No sabía qué lo había despertado, si la alarma con el tono de "i got a boy" de Girls generation o sus hermanas corriendo de un lado a otro por toda la casa.

— ¡Date prisa SeHunnie! — su hermana GoEun abrió la puerta de su habitación y le tronó los dedos.

—Pero aún tengo sueño— respondió formando un puchero.

Su hermana sonrió suavemente, entró y le dio un beso en la frente.

—Si no vas a la universidad no podrás ver a tu novio.

Aquello hizo que SeHun se levantara, entrara a su baño, se duchara y vistiera a la velocidad de la luz. Si bien aquello no debería ser su única razón para ir a la universidad, sí era un incentivo que lo motivaba. Sus hermanas le esperaban en la sala.

—DaSom, HyeRi, ChaeJin, GoEun ¡Vámonos! — las mayores rieron, pero se levantaron para llevar a su hermanito a la universidad y de ahí ellas irían a sus respectivos trabajos.

Mientras iban en el auto, SeHun ataba las agujetas de sus botas de piel estilo militar. Miró sus piernas, su pantalón de piel negra se amoldaba bonito a sus muslos, su camisa azul marino con una calavera negra en el centro enmarcaba su cintura y su chaqueta de piel le hacía ver atractivo y sensual, según él y las opiniones de sus hermanas mayores. Sus hermanas aparcaron frente a la facultad de artes y humanidades.

—Nos vemos en casa— se despidió de todas con un beso en la mejilla y se adentró en el edificio.

Mientras caminaba a su salón, relajó su rostro y quitó su sonrisa, él sólo sonreia para sus hermanas y para su novio. Caminaba con la cabeza en alto mirando a todos con cara de pocos amigos, ellos le miraban con algo de temor, pues SeHun era conocido por tener un mal carácter, además de que había golpeado a Chanyeol -quien era el tipo más alto y "fuerte" de la facultad-, hasta dejarlo sangrando por la boca, todos desconocían el motivo, aunque tampoco era como si quisieran saber. Un chico casi de su altura y moreno se paró ante él, ante la asombrada mirada de los estudiantes que negaban a las espaldas del más alto, tratando se hacerle saber al moreno que estaba en peligro.

—Disculpa, pero estoy perdido y no sé dónde está la dirección. — el chico explicó mientras apretaba entre sus manos el folder de plástico azul.

— ¿Y? — SeHun enarcó una ceja.

— ¿Podrías ayudarme? — pidió con una sonrisa coqueta. Sonrisa que SeHun no percibió como tal.

—Claro— comenzó a andar, y el chico moreno caminó tras SeHun con una sonrisa pervertida, denotando que no sólo quería que el más alto le ayudara en eso.

Un par de ojos los logró ver por el pasillo. SeHun dejó al moreno frente a la puerta del director.

—Listo— dijo metiendo sus manos en las bolsas traseras de su pantalón.

—Gracias, por cierto, mi nombre es JongIn, pero puedes llamarme novio— y le guiñó un ojo haciendo que las mejillas de SeHun se pintaran de un fuerte rojo, aquel piropo había sido demasiado bochornoso, ¿quién en este siglo seguía usando esa frase? JongIn, al parecer

De pronto SeHun fue jalado por un chico bajito de cabello castaño, tenía el entrecejo fruncido y apretaba sus labios en una línea recta.

—Vete de ofrecido a otra parte— dicho aquello jaló a SeHun fuertemente hasta el baño y lo estampó contra la pared aprisionándolo entre sus brazos— ¿Qué hacías con ese ? — preguntó arrugando su nariz.

—BaekHyun, tranquilo—SeHun formó un suave puchero— Sólo le estaba ayudando a encontrar la oficina del director, te juro que no lo había visto nunca.

— ¿Por qué no le dijiste que tenías novio? — Preguntó ladeando la cabeza.

—No hablamos mucho, ni siquiera le dije mi nombre.

BaekHyun suspiró, suavizó su expresión pues sabía que SeHun no tenía la culpa de ser tan lindo.

—Perdóname, bebé— acercó su nariz al cuello de SeHun y respiró la suave fragancia a orquídeas que despedía su novio—Oww, bebé— de pronto dirigió sus manos a la cintura de SeHun—Sabes lo mucho que me gustan estos pantalones— y sus manos finalmente llegaron al trasero de SeHun apretándolo al tiempo que lo atraía contra su cuerpo.

—Baekky— SeHun se quejó un poco—Estamos en la universidad.

—SeHun— le miró con una sonrisa traviesa. —Lo hicimos en el baño de una feria, ¿Crees que me importa metértela en los baños de la universidad?

— ¡BaekHyun! — chilló avergonzado—No digas esas cosas, pequeño calenturiento.

—Podre ser chaparrito, pero hay algo que tengo que es muy largo.

— ¡BaekHyun!

— ¡SeHun! — soltó una carcajada al ver las pálidas mejillas de SeHun rojas. — Vamos bebé, sé que me amas.

—Te amo y me gusta complacerte, pero no quiero hacerlo en el baño de la escuela.

—Está bien— lució algo decepcionado, pero igual dejó en paz el trasero de su novio y subió las manos a la cintura—Te amo, bebé— se acercó a los labios ajenos y les besó suavemente mordiendo delicadamente el labio inferior, sacando un suspiro de parte del menor que dirigió sus manos al cuello de su novio.

Salieron del baño, con las manos entrelazadas, Baek sonreía dulcemente mientras SeHun mantenía su seria mirada.

Ya nadie estaba sorprendido, pues la pareja llevaba ya su tiempo en la relación, incluso antes de entrar a la universidad, pero lo que aún les sorprendía y les causaba intriga es cómo era posible que BaekHyun el chico tierno y alegre de la carrera de arquitectura que usaba pantalones de mezclilla de colores claros, sudaderas gigantes y adorables, saliera con el chico metalero y amargado de la carrera de literatura.

—SeHun debe darle bien duro— había susurrado una chica al verlos pasar.

BaekHyun le ofreció una sonrisa gatuna. Si tan sólo la gente supiera quien era el que daba duro.

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¿Qué tal?