IV
Este día se sentía pacífico, con Jungkook corriendo de un lado a otro sosteniendo una pila de papeles, estaba apunto de llevar a Taehyung a otra cita y tenía que dejar todo listo. Jimin y Seokjin se ofrecieron a ayudarlo dejando los papeles en las oficinas.
Durante una semana Jungkook había hecho que Taehyung entrara en razón y tuviera conversaciones normales con algunas chicas, aunque realmente ninguna había captado su atención. Hoy tenía que reportarle avances al señor Kim y estaba ligeramente preocupado porque no había mucho que decirle.
--Te esperaré cerca del ascensor.--Le avisó Taehyung mientras lo veía correr con los papeles hasta el cuello.
Dejó la pila de papeles en el escritorio de Seokjin para que ellos terminaran de entregarlos, luego pasaría a la oficina de correo para enviar algunas cosas.
Estaba a punto de pararse junto a Taehyung cuando su teléfono sonó, estaba completamente seguro de que era el señor Kim, así que le dijo a Taehyung que esperara un poco más y se metió a la oficina de archivos que era la más cercana.
--Buen día, señor Kim. --Saludó nerviosamente, sujetandose de la estantería para descansar.
--Jungkook, muchacho por tu tono de voz reconozco que no tienes nada que decirme. No debes preocuparte, en este momento yo soy el que debe hablarte de algo.
El pelinegro frunció el ceño, eso era nuevo, hizo un sonido de afirmación esperando a que prosiguiera.
--Verás, hijo. Quisiera que pudiéramos hablar de esto en persona, pero sé que debes estar lo suficientemente ocupado en estos días. --Exhaló cansado--. Me hice unos análisis hace unos meses porque no me sentía bien y los resultados no fueron los que esperaba, por eso estuve presionando a Taehyung. Pensé que el resultado de los análisis podría haber sido un error así que hice que me sacaran otro, sin embargo, botaron los mismos resultados al final. ——Suspiró entristecido——. Tengo un cáncer que se ha estado desarrollando desde hace unos años, si no fuera por los síntomas insistentes no lo hubiese descubierto.
Jungkook se quedó sin aire en los pulmones y sintió cómo su garganta se apretaba dolorosamente, de cualquier cosa que pudiera decirle, no esperaba que fuera eso. Las ganas de llorar subieron por su garganta e intentó respirar con normalidad mientras escuchaba al señor Kim.
--No te llamo solo para darte la noticia. Ahora que sabes de esto necesito que lo mantengas en secreto. Pronto te llamaré para que vengas a visitarme porque debo enseñarte muchas cosas aún. --Jungkook no pudo contenerse más y soltó un sollozo bajo--. Muchacho, no te pongas triste. Yo ya he huido de la muerte muchas veces. Solo tú y Yoongi saben de esto, confío en ti más que en cualquier persona en este mundo. Jungkook, sé que eres capaz de todo por esta familia y eso es justo lo que necesito en alguien. Ven a visitarme esta semana para hablar de esto con más tranquilidad.
——Sí—sí, señor. Lo llamaré para avisarle de mi visita.
Colgó el teléfono con las manos temblando y los ojos llenos de lágrimas. Ese hombre había sido como un padre para él, lo había guiado, le había dado educación, ropa, comida y un hogar. Dios ¿Cómo podría seguir sin él? Era tan pronto. Qué pasaría cuando Taehyung se enterara. Mierda.
Se limpió las lágrimas y los mocos, saliendo de la oficina puso el teléfono en su bolsillo trasero y se encontró con Taehyung en el ascensor, este lo miró de reojo con el ceño fruncido.
--¿Pasa algo?
Jungkook negó con la cabeza suavemente sin querer mirarle.
--No pasa nada, creo que tengo algo de alergia hoy.
El ascensor se abrió y ambos ingresaron en silencio, el pelinegro con la mirada fija en el suelo, su mente no dejaba de dar vueltas, estaba tan preocupado. Taehyung notó el enrojecimiento en los ojos del contrario luego de analizar su rostro pálido.
--No es cierto, estuviste llorando. --Quiso tocar la mejilla de Jungkook pero éste se apartó antes de que llegara a rozar su piel.
--No importa, vámonos ya.
Taehyung apretó los dientes y guardó sus manos en los bolsillos de su pantalón.
--Sí, tenemos cosas importantes que hacer. --Salió del ascensor a penas las puertas se abrieron. Jungkook lo siguió cabizbajo.
Había reservado una mesa en un restaurante afiliado a la compañía, era de comida coreana tradicional, esta era una de las últimas personas que quedaban en la lista y hasta ahora Taehyung no había logrado nada. En el camino ninguno habló y tampoco es como si el pelinegro tuviera ganas de decir algo, estaba concentrado en intentar no chocar.
Solo quería llegar a casa y hundirse en una depresión de unos días porque luego tendría que buscar al señor Kim.
--¿Sabes algo de mi padre? Intenté hablar con él ayer y me dijo que me llamaría más tarde. --Cortó el silencio con la única pregunta que Jungkook quería que no hiciese. Tan inoportuno.
El pelinegro pasó saliva y negó con la cabeza disimulando la tristeza en sus ojos.
--Quería negociar con él lo del matrimonio y todo eso, quizá podamos llegar a un acuerdo...
