42: "¿Quien soy?"
Luna
—¿Estás lista?—me pregunta Sol.
—No, aún no—le digo—. Quedémonos más tiempo acostadas.
—Luna, pasó una hora—me dice ella.
Mi corazón empieza a latir rápido. Hace unos días atras estaba súper decidida a hacerlo, ahora tengo pánico.
—No puedo, tengo miedo, no puedo—digo casi llorando.
—Ey, tranquila—me dice Sol agarrándome de la cara—. No pasará nada malo, estaré contigo todo el tiempo no dejaré que tengas miedo o que nada malo te pase.
—¿Lo prometes?—le pregunto y ella me regala una sonrisa.
—Siempre—me dice ella.
—Okey—digo intentando respirar—¿Puedes dejarme sola un momento?— le pregunto a Sol.
—Claro, cualquier cosa llámame—me dice ella y se va dejándome sola en mi cuarto.
Me quedo pensando en mi cama un par de minutos.
¿Y si todo sale mal? ¿Y si lo que descubro no me gusta? ¿Y si mis papás no son lo que yo pensaba?
Esas son las preguntas que corren por mi cabeza y me hacen dudar de mi decisión, pero una parte de repite lo que me dijo Sol.
"...Si hay que dejar de vivir por los riesgos, mejor ni vivamos"
Y tiene mucha razón, no puedo vivir con el riesgo de salir lastimada tengo que dejarlo atrás. La vida duele, siempre dolerá, pero con las personas correctas a tu lado duele menos.
Asique me levanto de la cama y tomo un suspiro.
—Lo haré—digo en voz alta.
Voy a dejar de lado el miedo que me ata y lo haré.
Salgo de mi cuarto y veo a Sol y Marte charlando. Si tengo que adivinar de seguro están hablando de mí.
—¿Lista?—me pregunta Marte.
—Sí— digo tomando un respiro.
Marte se acerca a mí y me toma de las manos.
—Todo saldrá bien—me dice ella.
—¿Tú crees?
—No me fue tan mal averiguando sobre mis padres, lo mismo pasará contigo.
Yo me aferro a sus palabras y me dirijo al auto de Mercurio, quien me llevará al orfanato donde vivía antes.
—Oigan—digo llamando la atención de todos— ¿Qué va a suceder si descubro que soy una prima lejana de Sol?
—Lo dudo, una prima lejana mía tendría dinero—me dice ella.
—Que amable, Sol—le digo.
—Que tal si descubres que tenían un millón de dólares en el banco y ahora son tuyos— dice Mercurio quien está conduciendo.
—Mataron a mi padre porque no tenía dinero, lo dudo—le respondo.
—Cualquier cosa que descubras estaremos aquí para apoyarte—me dice Marte.
—Lo que dijo Marte—me dice Sol.
—Gracias—les digo.
Es lindo sentir el cariño y apoyo de las personas que amas. Digamos que yo jamás sentí ese sentimiento hasta hace un par de meses donde conseguí una novia fabulosa y un grupo de amigos.
Sol será quien me acompañe en la charla, lo decidí así ya que Marte suele ser un poco sentimental en estos casos.
Estamos una hora conduciendo hasta que llegamos al orfanato.
Que tiempos, tengo un millón de recuerdos de este lugar.
—Mira, ahí es donde te caíste en el triciclo— me dice Marte.
—Sí, me rompí más yo que el triciclo—le digo.
El orfanato está casi igual que la última vez que lo vi. La única diferencia es que ahora está pintado de verde y las ventanas ya no están rotas.
Miro por la ventana y veo un árbol, en ese árbol yo solía saltar para escaparme e ir a una cafetería a tomar café. Aquí solo me daban leche y a mí no me gustaba, asique me escapaba a cada rato.
Mercurio estaciona en el auto en el estacionamiento y llega el momento donde tengo que bajar del auto.
