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03


Una mueca de completo disgusto adornaba el pálido rostro del rubio desde que había entrado al salón de clases. Se mantenía junto a la beta que tenía por maestra sin prestar la mínima atención a lo que está decía, demasiado insípida para hablará y siquiera parecía ser agradable o esforzarse en serlo.

Rostros desconocidos se encontraban en aquel salón, todos cuchicheando sobre el nuevo alumno en voz baja. Pero ¿quién no lo haría? estaban a mitad del año escolar y alguien nuevo se integraba repentinamente, cosa importante que había olvidado a la hora de entrar en el internado. Sería un desastre integrarse con los demás.

— Señor Min ¿Está escuchándome? — preguntó algo irritada la beta al verse ignorada en todo lo que decía cuando lo intentaba presentar.

YoonGi volvió a la realidad, carraspeando un poco su garganta y prestando atención.

— Decía que se presentará a sus compañeros de clases. Vamos, hágalo rápido. No tenemos todo el día. — apresuró la maestra con algo de fastidio, a lo lejos se notaba que era una bruja sin paciencia.

— Uhg.. Soy Min YoonGi,no quiero hacer amigos, ni tener nada que ver con esta materia pero tristemente aquí estoy. — habló con mala cara y rodó los ojos. Se notaba que estaba irritado y enojado. ¿Y cómo no estarlo? aquel salón estaba lleno de omegas creídos y bien portados, no había necesidad de hablarles o conocerlos para saberlo. Sus caras de arrogancia se notaba a kilómetros. Para nada el estilo del chico, quien se encontraba caminando hasta los últimos asientos buscando un lugar libre. Yoongi no era fan de lo norma-típico que caracterizaba según a los omegas, de hecho, lo odiaba. Odia ser omega.

Todos al pasar lo miraban como un bicho raro, poniendo sus costosas mochilas en los asientos a su lado para no sentarse con el rubio. No es que él quisiera tampoco sentarse con ellos realmente, y no le sorprendía la actitud infantil que estaba demostrando. En su antigua escuela al menos lo respetaban, aquí será distinto y lo veía venir, pero ¿qué más daba? entre menos se relaciona, mejor sería. Bueno, eso pensaba el omega.

En los últimos puestos había un lugar junto a un chico, el cual estaba leyendo un libro sin prestar realmente atención a la presentación del nuevo. YoonGi decidió sentarse a su lado, no parecía que molestaría.

Un olor a Tulipanes y caramelo, una extraña pero dulce combinación. Sin llegar a empalagar tanto como los demás olores cítricos y asquerosamente dulces que estaban en aquel salón. Facciones rudas pero delicadas adornaban el rostro de aquel chico demasiado alto para ser omega, junto a un nada llamativo color negro que adornaba su cabeza jusnto a unos lentes en su rostro que lo hacia ver mas intelectual. Si lo veías a simple vista realmente no parecía un omega, ni mucho menos que debía estar en esta clase.

En silencio la clase prosiguió y el rubio no se tomaba ni la molestia de prestar atención u siquiera escribir. Solo esperaba irritado que la hora pasara para ir a buscar a su mejor amigo y contarle la sarranta de estupideces que decía la mujer que daba clases. Quería salir de allí rápido, o al menos escuchar música.

— Bueno chicos, pueden irse. Recuerden estudiar, la próxima clase tendrán examen sobre los diferentes artículos de limpieza y sus funciones. — toda la clase se quejó ante aquello mientras se retiraba. Realmente era una mierda de materia.

YoonGi bufo. ¿Cómo se suponía que haría el examen si ni siquiera había prestado atención a la clase? Realmente no se consideraba mal estudiante, pero ¿en verdad este tipo de materia? en verdad lo odiaba.

— Senor Kim y señor Min. Esperen un segundo. — pidió la beta antes de que aquello dos se retiraran. Yoongi al notar que era el chico que se sentaba a su lado se acercó junto a él a la profesora.— Kim, si no es molestia me gustaría que ayudará a Min dándole los apuntes de las últimas semanas. Debe integrarse lo antes posible y no dudo en que usted es el indicado para ayudarlo, no por nada es mi estudiante más aplicado. — hablo para el más alto, quien aceptó sin quejarse. Simplemente asintió.

El rubio bufo por ello por lo bajo, tareas. Lo que más odiaría de toda la estancia en aquel lugar, al menos de las materias que serían para omegas.

Al salir del aula ambos se miraron sin saber qué decir.

— Uhg... Yo, bueno.. Aquí está mi cuaderno, devuélvelo cuando termines — habló por primera vez el de hebras azabaches con lentes. — Soy Kim Namjoon, por cierto.

El rubio agarró el cuaderno y lo guardó en su bolso con rapidez. Lo revisaría en el dormitorio o la biblioteca, lo que venga primero.

— Min Yoongi.

Y aquella fue la única conversación que establecieron, retirándose con una breve despedida de cabezas. Efectivamente, serían grandes amigos. Así le gustaban las relaciones escolares, no hablar, puntual. Jungkook era la excepción porque era su vecino. Era obvio que aquel omega moreno era, entre lo que se podía distinguir, tímido, pero estaba bien, así no sería necesario presionarle las tareas, simplemente sabía que aceptaría sin más como ahora darselas. Lo presentía.

— ¡YoonGi Hyung! — un fuerte llamado se escuchó por todo el pasillo, asustando un poco al rubio quien caminaba perdido sin saber a dónde ir realmente.

— Por favor, Kook ¡No grites en los pasillos así mi nombre! — exclamó algo avergonzado igualmente, dándole una mala mirada a los curiosos que voltearon a ver.

— Ya, no exagere. — rio el menor al estar ya al lado del mayor. — ¿Qué clase le toca? Vea si nos toca juntos ¡tengo que contarle algo! — hablo emocionado mientras jalaba el brazo a su amigo llevándolo por el pasillo.

El pálido sacó de su bolsillo el papel doblado en donde tenía su horario, observando detenidamente qué clase le tocaba ahora y que salón sería. Era algo confuso pero no tardó en responder.

— Lengua y literatura, aula C-13 ¿Y a ti?

— ¡También! — exclamó con emoción el menor. — Muy bien, vamos. No queremos llegar tarde ¿o sí? — miraba todos las aulas a su alrededor buscando la que se había mencionado, en verdad deseaba ir a esa clase. Bueno, tenía sus propias razones para.

— Uhg, sabes que detesto literatura. — reprocho en pálido con disgusto. Aunque la realidad es que no le gustaba leer historias antiguas aburridas, prefería otros tipos de géneros literarios.

— Hyung... Usted detesta todas las materias que dan en general.

— Ah, bueno sí...

Ambos se miraron y rieron distraídamente. Solo ellos entienden su humor rancio.

Unos minutos pasaron caminando, buscando el aula. Estaban tan distraídos que cuando el rubio se dio cuenta que tenía alguien frente a él ya era tarde, había chocado fuertemente contra alguien y había caído al suelo por la fuerza que el otro parecía tener. Era como haber chocado contra una pared, pensó.

— Cuidado por donde caminas, omega. — la voz sonó molesta, era obvio que lo culpaba por lo sucedido.

Yoongi se levantó con ayuda de su amigo y gruño hacia el alfa que lo había hecho caer, sintiendo como su aroma se volvía agrio por el enojo que sentía. Estúpido alfa, pensó. Todos eran iguales a su parecer, cavernícolas.

— Tú ve por donde caminas, estúpido alfa — replico sin miedo alguno el omega, todo sin dejar de mirarlo fijamente en reto. No se sentía intimidado de ninguna manera, más bien muy enojado.

Jeon atrajo a su mejor amigo a sí mismo, algo cohibido con la actitud que estaban tomando aquellos dos. Odiaba cuando Yoongi era tan agresivo en situaciones como esas. Estaban llamando mucho la atención, justo lo que, de hecho, no deberían hacer.

— ¿Te crees rudo, eh? Deberían enseñarte modales, omega. Conoce tu lugar — espetó el alfa con molestia. ¿Quién se creía ese omega para hablarle así? Mucho más para plantarle así cara.

— Y a ti respeto, imbécil. Fuiste tú el que me chocó.

Ambos se retaban con la mirada, molestos el uno con el otro, ninguno iba a dejarlo pasar. Todos los presentes miraban perplejos la escena. El chico nuevo, un omega por cierto, estaba retando al alfa más temido y codiciado de todo el internado. Uno al que nadie le plantaba frente por las consecuencias que podrían tener.

El omega dio un paso al frente, no dejándose intimidar por él ni por quienes observaban. Jamás dejaría que alguien así pasase sobre él.

— Eres algo idiota o-...

Y cuando el alfa se disponía a responder de la misma manera altanera y relativa, el rubio fue salvado por la campana, o al menos, eso pensaron los espectadores de la escena. En ese momento, el estridente ruido haciendo que muchos salieran al pasillo y otros regresaran a sus salones.

— Vamos YoonGi, llegaremos tarde. — apresuró Jeon sin mirar al alfa frente a su mejor amigo. Jungkook quien sí se encontraba intimidado.

YoonGi asintió sin bajarle la mirada al contrario, solo hasta que se perdió de su campo de visión y le hizo un gesto de disgusto total. Y solo al caminar junto a Jungkook y escucharlo hablar fue que se destenso y rodó los ojos.

Cuánto odiaba ese internado.



[...]


— ¿¡Estar loco o qué mierdas te pasa, Yoon?! — susurro totalmente molesto, o bueno, intento de molesto, un jungkook en medio de la clase.

Ambos se encontraban en el salón que les corresponde, y desde que habían llegado Jungkook no había dejado de reclamarle al rubio sobre lo que pasó en los pasillos. ¿Y cómo no hacerlo? Acababa de cavar su propia tumba al enfrentar de esa manera a aquel alfa. ¡Odiaba ese tipo de confrontaciones! bueno, al menos si eran de tipos que se notaban que eran influyentes.

Y lo peor de todo es que estaban en la misma clase que ese alfa. Todo un dilema.

— Ya cállate Jungkook, es culpa de ese imbécil — murmuro de vuelta recostado en su lugar. Le daba ya igual a este punto.

El menor reclamando y él que tenía ya sueño. El profesor que les había tocado, que justo era el alfa que les recibió al llegar al internado, era tan suave pero aburrida que le hacía querer dormir.

— ¿Puedes dejar de intentar dormir y prestar atención por un momento? — reclamó el menor con irritación, pues el asunto no era de poca cosa.

— ¿Y usted, señorito Jeon, puede hacer silencio y atender a la clase? — una voz conocida de escucho y Jungkook no pudo evitar sonrojarse por completo, bajando la cabeza en respuesta y asintiendo mientras jugaba con sus manos. Traguelo tierra.

Todo el aula se rió ante aquello, hablando por lo bajo sobre los extraños chicos nuevos. Para que el profesor Seokjin lo reprenda así, realmente estaba hablando bastante alto.

Bien, Jungkook, ya diste una mala impresión, eres un tonto... pensó el omega de hebras castañas mientras intentaba no mirar a nadie y solo su libreta.

Por otro lado, un chico de hebras azabaches y otros de hebras grisáceas observaban disimuladamente desde sus lugares a aquel par de omegas extraños. 

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