Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 48

La siguiente parada fue cerca de una boca de metro que les venía bien a Germán y a Iker. Llovía mucho y cuando Iker estaba en la acera pasó otro coche que al pisar un charco le empapó.

-¡Así no me tengo que duchar! -bromeó Iker despidiéndose de sus amigos.

Bea se montó en el asiento del conductor y minutos más tarde habían llegado a casa de Hugo. Encontraron un sitio para aparcar frente a la puerta.

-Bueno -suspiró Martín cuando el coche se detuvo-, es hora de enfrentarse a la realidad. La realidad de estar sin Paula.

-¿Estarás bien? -Bea sacó las llaves del contacto y le acarició el hombro.

-No, no lo estaré -Martín sonrió con amargura mirando por la ventanilla-. Me queda mucha mierda por delante. Aun tengo que aprender a hacer todo sin ella. Aun tengo que aceptarlo. Aceptarlo de verdad y dejar de maquinar planes absurdos para recuperarla. Tengo por delante semanas muy duras. Golpes que encajar -puso la mano en la puerta de la furgoneta, pero no la abrió-. Algún día decidirá estar con otro y me tendré que comer esa mierda... Pero entonces-miró a Bea y le sonrió-, a partir de entonces empezaré a estar mejor.

Hugo, que iba sentado detrás, le puso la mano en el hombro y Bea le abrazó con tristeza, sin saber qué decir. Terminó apretándole fuerte, recordándole con ese gesto que quizá tendría que pasar por todo aquello, pero que no lo haría solo.

Bajaron de la furgoneta deprisa, como si eso fuera a salvarles de acabar calados hasta los huesos. Bea sacó su mochila apresuradamente y cerró el maletero. Se acercó al portal, donde estaba Hugo resguardado bajo los soportales, para darle las llaves. Este aprovechó para sujetarla por el brazo.

-¿Vienes? -gritó Martín a Bea para que se le oyera debajo de la lluvia. Tenían que coger el mismo metro.

-No -dijo Hugo despidiéndose con la mano-. Ve yendo tú.

-¿Be? -Martín esperó la aprobación de su amiga.

Bea le dedicó una mirada de protesta a Hugo, quien no la soltaba, y finalmente cedió.

-Hasta luego -se despidió de Martín.

Él no tardó en desaparecer tras la esquina de la calle.

-¿Qué haces Hugo? -gruñó Bea-. Es tarde, mañana curro. Me tengo que ir.

-¿Me vas a decir qué te pasa? -Hugo la soltó-. Por favor.

-Tío -Bea miraba hacia los coches que pasaban-. Me tengo que ir.

-Me gustaría que habláramos -Hugo trató de que buscar su mirada-. Estás empapada, sube a casa, te secas, te tomas algo caliente...

-Tengo prisa. -Bea apenas aguantó mirarle unos segundos-. Gracias, pero me voy a casa.

-¿Qué te pasa? -Hugo empezaba a sonar desesperado- ¿Qué es lo que he hecho mal? ¿Es porque te dejé tirada anoche? ¿Es eso?

Bea guardó silencio mirando al suelo. Cuando Hugo alargó la mano para acariciarle la cara, ella echó a andar bajo la lluvia.

-¿Qué quieres de mi Hugo? -Bea habló por fin, deteniéndose bajo la lluvia- ¿Qué más quieres de mí?

-¿Que qué quiero? -Hugo fue hacia ella-. Que subas a casa.

-No ¿qué más quieres de mí? -dijo Bea rompiéndose-. No tengo nada más que ofrecerte. Lo que ves es lo que hay.

-Be, de verdad, no sé de qué estás hablando -Hugo le enseñó las palmas de las manos-. ¿Es por lo de anoche?

-Lo de anoche fue feo, pero no cambiaría nada que te hubieras quedado. Solo me hizo verlo antes.

-No entiendo nada.

Ella metió las manos por dentro de aquella enorme sudadera. Cerró los puños apretando el final de las mangas.

