Sol

—¿Por qué volviste tan tarde anoche?—dice mi madre con las manos en la cintura.

—Ya te dije tuvimos que llevar a una chica borracha a su casa y nos demoramos—le explico

—¿Fue esa chica Luna?—me interroga.

Si le digo que fue Luna no me dejará volver a verla seguro, así que vamos a mentir je,je.

—No fue Luna, fue Hydra—le digo.

Lo siento, Hydra.

—Está bien ¿Volviste con Júpiter?

—No, con Mercurio—le digo.

—¿Por qué?

—Él fue en el auto con Saturno, Venus y una chica llamada Marte, así que tuvimos que ir en otro auto.

—Está bien—me dice y yo vuelvo a respirar.

Pasé su interrogatorio eso no sucede a menudo.

—Voy a salir hoy por la noche, recuerda que estás castigada y no puedes salir.

—¿Pueden venir Mercurio y Venus?—le pregunto.

—Lo pensaré—me dice con el ceño fruncido—. Te dejé lechuga para que comas.

—¿Puedo comer otra cosa?

—No—me dice con firmeza.

—¿Por qué no?—le pregunto

—Por qué pareces un hipopótamo, ¿Acaso te quieres parecer a una ballena?—me dice ella y sus palabras me duelen.

—No—le digo.

—Me voy, adiós—me dice mi madre agarrando su bolso.

—Adioos.

Llegó mi parte favorita del día donde tengo la casa completamente sola y puedo hacer lo que quiero, pero antes de poner una canción en mi celular veo el mensaje que me mando Luna.

-¿Reviviste?

Lunii: depende ¿Qué dije ayer?

-Puess, me dijiste que me querías.

Lunii: * lo siento este número está muerto*

-Jaja.

Lunii: Que conste que fue en alcohol.

-Sí, sí, claro.

Ahora sí, a bailar.

Pongo Dancing Queen en mi celular y me pongo a bailar y a cantar, salto por los sillones, uso una cuchara como micrófono, hasta que...

—Que bien cantas, Sol.

Yo me pego el susto de mi vida y veo a Mercurio y a Venus parados en la puerta del living con bolsas de supermercado.

—¡¿Qué carajos hacen aquí?!—les pregunto sobresaltada.

—Tu madre dijo que podíamos venir, y sabemos que dejás una llave debajo de la maseta —me dice Mercurio.

¿Por qué esa señora nunca me avisa nada?

—Esto jamás paso ¿Okey?—les digo

—Solo si me dejas cantar Gimme! Gimme! Gimme! Contigo—me dice Venus.

—Agarra tu micrófono—le digo señalándole el control.

Y cantamos, cantamos mucho, mientras que Mercurio cocina.

—¿Ya se cansaron de cantar?—pregunta Mercurio cuando nos ve entrar a la cocina.

— ¿Tú qué crees? —le dice Venus sin aire.

Él se rie de nosotros y nos hace un par de bromas, Venus y yo solo nos dedicamos a insultarlo.

—¿Qué cocinas?—le pregunta Venus.

—Espagueti—nos dice con una sonrisa—. Mi especialidad.

—Yo comeré lechuga—digo.

—¡NOOO!—me gritan ambos a la vez.

—¿Por qué no?—les pregunto.

—Porque no, comerás espagueti y punto— me dice Venus.

—Okey.

La verdad es que no me quejo, pero mi madre se enojará si se entera que comeré eso.

Los tres estamos hablando de lo más normal, hasta que de repente se escucha un golpe en la ventana.

-—¿Escucharon eso?—dice Venus asustado.

—Tranquilo, debe de ser un perro o algo así—dice Mercurio hasta que se escucha otra vez.

—Chicoos—dice Venus con miedo.

—Que no es nada, Venus. Haber abriré la ventana para que veas ¿okey?

En el momento que hace eso a Mercurio le salta un gato negro a la cara y lo rasguña entero.

—¡QUÍTENMELO!—grita el peli marrón.

Y yo no sé que hacer primero. Grabar, reírme o ayudar a Mercurio.

Gracias vida por estos momentos.

—¡Ya voy!—grita Venus agarrando una sarten.

Ay, no.

Venus se acerca a Mercurio para pegarle al gato, pero en ese momento el gato se va y Venus le pega a Mercurio con la sarten.

—¡Y TÚ QUÉ! ¡¿ACASO TE CREES RAPUNZEL AHORA?!—le grito a Venus.

—¡NO PUEDE SER LO MATÉ!—me dice el chico asustado.

Para su buena suerte solo lo dejó inconsciente.

Luego de esa graciosa escena intentamos que Mercurio reaccione lo cual fue bastante fácil.

—En serio lo siento, Mercurio. No fue mi intención lo juro—le dice el cabeza hueca de mi amigo al cual le pareció buena idea atacar al gato con una sarten y no con agua.

—¿Te duele mucho?—le pregunto a Mercurio poniendole una curita en la cara.

—Pues, no lo sé, Sol, nuestro amigo zanahoria me pegó con una sarten y un gato me atacó ¿Tu qué crees?—me dice el chico con obviedad.

—Creo que mi pregunta fue muy estúpida— en ese momento el timbre suena y rezo con mi vida para que no sea mi madre—. Iré a abrir.

Me dirijo a la puerta y cuando la abro visualizo a Luna.

Estoy feliz de que sea Luna, pero ¿Qué hace aquí?

—Holis Luna—le digo con alegría

—Hola—me dice ella.

Yo bajo la mirada y veo a un gato negro caminando por los pies de Luna. Es igual al gato que atacó a Mercurio.

—¿Ese gato es?—le pregunto y ella no me deja terminar.

—¿Mío? Así es, se llama Julieth.

Ay, no.

—¿Qué?—escucho a Mercurio de atrás.

—¿Y a ti qué te pasó en la cara?—le pregunta Luna al verlo.

—¿El gato es tuyo?—le pregunta Mercurio con una pisca de enojo

—Sí—dice la chica sin ninguna expresión.

Mercurio toma un largo suspiro y yo estoy esperando a que explote.

—Tu gato, Luna, ¡ME DEJÓ ASÍ!—le dice Mercurio con una pisca de enojo.

—¿Enserio?—le pregunta ella.

—¡SÍ! —dice Mercurio con rabia.

Luna se ríe fuertemente, creo que hasta la están escuchando los vecinos—. Eso es lo mejor que has hecho, Julieth.

—Y luego Venus le pegó en la cabeza a Mercurio con una sarten intentando que el gato se fuera—le cuento

—JAJA, espera—dice deteniéndose en seco— ¿Intentaste atacar a mi gato con una sarten?—le reprocha Luna a Venus.

—Estaba intentando que deje a Mercurio— dice Venus inocentemente.

—Sí, ¿y cómo te fue en eso?—le dice Mercurio.

—Oigan ¿Quieren ir a revisar la comida? —les sugiero a los chicos.

Ellos se van a regaña dientes y me dejan a mí y a Luna solas.

—¿Vienes por algo en especial?— le pregunto a la chica que tengo al frente.

—Sí, quiero disculparme si ayer hice algo indebido—me dice la chica.

—Ah, no, tranquila, nada de qué avergonzarse. Bueno, tal vez sí, pero no para pedir disculpas—le digo a la chica que tengo al frente la cual tiene ojeras, pero le quedan bien—. Oye ¿quieres quedarte a comer?

—Depende ¿Qué comerán?

—Espagueti, especialidad de Mercurio—le digo.

—Está bien—dice la chica entrando— ¿Puede quedarse el gato?

Dudo mucho sobre la respuesta, ya que ese gato nos trajo varios problemas—Okey—digo finalmente y Luna hace entrar al gato.

Nos dirigimos a la cocina donde se encuentran Venus y Mercurio aún discutiendo.

—Oigan, Luna se quedará a comer—les informo a los chicos.

—Okey— dice Venus.

— ¡SACA A ESA COSA DEMONICA DE AQUÍ!— grita Mercurio.

—¿A quién? ¿a Luna?—pregunto.

—No, no esa cosa—dice Mercurio y Luna lo mira con el ceño fruncido— ¡AL GATO!

—Ay, ya deja de llorar, bebé—dice Luna—. Julieth está entrenada para atacar a niños pijos como tú—dice la chica sentándose en el piso para acariciar al gatoque está a su lado—. Además, no lo volverá a hacerlo, lo juro.

—¿Lo prometes?—le pregunta el chico.

—Sí—dice Luna.

—Y yo prometo no volver a atacarte con una sarten—agrega Venus.

—Contigo luego hablaré—le dice el castaño.

Venus me mira con temor.

—Tú te lo buscaste, lo siento—le digo a Venus.

—Ve pagando mi tumba ¿sí? —me dice y yo me rio.

Me divierte estar con mis amigos, pero ellos están discutiendo y quiero hablar con Luna tranquilamente.

—¿Quieres ir afuera?— le digo a Luna.

—Okey.

Así que nos dirigimos al patio de mi casa el cual por suerte es muy amplio.

—¿Por qué tienes a gente semi desnuda de piedra?—me pregunta Luna quien está examinando mi patio.

—No lo sé, a mi mamá le gusta—le digo

—¿Ella está en tu casa?

—No, salió—le digo.

— ¿Qué otras cosas dije ayer?—me pregunta.

—Oh, preferirías no saberlo.

—Tienes razón—me responde la chica—¿Si fueras una animal cual serías? Yo un gato negro así Mercurio me teme.

Yo me rio ante su pregunta—Mm, un tucán.

—¿Qué?—me pregunta ella.

—Lo que oíste un tucán—le digo.

—¿Quién carajos quisiera ser un tucán? Solo tú—me dice.

—Por qué no. Son lindos, tienen muchos colores y tienen un pico lindo—le digo.

—Sabes, voy a hacer como si no te hubiera hecho esa pregunta—sabía que ella se iba a burlar de eso, pero ya me acostumbré— ¿Y tú animal favorito?

