Astrid se encontraba removiendo algunas cajas en su armario buscando un álbum de fotografías que necesitaba para una tarea de Zephyr, su hija mayor.

Al momento de encontrarlo sonrió ampliamente, su larga búsqueda por fin terminaba.

Se dispuso a salir de aquel reducido espacio y al momento de girar tiró con su brazo una pequeña caja de madera que ella no recordaba tener.

"Tal vez sea de Hiccup"-pensó.

La tomó para guardarla y ésta se abrió, dejando así ver algunos sobres en su interior. Con curiosidad vio el interior, dándose cuenta que el primer sobre tenía escrito por fuera:
"Astrid"

-¿Para mí? -preguntó desconcertada y decidió sacar la caja para averiguar de que se trataba dicha carta.

Dejó el álbum de fotografías sobre la cama y se sentó al borde de la misma con dicha caja en su regazo, la veía con atención y dudaba sobre tomar dicha carta.

Si bien tenía su nombre, no quería invadir la privacidad de su esposo. Si esas cartas estaban guardadas con tanto esmero debía haber una razón completamente válida.. ¿verdad?

Tal vez era una sorpresa que él tenía para su aniversario o su próximo cumpleaños. No quería arruinar eso por curiosa.

Tal vez era algo que de verdad necesitaba leer, como la confesión de un crimen o una infidelidad.. Aunque..

-Eso es imposible -murmuró entre suaves risas, Hiccup no sería capaz de hacerle algo así

Siempre había tenido esa confianza de ser la única chica ante sus ojos (a excepción de cuando conocieron a Heather, una nueva estudiante en secundaria, ahí si tuvo ciertas dudas que después fueron aclaradas), por otro lado él no cometería un crimen (al menos no uno que dañe la integridad de otros) y si así fuera se lo contaría de inmediato.

¿Qué era entonces lo que estaba escrito en aquella carta?

Sacó el sobre y lo observó detenidamente. ¿Qué debía hacer con eso?

-Mi lady, ¿encontraste el álbum aquí? No estaba en la Caja del ático.. -el castaño se asomó por la puerta, la vio con aquella caja en su regazo y el sobre entre sus dedos. Astrid levantó la mirada para verlo también.

-Lo encontré -estiró su brazo para tomar el álbum -cuando lo saqué, esto se cayó -señaló la caja en sus piernas

-Oh.. -se acercó -¿la leíste? -preguntó en tono bajo mientras tomaba el álbum y no apartaba la mirada de aquel sobre

-¿Debería leerla? -preguntó con curiosidad, él sonrió a medias y la rubia pudo notar un leve sonrojo en sus mejillas.

-Es para ti.. -se encogió de hombros

-¿Tú la escribiste? -no pudo evitar verlo con ternura, lo adoraba tanto..

-Desde hace tiempo.. -soltó una risa nerviosa -sólo que no me atrevía a dártela -susurró

-¿Por qué? -preguntó con suavidad

-En realidad.. No lo sé.. -se inclinó a dejar un beso sobre su frente -supongo que me apenaba dártela. No eres realmente fanática de las cartas, no quería incomodarte así que la guardé..

-¿Puedo leerla ahora?

-Es tuya -volvió a afirmar y sonrió -yo puedo ayudar a Zephyr con la tarea mientras las lees

-Eso me parece buena idea -estiró su brazo para acariciar suavemente la mejilla del chico -necesitas pasar más tiempo con ellos

-Lo sé babe, lo sé -se inclinó a darle un suave beso en los labios -te dejo leer entonces mi lady

Astrid lo vio salir de la habitación y suspiró. Vio hacia aquél sobre decidida a abrirlo para leer su contenido.

Mi adorada Astrid:

He pensado mucho en lo efímera que puede ser la vida, lo cortos y fugaces que son los momentos felices al lado de las personas que amamos.

Y es que en un simple parpadeo se nos escapa el tiempo.

Por eso el día de hoy he decidido decirte que si mañana no despierto, quiero que sepas que te amo.

Te amo con toda mi alma, como nunca había amado a nadie ni amaré otra vez.
Doy gracias al destino por ponerte en mi camino, pues no me cabe duda que eres mi tesoro más preciado.

Gracias por cada momento, las risas, los llanto, las peleas, las reconciliaciones.
Gracias por los dos maravillosos hijos que me has dado.

Gracias por soportar junto a mi cada una de las inclemencias de la vida y por gozar conmigo cuando la vida nos premia.
Gracias por ser el pilar de mi vida y la pieza clave que llena mi vida de color.
Gracias por salvarme de la obscuridad tantas veces al alumbrarme con la luz de tu presencia.

