Pareja:Jung hoseok x Tamara.

género - obscenidad, pelusa.

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—¿Quieres que te enseñe a masturbarte?.—Pregunto un Hoseok en la oficina de su amiga y compañera de trabajo Tamara, está dejo las hojas y lo miro raro.

—Hoseok estás loco, estamos en la empresa.—Le reprochó su compañera pero la idea no estaba tan mal, ya que él la podía desestresar de algunos trabajos que tenía.

—Por favor, Tamara esto te ayudará a estar menos agotada.—Le explico el.

—¿En qué me ayudara…?.—Preguntas, dando un paso hacia él. —Se supone que los mejores amigos se ayudan mutuamente… y te estoy pidiendo ayuda… ¿realmente vas a negarme tu experiencia?.—Le dijiste. Cuando le dijiste a Hoseok que nunca antes te habías masturbado, él estaba... sorprendido por decir lo menos.

—¿Cómo es posible que alguien con una mente tan sucia como tú nunca se haya masturbado antes? Y si ni siquiera pudiste hacer el paso uno, obviamente no pudiste hacer el paso dos, que fue una mierda.—Explico. Él podría arriesgarse, ayudarte a terminar y volver a la normalidad... pero, ¿sería eso posible si te ayudara a "acariciar" tus partes femeninas?. Con muy poca consideración, Hoseok suspiró:—Bien, pero vamos a necesitar algo para que empieces...—¿Qué te excita?.—Pregunto de la nada, lo observaste sorprendida.

—Tú.—Dijiste en susurros.

—¿Qué?.—Pregunto el sin entender.

—Pornografía.—Te corregiste rápidamente. Hoseok asintió y agarró su computadora portátil del sofá.—Sientate.—Dice, y te acomodas a su lado ambos están cómodos. Abre su computadora portátil y abre un sitio porno aleatorio.—¿Alguna recomendación?.—Pregunta, desplazándose por el sitio y luego girando el suyo hacia ti.

—Escoge cualquiera.—Dijiste observando la pantalla, Tararea y se desplaza durante unos segundos más, antes de hacer clic en un video.

—Aquí.—Se levanta de la cama y señala hacia la mitad superior de la cama.—Puedes acostarte en el sofa y mantendré mi distancia. Te guiaré desde mi escritorio, ¿de acuerdo?.—Dijo y se sentó en su silla, te acomodaste en el sofá sacándote tus zapatillas, suspiraste. Asientes con la cabeza y saltas sobre su sofa, quitándote rápidamente las mallas, junto con la ropa interior. Hoseok camina hacia su escritorio y toma asiento. Cuando sus ojos caen sobre tu mitad inferior expuesta, su respiración se entrecorta y podría haber jurado que sintió que su polla se contraía en su sudor.

—Cuando estés lista nena.—Te dijo su apodo cuando estaban solos o con la mayoría de los chicos. Exhalas y te inclinas hacia la computadora portátil, Hoseok hace clic en reproducir y luego regresas a tu posición anterior. Unos minutos después del video, todavía no habías hecho nada, y Hoseok se dio cuenta por la forma en que mantuviste los muslos cerrados. Claramente, algo andaba mal, así que se levantó de su asiento y se dirigió hacia ti, se tumbó a tu lado y colocó su brazo sobre tus hombros. Haciéndote sentar y que lo miraras.

—¿Qué pasa, nena?.—Pregunta en voz baja, mirándote.

—Estoy asustada..—Dijiste en susurros.

—¿Asustada de qué?.—Volvio a preguntar.Suspiras y luego lo miras,—¿Qué pasa si duele?.—Preguntaste, Sacudió la cabeza, —Claro que te va a doler T/N, es la primera vez que haces esto.— Dice suavemente, acariciando tu cabello. Hoseok agarra su mano y la coloca sobre su pelvis, moviendo lentamente su mano entre sus piernas. Él usa su mano para abrir tus piernas, antes de colocar su palma sobre tu mano. No había duda de que el video te excitó, porque tus dedos ya habían recogido tu mancha, parte también en las puntas de los dedos de Hoseok, haciéndolo sonreír.—Pareces más que listo... ¿por qué no te estimulas primero?.—Mueve la yema de tu dedo medio sobre tu clítoris, antes de moverlo con movimientos circulares.

