Capitulo 16.
** Capitulo realizado por Escritoraimperfecta **
No podía dejar de mirar a Isaac perpleja, sin saber que hacer. No sabía cómo podría enfrentarme a Valtor, era muy poderoso, de sobra era sabido por todos, que el que se enfrentaba a él no lo volvía a contar. Además, él jugaba con ventaja, por su culpa me reencarné en Leire, había perdido parte de mis poderes y lo peor es que él lo sabía y no me podía arriesgar, estaba en juego la vida de mi hijo.
Tuve que pararme a pensar, para poder calmarme, y ver cómo podía actuar. Recopilando información, me di cuenta de muchas cosas, Isaac formaba parte de la profecía que decían, y estaba siendo usado por Valtor, al que se le conocía como "el hechicero de la muerte" para seguramente poder abrir un portal oscuro, que acabaría con el mundo de las hadas, aniquilaría a todo tipo de ellas, desde las de agua como era mi caso, hasta las de fuego y tierra, no quedaría nadie en pie. Quizás Valtor, quería formar un ejército de muertos que le sirvieran solo a él.
Isaac seguía sentado en el suelo en trance, repitiendo palabras en latín, las mismas frases una y otra vez, cada vez con más fuerza y con un tono más alto de voz; no parecía que estuviera hablando un niño de cinco años, alguna fuerza extraña y bastante poderosa, quizás fruto del hechizo de Valtor, estaba poseyendo su alma y lo estaba usando para continuar con aquel ritual perverso.
De repente a lo lejos divisé una sombra que asomaba ansiosa entre los árboles del jardín.
Yo, me escondí detrás de uno de los matorrales del jardín para que no me viese. La sombra comenzó a emerger de entre los árboles. No podía creer lo que veían mis ojos, Khione estaba allí y estaba bastante furiosa.
Ella se acercó a Valtor, mientras miraba atenta a Isaac.
—¿Cuánto tiempo más va a tardar el ritual? Me estoy impacientando ...— dijo ella.
—El tiempo necesario ... Por desgracia, aunque sea el elegido, se esconde en el cuerpo de un niño débil, por lo que tardará más de la cuenta; quizás hasta podamos estar aquí todo el día. Todo sea por conseguir el ejército que siempre he deseado— contestó Valtor, bastante emocionado.
A Khione le cambió la cara en ese preciso momento, algo que dijo Valtor consiguió enfadarla.
—¿El ejército que siempre habías deseado? — gritó ella furiosa.
—Sí, ya no merece la pena que te oculte más las cosas. ¡Ay mi querida Khione!, has sido una marioneta en mis manos, sin quererlo me has ayudado tanto a conseguir mi propósito y tú tan inocente pensando que te iba a ayudar a ser la reina de las hadas jajaja— dijo él sin poder evitar reírse a carcajadas.
—¿Cómo osas reírte de mí de esa forma? — dijo ella gritando muy enfadada.
Sin mediar ninguna palabra más, comenzaron entre ambos una lucha encarnizada, Khione quería acabar allí mismo con Valtor, y aunque sabía que era difícil, lo estaba intentando con todas sus fuerzas, no consentiría que nadie se riera de ella.
Isaac seguía en trance. Quizás podría haber sido el momento perfecto para poder despertarlo, pero recordé que si despertabas a alguien en trance que estaba siendo poseído por una fuerza superior maligna, podría acabar con su vida también; no podía permitirme perder a mi hijo. Debía buscar algún tipo de instrumento con el poder suficiente como para romper ese tipo de maleficios.
La respuesta tenía que estar en algún sitio. Sin perder más tiempo intenté abrir una brecha temporal para poder manipular el tiempo, en un principio no funcionaba; pero la furia por ver a Isaac y su cuerpecito tan pequeño luchando contra una fuerza maligna que le manipulaba, me dieron las energías suficientes como para conseguirlo y poder viajar en el tiempo.
