Hola amada mía, yo espero que estés bien esta noche.
Yo me siento mal cuando no puedo estar a tu lado, tu logras despertar emociones en mí, de la cuales yo creí que ya habían fallecido, y espero que alguna vez tu corazón y el mío puedan llegar a un acuerdo, espero llegar mañana, espero ser parte de tu pasado y futuro, es más hasta de tu presente, cariño mío, aunque yo no sea el tuyo.
Yo sé que jamás me sentiré bien cuando no estas. Cada palabra dulce que es pronunciada por tu boca, me lleva al país de las maravillas, me hacen sentirme en mi hogar, en la dulce comodidad de mi hogar. Espero que algún día puedas esperarme en casa, espero que yo alguna vez, llegue a ser lo mejor de ti.
Te prometo siempre estar allí, en algún lugar de tu ser, para cuidarte, protegerte, ser una parte de ti, de la cual no te quieras separar jamás, yo no quiero apartarme jamás de tu lado, si fuera por mí, yo viviría en ti, solo contigo, me siento completo. Tú significas todo para mí.
Mi dulce linda, espero que algún día sientas lo mismo por ti, ¿Qué no lo notas? Te tengo que gritar a los 4 vientos que te amo ¿es muy pronto? Hoy lo lograre, hoy le diré, asi tenga novio ¿Qué soy para no intentarlo? Tendré que volver a casa como perdedor, la respuesta en cierta forma, me romperá el corazón.
Era una dulce tarde, los pájaros gritaban en sincronía con los latidos de mi suave corazón, que hoy, sus latidos se hacían más débiles con cada intento de poder transportar la estúpida sangre que me mantenía vivo ¿estaba esto sucediendo? Dentro de pocas horas quedaría en friendzone porque yo mismo me estoy metiendo en ella, yo quería intentarlo, pero realmente no tenía caso, debería intentar entrar en su corazón, todos me decían que estaba loco, yo solo quería tenerla a ella.
Ese día, ella estuvo en pruebas todo el día, lastimosamente, ella algún día se iría a la universidad y yo por mi idiotez de joven, perdí prescolar y sin motivo más del no poder hablar, si alguna vez me arrepentí de algo, fue de eso en lo absoluto, de alguna manera, me separaría de ella.
La extrañaría demasiado, no quería pensar yo en eso, no lo necesitaba, solo quería tenerla a ella a mi lado, solo quería disfrutar lo poco que tenía con ella.
Pasaban las horas, poco a poco, mi corazón palpitaba más y más fuerte, él quería estar al lado de ella, él quería estar con ella, él quería desearle un buen día, él quería ser feliz. Tú puedes darme todo lo que yo necesito, yo no puedo llegarte a los talones. Sin ti no podría volver a ser feliz, yo no soy un chico del cual alguien fácilmente pueda hacer reír, tu partida vendría eventualmente.
Pasaron 6 horas, solo faltaba una hora para la salida, tu seguías haciendo pruebas, yo seguía angustiado porque de alguna forma, tu respuesta podría cambiar.
Faltaba media hora, podía sentir como el hueco en mi alma, se hacía más pequeño que antes, realmente estaba feliz por el rechazo que iba a acontecer o ¿mi alma se burlaba que no sería feliz de nuevo? Me arrepiento de todo aquello que yo no te dije nada, nada está bien ahora, yo no estoy bien.
Te mande un mensaje preguntándote si ya había acabado, jamás olvidare cuando me dijiste que sí, jamás olvidare el momento en que te dije que por favor bajaras al coliseo de mi colegio, jamás olvidare el momento en el cual, te pedí que me esperaras en las mesas del patio.
Yo estaba nervioso, podía sentir como deseaba morirme para evitar este momento, hubo in silencio que nos mataba a ambos, en este momento desearía tener la carta que había desechado.
Yo: Linda, nos conocemos hace ya más de un año, hemos vivido risas, llantos, silencios incomodos, hemos compartido sonrisas, miradas, piropos, hemos compartido cada vez que tú y yo nos sentimos ahogados, cada vez que quisimos desistir y dejar todo de lado, simplemente rendirnos y no permitimos pelear. Te digo a ti, que tú eres aquella que me haces pelear por lo que yo deseo y eres aquella que jamás me deja ahogar, jamás me dejas hundirme en el amazonas, tu eres aquella que siempre elimina el martirio de mi alma y devuelve mi respiración a su lugar, tu eres aquella que haces que el sueño sea mi realidad y que la realidad sea un sueño. Por favor linda, no te asuste luego de lo que te voy a decir, no te asustes ¿sí?
Linda: está bien juandi
Ella estaba muy nerviosa, yo lo estaba aún más, podía sentir como nuestros nervios se convertían en personas y nos veían a ambos desde perspectivas diferentes, nos golpeaban y nos hacían sentir cada vez más incomodos, yo estaba temblando, ella igual.
Yo: tú me haces muy feliz, tú eres aquella meta que siempre quiero alcanzar y no tengo que preocuparme porque sea mala para mí, tú eres aquella que me levanta cada vez que me caigo, bueno me levantas luego de reírte de cuando me caí. Tú eres aquella a la que jamás olvidare y a la cual quiero y aprecio mucho, creo que ya estas comenzando a creer a que llegara esto. Tu y yo a diario estamos juntos, desearía estar al lado tuyo de otra forma. Hoy he vuelto a entender, que tú no me ves con los ojos, que yo te veo a ti.
He decidió hoy confesarte lo que siento por ti, linda en cada juego, en cada caricia, en cada cosquilla, en cada abrazo, en cada palabra, yo me he perdido en ti, no hay manera en que yo pueda expresar el amor que siento hacia ti, cada vez que intente perder el miedo a enamorarme, fue un motivo para caer en amor por usted, cada cosa, cada pequeña cosa que tu hiciste por mí, fueron aquellas que me llevaron a quererla a usted, yo sé que a ti te gusta alguien más, yo sé que tú quieres a alguien más y tienes novio, yo sé que tu estas feliz con él y yo sé que tu no sientes nada por mí, solo quería preguntarte, ¿me dejas ser aquel que te haga feliz?
Linda: ¿En qué sentido juan?
Yo: en el sentido que ahora lo estas imaginando
Linda: juandi...
Yo: Espera linda, ¿Se yo la respuesta?
Linda: si juandi
Yo: está bien, ya lo suponía.
Linda: juan no te sientas mal, yo a ti te quiero mucho, pero enserio no pensé que me querrías de esta manera, ¿Cómo sabias aquello? Mientras inventas alguna escusa en tu mente, te respondo, juandi tu eres alguien genial, algún día tendrás tu Julieta, alguien que te aprecie y te valore como debe, tu eres parte de mí, parte como amigo, eres una gran persona, siempre has estado allí para mí, de manera incorruptible. Pero sabes que eres mi amigo y no quiero que te sientas mal Juan, tú sabes que yo siempre intentaré estar lado tuyo. En serio no quiero que estés triste ni nada, tú eres una gran persona.
Yo: No me siento mal, tranquila, estoy feliz porque al menos lo intente, me siento feliz conmigo mismo, yupi.
Linda: sé que no estás bien
Yo: cualquiera no está feliz con un rechazo, pero está bien, yo estoy feliz, yo me siento muy bien porque sé que tengo una gran amiga con la que siempre puedo contar, puedo estar contigo igualmente como amigo y eso está bien porque ambos somos felices, ambos nos divertimos los unos a los otros, ambos somos humanos y ambos nos damos cariño, tu eres realmente fantástica, enmascaraste la cruda verdad en una simples y suaves palabras y todo para no hacerme sentir mal, eres realmente asombrosa
Linda: ¿eso es sarcasmo?
Yo: sabes que yo no soy sarcástico, aparte que no entiendo el sarcasmo, no me gusta usarlo para ninguna situación aparente del lugar.
Linda: entonces ¿estás bien?
Yo: si claro, estoy bien, no te preocupes
Linda: está bien, ¿quieres ir al coliseo?
Yo: si claro, me encantaría.
Fuimos al coliseo, él no estaba tan repleto de personas como yo esperaba, faltaban pocos minutos para que tuviéramos que regresar a casa, pero a mi dulce amada, se le rompió el bolso y le estaba ayudando a repararlo, enserio, ambos éramos torpes y dañinos, ambos, teníamos mala suerte.
Nos quedamos charlando un rato más, realmente esta ciudad es chica, una compañera de mi curso nos tomó una foto a ella y a mí. Enserio agradezco que lo haya hecho, le tomo una foto al mejor momento de mi existencia.
Luego de terminar, recordé que me monte a la buseta, me subí y no logre sentarme con ella, ese día en específico, tenía planeado darle un chocolate, pero no podía pararme de mi asiento porque la instructora del bus, me regañaría, pensé y pensé, pasaban los minutos y el silencio entre el camino, ella y yo, crecía con el tiempo, revise en mi bolso, traía un cuaderno, mi cuaderno favorito, ese cuaderno yo lo amaba con el alma y tenía pensado, entregárselo a ella. Cogí el chocolate que me correspondía a mí, luego cogí el sticker y pegue la otra chocolatina en una página de mi cuaderno. Luego cerré el cuaderno y le pedí a la señorita de la buseta, que le entregara mi cuaderno a ella. Lo que me halle en él fue una gran sorpresa. En el cuaderno, justo donde iba el chocolate, se nota como fue arrancado con cautela el chocolate para dejar la página intacta, pero traía una frase, una de la cual no olvidare, "gracias juandi pape"