Gracias por estar conmigo desde hace tantos años y permanecer hasta el último momento.

Si mañana no despierto, ten por seguro que te dedicaré mi último aliento y en ningún momento saldrás de mi pensamiento.

Pues eres mi alma, mi amor, mi vida. La dueña de mis desvelos, mis sueños, mis metas, mis pensamientos y de cada uno de los latidos de mi corazón.

En el momento que te conocí me cautivaste. Tus preciosos ojos tan cristalinos como el cielo mismo y tu bello rostro de porcelana junto a ese carácter tan peculiar que tienes me dejaron completamente enamorado desde el primer instante. Y en cuanto más te conocía más te adoraba, más te amaba, más te admiraba..

Eres quien me impulsa a ser mejor hombre, mejor esposo, mejor padre.. Te adoro, te quiero y admiro por la maravillosa mujer que eres. 

Eres leal, directa, cariñosa, fuerte, valiente y comprensiva.

Eres mi mejor amiga, mi novia, mi amante, mi esposa.. La madre de mis hijos, la mujer más hermosa que mis ojos hayan visto nunca y el amor de mi vida.

Y espero poder reencontrarte en el Valhalla para amarte con aún más locura por toda la eternidad hasta el Ragnarök.

Mi amada Valkiria, mi preciosa Astrid. Te amo más que a nadie.

Atte.: Hiccup H.

Sonrió ante aquellas palabras. Limpió una lágrima rebelde que había escapado de su ojo y volvió a doblar la hoja con cuidado para meterla en el sobre.

Salió de la habitación avanzando hacia la sala para ver a sus hijos, escuchando que había música suave. Vió a su pequeño Nuffink sentado en la alfombra de la sala viendo hacia su padre y hermana.

Dirigió su mirada hacia el centro de la sala y soltó una risa baja al ver a su hija bailar con su padre mientras reían.

-¡Mami!, mami -el menor se acercó a ella con emoción -Baila conmigo, mami

Tomó las manos de su pequeño de cinco años y bailó junto a él entre risas. Vió a su esposo y le sonrió con cariño disfrutando ese momento en familia.

Un par de horas después se encontraban en su jardín trasero. Los niños jugaban mientras Hiccup los observaba desde la puerta recargando su peso en la barandilla de los pequeños escalones que conducían al jardín, Astrid se acercó a su lado observando a los pequeños jugar.

-Amé tu carta -comentó con suavidad

-Me alegra que así fuera -sonrió girando a verla

-¿Lo escribiste por tu madre? -se acercó quedando a su lado

-No pude despedirme de ella, ni de papá.. no quería que.. si en algún momento algo me pasara.. -ella se acercó a tomar su mano y pasó su mano por su espalda con una caricia suave -quería asegurarme de que supieras que te amo -le sonrió

-Sé que me amas babe -susurró recargando su mejilla contra el hombro del castaño -Yo también te amo y mucho

Hiccup se inclinó para dejar un beso sobre su frente.

-Sé que me amas, mi lady 

Las risas de sus hijos los hizo voltear a ellos, notando así que Zephyr tenía entre sus manos una cámara instantánea y Nuffink tenía una fotografía entre sus dedos.

-¿Nos tomaron una foto? -cuestionó Astrid curiosa

-Necesitan fotos juntos -justificó la castaña encogiéndose de hombros

-Y Zephyr es la mejor tomando fotos -alagó el menor alargando la "o", corrió hacia su padre, quien lo cargó viendo aquella fotografía

-Si, es la mejor -sonrió el castaño, vio a su pequeña sonriendo con orgullo y después vio a su esposa, quien se acercaba a acariciar suavemente los cabellos de su niña

-Algún día serás la mejor fotógrafa de la ciudad, estoy segura -aseguró

-Gracias ma -sonrió abrazando a la meyor con fuerza

-¡Y yo seré tu asistente! -celebró el pequeño alzando los brazos

Hiccup le vió con cariño ante su entusiasmo y lo bajó de sus brazos para que éste se uniera al abrazo.

Vió la fotografía en sus dedos y después se unió a ese apretujado abrazo familiar.

Aquella noche, justo antes de dormir, Hiccup colocó aquella fotografía junto a las cartas que había escrito para sus amigos y seres cercanos. Dejando una nota más en el sobre con el nombre de su esposa:

"Querida Astrid, si mañana no despierto sé que los niños estarán bien a tu lado. Ellos cuidarán de tí y tú de ellos hasta que volvamos a encontrarnos. Te amo Astrid Hofferson, con todo lo que tengo y siempre lo haré."