Una vez conseguí viajar al pasado, me centré en los momentos más importantes de la vida de Isaac, para ver si me podían dar alguna pista sobre cómo podría despertarlo del trance. Hubo un momento que me llamó especialmente la atención, Mercy Scott (el duque infernal) se encontraba con Isaac y César, quería ayudarlos, y para ello creó un báculo para proteger a Isaac. Los báculos escondían fuerzas muy poderosas en su interior, y quizás este era el momento idóneo para poder usarlo, tendría que ir a buscarlo.
Fue entonces cuando me di cuenta que mi misión era encontrar a César cuanto antes, por lo que tendría que viajar de nuevo al presente y ubicarlo en el preciso momento en el que se encontraba. Regresé al presente, y surgí de vuelta en el jardín, nada había cambiado, Valtor y Khione seguían luchando con bastantes fuerzas sin percatarse de lo que pasaba a su alrededor.
—¡Valtor, te juro que morirás por haberme engañado! — gritaba Khione.
—¡Mi ejército de muertos, formado por tus hadas se está cocinando, y no podrás impedirlo! — gritaba él, sediento de muerte.
—¡Prometiste que sería la reina de las hadas, y que controlaría el reino de Annwyn, maldito mentiroso traidor! — gritaba ella mientras seguían combatiendo.
Isaac seguía sentado en trance, repitiendo una y otra vez las mismas frases. Era aterrador para una madre, ver como su hijo no era consciente de su propio cuerpo, y parecía una especie de zombi sin más.
Necesitaba encontrar a César, para saber dónde se encontraba ahora el maldito báculo. César debía estar cerca, pero no conseguía ubicarlo de ninguna forma, algo que comenzaba a resultarme bastante extraño. Empezaba a pensar que quizás Valtor había hecho de las suyas para que me costara llegar hasta él, y si no había sido él, quizás lo habría hecho Khione, que era cómplice de todo lo que estaba ocurriendo.
De repente, se me encendió una bombilla, si Mercy Scott, intentó ayudar a César y a Isaac, proporcionándole un báculo para que se pudiera defender de las sombras malignas que le acechaban; lo mejor sería buscar a Mercy Scott.
Sabía que en el fondo no era una buena idea, él era el duque infernal, y en más de una ocasión había luchado contra él siendo Náyade, pero seguramente en el cuerpo de Leire no me reconocería.
Volví de nuevo a usar mis poderes, para aparecer en el lugar donde se encontraba Mercy Scott. Acabé apareciendo en otro mundo, si mal no recuerdo me encontraba en la montaña Arcana, y en una de las fortalezas que se encontraban en poder de Mercy Scott. Estaba delante de la puerta de hierro que daba a una especie de jardín (si se podía llamar así), ya que era todo bastante tétrico y aterrador, incluso se podían escuchar almas agonizando por todos lados. Crucé un sendero de piedras incandescentes, llevaba a un castillo de dimensiones descomunales, frio y oscuro. Llegué a la puerta, y llamé sin haberme percatado del miedo que se empezó a apoderar de mí en ese preciso momento.
La puerta comenzó a abrirse, y salió Mercy Scott.
—¿Quién eres? ¿Qué haces molestándome? No te conozco, aunque no sé porqué pero me resultas familiar — dijo él con una voz grave y aterradora.
Estaba bastante asustada, no sabía si decirle la verdad, que en realidad era Isabel, o Náyade, el hada de agua que otras muchas veces había luchado contra él, para defender el reino de Annwyn; pero el miedo se apoderó de mí.
—Soy Leire— dije con una voz entrecortada.
—¿Leire? Me suena de algo, quizás he escuchado ese nombre en algún sitio—dijo él.
—No creo—me apresuré a decir, para que no recordara quien era, por si no quería ayudarme.
—¿Y qué haces aquí? — preguntó él con bastante curiosidad.
—Siento molestar. He venido a que me ayude a buscar a César, sé que se vieron hace un tiempo y le entregó armas, una de ellas un báculo para proteger a Isaac.
—Mi querido niño Isaac. ¿Qué tal está?
