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Chapter 9 - Shaina



Sus cabellos verdes son el marco perfecto de su rostro de facciones finas aunque lo reciba con una sonrisa bribona. La mujer fue, es y será, la belleza hecha carne y la conciencia de ese hecho, revuelve emociones contradictorias en el carioca.

Se acerca con precaución. Es la primera vez que la enfrenta después de su separación. Aunque para no perder la costumbre, lleva en sus manos un enorme ramo de rosas rojas. Sus favoritas, porque ella gusta más de los girasoles. A finales de cuentas, la elección de flores es una broma entre ellos.

Aldebarán se las entrega y sonríe trémulo.

—Hola, Shaina. Antes de que me avasalles con reproches, déjame hablar primero.

Los hermosos orbes de la mujer le observan. Aldebarán se ajusta los pantalones para iniciar su monólogo y no dejarse nada en el tintero. Es el momento para decirle lo que se calló tanto tiempo.

     »Es raro venir a verte, después de enfrentar con todas mis fuerzas el desafío de soltarte —musita rascándose nervioso la nuca—. Incluso, el dolor en mi pecho es diferente. Me encuentro sorprendido porque los días se han pasado y ni cuenta yo me he dado —sonríe con tristeza—. Sigo anonadado porque no me has quitado el sueño cuando me acuesto.

Baja los ojos hacia sus manos restregándose.

     »¿Será que lo nuestro está olvidado? —susurra con dificultad y la nariz picándole por las lágrimas contenidas.

El viento agita sus cabellos y le oculta las facciones. Los árboles se mecen con tranquilidad. Las flores brotando gracias a la primavera, presumen sus colores contrastando en el manto verde del cuidado pasto. El lugar elegido es acertado y a su diestra, se concentra en el sol del ocaso coloreando el cielo con tonos rosas y naranjas.

Es el momento perfecto para esta reunión, su corazón se lo grita y el Universo lo confirma. ¿Por qué entonces está tan triste?

     »¿Sabes? Yo estoy muy bien —admite con amarga satisfacción—. En realidad, nunca he estado mejor desde que te fuiste —niega con la cabeza y las pestañas mojadas—. Ya no espero tu llamada o que leas los mensajes que te envío y ya no me despierto en plena madrugada soñando la última vez que nos vimos.

Sonríe con emociones contradictorias. Sus labios se estiran, sus ojos se achican intentando vislumbrar a través del líquido formándose.

     »Debo confesarte con cierto dolor, que ya no te recuerdo la mayor parte del tiempo —encoge los hombros apretando las manos—, a veces siento que ya no me haces falta —jadea tembloroso—. ¿Será que ya estoy curado y lo nuestro ya es pasado?

Ella mantiene la sonrisa y de esa forma, le da ánimos para seguir adelante. Aldebarán se esfuerza en mantener la calma, apretando los puños, encajando las uñas. Forzándose a soltar todo lo malo que lo ha estado persiguiendo estos casi 2 años.

     »Sé que todo este tiempo que me he perdido y que no regresé a tu lado, aguardaste mi llegada con paciencia porque tú mejor que nadie me conoces —sonríe avergonzado—. Le doy muchas vueltas a las cosas, me tomo el tiempo antes de lanzarme a cornar porque quiero reflexionar y aceptar, antes de hacer daño al otro.

Sus ojos se fijan en sus manos, acariciándose los nudillos para continuar. Estar frente a ella es... devastador. Saberla ahí y al mismo tiempo, en otro sitio, lo mata.

     »Aceptar tu partida y que me quedé solo con nuestro hijo fue lo más duro que viví en estos casi dos años —frunce los labios—. Decidir continuar con mi vida fue lo segundo en la lista —exhala con resignación—. ¿Por qué me culpo por ello? Si es un efecto colateral de tu partida. Tú lo sabías, ¿verdad? —levanta la mirada para cuestionarla duramente—. Por eso me pediste que siguiera adelante sin ti...

     »Seguir adelante...

La mirada brillante de Shaina le responde y él baja la cabeza con cierta culpabilidad por negarse a aceptar su separación.

     »Si piensas que tal vez me muero porque ya no estás como hace unos meses atrás... —medita con incredulidad—, qué va. Es fuerte lo que te digo, pero sólo describo mi realidad —dice con culpa y remordimiento—. Ya no me siento morir por tu ausencia.

     »¿Te superé? —exige saber desesperado—. ¿Ya estoy curado de tu atroz partida?

Las lágrimas escapan de sus ojos por fin, a diferencia de la última vez que estuvieron juntos, son lágrimas de liberación. Son lágrimas agridulces porque logró su objetivo y puede hablar con ella aceptando, en lugar de recriminar y blasfemar.

     »Ya no miento a mi favor, ya no sigo mintiéndote —sostiene con resignación—. Aunque quedé sólo yo con nuestro niño, estoy muy bien —sonríe con culpabilidad—. Y como lo prometí la última vez que te mandé un mensaje, vine a decírtelo de frente —jadea concentrándose—. Cara a cara, como debe ser... —ríe entre sollozos.

