9: Verdad
Se podia ver a un rubio y un peliblanco en un bosque.
El rubio leía unos pergaminos médicos, los cuales había conseguido en una aldea cercana.
El peliblanco lo miraba con curiosidad mientras comía un ramen instantáneo, miró el ramen de su alumno y este ni siquiera lo había tocado, desde que salieron de la aldea su alumno sólo leí pergaminos.
En un principio pensó que el menor le diría que lo entrenará, pero solo se la pasaba leyendo, y cuando le había dicho que porque no entrenaba con Tsunade si tan interesado estaba en el jutsu medico, este le dijo que ella no tenía lo que buscaba, pero cuando le preguntaba que era lo que buscaba Naruto evadia la pregunta.
Decidieron irse de viaje de la aldea por tres años, y ya habían pasado dos años, su estudiante siempre que llegaban a una aldea nueva corría a la biblioteca a leer todos los pergaminos médicos que hayara.
Entrenaban su fuerza y control de chakra muy poco tiempo, el pensó que el rubio se quería volver fuerte para traer a su amigo de nuevo a la aldea, pero no, Naruto al parecer tenía otros planes.
Suspiro profundamente mientras prestaba más atención a su alumno, pudo ver que este de nuevo estaba como ido, desde hace un tiempo notaba que Naruto se perdía mucho en sus pensamientos.
Naruto por su lado leía un pergamino médico, el cual no le decía nada sobre la enfermedad de los Uchiha, suspiro derrotado, ya estaba harto, nunca fue su mejor cualidad leer cosas tan aburridas, decidió pedirle un consejo a Kurama
-No encuentro nada, es inútil Kurama. —Le dijo en un tono derrotado, mientras se sentaba enfrente del zorro, ya en su subconciente.
-Calmate cachorro.. ¿O acaso te darás por vencido? —Preguntó con una sonrisa sacarrona.
-Tienes razón, pero me tomaré un tiempo. —Dijo mientras soltaba un suspiro. —Nesesito quitarte esas cadenas. —Dijo señalando las cadenas que amarraban al zorro con una mueca, odiaba verlo así.
De repente un plan llegó al rubio, y sabía que no fallaria.
-Le diré al sabio pervertido que libere un poco el sello. —Dijo con una sonrisa. —Tu me dijiste que mientras más use tu chakra, más rápido se desvanece el sello.
-Cachorro mi chakra es inestable, tu podrías dañarl... —Pero antes de que acabara de explicarle, el rubio se esfumó. —Maldición.
Naruto salió de su subconsciente y miró a su sensei, el cual? no le quitaba la mirada de encima, no le tomó importancia y procedió a hacer su plan.
-Jiraiya-Sama. -Le dijo seriamente, haciendo que el nombrado se ahogara con el ramen.
-¿Como diablos me dijo?. —Pensó el Sannin, Naruto nunca lo había nombrado así. —¿Sucede algo renacuajo?. —Le preguntó, mientras se recuperaba de la sorpresa.
-Podría abrir un poco el sello del Kyūbi. —Le dijo, causando sorpresa en su sensei. —Quiero aprender a controlar su Chakra. —Se limitó a decir esa pequeña mentira.
-Esa es la actitud. —Le dijo mientras se acercaba a él y le revolvía el cabello. —Si es así, no veo porque no. -Le contestó con una sonrisa, al fin entrenarán seriamente.
Jiraiya se acercó al menor y alzó su camisa dejando su abdomen al descubierto, puso chakra en sus dedos y abrió un poco más el sello de Naruto.
Naruto gracias al dolor que sintió cayo al suelo, solo que está vez no se desmayo.
-Bien, ahora intenta utilizar todo el Chakra que puedas, quiero ver hasta donde puede llegar ese poder. —Le dijo Jiraiya en un tono serio, mientras escribía un sello en un papel.
Naruto hizo lo que su sensei le pidió, al principio sólo sentía como la rabia y el dolor recorrían sus venas, pero después eso le empezó a quemar, sentía que se le desgarraba la piel y perdía el juicio.
Desperto en una cama de hospital, tenia vendaje por todo el cuerpo, ¿Como había llegado ahí?, lo último que recordaba es estar peleando con Jiraija, se sento en la cama y a su lado vio algo que le partió el corazón.
Jiraiya estaba con aparatos para respirar y vendas en todos lados, ¿El había echo eso?, ¿Porque no recordaba nada?, vio su ropa en una silla, se la puso y salió lo mas rápido de ahí.
Se dio cuenta que estaban en una pequeña aldea, salió corriendo al bosque y ahí tropezó cayendo al suelo, intentó levantarse pero no podía, sus piernas no le hacían caso, su vista se empezó a nublar, tocó su cara y sintió como las lágrimas corrían por sus mejillas.
-¿Que hice?. —Murmuro, intentando recordar que había pasado.
-Cachorro, esto es mi culpa, si no estuviera dentro de ti nada de esto pasaría. —Escucho la voz gruesa de Kurama lamentarse.
Naruto negó rápidamente con la cabeza, como si Kurama pudiera verlo.
-Esto no es culpa tuya Kurama, es del maldito cuarto Hokage, él te encerró en mi. —Le dijo Naruto, haciendo una mueca de disgusto.
-No hables así de tu padre.. —Le dijo sin pensarlo Kurama.
Naruto se quedó estático, ¿Que le había dicho?, su padre..
Corto la coneccion con Kurama, ciertamente no quería oírlo en este momento, ¿Jiraija lo sabía?, ¿Algún día se lo diría?, ¿Porque Tsunade y el le metían?.
Tantas preguntas llegaron a él, sintió como un chakra rojo lo cubría, decidió calmarse, no quería lastimar a nadie más.
Se dirigió al hospital ya que estaba oscureciendo, entró por la ventana y al momento de ver a su sensei, sintió rabia, tenía bien claro que sus sentimientos eran inestables, no podía verlo más, le escribió en un papel que regresaría en una semana, mientras él se curaba y salió de ahí.
No tenía claro a dónde ir solo camino sin rumbo, hasta que chocó con alguien en el bosque.
-¿Tu qué haces aquí?. —Dijo rápidamente el rubio, al ver a la persona con quien chocó.
-Iba a preguntar lo mismo..
-Pues estoy de viaje c-con Jiraiya-Sama... —Dijo recordando al mencionado con una mueca que intentaba ser una sonrísa.
-¿Y donde esta?
-S-Se lastimó, y estará en cama por una semana, no es nada grabe. —Mintió con una mueca, no podía decirle la verdad.—¿Y tu? Aún no me dices que haces aquí..
-Recuerdas que no puedo dormir..—Dijo mirándolo, Naruto solo asintió. —Pues vengo al bosque a pasar el tiempo, ya que no esta lejos de Suna. —Le respondió el peli rojo, dudando un poco de las respuestas de su amigo. —¿Y que piensas hacer?, ya que Jiraiya-Sama esta lastimado.
- Pu-Pues, no lo sé.. -Dijo un poco nervioso. —Tengo una semana, supongo que iré por ahí.
-Ven conmigo a Suna. —Le ofreció él pelirojo.
-Pero, Gaara no quiero causarte problemas. —Le dijo el rubio, rápidamente negando con la cabeza.
-La última vez dijiste que me visitaría. —Le recordó, causando una mueca en el rubio. —Así que vamos.
-Está bien. —Dijo soltando un suspiro.
Los dos caminaron hasta Suna, al momento de llegar Gaara explicó que Naruto venía de visita así que los dejaron pasar.
Gaara lo llevó a su casa, donde cenaron con sus hermanos, y después fueron a la recamara del peli rojo.
-Puedes dormir en mi cama, no hay forma en que yo la use de todas maneras. —Le contestó Gaara mientras señalaba la cama y el se sentaba en un ventanal a leer unos pergaminos que estaban allí.
-No me lo tomes a mal, pero no me sentiría cómodo si me vez dormir. —Dijo el rubio, para después soltar una risa nerviosa. —Mm.. Que tal si te ayudo a leer, de todos modos no tengo sueño.
-Mm.. Esta bien. —Le dijo un poco nervioso, lo cual Naruto ni noto.
Naruto se sentó con el y empezó a leer los pergaminos, luego le explicaba a Gaara de que trataba y el los enlistaba, varios pergaminos no sólo eran de Suna, si no también de distintas aldeas, pero uno llama la atención del rubio más que los demás.
-Este pergamino es de Konoha. —Dijo el rubio, mientras veía el símbolo Uzumaki.
-Todos estos pergaminos mi aldea los a robado de otras. —Le dijo Gaara, mientras veía el pergamino que sostenía el rubio. —El pergamino que tu tienes nunca se a podido abrir.
-Puedo intentarlo... —Le dijo el rubio, y cuando vio a Gaara asentir, pasó a poner un poco de chakra en el símbolo logrando que este se abriera.
El rubio abrió el pergamino y miró que era sumamente extenso, maldijo en voz alta ya que le tomaría un día leerlo.
-Puedo leerlo, es de mi clan.. Prometo que lo devolveré. —Le dijo con ojos de cachorro, algo que Gaara no pudo negar. —Gracias, gracias, gracias. —Le dijo mientras se aventaba a él a abrazarlo, causando un pequeño sonrojo en Gaara. —Y a todo esto.. ¿Como es que tienes estos pergaminos?.
Gaara iba a ser nombrado Kazekage dentro de dos días, y ahora con la visita del rubio no sabía cómo decirle, talvez la noticia lastimaria a su amigo ya que Naruto quería ser Hokage.
El rubio era su primer amigo, si se molestaba con él, no podía perder su primer amistad, tenía miedo de ello.
-Los teníamos en la biblioteca, me pidieron ordenarlos. —Mintió, no le gustaba la idea de decirle la verdad.
-¿Podría ir a esa biblioteca mañana?. —Le preguntó el rubio, y como si esa pregunta fuera caidaida del cielo Gaara asintió.
-Mañana estaré en la Torre del Kasekage, entregaré un informe, si me nesesitas estaré ahí.—Le comento Gaara.
El rubio asintió, luego siguió ayudando a su amigo con los pergaminos durante toda la noche.
Cuando llegó la mañana desayunaron, el rubio se despidió de los tres hermanos Sabaku no, y se dirigió a la biblioteca.
Gaara y sus hermanos fueron a la torre del Kasekage, donde se pasaron el día llenando formularios, agradecía el apoyo de sus hermanos para convertirse en Kazakage.
Estaban los tres sólos en la oficina, Temari vio a su hermano pequeño un poco pensativo, así que decidió sacar una platica que de seguro lo alegraría.
-¿Y como se lo tomo?. —Pregunto con una sonrisa.
-Mm.. ¿A que te refieres?. —Preguntó Gaara, aún que sabía muy bien a qué se refería su hermana.
-Si el está aquí es porque lo invitaste a la ceremonia ¿No?. —Le dijo Kankuro.
-Fue coincidencia más bien. —Les respondió Gaara.
-¿Y que esperas para decirle?, Seguro se emocionara al saberlo, y más si se entera de ti. —Le dijo Temari, dándole una sonrisa a su hermano pequeño.
-Tu crees, yo pensé mas bien que podría molestarse. —Susurro Gaara, pero fue suficiente audible para sus hermanos.
Sus hermanos intercambiaron miradas, y entendieron cuál era su preocupación, Naruto era el primer amigo de Gaara y él no quería perderlo.
-No creo que Naruto sea alguien así. —Le respondió Kankuro, con una sonrisa comprensiva.
-¿O tu si Gaara?. —Le pregunto su hermana, en un tono burlon.
Gaara los miró y hay entendió a que se referían sus hermanos, Naruto no era alguien egoísta, y él estaba haciendo mal por creer eso.
-Le dire esta noche.. —Se limitó a decir con una sonrisa.
-Así se habla.. —Le dijeron sus hermanos, devolviéndole la sonrisa.
Cuando ya estaba por anochecer salieron de la torre, y fueron a su casa.
Mientras más anochecia el rubio no aparecía, así que Gaara un tanto preocupado salió a buscarlo.
Fue a la biblioteca, cuando entró busco al rubio y lo encontró durmiendo encima de un escritorio rodeado de pergaminos, talvez era porque lo ayudó la noche anterior y no durmio.
-Naruto. —Le dijo acercandose a él, y moviendo lo un poco para que despertará.
-Gaara, ¿Que hora es?. —Le preguntó el rubio adormilado, mientras despertaba y se tallaba un ojo.
-Van a dar las 10..—Le contestó Gaara mientras veía un reloj en la pered.
-Toma lo he terminado. —Le dijo entregándole el pergamino Uzumaki, y parándose del lugar.
Gaara tomo el pergamino y lo guardo en su bolsillo, luego salieron de la biblioteca.
Al llegar a casa del pelirrojo cenaron gratamente con los hermanos de este, después fueron a su recamara.
-¿Shukaku aún no te deja dormir?. —Le preguntó Naruto de repente, haciendo que Gaara negara con la cabeza.—Tengo una idea para ayudarte. —Le dijo con una sonrisa un poco sádica.—Toma mi mano.
Gaara lo miró con curiosidad, pero sólo se limitó a hacerle caso a su amigo.
De repente aparecieron enfrente de Kurama y Shukaku, uno estaba libre pero no les podía hacer nada, y el otro estaba en una jaula enorme cubierto por cadenas que le impedían moverse.
-Kurama lo encontre.—Le dijo el rubio, para cruzar la jaula corriendo, mientras los otros dos los miraban, uno con curiosidad y el otro sin poderlo creer.