—Isaac está en peligro, ahora mismo se encuentra en trance, lo está usando Valtor para crear un portal oscuro, por el que pasarían todas las hadas de Annwyn y se convertirían en un ejército de muertos, y por lo tanto él tendría el ejército que siempre habría querido ...
—¿Cómo es eso posible? Para eso le ofrecí el báculo a Isaac, ¿Qué hace César que no está ayudando a su hijo?
—A eso venía, sé que fuiste el que le diste el báculo, y sé de sobra que puedes localizar a cualquier persona que te propongas con tus poderes ... No consigo localizar a César, me temo que puede que Valtor lo tenga retenido en algún sitio con algún tipo de magia, que dificulta acceder a él.
—Sin el báculo Isaac no podrá salir del trance en el que se encuentra, hay que colocárselo en las manos, para que la fuerza maligna que le está poseyendo pueda desaparecer y que pueda abandonar el trance y por tanto cerrar el portal oscuro que está creando a través de su mente, si Valtor consigue crear el portal, podrá destruir todos los mundos que se proponga, es demasiado peligroso. ¿Cuándo empezó el trance?
—No lo sé, supongo que hoy...
—No tenemos tiempo, en menos de un día se habrá formado el portal, una vez que se completé el ritual, el portal se abrirá e Isaac por desgracia morirá.
—¿Qué? No puede ser... ¡Mi hijo no puede morir! — grité alterada.
—¿Tu hijo? ¿Náyade? ¿Como te atreves a venir hasta aquí? ¿Pensabas engañarme?
Mercy Scott, parecía bastante furioso, en más de una ocasión no le había permitido que entrara en el reino de las hadas, para arrebatar almas para su sequito de demonios.
En esos momentos, no sabía que decir, tampoco entendía muy bien porque César se llevaba tan bien con él, y porque quería ayudar a Isaac. Aunque supongo que unos mundos se alimentan de otros, y sin almas en un mundo no existirían almas en otros, por lo que a todos nos compensaba que los mundos siguieran funcionando como hasta ahora y no cayera todo en las manos de Valtor, si lo pensaba bien.
Tenía que responder, así que lo hice.
—Sí, soy Náyade, y no te pido que me ayudes, necesito que ayudes a César y a Isaac. En definitiva, que ayudes a que todo siga como hasta ahora, para que sigan existiendo todos los mundos.
Tras mucho pensarlo, y mirarme de arriba abajo, sin saber si fulminarme o no en ese preciso momento, Mercy Scott optó por ayudarme, dejándome claro que solo era por conservar los mundos y por el cariño que tenía a Isaac.
Mercy Scott, usando sus poderes, consiguió ubicar el sitio donde se encontraba César, estaba encerrado en una urna mágica de cristal, fruto de la magia de Valtor. Desde allí, a Cesar le sería imposible comunicarse con el exterior. César era el único que sabía dónde se encontraba el báculo, si nadie se podía poner en contacto con él, nadie encontraría el báculo y por tanto Isaac podría seguir abriendo el portal oscuro. Valtor había urdido su plan a la perfección, para que no fallara en ningún momento.
Había que pensar como abrir la urna para poder sacar a César, por lo que Mercy Scott me llevó hasta su gran biblioteca, repleta de libros con hechizos. Ambos, solo por esta vez, unimos fuerzas, y nos dispusimos a buscar algún tipo de hechizo en aquellos libros polvorientos, que permitiera a Mercy Scott abrir la urna para sacar a César de allí, buscar el báculo cuanto antes, poder salvar a Isaac y cerrar el portal oscuro.
Pero por desgracia, el tiempo no dejaba de correr en nuestra contra, había que darse prisa.
** Nuestra enhorabuena a la autora. Ha sido un capítulo, claro y conciso y personalmente, creo que ha conseguido que entendamos un poco mejor todo lo que venía sucediendo hasta ahora. Una escritura impecable. Sigue así, por favor.
Quedan solamente dos capítulos y terminamos este maravilloso reto. Miles de gracias a todos los que habéis participado en el y os emplazamos a vivir el final de esta increíble historia ***
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