     »Aunque yo sé muy bien que no volverás conmigo —se le rompe la voz—, lo acepto y respeto tu decisión de marcharte de nuestro lado.

Levanta una mano para acariciar su mejilla con cariño y el amor que aún le profesa. Ella parece tan feliz...

     »¿Sabes? Me siento extraño al venir a hablarte y me siento hasta culpable por confesarte que estoy buscando iniciar una relación con otra persona que no eres tú —susurra en la necesidad de ser sincero al pleno..

     »¿Estoy equivocado? ¿Te superé muy pronto? —jadea limpiando con la palma sus lágrimas—. ¿Casi dos años es muy pronto? —solloza soltando su angustia.

Deja caer la cabeza mientras ella aguarda como respetando sus tiempos. Un roce en sus mejillas es muy suave, como sus manos.

     »Sólo... perdóname por desearte tanto sufrimiento después de tu partida —sisea adolorido—. Lamento mis palabras y te pido perdón. Tú elegiste y yo debí respetar eso, pero ¡cómo costó reconocer que siempre buscaste lo mejor para nosotros!

Cae de rodillas frente a ella, rasguñando la tierra frente a ella mientras sacude su cuerpo preso de la desesperación.

     »Donde estés, te perdono, Shaininha —jadea desesperado—, mi Shaininha —exclama derrotado a los pies de la mujer—, mi amada esposa, mi compañera, la madre de nuestro hijo, mi amiga incondicional y mi amante...

     »Te perdono porque decidiste sin preguntarme primero —solloza con desesperación—, porque elegiste morir en lugar de nuestro Teneo —se le rompe la voz—. No sabes cómo me partiste el corazón que prefirieras salvar la vida de nuestro hijo por encima de la tuya.

Frente a él, Shaina aguarda con esa sonrisa bellísima, con su espléndido vestido de premamá y un ramo de rosas en las manos. Radiante de alegría y satisfacción por el momento vivido.

     »Me perdono por no aceptar tu muerte, esposa mía y sobre todo, me perdono por seguir la vida sin ti... —jadea entre sollozos—, mi valiente guerrera.

Shaina parece salir de la fotografía tomada durante el baby shower de Teneo. La mujer descansa en esa hermosa colina, rodeada de flores, mientras el cielo se va apagando y los tonos rosados y naranjas se tornan mucho más opacos.

A sus pies, un hombre termina su duelo y suelta por fin, el recuerdo de su esposa muerta durante la cesárea al preferir salvar la vida de su hijo en lugar de la suya.



Hola, mis paballed@s

Si llegaste hasta acá, ¡gracias por la confianza!

Tengo una pregunta para hacerte, ¿sospechaste que Shaina estaba muerta? ¿Sí, no? ¿Desde cuándo? Te leo aquí --->

Éste es el capítulo fundamental por el que yo me aboqué a escribir este Songfic basado en esta canción, para dar un cambio al despecho y la tristeza que emana de la misma.

Si la ves, dile que yo estoy muy bien, que nunca he estado mejor... 

Estuve trabajando con esa canción en capítulos anteriores, pero hoy, en este Chapter 9, le di un sentido completamente diferente. Porque aquí, Aldebarán ya sanó y puede decir cada palabra lejos del despecho y convencido de ello, desde el lugar de aquél que ha superado el duelo.

Sí, llora, sí, se duele, pero una partida siempre te va a doler y te hará llorar. La diferencia está en que no te inhabilite y te resignes.

Es fatal el proceso de duelo después de una ruptura y quise que vieras justamente el lado opuesto, el negro, el feo, aquél en el cual una persona entra a la etapa de la ira, previa a la sanación total, que significa "soltar".

Soltar lo que te hace mal, ya sean las recriminaciones, la culpa, el resentimiento o la ira.

Soltar para tener la aceptación en tus manos y darte cuenta de que las personas a tu alrededor son las únicas que deciden sus destinos y tú, sólo puedes ser un compañero de ellas y trabajar con lo que te queda, porque sigues viviendo, sin importar si te dejó el novi@ o cualquier pareja.

Sólo tú decides si sigues adelante abrazando las enseñanzas que te dejó esa persona (porque todas nos enseñan algo en la vida) o permanecer resentido con el mundo y contigo mismo porque no lograste superar tu duelo.

En este caso, Aldebarán tuvo que vivir la muerte de su esposa y por eso, es que sufría tanto. Sin embargo, decidió soltar eso que le hacía mal y pararse frente a la tumba de Shaina, es la prueba final para su recuperación.

¿Qué piensas al respecto?

Mientras tanto, te mando un abrazo gigante, muchos besos, unos chocolates para que te sientas mejor (si logré sensibilizarte un poquito) y, como dije al inicio, seguimos porque esto tiene un final feliz.

¡Hasta mañana!


Chantry-Sama


Pd. Estoy iniciando una tradición, la persona con el voto número 69, se lleva un One Shot de su elección. En esta ocasión, le corresponde a Annie_Titan20 así que... ¿me escribes en el muro para ver qué se te antoja, ya que no podemos hablar por buzón e.é?


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