Bueno, aquí tal vez me deje de hablar.

—El unicornio jaja—digo tímidamente y ella me mira con una cara de "¿en serio? " y la verdad que la entiendo, pero que puedo hacer son bonitos.

—Me voy—me dice dando la vuelta.

—Mi segundo animal favorito es más normal—le digo antes de que se valla.

—¿Tienes segundo animal favorito?

—Sí, es el zorro—le digo con una sonrisa—. Mi sueño es ser una zorra— lamentablemente pienso mis palabras después de decirlas y no antes—. Ay, eso sonó feo, no quise decir eso—y Luna estalla de la risa.

—Dios mío, Sol eres todo un caso—me dice riendose.

—Lo sé— le digo.

Hablar con ella es tan divertido. Podría pasar más de 48 horas hablando con ella y no me hartaría.

—¡A COMER!—escuchamos un grito de la cocina.

—¡NO GRITES, YA VAMOS! —le respondo.

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—Sabes Luna, tu demonio gato es un fastidio, no paraba de cruzarse entre mis piernas mientras cocinaba—le dice Mercurio.

—Lo sé— le responde seco Luna—, tienes suerte de que no te haya sacado un ojo, lástima que no lo hiso.

—Ja, ja—se ríe sin gracia Mercurio.

—¿Sabes si a Marte le gustó el regalo que le dí?—le pregunta Venus a Luna.

—¿Qué regalo?—le pregunta la chica.

—Ah, yo le regalé una cadena de oro—le responde Venus.

—¿Qué tú qué?—Luna se sorprende ante las palabras de Venus—. No Venus, no me dijo nada porque de seguro tiene miedo de que la robe y la venda que es lo que voy a hacer cuando llegue a casa, muchas gracias por avisarme.

Yo ruedo los ojos de forma divertida ante sus palabras y me dedico a comer espagueti, sé que no debería hacerlo, pero no puedo evitarlo es muy rico.

—Si fueran un animal ¿Cuál serían?— pregunta Luna.

—Pues, yo no sería un gato—dice Mercurio.

—Uh, yo un perro son simpáticos—Venus responde

—Yo tal vez un león, no lo sé— dice Mercurio.

—Que bien—dice Luna—. Sol quiere ser una zorra.

—¡Ya cállate!—le digo, pero ella se ríe.

Mercurio y Venus se ríen, y yo también.

Nuestra cena es divertida, Venus se atraganta con el espagueti y Luna está asustando a Mercurio con el gato.

—Algún día tendrías que quedarte a dormir—le digo a Luna acompañándola a la puerta.

—Se, na—me responde.

—Como quieras, pero ya sabes éstas invitada.

—Ok, gracias por la comida. Estuvo rica, pero no le digas a Mercurio.

—Okey—le digo riéndome.

—Adiós, ridícula.

—Adiós, Lunii.

—¿Lunii?

—Sí, así te tengo agendada y con una carita.

Ella rueda los ojos y se va, luego se van Venus y Mercurio, y quedo nuevamente sola.

"Sol, pareces un hipopótamo, ¿quieres parecerte a una ballena?"

Recuerdo las palabras de mi madre, las estuve recordando todo el día.

Sé que no debería comer, pero no puedo evitarlo.

Espero que puedas evitarlo porque si no pesarás aún más que una ballena y nadie te querrá.

Escucho la voz de mi cabeza.

No quiero hacerlo.

Debes hacerlo.

Pero no quiero.

¿Acaso quieres que nadie te quiera?

De un momento para el otro estoy metiendo mis dedos a mi garganta y vomitando todo lo que comí.

Luego de eso me cepillo mis dientes y miro mi celular.

Lunii: gracias por la cena.

-De nada 😊

Lunii: ¿nos vemos mañana?

-Claro.

—¡Sol, ya llegué! —me grita mi madre.

—Hoola.

—¿Comiste algo más que lechuga?—me pregunta mi madre mientras ve los platos sucios.

—No, solo lechuga.

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⭐ Nota de la autora ⭐

Holiss gente hermosaa.

Perdon por actualizar tan tarde, es que no tenia la compu 🥲

Nomas voy a decir dos cosas:

1. Pobre de Mercurio.
2. Pobrecita de Sol.

Les dije que tendriamos más de Julieth jsjs y habrá mucho más de ella.

Tambien quiero decirles que este capítulos va dedicado a una mascota mia que hoy fallecio. Un pescadito al cual le tenia muchísimo amor y se llamaba Steve.
Gracias por acompañarme amiguito y espero que donde estes tengas un lugar más grande para nadar 💙

🦋 ¿Que les parecio este capitulo? 🦋

⭐ ¿Les gustaría ver más de Julieth? ⭐

🌷 ¿Creen que Sol este bien? 🌷

SPOILERS: Luna se dará cuenta de algo muy importante :)

Recuerden si les gusta la historia pueden votar y estaré leyendo comentarios. 💖

Adioss ❤