Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3. Nerviosismo

Odio sacrificar mi pellejo de esta manera. Por supuesto que valoro y aprecio nuestra amistad, pero hay límites. Entrar en la boca del lobo no es muy inteligente, no importa por dónde lo mire.

¿Qué le hace pensar a Mariana que de todos los candidatos que han salido de su oficina, probablemente con mejor currículo, podría ser yo el elegido?

Esto no solo se trata de apariencia, hablamos de conocimiento, experiencia e inteligencia. Por más que posea un cuerpo y cara perfecta, experiencia y conocimiento en este ámbito es lo que me falta.

Todos los que han entrado y luego salido de su oficina, se ven bastante desanimados, algo que me trae deprimido, sin siquiera haber llegado mi turno.

Y es que accedí a hacer esto hace una semana, pero no fue hasta hoy que me citaron para entrevista. Fue el mismo Steven quien me llamó porque me tocaba el turno, a mí parecer, es un hombre bastante apuesto y educado. Si es cierto que hay algo entre ellos, debo admitir que aquel idiota tiene buenos gustos. Me hubiera gustado tener a este hombre de compañero para admirar ese buen trasero que se carga.

Cuando pasé a la oficina, en compañía de Steven, fue como transportarme a otro universo u otra galaxia. ¿A dónde demonios me he venido a meter?

La oficina podría catalogarla como organizada y elegante, si no tuviera casi todo cubierto. Las sillas se notaban recién tapizadas, pero cubiertas con un plástico transparente. Cuando tomé asiento por petición del mismo hombre, el sonido de la bolsa fue como el de un pedo. Fue sumamente vergonzoso tener la atención de ambos. Esta oficina parece más el cuarto de limpieza.

¿Cómo es posible que estos hombres puedan estar de lo más tranquilos aquí con ese olor tan intoxicante a químicos de limpieza? Siento que saldré de aquí directo al hospital.

Tom tenía una mascarilla negra puesta, lo único que se veían eran sus ojos avellana y las bolsas debajo de sus ojos, supongo que el descanso bajo este ajetreo de buscar un nuevo asistente ha sido limitado.

Su porte era bastante elegante. Estaba vestido como todo un galán de novela. Ni siquiera suelo usar ropa tan elegante, pues soy de vestir más casual y con prendas femeninas durante mis espectáculos en la noche. Probablemente si fuera millonario, adoptaría esa costumbre, pero mientras sea pobre, debo ser fiel a lo que hay y lo que tengo.

Su peinado concentra un gran volumen de cabello levantado sobre la frente, a modo de flequillo elevado, arrastrando las puntas hacia atrás y acabando con una suave onda. No está tan mal para tener cuarenta y cinco años. Me lleva doce años por encima.

Steven lucía exaltado, antes no lo había visto así, mientras que el esposo de mi amiga estaba con cara de Bulldog. Creo que he vuelto a ser vírgen de nuevo. El culo se me cerró de la misma manera que el cierre del pantalón de la tensión.

Se presentó de manera formal, aunque en todo momento tuvo el entrecejo fruncido. Cada pregunta era más compleja que la anterior. En algunas me vi en la obligación de responder con un: «no tengo conocimiento, pero estoy abierto y en disposición de aprender», tratando de ocultar el nerviosismo que me provocaba su interrogatorio.

—Posee licenciatura en informática. ¿Qué lo trae al puesto de asistente?

Deseaba responderle con la verdad, pues uno siempre anhela trabajar en lo que estudió, pero no siempre se tiene la oportunidad. Lo mismo ocurrió cuando para sobrevivir en este miserable país, tuve que hacer sacrificios y conformarme con lo que mejor me convenía y lo que más dinero me generaba. Dicen que si eres bueno en algo, jamás debes hacerlo de gratis. Si soy bueno moviendo el trasero, ¿por qué no sacarle provecho?

La respuesta que le di, solo le generó más curiosidad, lo noté porque seguía arremetiendo contra mí con preguntas; una detrás de la otra. Quiero salir de aquí. Estoy al borde de un colapso mental y una intoxicación de químicos.

Steven fue quien me salvó antes de que metiera la pata, pidiéndome que le acompañara a otra oficina para realizarme algunas pruebas que requerían. Según él, eran pruebas electrónicas como para conocer mi nivel de conocimiento.

—Fue la Sra. Mariana quien lo envió, ¿cierto?

¡Maldición, me ha descubierto! ¿Cómo lo hizo? Tiene cara de tímido e inofensivo, pero es muy observador y directo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro