Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3| Aceite de coco

Ulises no solía desayunar antes de ir al trabajo.

Aunque tenía un viaje de entre diez y quince minutos en bus desde su departamento hasta la empresa, el más mínimo movimiento le daba mareos que prefería evitar a toda costa.

Wooseok no estaba muy de acuerdo con que se salteara la comida más importante del día. Como su amigo y hermano mayor, era su deber velar por su salud.

Sin embargo, después de tantos años de convivencia y de fallidos intentos por cambiar sus hábitos, comprendió que no podía obligar a su sistema a amoldarse a sus propios deseos.

El estómago sensible de Uli no soportaba recibir comida durante las primeras horas de la mañana, pues fuera una simple fruta o un tazón de cereales ricos en fibra, todo terminaba cayéndole fatal.

Es por esto, y por la insistencia de Wooseok al verlo tan flaco, que se limitaba a beber batidos o cafés no muy cargados para que la falta de nutrientes no lo terminara matando.

—Te traje un latte. La tienda a la que voy siempre se le había acabado la leche sin lactosa, así que tuve que ir a la que está a siete cuadras.

El pelirrojo era un ángel caído del cielo. Se preocupaba más por otros que por él mismo, incluso si eso significaba posponer sus propios deseos. Con ver a sus amigos siendo felices, a él le bastaba.

Era una de las cualidades que Ulises adoraba, pero que repudiaba de igual manera.
Sabía que las personas malas y ventajistas sacarían provecho de la generosidad de su amigo, y que este ni siquiera se daría cuenta sino hasta que el daño ya estuviera hecho.

—No tenías que hacerlo, Woo. De saberlo, te habría dicho que mejor me trajeras un smoothie.

—Solo fueron siete cuadras, deja de regañarme como si hubiesen sido cuarenta. Además, aproveché para comprar el nuevo mini álbum de Bin y Chris mientras esperaba el pedido.

—¿Bin y Chris no son dos de los NewB?

Wooseok asintió mientras dejaba el café de Uli sobre el escritorio y se sentaba en el sillón para degustar su pan de salvado.

—Hace unos días sacaron unas canciones como sub-unidad de rap, pero los ejemplares se agotaron el primer día. Tuve que hacer un pedido que apenas llegó esta mañana. Valió la pena esperar porque ahora tengo una photocard de Bin haciendo piquito. ¡Míralo! Es tan tierno.

El menor quitó la vista del computador unos segundos, los suficientes como para apreciar el pequeño cartón con la foto del segundo rapero de NewB haciendo piquito de la forma más patéticamente linda posible.

—¿Cuánto pagaste por esa cosa?

—El dinero es pasajero, mi felicidad no.

—¿Sabes que pudiste haber elegido una foto suya en Pinterest e imprimirla en un cartón igual, no?

—Mejor toma tu café antes que te lo tire a la cara —amenazó, fingiendo haberse ofendido con sus palabras—. Sé de tu loca obsesión por ahorrar, pero para este tipo de placeres es que trabajo los siete días de la semana.

—Ah, sí. Para llenar los bolsillos de unos millonarios cuya única preocupación es verse bien frente a las cámar... ¡Oye!

Qué audacia la del coreógrafo. Le había tirado una libreta que estampó en su nuca.

—No les pagan por sus visuales, les pagan por sus talentos. Y más te vale que no digas ese tipo de tonterías frente a los miembros de NewB, a menos que busques esa demanda.

—¿Demandarme por escupirles la verdad que no quieren oír?

—¡Te lo advierto, Kim Uli! —exclamó con la ceja alzada y el dedo acusatorio señalándolo—. Dongsun logró que una de las empresas más poderosas del país desistiera de una demanda que podría sacarnos millones. Millones que por supuesto no tenemos. Compórtate y saca a relucir tu profesionalismo de productor cuando ellos estén aquí.

—Te preocupas demasiado, Wooseok.

—¿Me preocupo dem...? ¡¿Tienes idea de lo fácil que es alterar a las celebridades hoy en día?! Míralos mal por un segundo o habla pestes de ellos a sus espaldas y despídete de tu trabajo.

—Pues el tarado que vimos hace una hora está parado detrás de esa puerta desde que llegaste y si no entró haciendo un alboroto es porque muy ofendido no está.

Woo cambió su expresión, abriendo de forma muy exagerada sus ojos y cubriéndose la boca con ambas manos.

