¿Sería todavía mayo? No sé, no me fije en fecharlo. Ya ni escribía en mi diario, hacía garabatos. Lo ví y hasta me había olvidado. Casi chocamos, ni una palabra. Yo espero que no se haya dado cuenta, yo iba por unas galletas. Solo unas galletas, estoy segura de ello, pero casi chocamos. Iba en mi piyama rosa y casi chocamos.

Luego me dijeron que era él ¿pero si era él? nunca lo sabré. El primero no tenía nombre, solo unos ojos que me parecieron tan bonitos como azules. Hoy no recuerdo el color ¿porqué lo habré olvidado? Al primero lo quise de verdad, lo quise tan sinceramente, que se me olvido.  

Yo me dije que el amor era viejo, que tenía alzhéimer ¿Qué importaba cambiar el uno por el otro?  Acaso al primero nunca lo volvería a ver. Yo pensé así, pero ese lugar gris y blanco en el parque, la voz de mi padre encestando. Me parece solo me parece, que tal vez sentí miedo. Llegaba alguien que podría quitarme aquello que yo tenía y que hasta entonces solo era nuestro. No de él, no era para él.

No debía serlo, y yo no debí hacer lo que hice ¡Pero no había otra manera! Y aquí es cuando me confundo No, imposible, yo jamás...! Solo he querido al primero, aparición fortuita, casualidad de casualidades, tropiezo de calendario ¿Porqué? Porque el carrusel se encendió, empezó a girar e iba dormida dentro.