—Suerte—me dice Marte antes de que baje del auto.
—Gracias.
—Recuerdas lo que hablamos ¿no?—me pregunta Mercurio.
—Sí—le digo antes de alejarme del auto junto con Sol.
Caminamos una cuadra hasta llegar a la puerta del lugar y me quedo parada delante del lugar donde crecí, Sol se acerca a mí y me da la mano.
—Por favor no me sueltes la mano ¿sí?— le digo a la rubia.
—Jamás—me dice ella—. Cuando tú quieras—me dice refiriéndose con pasar al lugar.
Yo me tomo unos minutos hasta que decido entrar.
Todo está casi igual por dentro, las puertas, algunos adornos y algún que otro cuadro.
—¿Vivías con monjas?—me pregunta Sol.
—Sí.
—Entiendo porque te escapaste de aquí.
—La verdad no es tan malo—le cuento—. Solo me obligaban a rezar, lo peor eran las comidas.
Veo como Sol inspecciona el lugar de arriba a abajo y como se choca con niños que andan corriendo por ahí hasta que llegamos a donde está la recepcionista.
—Mucho gusta señorita ¿en qué puedo ayudarle?—me pregunta amablemente una monja.
—Hola, mm, yo antes me alojaba aquí, me llamo Luna yo...
—Vaya, vaya, que sorpresas trae el mundo ¿no?
Escucho una voz a la cual reconozco al instante y me doy vuelta para verla rápidamente.
—¿Madre?—le digo a la monja parada delante de mí.
—Que gusto verte, Luna—me dice ella extendiendo sus brazos y yo corro a abrazarla—. Cuanto has crecido, aún recuerdo cuando tan solo medias 1,30 centímetros.
—También me alegra verte.
La señora con olor a café que estoy abrazando ahora es la mejor monja que hay aquí, es la que más se preocupó por mí y por Marte, siempre nos acompañó y nos ayudó en cada problema.
También nos daba dinero para ir a comprar café.
—Madre, quiero presentarte a alguien—le digo agarrándola de la mano nuevamente a Sol y trayéndola a mi lado—. Ella es mi novia, se llama Sol.
Ella es lo más parecido que tengo a una madre y presentarle a Sol es como si se la presentase a mis padres.
—Mucho gusto—le dice Sol estrechándole la mano.
—El gusto es mío, linda—dice la señora amablemente— ¿A qué debo el honor?
—Bueno, vine a averiguar sobre mi pasado— le digo.
—Suerte que me encontraste porque yo sé dónde están los papeles que tienen esa información, síganme—me dice y yo junto con Sol la seguimos.
Caminamos por un largo pasillo lleno de cuadros hasta que llegamos a su escritorio y nos hace espera allí.
—¿Estás bien?—me pregunta Sol.
—Eso creo.
—Sabes que si no quieres o te sientes mal puedes decirme y pararemos con esto—me dice Sol.
—Okey—dice la monja acercándose al escritorio con un par de papeles—, para ser honesta, Luna, no hay mucha información sobre ti—me dice ella—¿Estás lista para comenzar?
Yo tomo otro suspiro y le digo—sí.
—Bueno, para empezar naciste un 14 de marzo del 2002 en Telluride a las 10:00 de la noche. Tu madre te dio a luz en un hospital de ese pueblo y las 4 horas de estar internada se escapó contigo de ese lugar por lo que no llegó a registrarse y por lo tanto no sabemos su nombre, pero por lo que nos dijeron era una mujer de contextura alta, pecas grises, ojos celestes y pelo grisáceo largo—me dice y yo me empiezo a imaginar la imagen de mi madre—. Sobre tu padre hay casi la misma información, fue a verte al hospital y luego escapó con tu madre, no sabemos las razones. Él era alto, de pelo azul, tenía heterocromia asique un ojo era gris y el otro azul ¿Quieres seguir?
Yo pienso unos minutos y digo—Sí, sí quiero.
—Tu madre tenía una adicción a las drogas, ella intentó dejarlas por ti, pero fue muy difícil, ella murió a los 4 meses de que nacieras de una sobredosis—me dice y una lagrima se me escapa.
Siento como Sol me aprieta más fuerte la mano de modo de apoyo y yo solo miro para abajo.
—Sigue si quieres—le digo a la monja y ella sigue.
—Tu padre te cuidó cuando tu madre murió, pero él debía mucho dinero a las personas que tu madre les compró la droga y como no les dió el dinero a los 3 meses lo mataron, pero antes de eso el vino aquí y te dejó en este lugar junto con una manta, un oso de peluche y una carta escrita por él— me dice y ella deja a mi vista una canasta con una manta y un oso de peluche. En el medio hay un sobre que dice para Luna— . Está en tu total decisión abrirla y leerla.
Yo lo pienso más de dos veces. Creo que esta es la primera que hablaría con mi padre, aunque no sea con palabras, tal vez allí diga todo lo que pasó realmente.
—¿Usted la leyó?—le pregunto a la monja.
—No, no lo tengo permitido—me dice ella.
—¿Pueden dejarme sola?—les pregunto y ambas acceden.
Sol me da un beso antes de irse y quedo yo sola en el cuarto, junto con la canasta.
Estoy un rato mirándola hasta que decido agarrarla y abrirla.
Hola Lunii, soy tu papá. Tal vez no me recuerdes o tal vez me odies, para eso te escribí esta carta, para que sepas sobre mí y tu mamá.
No te diré nuestros nombres, son horrendos y te burlarías, pero si te diré nuestro apellido, es Growing, te llamas Luna Growing. Decidimos no ponerte segundo nombre porque no queríamos pensar tanto.
Como sea, te escribo esta carta porque de seguro no recordarás nada de mí, tal vez pienses que soy un idiota que te abandonó o que tu madre era una drogadicta que se preocupó más por las drogas que por ti, pero no es así.
Intentamos conseguirte lo mejor para ti, Luna. Queríamos darte una niñez que fuera maravillosa llena de amor y una casa bonita, pero jamás conseguimos trabajo y mis padres me hicieron a un lado por salir con tu madre, no les agradaba el hecho de que saliera con alguien adicto a las drogas, pero a mi jamás me importó, yo amé a tu madre de una manera tan especial. Luego de que muriera quedé devastado, casi destruido, pero me levanté por ti. Intenté conseguir empleo, empecé a vender manualidades y con eso gané un poco de dinero, pero no lo suficiente, tenía que alimentarte a ti y pagarles a unos imbéciles y por eso estás leyendo esto, porque al fin me di cuenta que jamás podría darte la vida que necesitabas tener.
Te juro que con tu madre intentamos hacer de todo para que tengas la vida que siempre debiste tener, enserio lo juro, pero el destino no quería eso, no quería que seamos una familia feliz.
Tal vez cuando leas esto seas una jovencita mayor, con una familia que sí pudo darte lo necesario, por desgracia no pudimos hacerlo nosotros y antes de que unos cabrones te encuentren para hacerte quien sabe que preferí enviarte aquí, lamento si no te gusto, pero no había muchas opciones para ser sincero.
Te amo, lo haré siempre al igual que tu madre, tal vez nunca podamos estar juntos, pero siempre estaremos contigo sin importar que.
Eres nuestra Lunita, o como a mí me gusta decirte Lunii.
Lamento que no puedas tener una vida junto a nosotros. Enserio lo intentamos.
Te amo tanto, y te dejo un regalo más dentro del sobre, de parte de mí y de tu mamá.
Escrito con mucho amor tu papá y tu mamá.
PD: el collar que te dejé es muy importante, y confío en ti que no se lo darás a nadie y que lo cuidarás como si fuera tu objeto más preciado. Antes solía poner una foto de tu madre en el, ahora es tu turno de cuidarlo y poner la foto de la persona más importante para ti.
Te ama eternamente, papá.
Las lágrimas ruedan sin control sobre mis mejillas haciendo que un par de gotas caigan arriba del viejo papel.
Te amo, papá. Gracias.
Limpio un poco mis lágrimas para poder ver mejor y busco adentro del sobre el regalo que dijo mi padre y mis lágrimas empiezan a caer aún más.
En mis manos tengo una foto de mi mamá, mi papá y de mí. Ellos están dándome un beso en cada mejillas y suelto más lagrimas que antes.
También hay un guardapelo de forma de corazón, creo que este es el collar que dijo mi padre. Y con mis ojos nublados visualizo una pulsera hecha de alambre que dice Lunii, se nota que está hecha a mano por lo que deduzco que la hizo mi papá.
Yo me pongo la pulsera y lloro un rato en silencio.
—Gracias—digo entre lágrimas y mirando para arriba—. Los amo.
Yo agarro la canasta y me dirijo afuera donde veo a Sol sentada con un ramo de flores.
—Hooli—me dice ella parándose y dándome el ramo.
—Hola—le digo acercándome—. Mi apellido es Growing.
—¿Qué?
—Me llamo Luna Growing—le digo a la rubia.
—¿Enserio? Es muy bonito—me dice ella.
—Sí, y mira—le digo mostrándole la foto.
—Aaw, eras muy linda de pequeña—me dice ella fascinada con la foto—, y tu mamá era muy hermosa.
—Si ¿verdad? Ellos hicieron de todo para darme los mejores cuidados—le digo—. Los extraño— digo con el labio tembloroso, y vuelvo a llorar mientras Sol me abraza.
Ahora por mi cabeza pasan todas las cosas que siempre evite pensar, el cómo me hacían falta. Como deseo llegar de la escuela y ver a mi madre cocinando o ir a andar en bici con mi papá y presentarles a Sol y a Marte y a todos mis amigos. Ahora me doy cuenta la falta que me hacen.
—Me hubiera encantado que los conozcas— le digo a Sol llorando.
—A mí también, pero no dudo que están contigo siempre y que inconscientemente los estoy conociendo—me dice ella.
—Mientras que no estén conmigo cuando tenga sexo—le digo a la rubia limpiando mis lágrimas.
—Ay, Luna—me dice golpeando mi hombro y me hace reír.
—Lo siento—le digo—, amo arruinar los momentos emotivos.
Si me preguntaran si esto fue una mala o buena decisión, sin duda diría que fue una muy buena.
¿Me dolió? Por supuesto que me dolió, pero pude conocer a mis padres y eso vale más que un millón de dólares.
Gracias mamá. Gracias papá.
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🧿 Nota de la autora 🧿
Escribir este capítulo me hizo llorar mucho. Y releerlo también.
Y por fin podemos decirle a Luna por su nombre completo.
💫 Luna Growing 💫
... "El destino no quería eso, no quería que fueramos una familia feliz"...
Me quedé con eso </3
Me imagino a Sol saltando de la felicidad por saber el apellido de Luna. También me la imagino corriendo por comprar un ramo de flores.
🐚 ¿Les gusta el apellido de Luna? 🐚
Si soy sincera, la parte que más me cuesta de una historia es ponerle apellidos a los personajes, soy malisima en eso y jamás se me ocurre nada bueno.
🦋 ¿Qué les parecio la carta del papá de Luna? 🦋
🐬 ¿Les hubiera gustado conocer más a los papás de Luna? 🐬
Esta vez no hay spoiler porque tengo que cambiarle un par de cosas al próximo capítulo, perdón .
Los veo el viernes, el cual espero que llegue rápido, ya que tendré vacaciones de invierno.
Necesito una semana donde no tenga que levantarme a las 6:00 de la mañana.
Nos vemos luego 🥺❤
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