Era de mañana y los párpados de Shouto se negaban a ser abiertos a pesar de los intentos, que aunque fueran nulos, éste hacía.

Como todas las mañanas bajaba para tomar el desayuno, su padre estaría en el hospital con su madre para checar su estadía, sus hermanos... Bueno, ellos ya no vivían ahí desde hace un año; entonces al único que tenía era a Izuku, su amigo de infancia y vecino.

“Tres, dos, uno” la cuenta regresiva para que su mejor amigo hiciese aparición para ir juntos de camino a la escuela, y ni un segundo después se escuchó un golpeteo en la puerta principal la cuál era una llamada para que se apurara a salir.“Puntual como siempre Midoriya”

“Buenos días Todoroki-kun” el chico lo recibía con una amplia sonrisa que era inclusive más radiante que el sol mismo. “Supongo que ya estás listo”

Con calma salió de su casa y cerró con seguro.
El transcurso fue tranquilo pero no aburrido por extraño que pareciera.

“Entremos” dijo con naturalidad para calmar los nervios de su amigo. En el salón había toda clase de personas diferentes, la mayoría ya estaba sentado en algún sitio, pero ya no quedaban sitios juntos por lo tanto los amigos se separaban. “Te deseo éxito”

Cada uno se fue a un sitio diferente, apartado el uno del otro. Cuando se encontraba pasando al lado de un rubio el cual lo miró con enfado sin pizca alguna de disimulo, Todoroki supo inmediatamente los que significaba.

Problemas.

La mirada que el chico atrás del asiento de su mejor amigo le regalaba solo podían significar problemas que no quería, era un mal presagio para el comienzo de su preparatoria. Sin embargo, eso no era lo que más le preocupaba; sus nervios fueron revelados cuando el profesor entró al salón, la única cosa que no quería era el pase de lista.
Esa maravilla creada por las instituciones, que, de la mejor manera arruinan tu vida revelando a qué familia perteneces. Un infierno para el pobre Todoroki que solo quería llevar una vida normal en la preparatoria.

La familia Todoroki es mayormente conocida por los grandes logros que cada uno de los integrantes de ésta han marcado, por ejemplo; El padre de Shouto, Enji Todoroki, es uno de los policías más brillantes de Japón resolviendo casos y atrapando a los perpetradores en menos de tres días. Su madre, Rei Todoroki, fue -en su momento- una de las psicólogas mejor reconocidas por la cura de varios pacientes, y aunque ya se haya retirado del oficio, hasta la fecha no hay nadie que supere sus desconocidos pero efectivos tratamientos. Con padres de mente tan brillante como estos, era de esperarse que sus hijos fueran igual e incluso mejor que ellos. El hijo más grande, Touya Todoroki, no es tan conocido pero es un gran detective que actualmente se encuentra viviendo en los Estados Unidos ayudando con una docena de casos.
El segundo hijo Natsuo Todoroki es uno de los mejores cirujanos/médicos que Japón haya tenido, con su gran capacidad de pensamiento rápido y su basto conocimiento acerca de la medicina y el cuerpo humano sabe lo que es mejor para cada situación y sus órdenes son seguidas por miles.
La tercer hija, Fuyumi Todoroki es una de las abogadas más pedidas en esta época, defiende a su cliente con toda la confianza y la evidencia que necesita, a pesar de que un caso sea el más difícil no ha habido caso alguno que haya perdido teniendo un registro totalmente limpio, solo se requiere una condición para que ella te acepte como su cliente; ser el verdadero inocente del caso.
Y por último está Shouto Todoroki quien no es conocido, pues no ha contribuido en ninguna situación a pesar de ser un genio de la época, actualmente se encuentra con escalofríos por el hecho de que probablemente dirán el apellido y todo el salón lo volteé a ver.

El profesor se acomodó en el escritorio y se mantuvo de pie.

“Como ustedes ya sabrán, esta escuela es reconocida por todo el país, donde ayudamos a que las mentes brillantes se desarrollen desde jóvenes” el hombre parecía descuidado de su aspecto, con unos ojos de cansancio y su vestimenta algo simple, a algunos de sus compañeros les dió mala espina, pero no a todos “Mi nombre es Aizawa Shota y seré su profesor a partir de hoy ”

Estaba tan nervioso que casi que lo olvida por completo, la escuela era un lugar en donde había más de una mente brillante y entre sus compañeros debería haber alguien que lo opacara, alguien que llame la atención en su lugar. Y ya sabía quien sería; no tuvo que voltear a ver a la hermosa chica a un costado de su lugar para saber que era definitivamente una integrante de la familia Yaoyorozu, la cual es millonaria y han aportado a la sociedad un centenario de ocasiones.