Jungkook miró a Taehyung por el espejo retrovisor mientras apretaba el timón entre sus manos.
--Taehyung, esto no es un juego. ¿Entiendes? --Alzó el tono de voz más de lo que debería--. Tu padre ya ha hecho mucho por ti. Deja de causarle angustias al pobre hombre y cumple lo que le prometiste. --Se estacionó fuera del restaurante y le envío una mirada llena de molestia. ——O si no deja que alguien más cumpla con la responsabilidad y se haga cargo de la empresa como tú mismo dijiste.
Taehyung abrió y cerró la boca un par de veces sin que ningún sonido saliera de ella.
——Regresaré solo a casa. Vuelve al trabajo. ——Fue lo último que dijo Taehyung antes de entrar al restaurante.
Hace años que no le hablaba a Taehyung de esa manera. Tal vez se pasó un poco, pero vaya que habían tenido la misma charla varias veces ya, tenía que entrar en razón. Y si le había molestado entonces mejor aun, así lo tomaría en cuenta.
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——Jungkook, no puedes estar preocupado porque aún no llega. Es un adulto, le faltan un par de años para cumplir 30 y tú aún lo tratas como si fuera un adolescente. ——Le replicó Jimin mientras lo ayudaba a imprimir unos gráficos.
——Es que se comporta como un niño, y puedo contar con la palma de mi mano las veces que lo he dejado solo en la calle. Soy responsable de él.
Jimin sorbió un poco de su malteada.
——Te apuesto a que está follando con la chica en este momento.
——Por Dios, Jimin. Calla.
——Es la verdad, y ya le hace falta para que se le quite la cara de amargado. ——Dijo divertido.
——Ay, no puede ser. Cállate antes de que te despidan. ——Contuvo una risa negando con la cabeza suavemente.
Jimin y Jungkook se conocían desde la universidad, y milagrosamente se habían encontrado en el mismo trabajo. Solo que Jimin era un oficinista independiente por lo que realmente nunca tenía demasiado trabajo que hacer.
——Yo digo que esta noche salgamos a tomar algo. ——Lo animó el más bajo.
——No creo que sea buena idea.
——No seas aguafiestas, hace meses que no salimos a ninguna parte juntos.
Desde año nuevo no había vuelto a salir con Jimin, y salió con él únicamente porque Taehyung estaba en una cena familiar esa noche. No podía recordar absolutamente nada de ese día, pero estaba seguro de que se había divertido muchísimo.
——Está bien, vayamos a algún lugar. Pero no tienes permito beber más de tres vasos de alcohol, los dos tenemos trabajo mañana.
Jimin aplaudió y dio vueltas en su silla giratoria.
——Eso, Jungkook. Ya estás entendiendo.
Esperaba no arrepentirse de su decisión.
¿Si se arrepintió?
Para nada, Jimin lo había arrastrado a tres fiesta distintas en una noche y además no sabía en qué momento había acabado bañado en vino, y se sentía fenomenal. Lo único de lo que podía quejarse realmente fue de la tremenda resaca con la que se despertó a la mañana siguiente, pensó que su cráneo iba a explotar.
Se levantó peresozamente de su cama a las 6 de la mañana porque podría tener ganas de morir, pero no iba a faltar al trabajo. También se dio cuenta que Taehyung no había llegado a dormir, aunque su cerebro no estaba funcionando del todo bien todavía como para preocuparse. Prácticamente se arrastró por la casa en busca de su desayuno y su ropa.
Para su suerte, Taehyung estaba en la oficina cuando llegó. Solo se dieron los buenos días y luego cada uno empezó con su trabajo. De vez en cuando sentía la mirada curiosa de Taehyung, estaba seguro de que se moría de ganas de saber lo que había hecho anoche, mas no le dio el gusto y solo habló con él únicamente del trabajo.
Saliendo de la oficina se encontró con la sorpresa de Jimin no había aparecido, supuso que su amigo se había quedado dormido lo cual sería lo más normal luego de la resaca. Jungkook en realidad también sentía que su cerebro estaba siendo asesinado, pero era bastante bueno soportando el dolor de cabeza. El señor Kim le enseñó que es fácil deshacerse de un dolor de cabeza.
No había dejado de pensar en el señor Chanyeol, de alguna forma siempre acababa pensando en algo sobre él y eso hacía que su corazón se hundiera profundamente. Nadie podía saber de esto, si no lo tomarían como una ventaja contra el señor Kim, o peor aun, contra Taehyung.
Le sorprendía que el señor Kim se lo hubiera dicho a Yoongi, el hijo mayor de su hermano también estaba postulando para ser el próximo jefe de la empresa Kim, era contemporáneo con Taehyung así que podría ser una amenaza verdadera.
Pero Chanyeol es una persona sabia, viéndolo desde el punto de vista del hombre, quizá lo había hecho para que apoyara a Taehyung en el futuro, enseñándole el manejo de otro tipo de negocios de los que aún no tenía conocimiento. Después de todo, Yoongi era su sobrino, posiblemente lo tomaría en consideración para algún otro cargo importante.
Jungkook estaba un poco nervioso porque la responsabilidad se haría cada vez más grande y seria, mientras más dentro del negocio familiar estuvieran, las cosas podrían reducirse a dos finales, vida o muerte.
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Gracias por leer 💋
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