Jimin tecleaba tranquilamente en la computadora, esa mañana su trabajo se había reducido a lo mínimo ahora Jungkook lo ayudaba a terminar algunos informes en su apartamento, así que prácticamente había ido a la empresa solo para tomar café gratis.

Había visto a Seokjin pasando por los escritorios, mientras Taehyung lo observaba atentamente a través de los cristales de su oficina.

Debería sentir lástima por Seokjin pero el sentimiento de diversión era más fuerte, el castaño se la pasaba sudando y tartamudeando cada que Taehyung le encargaba algo, aun si el mencionado ni siquiera lo estaba mirando.

Una llamada teléfono interrumpió su concentración en los movimientos torpes de Seokjin, quien ahora se había dado cuenta de que Taehyung lo observaba.

——Buenos días, está llamando a la compañía Kim, en qué puedo ayudarlo. ——Respondió en un tono agudo.

——No seas tonto, Jimin.

——Ay, qué humor.——Resopló volviendo al trabajo en su ordenador.

——Perdón por llamarte en tu horario de trabajo pero dejaste unas hojas sobre la mesa, y se ven importantes.

Jimin se levantó de golpe de la silla. Carajo, debía entregar esos documentos firmados a primera hora.

——Gracias, Jungkook. Estaré allí en unos minutos.

Iba salir corriendo cuando una sombra cubrió su espalda completamente y sintió un escalofrío pasar desde sus hombros hasta la punta de sus pies.

——¿Estabas hablando con Jungkook? ——Esa voz, no podía ser otra que la de Taehyung.

Jimin volteó lentamente mirando al rubio quien tenía una expresión para nada amigable en el rostro.

——B—bueno, y—yo... ——Miró atrás del hombro del más alto, allí se encontraba Seokjin haciéndole señas para que no se le ocurriera abrir la boca. No lograba idear ninguna excusa tonta——. Sí, sí estaba hablando con él. ——Resignado bajó la cabeza. Atrás del rubio, Seokjin se golpeó la frente.

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El pelinegro estaba preparando sopa de miso, fue lo primero que aprendió a cocinar cuando era pequeño porque Taehyung tenía un hambre voraz nocturno, así que con el tiempo se volvió su favorita en invierno.

Escuchó el ruido de una llave en la puerta principal, Jimin había venido por sus papeles. Se secó las manos y tomó los documentos de la mesa para entregárselos. Sin embargo, cuando llegó a la entrada no fue Jimin a quien encontró.

——Pero qué. ——El aliento se le atascó en la garganta cuando vio a Taehyung cerrar la puerta tras él. ——Cómo...

——¿Dónde está tu lealtad? ——Fue lo primero que dijo el rubio cuando lo miró. Jungkook se sintió acorralado repentinamente, los ojos de Taehyung lo analizaron obsesivamente.

El rostro de Taehyung se veía más delgado y los círculos oscuros bajo sus ojos lo hacían ver tenebroso, también su cabello estaba desordenado. Jungkook pasó saliva y humedeció sus labios buscando las palabras adecuadas.

——Dijiste que tu lealtad está conmigo, pero cuando mi padre te dice algo vas y sigues órdenes como un perro.

Oh, mierda. Estaba molesto, lo suficiente para poder ver sus músculos tensos bajo la camisa y la vena sobresaliente de su cuello.

——Taehyung. ——Tomó el valor de pararse firmemente ante él, extendiendo sus manos para apasiguar el ambiente. ——Es mi trabajo.

Sus últimas palabras parecieron enfurecer más al contrario, quien miró hacia otro lado exhalando fuertemente.

——Entonces, quieres decir que necesitas un descanso de mí. ——Jungkook negó frenéticamente acercándose a el. ——¿Me ves como alguien con quien debes estar por obligación solamente?

——No es así. ——Tocó el brazo de Taehyung, este intentó alejarse, pero Jungkook lo sujetó más fuerte. ——No me siento obligado. Yo me quedaría contigo si siguiera mi propia voluntad.

——¿Entonces por qué no lo hiciste? Por qué aceptaste todo sin oposición. ——Replicó el más alto con ese tono fuerte que Jungkook odiaba porque lo hacía sentir culpable.

——Porque tú ya no me necesitas. ——Declaró igualando el tono de Taehyung, quien frunció la frente. ——Pude haberme quedado, pero ya no soy necesario para ti, pensé que estarías bien con eso.