Para sorpresa de éste el profesor no dió el pase de lista por el que tanto temblaba.

“Bien comencemos la clase de hoy, saquen su libro de Literatura y abra lo en la página diez” comenzó el profesor a dar la clase dejando a medio salón con la duda del nombre de sus compañeros

“Disculpe profesor, no dará el pase de lista” habló una pelirosa mientras alzaba la mano por permiso para hablar, los demás compañeros concordaban con la pregunta de la chica, salvo uno.

“He memorizado sus nombres y rostros, así ahorramos tiempo para la clase. Si fuese el caso que quieren conocerse será hasta que acabe la clase” después de su explicación no hubo más remedio que hacer caso, seguir instrucciones y esperar al termino de la clase.

"Qué afortunado Shouto" pensó el peliverde un tanto incómodo por el compañero de atrás que claramente no dejaba de ver a Shouto.

La clase en sí fue aburrida, la literatura era buena eso no podía negarlo, pero las cosas que el profesor explicaba eran ya conocidas por él, de tarea les habían encargado leer un libro que por si fuera poco ya había leído, 'El gato negro' uno de los primeros libros que leyó y aún recordaba su excelente narración. La razón por la que sabía tanto sobre libros era porque la hermana de su mamá trabajaba en una editorial y por ende conseguía casi cualquier libro que quisiera.

Lo que menos le gustó de la clase fue la penetrante mirada del rubio sentado unos sitios más adelante, no podía ignorar la clase de miradas como la de esta ocasión, se sentía como sed de sangre, que él recuerde no le ha hecho nada malo para que lo mire así.

Después de la clase se acercó sigilosamente al asiento de Midoriya para que salieran a comprar algo de comida, algo como soba o dulces, pero su sorpresa fue lo infestado de personas que se encontraban en ese lugar. No podría pasar desapercibido entonces salió del lugar y le envió un mensaje a su amigo, 'nos vemos en la cafetería, me adelantaré' eso decía el mensaje.

Ya se estaba empezando a hastiar de tanto caminar sin encontrar el camino a la cafetería, había sido Midoriya quien tomó el recorrido de la escuela, pensaba que era aburrido y que no serviría de nada pero vaya error. Solo tenía que encontrar a alguien que sí supiera donde se encontraba la cafetería para llevarlo y ya tenía a su presa.

“Oye, tú ¿Podrías dejar de seguirme?” se volteó con una expresión de fastidio hacía donde el chico se encontraba

“¡Yo no te estoy siguiendo!¿Qué te hace pensar eso cara de mierda?”

“Por favor...” dijo con un tono burlesco pero aburrido al mismo tiempo “he estado escuchando el incesante sonido de tus zapatos golpetear el piso durante todo este tiempo, si no sabes perseguir a alguien no lo hagas, y si no sabes mentir no lo hagas”

“Mira cara de mierda, no te hagas el que lo sabe todo”

“¿De casualidad sabes dónde queda la cafetería?” interrumpió abruptamente el tema que el chico parado frente a él intentaba mantener “Me muero por algo de comer y creo que ya casi se acaba la hora del almuerzo” prosiguió volteando a todos lados con una expresión confusa buscando la cafetería “Vamos usa ese cerebro tuyo para llevarme a la cafeteria”

“Pensé que eras un cerebrito que lo sabía todo, ¿Cómo es que no sabes algo tan simple?”

“¿Quieres decir que eres incluso más tonto que yo como para no saber dónde está la cafetería?” nunca pensó que las reacciones del chico fueran tan entretenidas, debía admitirlo, era divertido molestarlo.

“¿Por quién me tomas? Claro que sé dónde está la cafetería. Te lo mostraré”

Caminaron un rato para llegar hasta donde se encontraba la cafetería, Midoriya estaba ahí esperando a que Todoroki llegara.

“¿Ves? No fue difícil, hubiéramos llegado antes si no fueras tan gruñón” Shouto agarraba velocidad para irse “Nos vemos Katsuki” y sin más que decir se alejó para ir con su amigo

Bakugo seguía pensando y procesando lo que había pasado y después de un tiempo cayó en cuenta de que fue utilizado para llegar a la cafetería; pero lo que no notó -sino hasta que llegó al salón- fue que no recuerda haber intercambiado nombres con Todoroki.

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Bueno, hasta aquí llegó el capítulo, no pienso seguir escribiendo más
Muchas gracias por leer y por dejar sus votos y comentarios en el prólogo.
Solo no se emocionen mucho, la actualización rápida fue porque era el 'estreno del fanfic' realmente no sé cuánto me tardaré en escribir cada capítulo, igual daré lo mejor para sacarlos lo más pronto posible TvT me espera mucho sufrimiento