Le señaló dubitativo aquella puerta gris al pelinegro que, con toda la calma del mundo, caminó en su dirección y la abrió de golpe.
Lee Jaehyung, más conocido como el líder de NewB, fue sorprendido espiando a través de la cerradura lo que ocurría dentro de aquel estudio.

Claro que retomó su compostura lo más rápido que pudo para disimular su pecado, pero supo que fue demasiado tarde cuando la mirada desafiante de aquel chico de pelo negro y ojos oscuros como la noche sin estrellas atravesó su alma.

—¿Qué tal? —saludó, tratando de no sonar nervioso por ser descubierto. Una vez más, Uli notó que no hizo la típica reverencia exigida por la cultura coreana como muestra de respeto. Sin duda alguna, las celebridades le parecían igual de hipócritas y desagradables cuando no tenían una cámara cerca—. Su jefe me dijo que aquí podría encontrar al productor que accedió a trabajar con mi grupo. Ulises Kim o algo así.

—Soy yo —manteniendo la mirada gélida y obviando la reverencia de la misma forma que el otro lo hizo, Ulises dio un paso adelante y quedó a pocos centímetros del rostro de Jaehyung. El rubio retrocedió debido a lo poco acostumbrado que estaba a tal cercanía, pero se esforzó por no cambiar sus expresiones vacías e indiferentes—. Y no accedí a trabajar con ustedes. Fui obligado a raíz de la demanda con la que nos amenazó tu empresa, así que no creas que voy a darte un trato especial solo porque cotizas en grandes sumas de dinero. Aquí vas a trabajar de verdad, no a perder el tiempo sacándote fotos o haciendo videos para Tiktok. ¿Te quedó claro?

Jaehyung se rió con sorna y a Wooseok casi le dio un ataque esperando lo peor. El lengua suelta de Ulises iba a matarlo algún día.

—¿Es una amenaza?

—Llámalo como quieras, no me importa. Entra y siéntate, no quiero que me estorbes.

—¿No va a ser un trabajo en conjunto? Por algo se llama colaboración.

Wooseok sintió que no sumaba mucho a esa conversación y que la tensión entre ambos lo estaba aplastando, así que tomó sus cosas y se despidió de Uli. No sin antes decirle a Jaehyung que era el más grande fan de NewB.

Park Wooseok, maldito traidor.

—Si lo que vas a aportar no me sirve, entonces no aportes nada. No tienes ni una sola acreditación en tus canciones, así que supongo que es una de dos. No sabes cómo o no te dejan hacerlo.

—Qué listo eres —sarcástico, ambos podían serlo; esto iba ser divertido—. Los productores de mi empresa nunca me dejaron participar, pero tienes suerte porque aprendo rápido.

—Olvídalo, greñas teñidas. Bajo ningún término dejaré que toques mi equipo.

—¿Y qué se supone que haré? ¿Verte trabajar desde la esquina como un niño regañado por su mamá? Ni lo pienses, así que muévete y déjame ayudar.

Antes de que el pelinegro pudiera replicar, Jae ya había tomado asiento en la silla que le pareció más cómoda para él. Una que a simple vista aparentaba ser mullida, de esas que toman la forma de tu cuerpo a medida que te hundes en ella y se siente como el maldito paraíso. 

El único problema era que esa silla era pura y exclusivamente usada por el compositor que, a estas alturas, se sorprendía por el autocontrol ejercido para no abalanzarse y rodear su cuello al punto de asfixiarlo.

Sería tan sencillo deshacerse de él sin ningún testigo cerca...

—¿Qué carajos te estás poniendo en la cara? —interrogó al salir de su realidad deseada donde tiraba el cuerpo del ídolo al río Han y sus problemas se solucionaban. 

El cantante había sacado un pequeño tarrito de cristal con una crema blanca y espesa que se asemejaba a la grasa de animal cuando se dejaba enfriar. Se untó una generosa cantidad en sus finos dedos y la esparció por todo su rostro, desde sus mejillas y pómulos haciendo movimientos de espiral hacia afuera.

—Aceite de coco —respondió con simpleza.

—¿Y esa porquería no va en el pelo?

—Sí, pero también es útil para humectar la piel. Es más efectivo y rápido que las cremas hidratantes y como soy una figura pública que debe cuidar su imagen, me es más conveniente acelerar ese proceso —le echó un rápido vistazo e hizo una mueca de disgusto—. ¿Quieres un poco? Se nota que lo necesitas más que yo.

Ulises lanzó una risotada y a Jaehyung se le borró toda expresión de burla.