-Ya me has tenido -Bea se encogió de hombros-. Ya puedes hacer una muesca más en el cabecero de tu cama. Logro completado: te has follado a la feminista -Hugo resopló molesto. Fue a decir algo, pero Bea se adelantó-. No te equivoques, yo quería tanto como tú. Estuvo bien -se le escapó una breve sonrisa y relajó el tono- muy muy bien, nos divertimos. Fin de la historia. Valió la pena. Tanto que no me importa ser una más.

-Tú nunca serás "una más" ... -Hugo fue hacia ella.

-¡Ya basta! -gritó Bea haciendo que se detuviera. Negó con la cabeza, bajando la voz-. Deja que me vaya. Hace frío, estoy mojada, estoy cansada y muerta de miedo. -Se arrepintió de pronunciar las últimas palabras.

-No entiendo una mierda -dijo Hugo-. ¿Miedo por qué?

Bea dio un paso atrás. El agua había empapado su ropa, haciéndola parecer más pequeña, más frágil. Trató inútilmente de secarse el agua de la cara con las mangas de la sudadera. Tragó saliva y reunió el valor para decirlo.

-Miedo de lo que me haces sentir. Tres días y me has puesto la cabeza patas arriba. Tengo miedo de lo que puedas hacer con cinco minutos más.

Hugo guardó silencio, estaba sorprendido. Aquello le pilló totalmente desprevenido y no supo qué decir porque no sabía qué pensar. Que fuera incapaz de decir nada enfadó a Bea.

-Si lo hubiese podido evitar, nunca jamás me habría colgado de alguien como tú, no soy idiota. Pero, siendo justos, tú tienes parte de culpa en esto. No has jugado limpio. No te has limitado a lo físico, a atraerme, has ido más allá. No solo estabas tonteando conmigo. Has dicho cosas... has tocado cosas en mi cabeza que... -Se cruzó de brazos-. Me has hecho creer que te importaba...

-Be, me importas.

-...me has hecho creer que estaba pasando algo especial -ella le interrumpió- ¿Sabes qué es lo peor? Que no hacía falta -le señaló con la mano-. ¡Mirate! Si cuando te conocí hubieras sido mínimamente civilizado sólo te habría hecho falta decir hora y lugar y me habría bajado las bragas. Pero no, a ti no te basta con sexo, tú lo quieres todo. No te basta con conseguir que te desee, te gusta verme dudar, te gusta verme perder la cabeza, quieres que suspire por ti. ¿Para qué Hugo? ¿Para medir tu fuerza y luego soltarme? ¿Como si fuera pesca deportiva? Pues en esta "pesca" yo soy el pez que acaba con la garganta rajada, el pez que ahora mismo está aterrado y siente que se ahoga.

-Be... -Hugo intervino molesto, aunque aún no sabía qué decir-. No sé si soy yo el que es muy simple o tú muy complicada. Me hablas de... no sé... y yo ni siquiera sé lo que quiero cenar hoy como para plantearme...

-Sé que tú ni te lo has planteado -Bea le habló con más suavidad-. Tú solo te planteas lo que te va apeteciendo y eso te funciona. Pero a mí no me sirve, yo no puedo. -Se cruzó de brazos tratando de calentarse-. A ti solo te apetece jugar, te la suda cómo puedan sentirse los demás.

-Estás siendo muy injusta -Hugo trató de acercarse de nuevo -estás asumiendo...

-Necesito irme -suplicó Bea-. Por favor, Hugo-. La lluvia camuflaba sus lágrimas pero la comisura de los labios le empezaba a temblar.

Él estuvo a punto de darse la vuelta e irse. Pero necesitaba entender aquello.

-A ver, esto es ridículo -a Hugo se le escapó una risa nerviosa- Todo esto es muy exagerado Be. Creo que te has montado una peli en tu cabeza bastante tocha.