Taehyung no podría luchar contra eso, Jungkook estaba seguro de que el más alto jamás podría admitir que necesitaba algo, tenía como un bloqueo para esa clase de sentimientos.

——¿Eso piensas?

Subió la mirada al notar un dejo de tristeza en las palabras del rubio. Los ojos de Taehyung estaban pegados al suelo como si le hubiese dolido la declaración del pelinegro.

——Eso creí. —— Respondió indeciso, "Por que has reaccionado así de repente", miró con las cejas tensas al rubio, quien parecía luchar consigo mismo. ——Taehyung, tienes que aprender a vivir por ti mismo, solo.

El rubio cruzó los brazos mientras su ceño se fruncía más y más.

——Has estado conmigo toda mi vida y ahora te arrancan de mí sin aviso. ——Murmuró fastidiado, se tomó la frente y negó lentamente. ——¿Cuánto tiempo estarás en tus supuestas vacaciones?

——Ya me quedan solo unas semanas. ——Bajó un poco la voz al recordar que había sido reasignado.

Taehyung no sabía de la decisión de su padre, pensaba que Jungkook volvería pronto. Se mordió el labio pensando si era el momento indicado para hacerle saber de su nuevo encargo, pero Taehyung se veía apunto de explotar.

——Ven. ——Tiró del brazo que había estado sosteniendo. ——Toma sopa de miso conmigo, es tu favorita.

Lo siguió sin rechistar hasta la pequeña mesa de estar y Jungkook lo empujó hacia abajo en el sillón antes de servirle un tazón de sopa. La forma más sencilla de calmar a Taehyung siempre era distraerlo con cualquier cosa alrededor, como un bebé, rápidamente olvidaría la razón de su molestia gracias a esa cosa nueva. Dejó los documentos sobre la mesa, olvidado totalmente la necesidad de Jimin por ellos.

Mientras le servía sopa a Taehyung, pensó que debería quedarse callado sobre el tema de la resignación por un tiempo o hasta que el señor Kim le dijera algo sobre ello, pero quizá Taehyung se enfadaría más si lo ocultaba. Miró de reojo al rubio, quien estaba sentado con las manos entrelazadas, pensando en algo que acaparaba toda su concentración.

Se sentó frente a su comensal y le acercó la sopa cuidadosamente, llamando su atención.

——Espero que no hayas armado un gran escándalo con tu padre. ——Comentó doblando una servilleta para Taehyung, quien bufó.

——Ustedes dos siempre están haciendo planes a mis espaldas. ——Renegó, pero aun así bebió un poco de sopa.

——Esta clase de planes son por tu propio bien. ——Miró calmadamente al rubio. ——Tu padre siempre ha querido lo mejor para ti.

Taehyung rodó los ojos y negó ofuscado.

——Lo mejor a qué costo. ——Soltó una risa sarcástica. ——¿me veo bien? ¿Crees que me veo feliz?

Jungkook frunció la frente y ladeo la cabeza. Taehyung se veía intranquilo y cansado, sus ojos rojizos y el apestoso olor cigarrillos que no se le quitaría de la ropa con solo un par de lavadas.

——Este es el costo por la empresa Kim. ——Admitió. ——Todo por la familia Kim. Todo y sin excepción, Taehyung.

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Taehyung lo vio lavar los platos fijamente, lo siguió y Jungkook fingió que no se daba cuenta. Pensó que el rubio estaría un poco más enfurecido, pero la energía se le acabó rápidamente luego de tomar la sopa de miso, fue como si le hubiese dado un calmante.

Lo acompañó a la sala de estar porque el rubio se negó a irse todavía.

——¿Seguirás aquí? ——Cuestionó luego de que Jungkook se sentara a su lado en el sofá.

——Sí, claro. Mis vacaciones no han terminado. ——Encendió el televisor y subió las piernas al sofá con toda la comodidad.

——¿No vendrás a casa conmigo? ——Taehyung parecía casi sorprendido por la declaración de Jungkook. El pelinegro rio mentalmente, Taehyung había creído que luego de su reclamo aceptaría volver con él y olvidar totalmente las órdenes de su padre.

——No puedo volver hasta que tu padre lo permita. ——Vio que el rostro de Taehyung se fruncía con disgusto, nada estaba saliendo como pensó mmmh. ——No hagas alboroto, tu padre quiere que seas independiente, solo eso.

——Mierda, parece que quiere acabar conmigo últimamente. ——Dejó caer la espalda en el respaldar y sacó un paquete de cigarrillos con un encendedor de su bolsillo.

——Tú te acabas. ——Le arranchó los objetos y los puso en su propio bolsillo. ——Deja ese hábito de una vez.

——No me digas lo que tengo que hacer. ——Casi gritó, tan frustrado que Jungkook pudo sentir el peso de sus próximas palabras. ——Tengo entendido que estás de vacaciones, deja de comportarte como mi maldito niñero.

Jungkook pasó saliva y vio al contrario respirar profundamente mientras se recostaba de nuevo. Desde su punto de vista, Taehyung se veía perdido, abandonado, podía ver en su mirada que no sabía el siguiente paso que debía dar o a dónde debería dirigirse. Estaba a la deriva, sin su cuidador, empujado a tomar un camino indeseado y además presionado todo el tiempo.

Apretó los labios y haciendo un puño con las manos se acercó delicadamente al rubio.

——No me preocupo por ti porque sea tu secretario o tu niñero o como sea que quieras llamarme. ——Apretó los hombros del rubio atrayendo su atención. ——Me preocupo por ti porque tu bienestar es importante para mí.

Taehyung lo miró fijamente, en ese momento, Jungkook pudo sentir lo perdido que estaba. Apretó los hombros del rubio y lo abrazó, para su sorpresa, Taehyung se dejó hacer y se recargó en él con el pecho subiendo y bajando. Demasiado humo quizá.

——Cuida de ti mismo. ——Le dijo en un tono todavía más amable que el anterior, acarició su cabello y siguió hablando. ——Yo estaré lejos por un tiempo. ——Cerró los ojos al sentir que los músculos del rubio se tensaban. Lo apretó más contra su cuerpo y acarició su espalda suavemente para que no se tensara más. ——Me han reasiganado, pero me devolverán a ti después de cumplir mi trabajo.

——¿Cómo puedes estar tranquilo? ——Gruñó con la cabeza escondida en el pecho ajeno. ——Siempre has sido así, aceptando todo con la cabeza en alto y esa expresión de mierda, como si no sintieras nada.

Jungkook rio, porque Taehyung no lo comprendía, no entendía ese sentimiento de entrega total, de servicio y tal vez jamás lo haría, porque todos siempre estarían al servicio de Taehyung, pero él nunca le tendría que servir a nadie. Al menos, ese era el objetivo.

——Soy bueno en eso.

La cabeza de Taehyung se movió de un lado a otro, negando varias veces mientras apoyaba las manos en la espalda del pelinegro.

Hace mucho tiempo que Taehyung no había estado tan tranquilo cerca de él, siempre estaba hablando por teléfono o demasiado metido en su propia mente para prestarle atención, durante los últimos años se había sentido como estar completamente solo, Taehyung se volvió únicamente como un jefe al que temerle si hacía algo mal. Sin embargo, allí estaba ahora, consolandolo antes de tener que despedirlo como un perro con la cola entre las patas.

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——Este idiota. ——Gritó Jimin pateando un escalón del edificio. ——Me dejó fuera de mi propia casa.

Había estado sentado en las escaleras con el trasero casi congelado durante dos horas. No había ni un solo indicio de que alguien lo dejara pasar para recoger sus documentos.

Taehyung le había arrancado las llaves y había entrado sin esperarlo si quiera. Y no quería tocar el timbre por miedo a ser inoportuno, tampoco iba a llamar a Jungkook para no interrumpir y sus llaves de repuesto estaban dentro de su habitación.

——Invasión a la propiedad privada. ——Murmuró arrastrando su dedo en la pantalla para encontrar a Seokjin.

Pondría alguna excusa en la oficina para no entregar los documentos, pero por ahora volvería al trabajo antes de convertirse en una estatua de hielo.

——Todo está bien, estoy yendo para allá. ——Le indicó al de hombros anchos, quien le había mandado más de veinte mensajes para que le explicara la situación. Si no había ningún fallecido dentro de su apartamento entonces todo estaba bien.

Taehyung podía tener un carácter de mierda, pero con la única que persona que lo había visto entrar en razón, era Jungkook. Tenía todas sus esperanzas en que su amigo pelinegro volvería a la empresa antes de que todo se fuera al carajo.

——Puede que me quede a dormir contigo hoy. ——Le dijo a Seokjin, dándole una última mirada a la puerta de su apartamento.

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Qué abuso, pobre Jimin 😔