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2: Pesadillas

En la aldea se podía ver a un rubio que iba comiendo unos dangos, y ahora quería ir a comprar un plato de ramen ya que tenía dinero suficiente gracias a que ahorro.

Mientras caminaba logro ver a un azabache sentado en un puente, y sin pensarlo se acercó a él.

-Hola teme. —Saludo el rubio cuando estaba suficiente cerca de él.

-¿Que quieres Dobe?. —Se limitó a contestar en tono serio el azabache.

-Que humor. —Le Reprochó. —Solo quería saber si quieres acompañarme a comer ramen. —Le dijo sentándose a su lado.

-¿Que no ya estas comiendo dangos?. —Le pregunto volteando a verlo.

-Mm.. Si, pero aun tengo apetito. —Dijo llevándose una bolita del dulce a la boca. —Qui-eles. — Le invito extendiendo le los dulces.

-No me gusta el dulce, y no hables con la boca llena, es asqueroso. —Le regaño haciendo una mueca de disgusto.

-Oh, no seas así, ¡Mira!. —Dijo abriendo la boca y mostrando lo que se estaba comiendo.

-¡Que asco!. —Reprochó el azabache empujando lo.—¡¡N-no, Naruto espera!!. —Grito cuando el rubio lo jalo.

Cuando él azabache había empujado al rubio este estaba muy cerca de la orilla y no pudo con el equilibrio, jalo a Sasuke con él y los dos terminaron en el agua.

-¡Mis dangos!. —Dijo el rubio con tristeza, al sacar la cabeza del agua con un puchero.

-Todo esto es tu culpa. —Le acusó el azabache viéndolo con seriedad.

-¿P-Pero si tu me empujaste?. —Aclaro el rubio con reproche.

Salieron del agua y el rubio se hizo su pelo mojado hacia atrás, Sasuke pudo ver que este tenía un moretón en la frente el cual al principio no se veía gracias a que su cabello lo tapaba.

-¿Que te paso?. —Pregunto el azabache tocando su frente.

-¡Auh! No toques, duele. —Dijo el rubio quitando sus dedos. —Mm.. Me pegue con la mesa, ¡si eso! Me resbale y me pegue con ella. —Murmuro soltando una risa nerviosa.

-Si claro, ¿Como hace una semana cuando caíste de las escaleras?.—Le recordó con cansancio. —O como hace un mes que te golpeas te con la puerta..

Sasuke estaba enterado de los maltratos que el rubio sufría, pero no entendía porque no se defendía, sabía que era capaz de hacerlo..

-Pues, soy muy distraído. —Dijo con una sonrisa nerviosa y antes que el azabache pudiera refutar algo habló. —Me tengo que ir, de todos modos no podremos ir así a Ichiraku, adiós. — Dijo alejándose de ahí lo más rápido posible.

El azabache suspiro, no entendía porque la aldea trataba tan mal a Naruto, pero lo irritaba, siempre tenía un golpe nuevo cuando otro desaparece, decidio irse de ahí, nesesitaba cambiarse si no quería tener un resfriado.


Sasuke llego a su casa y preparo la cena, gracias a la ayuda del rubio ya sabia varias recetas, le salían desabridas y aveces se quemaba, pero le agradecía no morir de hambre.

Naruto ese tiempo había sido de gran ayuda, luego buscaría que darle para compensarlo.

Decidio irse a dormir, pero cuando fueron las cuatro de la mañana desperto gracias a las pesadillas que solia tener.

Se tocó el rostro el cual estaba mojado, al principio pensó que era sudor, pero no era así, sus lágrimas no paraban de salir al recordar ese fatalico día.

Cuando vio morir a sus padres.

A unas casas cerca de ahí pasaba lo mismo con un rubio, últimamente no podía dormir ya que sentía que alguien le hablaba en sus sueños.

Siempre estaba en un lugar parecido a una alcantarilla, al pasar una puerta se podía ver una gran jaula de donde salían gruñidos y una voz muy gruesa no paraba de decir liberame.

A la mañana siguiente el rubio camino hacia la escuela, ya se le había hecho costumbre llegar temprano.

Al llegar se sentó en su mesa listo para una siesta, durmió la mitad de la clase sin que nadie lo notará o almenos eso pensó.

Cuando sono la campana para el almuerzo salio al patio y como todos los dias desde lo ocurrido, se sento con el azabache.

-Otra vez te quedaste dormido. —Hablo el azabache en un tono serio.

-Son esas malditas pesadilla. —Respondio Naruto en un suspiro. —No dejó de soñar que algo me grita ¡¡Liberame!! ¡¡Liberame!!. —Dijo en un tono grave.—¿Y ati como te va lideando con las pesadillas?

-No se de que hablas dobe. —Dijo el azabeche queriendo ignorarlo.

-¡O vamos! Con esas ojeras te pareces a... Mi. —Recompuso rápidamente antes de decir lo que pensó con una sonrisa nerviosa, y ganándose la mirada curiosa del azabache.

-Pues.. Es por.. — Sasuke no le había contado a nadie acerca de lo que pasó esa noche, ni siquiera a Naruto, y aunque ya había pasado un año no se sentía listo, por mucho que confiara en el rubio.

Pero, para su suerte, fue rápidamente interrumpido por una niña de pelo rosa que se acercó a ellos.

- ¿Na-Naruto podemos hablar?. —Preguntó la niña en un susurro casi audible.

-¡Sakura-chan!. —Dijo el rubio sorprendido y alegre.

El azabache vio la mirada que el rubio le daba a la niña, y por algún motivo le molestaba que la viera con tanto amor, nunca había recibido esa mirada llena de brillo, era obvio que Naruto sentía algo por ella.

-¡Mm.. Claro!. —Dijo el rubio parándose de donde estaba. —Ahora vuelvo teme.

- ¡Tcz! Como sea. —Dijo el azabache chasqueando la lengua, intentando ignorar la punzada en su pecho.

El rubio siguió a la niña hasta un lugar donde sólo estuvieran los dos.

-¿Que p-pasa Sakura-chan?. —Dijo el rubio rascando su mejilla nervioso, pues no lo podía evitar, era la niña que le gustaba.

-¿Po-Podrias darle esto a Sasuke-kun?. —Dijo la pelo rosa estirando sus manos, en donde tenía una carta.

-¿Porque yo?. —Preguntó un poco confundido.

-Es que, él me gusta. —Murmuró Sakura con su cara roja.

El rubio no pudo evitar sentir una punzada en el corazón al escuchar eso.

-Se que si se la entregó yo él no la aceptará. —Dijo la peli rosa un poco desanimada. —Pero, talvez a ti te la acepte ya que son amigos.

El rubio no sabía que le dolía más, que Sakura quisiera a Sasuke o que le haya dicho que es su amigo.

La verdad es que no era así, o al menos no había sentado las bases de una amistad, hablaban, pasaban tiempo juntos, pero no sabía si llegaban a ser amigos, no sabía si Sasuke confiaba tanto en él.

Por alguna razón un sabor amargo atacó su boca, pero no sabía si era por Sakura o Sasuke.

Estuvo apuntó de decirle que no eran amigos, no aun, pero antes de que pudiera hablar Sakura le dio la carta y se fue corriendo y gritando un "gracias".

Suspiro y se dispuso a volver con el azabache, pero este ya no estaba en el patio, en eso escucho sonar la campana y se fue a su salón.

Cuando fue la salida, iba a ir a darle la carta a Sasuke, pero alguien lo detuvo poniéndose frente a el.

-¿Ya estas listo?. —Dijo el pelinegro soltando un bostezo.

-¡Shika! C-Claro. —Murmuro un poco nervioso al ver a su amigo. —Pero.. ¿Pará qué?. —Río nervioso, recibiendo un libras en la cabeza por parte de su compañero.

-No puedo creer que lo olvidarás, ya casi salimos de la academia. —Le dijo Shikamaru y al ver el rostro confundido de él rubio, suspiro. —Los exámenes..

-¡A sí! ¡Vamos a la biblioteca!. —Dijo el rubio con entusiasmo recordándolo, pues Shikamaru siempre le ayuda a estudiar, es gracias a él que tiene ese grandioso 7 siempre.

Naruto estaba tan distraído que al salir del salón, no noto la atenta mirada que lo seguía.

El rubio y el pelinegro repasaron todo lo que vendría en el examen, eso hasta que se hizo tarde.

Naruto le agradeció a Shikamaru su ayuda y se fue a su departamento con una sonrisa.

Mientras caminaba noto algo en su bolsillo, al sacar el papel vio la carta del azabache.

Esa carta le molestaba, quería destruirla, al principio pensó que era por Sakura, pero ahora que lo pensaba mejor era por Sasuke.

Negó alejando ese pensamiento, lo mejor era entregársela, así que sin más se dirigio al departamento del azabache.

Mientras iba caminando por la aldea hacia la casa del azabache, se detuvo en un local al ver un monedero de sapito el cual se veía muy lindo a su parecer, iba a entrar a comprarlo pero en eso sintió que su brazo se rasgaba.

Cuando vio su brazo, este no paraba de sangrar, bajo la mirada al suelo y vio la causante de esto, una piedra un poco puntiaguda, está tenía su sangre.

Volteo hacia la dirección donde la habían lanzado, y escucho a alguien decirle "Maldito monstruo vete de aqui".

Todas las miradas estaban sobre él, así que no pudo más que salir corriendo.

Apretaba su brazo para que dejara de sangrar, y al llegar a su casa hizo un vendaje improvisado en su brazo para evitar que la sangre saliera.

En eso sonó su puerta, entró en pánico, si era el Hokage que escusa le daría, rápidamente saco una sudadera nueva que habia comprado y se la puso para abrir la puerta.

-A solo eres tu teme. —Dijo más calmado el rubio una ves abrió la puerta. —Pasa.. —Le dijo haciéndose a un lado para que el azabache entrará.

- Si solo soy, ¿Esperabas a alguien?. —Le dijo el azabache viéndolo curioso.

-Mm.. No. —Pensó el rubio un poco nervioso, sentándose en un una silla de la cocina, poniendo su brazo lastimado sobre la mesa para no moverlo, pero no pudo evitar hacer una mueca por el dolor.

Y esto no pasó desapercibido por el azabache, que se sento aún lado suyo.

-¿Te pasa algo?. —Dijo Sasuke en tono serio.

- N-no.. Estoy bien.. ¿Y tu?. —Le respondio el rubio dándole una sonrisa nerviosa.

-Naruto. —Dijo el azabache enojado, haciendo que el nombrado temblara.

- Di-Dime...—Murmuró el rubio nervioso.

- Somos amigo ¿No?. —Le dijo viéndolo fijamente.

- Supongo. —Murmuro el rubio nervioso y un poco alegre, al parecer el azabache si lo concidera un amigo.

- Entonces, ¿Porque no me dices la verdad?. —Hablo Sasuke agarrando la manga de su chamarra y subiendo la.

-¿Pero como.. —Preguntó un poco confundido.

En eso el azabache sacó de su bolsillo el monedero de sapito y se lo dio, cuando lo vio bien pudo notar que este tenía bordado su nombre.

-Gracias. —Murmuró quedito el rubio con un sonrojo.

-No es nada. —Dijo el azabache con una sonrisa al ver que le había gustado el regalo.

Cuando Naruto vio el sapito en el local él estaba cerca, pudo presenciar todo lo que ocurrió, y cuando el rubio salió corriendo ante la atenta mirada de todos, él no dejó esperar un minuto para atacar y romperle la muñeca a quien había arrojado la piedra.

Si Naruto no se defendía, lo haria por él.

El azabache quito el vendaje llenos de sangre de Naruto para ver la herida ya que parecía grave, pero grande fue su sorpresa al ver que esta ya casi no se veia.

-Me curó rápido. —Murmuró el rubio y antes que Sasuke preguntara el porque le dio la carta de Sakura, no es que no le quisiera decir, pero ni siquiera el lo sabía.

-¿Que es esto?. —Preguntó el azabache confundido. —¿Acaso te gustó?. —Dijo con una sonrisa arrogante.

-¡Pará nada teme!. —Grito el rubio con su cara como un tomate. —Es de Sakura-chan.—Le aclaro con tono desanimado.

-¿Porque me la das?, Bien la pudiste romper dobe, ella te gusta.. —Dijo Sasuke un poco confundido ya que el sería el rival de amor de Naruto.

- Somos amigos ¿No?, talvez ella te guste. —Le dijo el rubio con una sonrisa que parecía más una mueca.

Sasuke ante eso no pudo evitar sonreír, eso quería decir que el era más importante que Sakura, eso le alegraba de sobremanera aún no sabiendo el porqué.

-No me gusta. —Se limitó a decir. —Y si la carta no es tuya no la quiero. —Dijo para proceder a romperla.

Naruto ante lo que dijo el azabache no pudo evitar ponerse rojo, y cuando el azabache quiso componer sus palabras el rubio habló.

-Talvez no sea una carta. —Corrió hacia su abitacion, dejando a un azabache confundido. —Pero espero y te guste. —Dijo para regresar corriendo hacia él y estirar un dinosaurio de peluche.

Sasuke no pudo evitar sonreír al tomar el dinosaurio, era idéntico a el que su madre le había dado de pequeño, no había ido a buscarlo porque entrar al barrio Uchiha solo traía malos recuerdos, y ya tenía suficiente con las pesadillas.

-Duerme conmigo. —Hablo el rubio sacándolo de sus pensamiento.

-¡¿QUEEEEE?!. —Grito el azabache con un gran sonrojo mirando al rubio.

-Ya es noche, quedate a dormir conmigo. —Dijo el rubio un poco confundido por su reacción.

-Aaa.. Si dobe. —Murmuró el Azabache un poco más tranquilo y maldiciendo mentalmente por pensar cosas que no.

Cenaron tranquilos algo que cocino el rubio, y cuando fue la hora de dormir ambos se acostaron en la cama.

En la madrugada el azabache se desperto por otra pesadilla, volteo a ver al rubio y este seguía durmiendo o eso pensó, ya que al intentar levantarse Naruto lo detuvo y lo volvió a acostar para seguir durmiendo.

Extrañamente siendo abrazado por el rubio, pudo volver a conciliar el sueño.

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