Capítulo 16 Te tengo
Puede que el mejor momento para verte con la persona con la que tienes un problema romántico no sea en medio de un caso de crimen, pero como Katsuski y Shouto son algo así como compañeros, quienes resuelven este caso, no tenía otra opción.
Así que apenas algunas de sus dudas se calmaron y sus pensamientos comenzaron a figurar nuevos planes tanto suyos como posibles jugadas del profesor Aizawa, se retiró de su habitación a toda prisa hasta el elevador.
Esperando a que llegara a su piso, Todoroki se puso a repasar lo necesario. Para empezar, si él fuera Aizawa impediría que los alumnos más involucrados -entiéndase por Bakugo, Midoriya, Kirishima y obviamente Todoroki- a este caso obtuvieran libertad de movilidad, ergo, no dejaría que se reúnan con tanta facilidad ni que armen planes; así que como él va de camino a la sala de maestros con ese cachivache de caja, Shouto se dirije a la habitación de Katsuki. Otra vez.
Si bien el dormitorio de Midoriya le queda más cerca y accesible, no sabe si él en realidad se encuentra ahí o está en algún otro lado de la edificación. Así que la persona con cerebro para esto más cercana era por descarte, Bakugo.
Por cualquier otra situación formaría un soliloquio sobre si debería tocar con suavidad o cuántos golpes darle a la puerta para que le otorgaran el permiso de adentrarse, pero era muy obvio que aquí solo se dedicó a tocar como desquiciado por falta de tiempo y concentración.
“Más vale que sea una buena maldita razón, porque nadie toca así sin una buena...” se escuchó a través del pórtico, menos cuando lo abrió. Cuando hizo aquello, la cara de Bakugo se quedó confundida a más no poder.
Y fue más confuso cuando Todoroki solo lo empujo dentro de vuelta sin decir nada, hasta antes de cerrar la puerta bajo llave.
“No estoy aquí por lo de hace rato.” preciso, como debe ser, Todoroki buscaba rastros de cualquier artefacto que no formara parte de la decoración habitual de Bakugo. Si se había encontrado algo en su propio cuarto, nada le aseguraba que el del rubio estuviera impune. “Alguien dejó una caja con mi nombre en ella.” se tomó los cabellos y se permitió sentarse en la cama. Todo bajo la mirada analítica de Bakugo. “No solo eso, había fotos de prácticamente toda mi familia, y algunas de mis amigos. Los lentes de Fuyumi y una bala aplastada.”
Procesaba en su cerebro junto a sus neuronas para corroborar si eso era todo lo que había visto y, o, antes de que la sacaran de su cuarto.
“¿Dónde está?” preguntó inquieto Bakugo.
“Yo...” Shouto chistó su boca. “llamé al profesor Aizawa y se la llevó.” miraba a otro lado por la vergüenza de haber pensado que llamar al profesor habría sido un plan que le ayudaría.
Sin darse cuenta, los profesores habían tenido suficiente con los líos en los que se estaban metiendo.
“Jah. Estúpido.” proclamó el rubio con un bufido, él también tuvo el mismo arrepentimiento de haber llamado a su profesor. “La recuperaremos, ¿no?”
“No... no podemos solo tomarla y ya” pensaba Todoroki.
“¿No?” contestó Bakugo rabiando. “¿Entonces qué mierda quieres hacer con eso? La seguridad es una jodida broma, nadie te dirá nada si la tomas y la regresas un día después.”
“Me refiero a que no se puede tratar esa caja como una broma, no es cualquier cosa. Podría ser la única pista que necesitamos para resolver esto.” le respondió. “Primero busquemos a Kirishima y Midoriya mientras hacemos un plan. Aunque no sé si tu amigo se quiera volver a involucrar en esto...” rasco su mejilla con delicadeza, le provocaba más vergüenza haber metido a alguien que no tiene mucho sentido.
“Sería peor si lo dejaras fuera de esto, le gusta terminar lo que empieza, deja que él decida si quiere seguir con esto o no.” le explicó tranquilo.
“Bien.”
Y así como lo dijeron, ambos llamaron a sus respectivos amigos para saber dónde estaban e irlos a buscar para hablar sobre el trato.
Kirishima contestó la llamada de inmediato.
Midoriya no respondía a su celular.
Todoroki no tuvo miedo de ello a pesar de lo que podría implicar, sino que, solo supo que tendría que preguntar a cada persona que viera pasar junto a él.
“Una cosa más, bastardo.” llamó Bakugo, interrumpiendo el movimiento de los pies del más alto. —No tienes la culpa de nada de lo que pasó, ¿entiendes?
Él se marchó como si nada, dejando muy confundido a Shouto. No sabía lo que había sido eso, su cabeza había dado un giro sin previo aviso y aquello provocó que sintiera que estaba soñando. Todo se sentía irreal ahora, pero no podía perder el tiempo de esta manera.
Sabe que está en la realidad por lo que, las acciones que haga o no haga tendrán sus propias repercusiones en el futuro. Como el hecho de que atrape o no atrape al asesino de su familia.
De cualquier forma, se pasó por los pasillos de los dormitorios en busca de su amigo de infancia, iba preguntando a cualquiera que se le cruzara, las chicas, los chicos; estaba dispuesto a salir del edificio para revisar si estaba en la escuela, la recepción principal a donde van a estudiar, sin embargo, en el momento en que abrió la puerta se topó con quien buscaba: Midoriya.
Aunque no le gustó cómo lo encontró, supo que había terminado una llamada telefónica por el artículo sujeto en su mano dominante. Pero su cara esta destrozada por un pánico reciente, no sabe cómo reaccionar a eso pero hará un intento por el bien de su amigo. Si algo grave comienza a pasarle a su familia, no se perdonará por meterlo en este lío. Puede que incluso Bakugo y Kirishima estén en peligro y salgan heridos de esto.
“Midoriya.” sujeta sus hombros y comienza a zarandear su torso. Eso no es lo remotamente suficiente para apaciguar su disociación
“Dime qué sucedió.” continúa, parece estar en alguna clase de trance. “Lo siento por esto.” se disculpa de antemano, advirtiendo la bofetada que impregnó en su mejilla.
“¡Todoroki-kun!” exige sobando la zona afectada. “¡Eso no era-!” se interrumpe por su propio cerebro. “Más importante... tengo información sobre el caso.”
“Yo también, y necesito contárselo a Kirishima también. Vayamos dentro.” toma su brazo e intenta jalarlo dentro de las instalaciones de donde ha salido, pero es reacio y se resiste con todas sus fuerzas y las leyes d la física. “¿Midoriya!” exclama confundido.
“Esto solo lo puedes escuchar tú.” sus ojos perdidos en alguna parte de sus recuerdos solo incrementa la hinchazón de curiosidad que se aloja en su cerebro. “Es una bomba nuclear de información.”
No espera a que su amigo hable cuando con su mirada definida, comienza a contarle lo que podría romper su caparazón de frialdad. No le gusta nada la reacción que tiene Todoroki ante eso, pero no puede hacer nada para encubrir este hecho perturbador.
Bakugo espera impaciente el mensaje de Todoroki que le notifica dónde se deberían encontrar una vez encontrados a sus amigos. Su pierna se agua de arriba a abajo para demostrar dicha inquietud, teme que haya hecho alguna estupidez. Sería malo de por sí, porque aunque Todoroki puede pensar mejor que nadie en la escuela, sus habilidades de batalla apenas alcanzan para defenderse de un ataque.
“Vamos, no pasa nada. Solo han sido unos minutos.” intenta tranquilizar Kirishima a su lado, quien está muy quieto desde el momento en que lo encontró y le ordenó que se mantuviera allí.
“¡Ha pasado una maldita hora!” grita en su dirección señalando la hora de su celular con la pantalla en bloqueo. “Es todo. Vamos a buscarlo.” se levanta con la urgencia de verificar el edificio en cada una de las habitaciones y esquinas que pudiera encontrar.
Kirishima se iba a interponer, pero un timbre de su celular los interrumpe a los dos.
Ahí está. El tan esperado punto de encuentro que resulta ser la oficina de Aizawa para redundar los problemas.
¿Está acaso loco? Pretende preguntar, pero no hay respuesta a su mensaje, lo que le indica o que es muy urgente o que no revisará las notificaciones sino hasta que esté ahí.
“Camina.” exige una vez más , el contrario solo responde alzándose sobre su lugar y alzando las manos en sinónimo de que no hay otra opción.
Cuando llegaron al lugar solo se encontraron con quienes ya esperaban ver ahí. Aizawa se veía preocupado por los garabatos que Todoroki creaba al intentar explicar su situación.
“Al fin llegan, chicos.” Todoroki los recibió apenas los vio, Midoriya lo seguía unos pasos por detrás estando en el mismo ánimo que su amigo. “¡Descubrí quiénes son los culpables de todo esto! Estaba por decírselo a Aizawa-sensei.”
“¿Qué? ¿Cómo lo resolviste?” pregunta consternado Bakugo. Solo se había ido por una estúpida hora ¿y ya encontró quién es el criminal? No sabía si sentirse derrotado o feliz por lo que fuera de Todoroki en estos momentos.
Sus ojos se veían un poco rojos, no los tenía así cuando se separaron, ¿debería preocuparse por eso?
“Esa es la mejor parte ” reunió a los presentes a su alrededor para explicar mejor. “, el criminal siempre estuvo frente a nuestras narices.” todos, salvo Midoriya, alzaron una ceja confundidos por su vaga explicación. Luego se dedicó a señalar al rubio y a su amigo. Bakugo creyó saber por un segundo lo que estaba por hacer. “Fueron ustedes.” los mismos que se veían intrigados dieron una bocanada de aire al mismo tiempo, haciendo que el ambiente se volviera más pesado. “¡Las pistas siempre estuvieron ahí, claramente!”
“Todoroki-kun, será mejor que tengas pruebas ante una acusación tan grave. Es de asesinatos multiples de lo que estamos hablando.” instó el profesor detrás de él.
“¿Cree que no dabe lo que estoy-?” lo voltea a ver oara hablar, y en ese momento donde su guardia está baja, Bakugo se acerca a él bruscamente y lo toma del cuello de su ropa con furia.
“¿De qué mierda estás hablando, maldito idiota! ¿Eh!” gruñe con todo lo que tiene en su garganta. Todoroki solo le dirige una mirada fría, tomando sus manos que se deslizan como finas hojas de papel en un día de viento.
“Fue tal como dije.” Bakugo se detiene, pero no por las palabras o por intimidación, sino porque siente algo. Rápidamente lleva su mano al pecho y se sujeta su propia camisa.
“Tenemos las pruebas, solo debemos ir a buscarlas para que puedan proceder con la investigación.” se dirige Midoriya a su maestro, este lo ve algo confundido, ¿cómo es que tenían pruebas?
“No, Midoriya. Tú no puedes.” le dirige la mirada más serie y cortante que ha cargado en su arsenal. “Porque tú también eres sospechoso de ser su cómplice.”
Es entonces cuando tiene la misma reacción que los otros dos en su momento.
“Todoroki-kun...” es lo único que su mente considera soltar.
Las botas de cuero de un ejército -considerable para retener a tres chicos- de hombres resuena por el lugar, Midoriya los reconoce como los refuerzos que llamaron antes de revelar el misterio.
Los policías retuercen los brazos de todos, sujetandolos con fuerza. Están a punto de llevarlos fuera de la residencia, pero las palabras de Todoroki los interceptan.
“No considero que sea necesario llevarlos a una prisión preventiva todavía. Faltan las pruebas.” los hombres se miran entre sí, él tiene razón. “Deben llevarlos a un arresto domiciliario en sus habitaciones. De preferencia separados, para que no se comuniquen ni haya planes para escapar.”
“¿Qué!” grita Bakugo, reacio aún. Es prontamente callado por uno de sus vigilantes.
Su idea es brillante, según los policías, así que la adoptan como propia y designan un determinado número de policías para cada muchacho.
“Maldito Shouto.” escupe mientras es llevado y alejado antes de que cometa algún crimen de odio. “¡No te saldrás con la tuya! ¡Te encontraré, ya lo verás! ¡No te dejaré solo!”
Esto a los oídos de quienes solo observan, es un ataque directo a su persona. Una amenaza.
En cambio, para Shouto, es una señal de que debe darse prisa en su plan antes de que sea arruinado. De verdad que ya no quiere involucrar a nadie más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro