1| La libertad de expresión existe
Si volvía a escuchar esa maldita canción otra vez, iba a matar a alguien.
Hace más de tres meses que la pasaban por la radio mínimo cinco veces al día. Entendía que ese grupo había conquistado al público coreano e internacional desde su debut, pero si era sincero su música dejaba muchísimo que desear.
No pensaba que no fuesen talentosos. Para nada.
Cada uno de los integrantes de NewB derrochaba talento en todos los aspectos. Sin embargo, no tenían la más mínima idea de cómo componer una canción. No sabía en qué estaban pensando sus productores cuando la grabaron en el estudio.
Era horrenda desde el inicio hasta el final.
Si no fuera por la increíble nota alta del vocalista principal antes del último estribillo, sus oídos estarían sangrando justo ahora.
Intentó sintonizar otra estación, pero Wooseok fue más veloz y alejó la pequeña radio portátil de su vista.
—¡Deja tus manos quietas, Uli! Quiero escuchar el rap de Chris.
—Esa mierda no es un rap, solo está cantando rápido —de una patada, lo tiró de su silla. Woo, su compañero de trabajo y coreógrafo de la empresa, hizo el ademán de querer lanzarle su zapato por la cabeza—. No puedo creer que esta bazofia haya superado las cincuenta millones de reproducciones en tan poco tiempo.
—Llora todo lo que quieras, amigo. Escuché por ahí que a fin de año será nominada para ganar un daesang.
—¡No me jodas! Qué fastidio.
En el mundo del entretenimiento musical coreano, el daesang es el mayor reconocimiento que puede entregarse durante las premiaciones. Es algo así como el Premio Mayor.
—No sé por qué te molesta tanto, Kim —se levantó del suelo y se acomodó en el pequeño sillón que tenía delante. Ambos estaban en el estudio del menor. Ulises tratando de pulir la que sería la siguiente canción más escuchada del año, según él. Wooseok no hacía mucho pero era buena compañía —. Los gustos musicales de las personas son muy diferentes. No puedes culpar a los fans de que esta canción haya sido bien recibida. ¿O es que te caen mal los chicos de NewB?
—Claro que no, ellos no tienen la culpa de que sus productores les den canciones tan... curiosas.
Admitió haberse controlado bastante al seleccionar ese adjetivo calificativo para describir la basura que, para su suerte, ya había terminado de reproducirse.
—¿Entonces?
—Es que hay muchas cosas que están mal con ese sencillo. Para empezar, el instrumental del inicio es una flauta dulce que parece ser tocada por un niño de primaria. Luego está este horrendo pre-coro que repite la palabra "yeah" como nueve veces. Y no quiero hablar del estribillo.
—Está bien.
—¡Pero voy a hablar del estúpido estribillo! —el pelirrojo se echó para atrás, rendido. Uli podía ser un tanto intenso de vez en cuando, pero Woo no se había quejado nunca de ello así que el pelinegro no hacía el más mínimo esfuerzo por contenerse—. Es obvio que las metáforas son sexuales, toda la canción lo es. Pero, por alguna razón, su empresa y sus fans se esfuerzan por negarlo. ¿Por qué? No sé. El menor de ellos tiene veintitrés años. Infantilizar adultos debería ser considerado un crimen perverso.
—¡Es por sus fanáticas locas, hombre! ¿A qué chica le gustaría pensar que su cantante favorito ya puso el pepinillo en remojo?
—No vuelvas a usar esa expresión nunca. Volviendo a la crítica destructiva hacia la canción, lo que más odio es saber que solo tiene éxito porque ellos son exitosos.
—¿Y cómo es eso?
—Los fans creen que es buena solo porque ellos son buenos. Los aman tanto y están tan cegados que cualquier mierda que canten ya les parece una maldita obra maestra.
—Te molesta que hayan debutado en cuna de oro.
—Es lo que dije. ¿Dónde estás cuando te hablo, Wooseok?
Su amigo estalló en carcajadas. Uli supo que se estaba burlando de él.
—No me estabas hablando. Te estabas quejando en voz alta porque la fama fácil de NewB hiere tu ego de productor —le escupió en la cara, dejándolo sin forma de defenderse —. Que nuestras chicas no hayan tenido canciones exitosas aún no quiere decir que estés haciendo un mal trabajo. Eres un compositor talentoso, Uli. No tienes nada que envidiarle a los demás.