-¿Que me he montado una peli? -Esbozó una sonrisa torcida mirando hacia el portal. Luego le miró-. Mira, me voy a montar tres pelis. En la primera juegas limpio, dejas de comerme la oreja, subo a tu casa, follamos y me mandas a dormir a mi casa. Follamos el finde que viene y quizá otro más hasta que te aburras. Para ti, genial, pero yo querré algo más y lo pasaré mal.

En la segunda peli subo a tu casa, dejo que me sigas hablando como me hablas. Me pillo aun más, cedes, salimos y somos muy felices las dos semanas que quizás aguantes antes de guayonear con otras. Antes de los: "solo son amigas", "me gusta salir solo", "estás paranoica", "no puedes cortarme así las alas". Festival de peleas en la que me convertiré en otra "ex loca".

Y luego está la tercera película, la de ciencia ficción fantástica. En la que subo a tu casa, me pillo, te pillas, cambias tu modo de vida y te encuentras dentro de tres años odiándome porque la vida monógama a la que te has "sometido" por amor te asfixia.

Hugo estaba boquiabierto, pasó un minuto y aunque lo intentó no pudo articular palabra.

-Dime que me equivoco, dime que no es así -le retó Bea mirándole directamente a los ojos. Dio un par de pasos hacia él-. Hugo, no estoy enfadada. Sé que no haces lo que haces por maldad sólo es tu forma de hacerlo. No quiero nada de ti. Solo irme a casa y salvarnos de lo que pasará si subo a tu piso.

Ella le observó. Su eterna expresión traviesa le había abandonado, sus cejas caían pesadas sobre sus ojos. Bajo la lluvia parecía realmente confundido y vulnerable.

Quizá había sido muy dura con él, quizá le había acorralado sin darle opción a opinar. Quizá no estaba siendo justa.

Sintió ganas de tirar por tierra lo que le decía el sentido común y abrazarle.

-Si me dices que no, si me dices que no es así y que estoy equivocada -Bea relajó la expresión y bajó los brazos-. Si en el fondo crees que me equivoco... dímelo y subo.

Hugo no abrió la boca. No podía contestar, no tenía argumentos para rebatir aquello. Tenía mil formas de convencerla para que subiera a su casa, mil mentiras. Pero no quería mentir, no a ella. Y tampoco sabía cuál era la verdad.

Bea le miró durante unos instantes antes de darse la vuelta y echar a andar. Giró la esquina y se metió en el metro.

Él entró en su portal de manera automática. Trató de dejar la mente en blanco mientras subía en el ascensor, apretando las llaves en el puño, observando cómo un charco de agua se formaba debajo de él. Bloqueando como pudo emociones a las que no estaba acostumbrado. Cada vez más convencido de que salir corriendo detrás de ella era una idea terrible.

Cuando abrió la puerta del piso, no se sorprendió de que Eric fuera corriendo a recibirle. Aunque habría esperado que apareciese cargado de toallas y dándole órdenes para que no manchara la entrada.

-¿Se libró tu amiga de acabar con el cabrón? -preguntó Eric ansioso.

Hugo rio amargamente.

-Eso parece.


Espero que os haya gustado esta historia. Aun no acaba, le quedan un par de capítulos más que publicaré a modo de epílogo, pero el viaje ya terminó.

Si os gustó, por favor votad los capítulos, agregadlo a vuestra lista, compartidlo en redes sociales, hablad de él... me viene muy bien para posicionarme dentro de Wattpad y que la historia vaya siendo conocida.

Gracias a vuestro apoyo le he podido dedicar más tiempo y terminarla en estas semanas :)

Me está dando mucha pena terminarla, a mi también me toca despedirme de los personajes.
Pero espero que eso no signifique despedirme de vosotras!
Quiero empezar lo antes posible a escribir mi siguiente historia, así que os recuerdo que me podéis seguir en redes sociales si queréis estar al tanto de cómo voy con eso :)

El próximo capítulo muy pronto...

[14/3/2022] Ilustración de este capítulo realizada por Mei Ivens (mm.ivens en instagram)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro