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Capítulo 20

Megan

Al despertar los rayos del sol se asomaban por la ventana. Eran las seis de la mañana, no recordaba haber despertado tan temprano desde que terminé la preparatoria. Pero todo tenía su razón de ser, luego de rogarle a Emily por horas ella finalmente  había aceptado ayudarme (aunque no muy convencida). El plan era el siguiente: me despertaría mucho antes del horario usual para así poder escapar sin que Scott se percatara de ello. El único problema sería el guardia de la entrada, éste siempre se encontraba vigilando, y en caso de que necesitarás salir siempre exigía que le mostraras la autorización firmada por el jefe del campamento o por su hijo. Como el muy maldito de Scott no me autorizó, tendría que ingeniarmelas para salir de otra manera. Estúpido, siempre tenía que complicarlo todo. Es aquí que necesitaría la ayuda de Emily. Acordamos que ella distraería al guardia, de esa forma yo podría salir sin problema alguno y encontrarme con Dylan quien me estaría esperando en su auto enfrente del campamento. Para cuando Scott lo notará, ya me encontraría lejos.
Me levanté y cambié lo más rápido que pude. Pensé en usar un vestido pero luego de meditarlo me di cuenta de que no sería conveniente para montar; por lo que terminé usando una camisa blanca, pantalones de corderoy color hueso y mis botas negras. Cepillé mi cabello y lo até en un listón. Luego desperté a Emily y salimos de la habitación. Al llegar a la entrada Emily, quien se encontraba en pijamas, le dijo al guardia que no se sentía bien y fingió desmayarse. El guardia, alarmado, se marchó en busca del muchacho de primeros auxilios. Fue ahí cuando Emily me hizo la seña para que saliera. Yo me encontraba oculta detrás de un poste. Le agradecí y sin tiempo que perder salí del campamento. El camino hasta su casa fue raro, ni siquiera me habló a excepción de cuando se puso a fumar marihuana y me ofreció un poco. No acepté por supuesto, era algo que detestaba. Esto me decepcionó un poco, así no era como había imaginado al chico de mis sueños, pero luego llegué a la conclusión de que lo perfecto no existía. Luego de media hora de viaje, llegamos a su casa. Dylan estacionó el auto el la entrada y me invitó a entrar. Era una casa pequeña pero confortable. Todo lucía limpio, los muebles eran de buen gusto y las paredes del comedor estaban pintadas de color amarillo claro. En ellas había recuadros colgados. En uno de ellos se podía ver a una pareja de aproximadamente cuarenta años junto con una niña pequeña y a Dylan. Debía ser su familia. Lo extraño era que no se sentía ruidos en la casa, sólo abundaba el silencio. Al parecer no se encontraban aquí. Me preguntaba que había sucedido con Emily, y si Scott ya había notado mi ausencia. La voz de Dylan me sacudió de mis pensamientos.

—¿Quieres pasar a mi habitación? —dijo tomando mi mano.

Su pregunta me tomó por sorpresa. Pensé que me enseñaria a montar, no que me enseñaria su habitación. En las películas había visto esto. Cuando un muchacho te llevaba a su habitación era porque sus intenciones eran otras. Me gusta Dylan pero no soy de esas chicas que se acuestan ante la primera ocasión que se les presenta. No sabía como decirle que no sin sonar descortés.

—A decir verdad, me encantaría ir a cabalgar, ¡estoy ansiosa por aprender! —dije simulando una sonrisa.

Me pareció ver en él una mueca de disgusto pero luego me dirigió una sonrisa y dijo que no había problema. Nos dirigimos al establo. Este no era tan grande pero si lo suficiente para albergar a los cuatro caballos que se encontraban allí. Eran hermosos, Dylan tomó uno de cabello castaño. Su mirada era profunda y gentil. Tomó la montura y lo ensilló en silencio, luego la cabezada y tiró de las riendas para sacarlo del establo. Me acerqué y acaricié su cuello de manera afectiva pero el caballo relinchó y movió sus patas con brusquedad, provocando que me cayera al pasto. El pobre estaba asustado. No me agradó la reacción de Dylan. Éste inmediatamente lo azotó con fuerza. Se qué lo hizo para que se calmara pero podría haberlo tratado mejor. Montó en él diciendo que sería mejor si él llevaba las riendas y estiró una mano para ayudarme a subir. Cabalgamos un rato, hasta que no pude soportar más la manera en se trataba a su caballo cuando se desviaba del camino. Lo trataba como mero medio de transporte, no como un animal con sentimientos. Esto me frustraba, por lo que le dije que estaba cansada, que había sido suficiente por hoy y que necesitaba descansar.

Me indicó que entrará a la casa mientras él metía al caballo en el establo. Entré y me senté en un sillón que se encontraba en el comedor. Estaba comenzando a pensar que había sido un error el haber venido con él. Actuaba como un cretino, incluso más que Scott aunque me cueste admitirlo. En ese momento Dylan entró y se sentó a mi lado. Luego apoyo su mano en mi pierna y comenzó a besarme. Lo aparté de mí con un fuerte empujón e intenté levantarme, decidida a marcharme pero el me retuvo y me recostó en el sofá y luego se subió encima de mí. Se sacó la sudadera y comenzó a besar mi cuello. Intenté escapar de su agarre pero su fuerte brazo me lo impedía. Dylan estaba abusando de mí y no podía hacer nada. La impotencia que sentía era terrible, intenté moverme, patear, incluso morderlo, pero se encargó de manterme inmóvil. Comencé a llorar al darme cuenta que desabotoba mi camisa, pero parecía no importarle.

Emily

Cuando el paramédico llegó, me levanté del suelo y dije que me sentía mucho mejor. Éste insistió en que si era necesario que me tomará el día libre, pero le dije que no era el caso. Luego me dirigí a mi cuartoy tomé una ducha. Me encontraba tomando la taza de café habitual cuando Scott irrumpió furioso en la habitación. Preguntó por Megan, dijo que estaba retrasada veinte minutos. Entre tartamudeos le dije que estaba tomando un baño, que se había quedado dormida pero que enseguida bajaba. Pero él al parecer no creyó nada de lo que dije ya que abrió la puerta del baño y luego de verificar su sospecha me exigió en tono acusador que le dijera donde se encontraba mi amiga. No tuve más remedio que contarle todo, él maldijo en voz baja y salió apresurado de la habitación. Lo seguí preguntándole a donde se dirigía y me contestó molesto que iría a buscarla. Le dije que iría con él y nos encaminamos hacia la entrada. Ahí nos encontramos con Caleb quien cargaba una caja con instrumentos en sus brazos. Él quiso acompañarnos, por lo que partimos los tres en la camioneta del padre de Scott. Lucía más molesto que de costumbre, no nos dirigió la palabra en todo el camino y por su manera de coducir parecía ansioso por llegar. En dos ocasiones pasó el semáforo en rojo. Caleb pareció notarlo pero decidió no decirle nada. Debía tener sus razones, al fin de cuentas él lo conocía mejor que yo. Al llegar, él y yo nos bajamos de la camioneta. Caleb dijo que se quedaría dentro.Cuando nos aproximamos a la puerta sentimos que alguien gritaba pidiendo ayuda. Era la voz de Megan. Scott abrió la puerta de un sólo golpe. Al entrar contemplamos una escena que nos detuvo en seco. Había ropa arrojada en el suelo. Miré hacia arriba, Megan tenía el rostro colorado y lágrimas salían de sus ojos. Sólo su ropa interior cubría su cuerpo y Dylan se encontraba encima de ella besando su ombligo. Al darse cuenta de nuestra presencia immediatamente soltó a Megan y comenzó a colocarse el pantalón. Megan avergonzada tomó su ropa y se acercó corriendo hacia mí. Miré a Scott, la expresión en su rostro era difícil de leer pero podía distinguir furia en sus ojos celestes. Sentía tanta rabia, cómo fue capaz de hacerle eso a mi amiga. Tenía ganas de gritarle incluso golpearlo pero eso no serviría de nada, abracé a Megan. Su cuerpo temblaba y no paraba de llorar. Le dije a Scott que nos fueramos pero éste ignoró mis palabras y se encaminó hacia Dylan y comenzó a golpearlo. Parecía que su ira nunca se iría, le había hecho sangrar su cara y pegado patadas haciéndolo retorcer de dolor. Caleb debió notar que algo andaba mal porque entró y al percatarse que su amigo estaba desatado, lo detuvo.

—Scott, ya sueltalo, lo vas a matar. —dijo Caleb sujetando a su amigo por los brazos.

—No te vuelvas a acercar a ella o juro que te mato, imbécil —le amenazó Scott a Dylan apuntandolo con el dedo.

Luego de eso, nos subimos a la camioneta. Caleb tomó el volante, no dejaría que Scott conduciera en ese estado. Yo me senté en el asiento de atrás con Megan. Le pregunté lo que había estado rondando en mi cabeza por un rato y me tenía nerviosa: si Dylan había logrado abusar de ella. Su respuesta me devolvió el alma al cuerpo, respondió que no, pero que si hubiésemos llegado unos minutos más tarde él habría cumplido con su cometido. Luego volvió a soltar el llanto y apoyó su cabeza en mi hombro sin dejar de repetir que era una estúpida, que todo había sido su culpa. Me sentía mal por ella, no sabía que hacer para aliviar su pena. Luego su teléfono sonó, yo respondí por ella. Era el doctor que atendía a su hermana. Según lo que me contó ella había tenido una recaída en la mañana y habían intentado hacer todo lo posible para salvarla pero un paro cardíaco había terminado con su vida. Comencé a llorar, ¿cómo se lo contaría a Megan? Esto era demasiado para ella.

—¿Qué sucede, Emily?,¿Quien era? —preguntó Caleb quien me observaba por el retrovisor.

—Por favor, llevanos al hospital Central. —dije entre sollozos.

—¿Por qué le estás pidiendo que nos lleve allí? —preguntó Megan confundida, luego hizo una pausa y añadió — ¿Es mi hermana verdad? ¿Se trata de ella? Habla Emily, por favor ¡responde!—me exigió con lagrimas en sus ojos.

—Tu hermana tuvo una recaída, hicieron todo lo posible pero... —no pude terminar la frase. —Lo siento mucho Megan. Si pudiera hacer algo para cambiarlo juro que lo haría.

—Deja de mentirme,Emily. Esto no es gracioso, ¿Por qué me haces esto? Dime que no es verdad, dimelo —gritó Megan golpeando mi pecho.

—No puedo, Megan. Perdón —dije abrazondola. Me entristecía no poder responderle lo que ella quería escuchar.

No se sintió más que la respiración entrecortada de Megan que hacía esfuerzos para no llorar. Ella estaba rígida en el asiento, con el rostro oculto entre sus manos. Scott y Caleb permanecieron callados todo el camino, sin saber que decir hasta que llegamos al hospital.

Al llegar Megan se bajó corriendo y se dirigió a la habitación de su hermana. Pidió verla antes que se la llevarán. Me quedé junto a ella, no podía dejarla sola. Al ver a su hermana,
dos silenciosas lágrimas cayeron de sus ojos revelando una profunda agonía. Se acercó a la cama y besó su mejilla. Luego comenzó a gritar y aporrear la
cama con los puños.《 Sólo tenía catorce años》repetía una y otra vez. Nunca había visto a Megan así. Cuando por fin fue capaz de calmarse se sentó acurrucada con un temblor en los hombros.

Caleb entró y me abrazó calidamente. Eso me reconfortó. Luego sugirió que sería mejor si Megan regresaba al campamento así tendría tiempo de tomar un baño y descansar un poco antes del entierro. También creí que era lo más conveniente.
En el camino, Megan se quedó dormida. Scott se ofreció a llevarla a su cuarto, no queríamos despertarla. El día había sido devastador para ella y necesitaba descansar.

Al acostarme recordé a Alice y cómo me había sentido con su pérdida. Era un dolor difícil de describir. Ahora Megan lo estaba experimentando y saberlo me partía el alma. Ella se había convertido en mi mejor amiga y lo que menos quería era verla sufrir...

N/A
Hola a todos! 👐 ¿Cómo están? Espero que super bien. 😆¿Qué les pareció el capítulo? Espero que lo hayan disfrutado a pesar de haber sido un poco triste😭.Los invito a votar y/o comentar. Saben que su opinión es muy importante para mí. Si desean algo no duden en pedirlo. Los quiere. 😘💞
Indescifrable_7

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