Wooseok le regala una sonrisa genuina, como solía hacer cuando la situación le superaba y quería mandar a la mierda a todo el mundo.
Echó su espalda hacia atrás, recostándome en la silla donde llevaba sentado más de siete horas.
Tenía que terminar tres de cinco canciones que serían incluidas en el siguiente álbum de 4Season. No podía darse el lujo de descansar.
Woo notó su estado anímico, que se sumaban a las horribles ojeras que le hacían lucir como un mapache.
Un mapache que le sacaría los ojos a alguien si volvía a escuchar la canción de NewB.
—Tengo una idea —el pelirrojo abrió sus brazos en dirección al techo y tiró la cabeza para atrás; era todo un dramático, pero era el único amigo que Ulises tenía y era mi obligación soportarlo, así como él lo soportaba también—. Vamos a algún bar de Itaewon a beber algo fuerte que te haga olvidar un poco tus obligaciones.
—Sabes que no bebo. Además, tengo trabajo que terminar. Si planeo pedirle al jefe un aumento, primero debo demostrar que lo merezco.
—Eres un insoportable adicto al trabajo, Ulises —aunque sea difícil de creer, era de las cosas más lindas que le habían dicho desde que llegó al país—. Nadie merece un aumento más que tú. Pero también debes despejarte para cuidar de tu salud mental, que por cierto da mucha lástima, o tu hermana vendrá a patearnos el culo a ambos. A ti por ser un cabeza dura y a mí por permitirlo.
Fue su turno de reír con fuerzas.
—Bien, vamos a Itaewon. ¡Pero que conste que no voy a beber ni una sola copa!
—Sí, sí, sí. Cállate y corre antes de que te dé tiempo para arrepentirte.
Tomaron sus cosas y salieron de la compañía, la que incluso a esas altas horas de la madrugada seguía llena de gente. La industria del entretenimiento coreano era dura y, si querías que tus artistas llegaran a la cima, no podías darte el lujo de descansar.
Al fin y al cabo quien se duerme, pierde.
Tomaron un taxi y, luego de varios minutos de charlas triviales, llegaron a destino.
Itaewon es conocida por su vida nocturna e increíbles bares que se llenan hasta estallar. Así como también el lugar seguro de los jóvenes hartos del estrés que solo quieren relajarse con desconocidos y tener un poco de diversión.
Ulises era un hombre de palabra y siempre se aferraba a la idea de evitar todo tipo de hábitos viciosos que lo llevaran, de una u otra forma, a cometer locuras inmorales que pusieran en riesgo su trabajo y su vida personal.
Sin embargo, la ansiedad y el estrés que le habían estado atacando los últimos meses lo llevaron a querer olvidar sus principios.
Wooseok estaba en la pista de baile, defendiendo su título como bailarín profesional y coreógrafo. Quizás estaba ebrio, o quizás no. Nunca se sabía cuando se trataba de Park Wooseok.
Uli se quedó apoyado en la barra con varias botellas de soju frente a sus narices. Se sentía cansado, harto de que el mundo que lo rodeaba no viera sus esfuerzos por sobresalir.
Era injusto.
Cerró sus ojos, dándose por vencido ante el sueño. Habían sido varias semanas durmiendo poco y nada debido al arduo trabajo que le llevaba preparar el regreso de las chicas para las que trabajaba.
Todo era tan sereno, como si estuviera flotando en las nubes.
Hasta que la más reciente canción de NewB hizo retumbar las paredes y columnas del bar, y toda esa paz se fue a la mierda.
Sacó su celular del bolsillo de sus pantalones y empezó a grabar.
La libertad de expresión existe y Ulises Kim iba a hacer uso de ella.
Sin importarle qué tan terribles fueran las consecuencias.
Espacio para burlarse de lo que acabo de escribir👉🏼
Siento que esta novela va a ser motivo para que me llamen delulu y me cancelen en redes😔
DUDA: Si la canción de la que habla Uli fuera una canción real de kpop, ¿cuál creen que sería?
Nos leemos en el siguiente capítulo, erizos 🦔❤️
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