—Uno intenta no encasillar a las celebridades como productos, pero es que ustedes tampoco ayudan. Ahora quítate de mi silla y no toques nada.

—Olvídalo —el rubio se cruzó de brazos, hundiéndose más en el cómodo sillón que se reclinó hacia atrás—. Eres productor, yo soy cantante. No voy a aceptar que mi grupo cante algo que no nos representa solo porque no sabes cómo trabajar con alguien más. He oído todas las canciones que compusiste a lo largo de tu carrera y debo decir que me sorprende que un sujeto tan básico como tú se atreviera a criticar Melodrama.

—Qué molesto —expresó entre dientes, ya harto de la actitud de ese tipo—. Defiendes una canción que ni siquiera has compuesto y criticas a quien se parte el culo día y noche tratando de ganar el reconocimiento que a ti te regalan por verte bonito frente a una cámara.

Las orejas de Jaehyung se tornaron rápidamente de un rojo intenso y un fuego invisible se apoderó de sus ojos que buscaban con desespero provocar algo en el pelinegro.

Por supuesto que Uli era muy difícil de intimidar y ni se inmutó cuando el cantante le dio un fuerte puñetazo a la mesa.

Y tampoco le hubiera importado la reacción tan infantil de aquel personaje quejumbroso, de no ser por el vaso con café que aún seguía en el mismo sitio donde Wooseok lo había dejado.

Antes de que pudiera reaccionar, el líquido se esparció por todo su escritorio. El teclado de su computadora y el sintetizador, que tanto trabajo le había costado conseguir, fueron los primeros en morir en batalla.

Incluso algunos cables que tenía enredados por ahí hicieron cortocircuito y se quemaron al instante.

El sonido de las chispas saltando de un momento a otro alertó a Jaehyung quien, de un solo salto, se alejó del sofisticado equipo.

Cuando vio lo que había causado, no pudo hacer más que llevarse una mano a la boca y a la otra al pecho donde su corazón latía descontrolado.

Ulises no decía nada y fue peor para Jaehyung.
Estaba asustado, no podía creerlo. Le aterraba la reacción que tendría ese escuálido con complejo de emo ante su terrible descuido. Pero, ¿por qué?

—L-lo siento muchísimo —la vergüenza se apoderó de él cuando el menor finalmente lo miró; no sabía si sus disculpas servirían de algo, pero tampoco quería morir tan joven—. Lo limpiaré, solo mecesito un trapo húmedo y muchas servilletas.

—Arruinaste mi equipo —escupió, tosco. Luego, dirigió su mirada en dirección a sus pies—. Y salpicaste mi único par de zapatillas.

—También lo limpiaré, déjame.

Pero, cuando estuvo a punto de agacharse para pasar una toalla húmeda sobre la punta de goma de su calzado, Ulises lo apartó con brusquedad.

—No me toques.

—Pero iba a...

—Odio que la gente me toque.

Jaehyung no dijo nada más. Los músculos del menor se habían tensado y esa mirada de odio fue reemplazada por una de completo disgusto.

—Largo —pese a la orden, Jae no se movió de su sitio; no sabía por qué, pero una inmensa curiosidad le impedía a su cuerpo reaccionar ante los estímulos del exterior—. ¿Eres sordo? Dije largo.

Como un niño siendo regañado por su padre, Lee Jaehyung se rindió ante el tono utilizado por el molesto Kim que, al igual que él, no le apartaba los ojos de encima.

Tomó su bolso de marca, abrió la puerta del estudio y, para sorpresa del productor, se despidió con una larga y duradera reverencia.

Una vez estuvo sumido en el silencio de su lugar de trabajo, Ulises no pudo evitar reír.

Incluso cuando la mitad de su equipo se había echado a perder, algo se le había hecho muy hilarante.

Lee Jaehyung, quien había demostrado ser una persona irrespetuosa y maleducada desde que puso un pie en la empresa, no se marchó sin hacerle una reverencia.

A él.
A un simple compositor de una compañía de segunda.

Quizás esto de trabajar con un cantante famoso no sería tan latoso después de todo.


Finalmente actualicé 🔥🔥🔥

Prometí que iba a esforzarme por no procrastinar y cumplí jsjs

¿Qué les pareció este capítulo?

Ulises le tiene una re bronca a las celebridades como Jaehyung y él es tipo:

Veremos si eso cambia con el tiempo... o no.

POR CIERTO, SUBÍ UN APARTADO NUEVO "PLAYLIST"
No se olviden de pasar a verlo🫶🏽

Amor infinito para ustedes 🦔

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro