lo pensaba demasiado, nunca se atrevería a marcar.
Tomó el teléfono y tecleó rápidamente. Uno, dos, tres timbres.
───Buenas noches. Está llamando a la agencia de investigación KOH, ¿en qué puedo ayudarle? ───Respondió la voz joven de un chico. Jungkook se sintió más confiado.
───Un hombre llamado, Kang Minhyuk me ha dado el número de contacto esta tarde en el Golden Moons.
Un estrepitozo sonido de cosas rodando y papeles cayendo fue lo que escuchó seguidamente de un portazo.
───Sí, habla Minhyuk.
Jungkook pasó saliva y reflexionó un momento antes de responder.
───Señor Minhyuk. Usted quería que lo llamara, ¿no es así?
───No esperaba que lo hiciera tan pronto. ───Su voz tan liviana y amable, incluso algo nerviosa contrastó el recuerdo que Jungkook tenía de ese hombre en el casino. ───Kim Jungkook, relacionado con la familia Kim. Me sorprendió verte la semana pasada en el casino, más aún encontrarte una vez más hoy, acompañado y jugando con esos franceses que he estado siguiendo durante una semana.
───Jeon, por favor. Prefiero mantener en privado el cambio de mi apellido. ───Corrigió relamiéndose los labios. ───¿Hemos interrumpido su trabajo, señor MinHyuk?
───Para nada, de hecho lo han facilitado, pero no le he pedido que me llame por esa razón. ───Jungkook apretó los labios, frunciendo las cejas a la vez. Entonces si no tenía que ver con los franceses, tendría que ver con los Kim. Lo que se temía. ───Fui contactado, Jungkook. Hace una semana fui contactado por Kang TaeOh para investigar al heredero de los Kim.
La respiración del pelinegro se aceleró y su corazón también lo hizo, tuvo que apretar el borde de la mesa para controlar sus nervios.
───¿Usted sigue en contacto con su padre?
───Se suponía que no, pero él ha estado buscándome. ───MinHyuk suspiró masajeandose la frente. ───No estoy tratando de hacerles daño, quiero ayudar. Estoy al tanto de la rivalidad entre los grupos, pero recuerde que ahora trabajo con la policía y estoy de este lado del bando. Esto no podría ser coincidencia, desde que se anunció la boda de Kim Taehyung con Jung Haeso, TaeOh ha estado contactando a la agencia, específicamente a mí porque piensa que no voy a delatarlo en sus negocios, el problema es que tampoco puedo hacerlo sin que me vuelen la cabeza antes. TaeOh tiene gente en la policía... Por ahora agenda este número, pero yo te estaré llamando de distintas líneas telefónicas, así que contesta.
───Entonces, ¿Está investigando a Taehyung porque ya sabe de su ascenso? ───Alzó el tono de voz más de lo que debería, los latidos desbocados no lo dejaron darse cuenta.
───Sabe que es un novato, pero quiere estar al tanto de él para poder atacar a penas sea nombrado la cabeza de familia. ───Soltó un pesado suspiro. ───Seré sincero, Jungkook. La bomba está apunto de explotar. Quiero citar al jefe actual de los Kim, el que maneja actualmente el negocio de contrabando. Necesito hablar con él.
Si este era un plan para llegar a Yoongi o a Taehyung, entonces estaba muy bien elaborado, porque Jungkook le creyó en cuanto mencionó al rubio.
───La próxima vez que llames, te daré la dirección para encontrarte con el jefe si él considera que es lo más prudente. ───Contestó finalmente.
───Gracias por llamar. Puedes confiar en mí. Tengo más que perder que todos ustedes.
Jungkook colgó el teléfono y lo dejó a un lado en la mesa aún mirándolo fijamente como si estuviera apunto de explotar. Si Kang TaeOh había buscando a MinHyuk significaba que lo quería devuelta, los Kang podrían espiar a quienes quisieran sin tener que contratar a una agencia. Ellos tenían otro objetivo en mente además de seguir a Taehyung. Probablemente sabían que tener a alguien de confianza en la agencia de la policía sería beneficioso. Estaban probando a MinHyuk.
Y MinHyuk siendo un investigador habilidoso por supuesto que ya había pensado lo mismo que Jungkook, por eso tomó precauciones, como nunca llamar desde el mismo número o encontrarse en lugares públicos.
Vaya que cada vez estaba más hundido en el negocio familiar.
Bufó y se encaminó hacia su habitación para tomar un baño y luego irse directamente a dormir. Mientras no recibiera ninguna llamada de Yoongi entonces podría tomarse todo el resto de la noche libre.
Se tomó su tiempo en la ducha, el agua fría hizo que el mareo a causa del alcohol se le bajara por completo, buscó la pijama más cómoda y holgada que tenía en su guardarropa, una negra satinada que le había regalado Seokjin la Navidad pasada.
Cuando estaba terminando de abrocharse la camisa, escuchó el sonido de la puerta principal cerrándose, ligera y a escondidas, como si no quisiera ser oída. Automáticamente se levantó de la cama, como un gato caminó sigilosamente y sacó de sus jeans tirados en el cajón la pistola que llevaba a diario. Pegó la espalda a un lado de la puerta, esperando a que su no invitado entrara a la habitación, pero no pasó.
Luego de unos minutos tratando de escuchar un ruido, se dio cuenta de que no podía escuchar nada más que su propia respiración y el golpeteo de sus latidos.
Estiró los dedos y abrió la puerta con la pistola apuntando a la nada, caminó por el pasillo y se deslizó por las escaleras a la planta baja. Solo cuando estuvo a la mitad de los escalones, pudo registrar la silueta que estaba recostada en el sillón blanco más grande de la sala. Resopló y se agarró del barandal, dejando que la pistola colgara de la punta de sus dedos.
───Por Dios, me has dado un susto de muerte. ───Bajó los escalones para encarar al rubio en la oscuridad, aunque en realidad el gran ventanal dejaba que la luz de la luna lo iluminara todo. ───Suerte que tengo buena vista.
Dejó la pistola sobre el mesón de la cocina y desde allí inspeccionó a Taehyung, quien seguía acostado en el sillón con las manos entrelazadas sobre su abdomen. Sus ojos estaban cerrados, sereno como si fuera su casa. De hecho el departamento seguía a su nombre.
Jungkook se deslizó y se enderezó a un lado del sillón.
───¿Visita nocturna? ───Alzó una ceja, cruzándose de brazos. Taehyung seguía ignorándolo, fingiendo estar en un sueño profundo. ───No me hace gracia que hayas venido luego del espectáculo en el casino. Es nuestro momento de descansar del otro.
───¿Y la apuesta?
Abrió los ojos para mirar a Jungkook directa y acusatoriamente. El pelinegro se golpeó mentalmente por las ideas estúpidas que venían a su mente cuando se pasaba de copas.
───Cuál apuesta. No recuerdo ninguna. ───Se alejó más rápido de lo que apareció en la sala, en un instante ya tenía las manos sobre el barandal. ───Si quieres quédate hoy, la habitación de invitados ya está arreglada. Es peligroso que regreses solo a esta hora. ───Dispuesto a que fueran sus últimas palabras de la noche, se giró para seguir su camino.
───Es imposible que olvides algo que tú mismo dijiste. ───Contraatacó el rubio, levantándose del sillón. ───Nunca lo has hecho y tampoco creo que lo hagas pronto.
Jungkook hizo una mueca al verse acorralado y miró a Taehyung por encima del hombro.
───Vale, qué es lo que quieres. ───Bufó. ───Confieso que últimamente estoy muy bien económicamente así que no hay nada que pueda afectar───
───Asiste a mi boda.
Que Taehyung le pidiera algo como eso directamente, podría considerarse un milagro verídico, porque el rubio tenía sus deseos tan encajonados que difícilmente podía saber qué es lo que quería exactamente a veces.
───Quién dijo que no iría. ───Taehyung volvió a enviarle esa mirada acusatoria. Jungkook se mordió el labio, buscando las palabras adecuadas. No es que hubiera planeado no asistir, pero en el fondo sabía que le costaría estar presente. Con los sentimientos cada vez más enroscados en su corazón, difícilmente podía soportar la presencia de Taehyung sin alterarse. Verlo casarse lo superaba y mucho.
Pensar que en algún punto había imaginado con facilidad a Taehyung casándose, cuando aún podía encajonar sus sentimientos y arrojárlos a un hoyo. Se sentía tan alejado de su viejo yo que casi lograba asustarlo. Y sin lugar a dudas todo había sido causado por Taehyung.
Para cuando terminó de ordenar su mente, el rubio ya estaba a unos pasos de él, viéndolo a través de la oscuridad.
───Eres la única persona que puede mantenerme de pie en el altar. Pensé en hacerte el padrino, pero todo será tan apresurado que solo la familia de Haeso estuvo dispuesta a colaborar.
Si Taehyung pensó que así lograría persuadirlo, estaba muy equivocado, Jungkook podía sentir que incluso se tensó más.
Exhaló y dio media vuelta para encontrarse con los ojos brillosos del rubio, que hasta ese día en el que lo vio llorar en su apartamento no habían vuelto a brillar de esa manera. Apretó el barandal y suavizó su expresión inconscientemente, vencido sonrió ligeramente.
───Estaré allí. No lo pienses mucho.
Taehyung sonrió.
El aire se le escapó de golpe ante la reacción del rubio. Aparentemente estaban lloviendo milagros esa noche.
───¿Sigues ebrio? Te daré otra oportunidad para que no pidas algo tonto. Si vuelves a arruinarla no habrá otra apuesta. ───Jungkook resopló, ocultando su nerviosismo antes de girarse para subir las escaleras. ───Imagino que tomaste del champán que estaba en las mesas, ese era de los más dulces, debería haberte ayudado a bajar el ron y el vino.
───Ahora que lo mencionas sí me siento algo desorientado. ───Empujó a Jungkook escalera arriba. ───Dame algo de lo que tomas antes de dormir para la migraña.
Jungkook achicó los ojos, siendo empujado por la espalda. Esta era una de las tácticas para llegar a la habitación del pelinegro sin tener que humillarse más tarde con la intención de que lo dejara entrar.
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───Es bueno escucharlo, pensé que se armaría revuelo. ───Le alcanzó el vaso de agua al rubio.
Taehyung se coló en su habitación como ya lo había previsto, se quitó el saco del traje y se tumbó en la cama sin miramientos.
───Debo admitir que Yoongi fue de ayuda. ───Puso la pastilla entre sus labios y se la pasó con el primer trago. ───Si no quisiera usurpar mi lugar le ofrecería un puesto en la empresa, después de todo no es que tenga mala cabeza.
Jungkook resopló negando.
───Yoongi y tú siempre fueron como perro y gato, de ninguna manera le darías un puesto. ───Refutó, cerrando las ventanas de la habitación.
───Se volvió amargado cuando sus padres se divorciaron.
───Él tenía tres años.
───Desde allí parecía un abuelo. ───Se encogió de hombros, desatando la corbata de un tirón. ───Luego su madre se fue y cada vez se puso peor. Suho no es bueno criando niños.
Jungkook asintió lentamente, apagando las luces.
Una vez la madre de Yoongi se mudó a Italia con todo el resto de su familia, desconoció totalmente a Yoongi y a su exesposo, no volvieron a saber de ella. A Suho no le dolió demasiado porque tenía algunas amantes pendientes de su billetera que no le dejaron prestarle atención al asunto del divorcio. El padre obtuvo la custodia completa y así fue como Yoongi se volvió tan gris y parecido a Suho.
───Pienso que deberías darle una oportunidad. ───Jungkook se metió bajo las sábanas, el rubio se recostó junto a él y arqueó las cejas. ───Soy su familiar y sé más cosas sobre él ahora. A simple vista puede verse amargado, irritable, impaciente y testarudo, pero él es como tú.
Taehyung casi abrió la boca ofendido, pero Jungkook lo retuvo con sus siguientes palabras:
───Sabe muchas cosas y tiene virtudes que opacan ese lado de él. ───Inclinó la cabeza hacia Taehyung. ───Ambos son muy astutos.
El rubio pasó saliva y trató de ocultar su sorpresa.
───Aunque creo que para mí es más fácil descubrir tu astucia que la de Yoongi. Cuándo pensabas decirme lo del portero. ───Lo amenazó, mirándolo fijamente.
───No sé de qué hablas.
Su respuesta lo delató al instante.
───Creíste que no me daría cuenta de que te informa de todo lo que hago. Cada vez que llego, cómo y con quién. ───Se sentó en la cama para tener una postura más seria incluso en la oscuridad.
───No puedes acusarme sin pruebas. ───Bufó, todavía recostado.
───Qué casualidad que hayas venido al apartamento unos minutos después de que llegué con un chico que tenía el brazo sangrando. Además de que cuando peleamos solo apareciste aquí cuando yo no estaba. ───Cuando vio que Taehyung abrió la boca para contraatacar, él también lo hizo. ───Hoy también, cómo sabías que yo estaba en el departamento. Normalmente no estoy aquí a esta hora ni siquiera te sorprendiste al verme. Además la actitud del portero es demasiado pasiva conmigo.
Eso fue todo, Taehyung no pudo refutar sus argumentos, así que se quedó sin palabras durante unos segundos.
───Está bien, tú ganas esta vez. Le dije al portero que tuviera un ojo puesto en ti, que me informara si algo iba mal. ───Admitió, quieto en su lugar y sin realmente verse como un recién desenmascarado.
───¿Te das cuenta de lo antiético que es espiar a alguien de esa forma? ───Gruñó, tratando de que Taehyung escuchara algo de su consciencia para pedirle perdón por hacer tal cosa.
El rubio no se vio en lo más mínimo afectado ni en su postura ni en su expresión iluminada por la poca luz que se filtraba entre las cortinas.
───Es la única forma que tengo de cuidarte.
Jungkook se quedó helado, de todas las respuestas que podía darle, esa era una de las pocas que no podía reprocharle.
───Crees que no estoy pensando en ti cuando estoy lejos o cuando no nos vemos por días. ───Taehyung se sintió igual de conmocionado que Jungkook por su declaración. ───Estoy pensando constantemente en lo que haces mientras no estoy contigo.
El pelinegro tuvo que repetir las palabras en su mente para creérselas. ¿En realidad la personas que tenía en frente era Taehyung? Porque Taehyung nunca, jamás admitiría algo cómo eso. Ni siquiera cuando el señor Kim viajaba por días se atrevía a admitir que extrañaba a su padre. Entonces qué pasaba con Taehyung, por qué parecía estar colapsando de emociones después de que había permanecido tan callado por años.
Jungkook se relamió los labios y tomó fuerza para contestar.
───Taehyung, si tú───
Ah, el teléfono. Jungkook saltó de la cama para estirar las manos y tomar el teléfono de la mesa de noche a su lado.
Nadie lo llamaba a esa hora, nadie que no fuera Yoongi.
───Jungkook, cariño. ───Jihye. Jungkook frunció las cejas y caminó hacia la otra punta de la habitación para encender la luz.
───Tía Jihye, ¿pasa algo? ───Respondió, cruzándose de brazos. Taehyung le envió una mirada y se sentó en la cama a penas escuchó el nombre de la mujer.
───Jungkook, quiero que me escuches con atención. Que no se te olvide la información que te daré. ───El pelinegro acató rápidamente, se aproximó hacia su escritorio y tomó la libreta y la pluma que guardaba allí. ───Estamos en la clínica Yulje, habitación 10 en emergencia segunda puerta. Chanyeol se puso mal hace una hora y me llamó la señora Choi para avisarme. Ya lo están atendiendo así que mantén la calma. Si es posible trae a Taehyung contigo.
Jungkook se quedó quieto antes de hacer un sonido de afirmación.
───Estaremos allí en unos minutos.
Taehyung lo estaba mirando desde la otra orilla, como si hubiera escuchado toda la conversación, se levantó y se puso el saco del traje. Probablemente había leído la expresión de Jungkook, quien había palidecido.
───Te esperaré afuera. ───Y así Taehyung salió antes que el pelinegro, quien se echó a correr en busca de ropa.
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Wtf literal predije mi desaparición.
No fue intencional, este capítulo estaba escrito ya, solo que perdí la contraseña. Recientemente entré el correo enlazado a esta cuenta y logré recuperar todo jajsjajajan't 🤡
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