Capitulo 15 Impulso hormonal
Hace unos días que las clases volvieron a dar inicio, Todoroki se sentía mejor ahora, después de un corto descanso pudo administrar su vida, sin olvidarse por completo del caso.
Su padre le mandó mensaje cuando iniciaron clases, Natsuo también.
Bakugo y Todoroki solían irse a la biblioteca en los descansos para estudiar y repasar temas que vendrán la siguiente semana. O tal vez, solo hablar el uno con el otro acerca de anécdotas o cosas sin importancia.
Todoroki puede afirmar que se está divirtiendo a lo grande en su compañía, algunas veces ha querido agarrar de la mano a Bakugo para que no se vaya cuando tocan el timbre o cuando lo va a visitar a su habitación. Ha querido mantener la mirada en su rostro por más de cinco segundos, porque Bakugo lo mira mucho, y las veces que él intenta mirarlo a escondidas, descubre que Bakugo le ha ganado.
Esta es una de esas veces.
“Ya van varias veces que te observo mirándome, Todoroki” dice Bakugo algo más seductor de lo que está dispuesto a hablar con cualquiera. Eso es una consecuencia de la felicidad que le trae que su chico amado se esté fijando en él cada día más. “¿Hay algo que me quieras decir?”
La forma en la que Todoroki se pone tímido es tan peculiar y tan linda. Pareciera que le acaban de preguntar la fórmula de un componente químico d intenta recordar qué es pero con el ligero detalle de sus mejillas rojas, sus ojos evitando su mirada y su boca intentando formular algo coherente.
“Solo quería mirar tus ojos” es sincero y eso le encanta a Bakugo. “Son muy rojos.”
“Lo tomaré como un cumplido.” le dice buscando su mirada que ahora vaga por la habitación.
Shouto asiente.
La siguiente vez aue Bakugo lo encuentra mirándolo, no dice nada, hace un rato que salieron de la biblioteca y llegaron al cuarto de Bakugo. No es la primera vez que el bicolor está ahí.
Todoroki miraba a Bakugo mientras guardaba unas cosas, todavía no empezaba a cambiarse el uniforme -porque el horario de clases ya había finalizado- y aún así, Shouto lo miraba como si se preguntara acerca de su anatomía.
Ahora Shouto se atrevió a sostener la mirada contra Bakugo, a pesar de Shouto estar sentado, sentía que estaba a la misma altura que Bakugo y el rubio también.
Esperaba no estar recibiendo mal las señales de Todoroki, ya le ha explicado que no sabe diferenciar bien sus emociones como otras personas, así que si el bicolor se está enamorando de Katsuki será todo un desafío averiguarlo, y si solo lo está viendo como un amigo, que dios lo perdone. Porque se acaba de acercar más a Todoroki, al punto en que su rostro choca con el de Todoroki.
Sus ojos están abiertos y Bakugo se pregunta si sabe qué quiere hacerle, si alguna vez ha tenido a alguien así de cerca como para que Shouto entienda que lo quiere besar y que quiere tirarlo de dónde está sentado, aún si no se ha quitado el uniforme, no necesita esas vestimentas para verse bien, para sentir su respiración tibia, como si por un lado su respiración fuera fría por el miedo de tener a Bakugo tan imponente frente a él y del otro estuviera caliente por la emoción del momento.
Pensar en eso, ponía a Bakugo contra todo su raciocinio.
Bakugo ya no dijo nada cuando tomó la cabeza de Shouto y la atrajo a sus labios, los suyos estaban ardiendo, como si todo el picante que come se estuviera acumulando para que Shouto sienta un picor en sus labios que solo es saciado con la saliva y el oxígeno faltante.
Todoroki se siente extrañamente bien, pero en efecto no sabe qué es. No es como cuando de niño sentía felicidad por un dulce o cuando sentía satisfacción de pasar un examen.
Era como si juntaran todas la emociones buenas que tuvo hasta ahora y que al mismo tiempo no tuviera nada más que ese instante. No sabe describirlo, ha visto que la gente se besa en dramas que veía su hermana, y en series estadounidenses, ¿así se siente la pasión?
Quiere más, eso lo entiende cuando Bakugo lo suelta de repente, ahora le está quitando un dulce que le fascinó, y no sabe porqué.
Todoroki estaba tan ido y se sentía tan bien que en su cara hubo un trazo de una mirada perdida y unos ojos aguados, debió ser el aire que no le dejaba pensar el hecho de casi estar llorando, porque no se sentía triste, no se sentía mal nada de esto. Era todo lo contrario, así que cuando Bakugo se cubrió la boca y lo miró con preocupación, supo que se estaba expresando tan mal como era su costumbre.
“¡No estoy mal!” gritó Todoroki en medio de su desperación por cambiar la cara de Bakugo. “No me disgustó, no estoy llorando de tristeza, no me sentí mal.” Dice de mil y un maneras para que Bakugo no se vaya, y se para de la cama para mirarlo bien y percibir que ahora está sorprendido. “No te vayas, no me desagradó, quédate aquí.”
Lo toma del brazo para que acate sus órdenes, y la razón por la que Bakugo toma su propia boca ahora es diferente.
Está feliz.
“Dame diez.” y sale de su habitación con Todoroki viéndolo desde atrás, pensó que estaba huyendo por alguna razón, luego recordó que es Katsuski y lo vi entrar al baño de su piso, entonces se calmó.
Esos diez minutos le sirvieron también a Shouto.
¿Era coherente lo que dijo?
Que no le disgustara, que quisiera más cercanía entre ellos, que se sintiera de esa forma sólo cuando Bakugo estaba cerca ¿eran señales de que gustaba de él?
Bakugo hasta ahora fue su amigo, uno muy comprensivo, no sabe sus razones para actuar así, puede deducirlo, sin embargo algo tan ambiguo como los sentimientos no son nada sencillo de tratar.
Podría intentar hacer una investigación para tratar los suyos, pero no puede decidir por Bakugo, él tiene que decirle exactamente lo que siente sus motivos y razones para haberlo besado. Ya que, por más inteligente que Todoroki sea, no es pretencioso como para hablar de las emociones ajenas que él ni siquiera conoce.
Tiene que haber comunicación. Por ambas partes.
Un carraspeo lo hizo voltear hacia la puerta, donde entraba el rubio, colocando seguro.
“Creo que hay que hablar.” un impulso hormonal por parte de Bakugo lo tomó por sorpresa y ahora tiene que hacerse cargo. “Mereces explicaciones sobre... esto.” señaló en ambas direcciones, Shouto solo le asintió.
“Yo también necesito que hablemos.” dijo. Pero después de eso ninguno supo quién debía iniciar ka conversación primero, al momento en que uno pensó en iniciar, el otro le interrumpió sin querer y callaron de nueva cuenta.
Bakugo sonrió. Todoroki sonrojó.
Cada vez era más común ver a Todoroki poner un lindo color carmín en sus mejillas.
“Seré directo” Bakugo ha no lograba contener la emoción de su corazón cada vez que veía al bicolor, no lo podía solo dejar ahí, debía ser considerado con su corazón más que con Todoroki. “me gustas. No la clase de gustar que puedas pensar, sino que estoy enamorado de ti. Quiero ser tu novio.”
Shouto no se sorprendió por la agresividad con la que lo dijo, no iba a esperar una timidez y una pregunta en lugar de una propuesta por parte de Bakugo. De hecho, cree que es mejir así, no necesita alguien flaqueando diciéndole estas cosas, a pesar de que no tiene nada en contra de aquellas personas que les cuesta hablar en público e inciar conversaciones, no es su fascinación tener que lidiar con ellos. Principalmente, porque él no tiene iniciativa social, y si alguien no inicia una conversación él mismo no lo hará, no por timidez, sino por falta de interés.
“Lo entiendo.” a medias es verdad, porque apenas puede seguir todo lo que dijo, pero no por ello no lo entiende. “Dame tiempo para pensarlo, no es mi deseo ilusionarte, pero yo no creo verte solo como un amigo”.
Finalizó con eso, dejando impactado a Bakugo porque en un inicio no pudo contra su cara de hielo, pensando que no tendría oportunidad o que, de ser así, la tendría hasta el próximo cometa, quién sabe.
Todoroki hizo una reverencia por la hospitalidad y por lo educado que fue Bakugo al hacerse cargo y no dejarlo en su habitación mientras él corría, como en aquellos mangas de los que alguna vez le hablaron.
Salió de su cuarto dejando aún más encantado a Bakugo pro su actitud y por su respuesta, sin duda no se lo esperó. Más que nada, porque lo que ocurre en la mente de Todoroki es como un torbellino andante.
Todoroki llegaba a su cuarto pensando en lo que había ocurrido recién con el rubio, esto era nuevo y lo asustaba de cierta forma, pero no retrocedería en lo que dijo, no es esa clase de persona. Esos pensamientos salieron por la ventana abierta, quien con sus delicadas cortinas, le señalaban la caja que su cama cargaba.
“¿Qué es esto?” dijo tomando su celular llamando al número de su profesor inmediatamente.
¿Por qué llamar al profesor? Si era una simple caja de madera.
La respuesta es porque tenía una mano de sangre embarrada en la parte de arriba, a plena vista.
Solo avisó, pero su impulso por abrirla a pesar que le dijeron que no lo hiciera, fue mayor. No tenía candado y extrañamente decía “Shouto Todoroki” aún si nunca en su vida vio esa caja.
Adentro habían fotos suyas y de su familia, fotos de muchos familiares suyos, Rei, Enji, Natsuo, Fuyumi. Una foto de Midoriya. Una foto de Kirishima. Una foto de Bakugo. Pero no había fotos suyas ¿Qué más había? Una bala aplastada, seguro una perdida. Los lentes de Fuyumi.
Esto solo indicaba que era del caso que estaba siguiendo, donde tanto su madre como su hermana fueron asesinadas. Por contrario de lo que pensó, su respiración era estable y sus manos no temblaban, no tenía miedo, no estaba triste, estaba furioso e impresionado. Ahora posee una pista más que lo llevará al final de este caso, no puede permitir que toda su familia sea aniquilada, no en estos momentos.
Aizawa llegó y lo tomó de los brazos para separarlo de la caja, en la escuela muchos profesores son detectives retirados, algunos matemáticos, otros científicos, pero sin duda abundaban más los detectives. Ni tenían porqué dejar en manos de un chico de decada y media su trabajo.
Cuando Aizawa se llevó la caja, Shouto vio algo en la parte de abajo, era sangre igual que por arriba, pero no quería pasar nada por alto y quería observarlo él mismo. Aún así, ya no logró que su profesor soltara la caja y lo dejara ver.
Sus exámenes, le dijo que se ocupe de estudiar adecuadamente para ellos, pero Shouto no podía, era una maldita udea hacer eso, porque no lo conseguiría.
Prometió que arreglaría este caso y eso es lo que va a hacer, como familiar de las víctimas no puede permitir que alguien más se haga cargo de su caso y lo venga a destruir con todo el avance que juntó hasta ahora.
Pero debe enfriar su cabeza.
Llamó a la primera persona que lo preocupa en estos momentos. Natsuo.
La llamada procesó un minuto y cuando alguien contesto, se escuchaba una respiración agitada, como alguien que ha perdida una carrera o un partido de algún deporte. Sediento, mareado, todo eso se escuchaba.
Todoroki profundizó su oído, captando los leves ladridos de un perro a la lejanía, y los coches sonando cerca, suponiendo que estaba en su casa, pues si hubiera sido tomado como rehén o secuestrado, no escucharía nada cerca. Tal vez.
Todo era improbable ahora.
Le advirtió se cuidara, solo para darse cuenta de que estaba algo ebrio y que sus sentidos no lo permitirían, Shouto maldijo cuando colgó el teléfono, tendría que ir a cuidarlo él mismo.
Su siguiente llamada fue a Touya, él se escuchaba perdido, era normal, pues la zona horario es diferente para los dos, mientras acá es de día allá es de noche y cosas así.
Él estaba bien.
La última llamada lo dejó paralizado, pensó, que como las últimas semanas su padre no atendería el teléfono, pero fue diferente, la llamada fue contestada y a través de ella no se escuchaba nada.
Nada.
Casi podría ver la oscuridad al otro lado de la llamada con solo la sensación que percibió con su oído. Eso era todo.
Y entonces golpeó la pared que estaba a su lado. La golpeó veintitantas veces, hasta que sus nudillos comenzaron a sangrar.
“No entiendes” fue lo último que escuchó al otro lado de la línea. Pero no era la voz de su padre, no era una voz conocida. No reconocía el tono inmutable y muerto en tal regaño.
Luego, colgó.
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