Hoseok suelta tu mano para que puedas continuar los movimientos por tu cuenta.—Si puedes manejar eso, entonces puedes manejar el siguiente paso.—Susurra, Suaves gemidos escapan de tus labios mientras intentas mantener su ritmo anterior, eventualmente yendo más rápido.

—Qué buena chica...—Susurro Hoseok viéndote Él inclina la cabeza hacia un lado y observa cómo te das placer, tentado a apartar la mano de tu cuerpo y hacerlo él mismo.—Cuando te sientas lo suficientemente cómodo, puedes aumentar el pa...—No pudo seguir su conversación por qué su nombre saliendo de tus labios lo detuvo observandote.

—Hobi...—gimes, haciéndole olvidar lo que iba a decir. Su nombre saliendo de tus labios de tal manera lo hizo moverse a tu lado, tratando de contener la furiosa erección bajo sus sudores. Se aclara la garganta y continúa hablando.—¿Por qué no empezamos a usar tus dedos ahora, hm?.—Antes de que Hoseok pudiera darte más instrucciones, ya estabas un paso por delante de él, tus dedos empujando tu entrada. .respiras antes de hundir lentamente tu dedo medio adentro, cambiando de posición mientras pequeños gritos salen de tu boca.

Hoseok fue rápido para calmarte, acercando tu cuerpo al suyo y acariciando suavemente tu brazo mientras susurraba dulces alabanzas y te callaba._Shhh, solo relájate... lo has estado haciendo tan bien, sería un fastidio dejar que todo se desperdicie.—Decia mientras el se colocaba detrás tuyo. Tu espalda con su pecho.

—Pero Hoseok, me duele…—Gimoteas, a punto de sacarte los dedos pero él no te deja. En cambio, coloca su mano sobre la tuya, sus dedos entre los tuyos mientras usa su mano para empujar tus dedos dentro y fuera de ti. Jadeas y te retuerces bajo su control, apretando sus dedos.

—Solo vas a empeorar esto para ti si sigues moviéndote.—Te advirtió. Él coloca su mano en tu cadera, manteniéndote quieto y tu labio inferior queda atrapado entre tus dientes mientras tratas de reprimir tus gemidos.—No te contengas. En la empresa no hay nadie ahora a si que relájate y grita todo lo que quieras.—Tu boca se queda boquiabierta al escuchar sus palabras, la vergüenza subiendo a tus mejillas, y no pudiste hacer nada porque tenía razón. Estabas en los brazos de tu mejor amigo, era como un hermano ya que crecieron juntos, su mano guiando la tuya, ayudándote a bajar, y él estaba haciendo un gran trabajo con ella. Te las arreglaste para calmarte un poco, acostumbrándote lentamente a la sensación incómoda, relajándote en el abrazo de Hoseok. Quedos gemidos salieron de tus labios y pronto te diste cuenta de que un dedo no iba a hacer el trabajo por ti.

—H-hoseok, quiero más.—Exhalas, levantando los ojos hacia él, viendo su mandíbula apretada mientras te miraba con una ceja levantada.

—Hm, ¿crees que puedes tomar otro dedo?.—Pregunta, empujando tu dedo dentro y fuera de ti más rápido, dejándote sin espacio para responder.—No creo que puedas... ya estás cerca de correrte solo en tu dedo.

—Hoseok, por favor…—Gimoteas, agarrando el dobladillo de su camisa mientras tus paredes se cierran sobre tu dedo.—¿Por qué duele?.—Preguntaste desesperada.

—No es dolor lo que estás sintiendo... solo significa que estás cerca.—Te tranquiliza, depositando pequeños besos en tu frente. Tenía más que razón, porque unos segundos después, tu orgasmo te inundó como una ola, sacando todo tu cuerpo mientras gritabas su nombre, cubriendo tus dedos con tu orgasmo, parte de él. Quitó su mano de la tuya y suspiró satisfecho, mirando tu forma exhausta y sonriendo, inclinándose para darte un beso en la mejilla.

—Lo hiciste muy bien por mí, princesa, tal vez la próxima vez agreguemos otro dedo, o tal vez incluso mi polla. ¿Qué dices?.

1278 palabras.