-¿Que hacen ellos aquí?. —Le preguntó Kurama con un gruñido, pero al ver la cara de su cachorro se dio cuenta que no podía reclamar.
Naruto pasó a hacer unos sellos y las cadenas desaparecieron del cuerpo de Kurama.
-Ya esta. —Le dijo Naruto con alegría, Kurama estaba sorprendido, después de lo que dijo pensó que Naruto estaría enojado, pero aún así a estado buscando como liberarlo.
-Cachorro, yo.. —Intento explicarle, pero Naruto negó con la cabeza, no era el momento de hablar de ello.
-Vaya Kurama, te tienen bien domesticado. —Comentó Shukaku en un tono burlon, gandose un gruñido del mencionado.
Naruto salió de la jaula y se dirigió enfrente de Shukaku y Gaara.
-Shukaku, nesesito que dejes dormir a Gaara. —Le dijo en tono serio, ganándose una carcajada del nombrado.
-¿Y si no quiero?. —Le pregunto Shukaku con una sonrisa sacarrona.
-Te pondré las mismas cadenas que tenía Kurama. —Le contestó de modo simple el rubio, haciendo que el zorro soltara una carcajada al ver la cara de miedo de Shukaku.
-Está bien, ahora largo. —Les contestó Shukaku de modo altanero, y de repente aparecieron de nuevo en la recamara de Gaara.
-Bien ahora a dormir. —Contestó el rubio con una sonrisa, a un Gaara muy sorprendido, nunca imagino que amenazaria a Shukaku.
Los dos se acostaron en la cama y solo pasaron unos 5 minutos para que el rubio se durmiera, Gaara lo miró se veía tan tranquilo, solo cerró sus ojos y se relajo.
A la mañana siguiente Naruto fue el primero en despertar, y pudo ver que Gaara lo tenía aprisionado entre sus brazos, lo cual le causó un gran sonrojo, se libero del abrazo y se dispuso a despertarlo, pero no lo lograba.
Llamo a sus hermanos y les comento un poco de lo que pasó, ellos se sorprendieron de que Gaara estuviera durmiendo sin destrozar nada, pero a la vez se alegraron, decidieron dejarlo dormir un rato más.
El rubio desayuno con ellos y luego se fue a la biblioteca de nuevo, dejando a los Sabaku no en la casa.
Gaara desperto y pudo ver a sus hermanos en su recamara, ya cuando estaba oscureciendo, había dormido todo el día.
-Hola bello durmiente. —Le dijo Temari con una sonrisa.
-Nos encargamos de todo para mañana no te preocupes. —Le dijo Kankuro.
Naruto entró a la habitación en eso, y empezo una platica, hasta que lo interrumpieron.
-Kasekage-Sama. —Le dijo un anbu apareciendo en la habitación dirigiéndose a Gaara. — Ya está todo listo para su nombramiento mañana. —Después de decir eso, desapareció en una bola de humo.
Gaara volteo a ver a Naruto de inmediato este tenía la cabeza agachada, haciendo que sus temores crecieran.
-Naruto, yo.. —Intento explicar, pero antes de que pudiera seguir el rubio se le avento dándole un abrazo.
-Gaara, lo lograste.. —Le dijo el rubio mientras lo veía con ojos llorosos. —Estoy muy feliz por ti.
Gaara le sonrió, sus hermanos veían la escena con los ojos llorosos, no aguantaron más y se unieron al abrazo.
Cuando llegó la ceremonia y escuchaba el discurso de Gaara, como la aldea aplaudía a su nuevo Kasekage, causó una gran felicidad en el rubio.
Después hubo una pequeña fiesta donde estuvo divirtiéndose con Gaara, hasta se tomaron una foto, y pasó la semana en Suna.
Llegó a la aldea donde estaba el sabio pervertido y fue a verlo, cuando entró este ya estaba en mejor estado y despierto.
-¿Como se siente?. —Le preguntó el rubio con una mueca.
-Ya mucho mejor renacuajo. —Le dijo sonriendo. —Aunque estaría mejor con un trago..
Naruto iba a salir por un poco de Sake ya que entendió su inderecta, pero se detuvo en el marco de la puerta.
-Sabio pervertido.. ¿Nunca supo algo de mis padres?. —Le preguntó sin voltearse a mirarlo.
Jiraiya se sorprendió por la repentina pregunta, pero aún así no noto nada extraño.
-No, ya te lo había dicho.. —Le respondió.
-Oh, está bien. —Respondió Naruto, y después salió.
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