—¿BENJAMIN COMO DIABLOS LLEGASTE AHÍ?— Gritó paniqueada Atena, mientras veia a su alma gemela colgado del acantilado.

—¡Alejo me empujo Atena!— Lloriquio mientras se sujetaba con todas sus fuerzas del brazo del culpable. Ella lo miro fugazmente, planeando nueve mil formas de asesinarlos a todos.

Si bueno, la Atena de ahora estaba muy encabronada con la de hace dos horas. Se preguntaran como carajos llegaron a este punto de situacion, bueno Atena tambien lo hace.

FLASHBACK

—¿Se pueden apurar? hace media hora estan tratando de decirse por una maldita bolsa de papas.— Se exaspero Daniel por decima vez en la hora que habian estado juntos.

—¡ES QUE LAS DOS ME GUSTAN! No puedo hacerlo, me rindo.— James agarro los dos paquetes y se encamino a la caja. De todos modos el que pagaba era Evans.

Todos se encontraban afuera, esperandolos. Llevaban consigo unas cuantas bebidas energeticas y snacks para el camino. Cuando todos estuvieron listos Daniel empezo a contarlos, para estar seguro que no se olvidaban a ninguno.

—Ocho, nueve, diez... Faltan dos.— murmuró mientras terminaba su trabajo, todos dirigieron su mirada a la tienda al mismo tiempo.

Will se sobo la cara en un acto de cansancio y fue en busca de su hermana, los demas como no tenian nada mejor que hacer lo siguieron por detras. Sonó la campana de la tienda y la cajera los miro con mala cara otra vez, cansada de todos ellos.

No tuvo que pensar mucho, fue hacia los estantes de nutella y oreos. Encontro a los  dos nuevos aliados, cada uno con un canasto en la mano. El de Atena se rebalsaba de botes de nutella y el de Benjamin se encontraba lleno de oreos, se reian mientras seguian agregando productos de manera apresurada a su compra.

Su diversion acabo de manera inmediata cuando se dieron cuenta que todos los miraban serios, y de mala manera fueron devolviendo todo al estante nuevamente, quedandose con una nutella y un paquete de oreos.

Atena cargo a Benjamin en su espalda y fueron a pagar sus golosinas, en el camino Benjamin les saco el dedo del medio y con cara ofendida se alejaron.

Al terminar se embarcaron en un paseo alborotado, con rumbo al dicho acantilado. Atena se entero por fin el porqué de la venganza. Y es que los chicos hace unos meses, habian ido a una capacitacion en otro estado. Se encontraban los 45 miembros del equipo, como era un curso cerrado decidieron hacer una especie de campamento, pues no tenían ganas de pagar hoteles. En ese tiempo; Oliver, Ilika, Elias y unos cuantos más formaban parte del equipo.

Como eran unos pobres humanos, las bromas empezaron a surgir dentro del mismo equipo, pero ellos lo llevaron al siguiente nivel. Un poco de fuego, crisis de piojos, cabellos teñidos, y depilaciones en sectores predeterminados fue como terminó el campamento, y el cómo empezó la rivalidad.

Ya que termino el campamento, las bromas siguieron, y de la última que le contaron fue que su ropa desapareció después de un entrenamiento. Tuvieron que aguantar unas cuantas horas hasta que les pudieron traer algo, así es como llegaron hasta el ahora.

—Humanos míos, tengo una idea excelente.— informó con una sonrisa maliciosa.

Del otro lado del acantilado, bajo este, de hecho, se encontraban los tan nombrados Oliver e Ilika, con todo su grupo. Estaban al rededor de una fogata, mientras prendían algunos fuegos artificiales.

Una rama se partió cerca del lugar y el más miedoso; Ilika, se empezo a preocupar.

—¿Escucharon eso?— Musitó preocupado, encogiendose en su abrigo. Oliver que se encontraba a su lado puso los ojos en blanco, restandole importancia a la paranoia de su amigo. Era muy creyente de las cosas paranormales.

—Debe haber sido un animal, calmate.

—Tampóco me gustan los animales salvajes, no estoy entendiendo por qué carajos vine.— Exclamo enojado consigo mismo, mientras se acurrucaba en Elias, el cual lo aparto rapidamente.

Inmediatamente despues de el exclamo empezo a sonar un llanto espeluznante, apenas perceptible. Elias se rio y comenzo a molestar a su amigo.

—Ahora el animal se enojo contigo, seguramemte mando un espíritu a que te secuestrara.— Jugo con Ilika mientras prendia otro petardo.

Cuando este exploto escucho un grito de una mujer, el cual retumbo por todo el lugar, logrando que Ilika se sobresaltara y se parara del lugar. Esta vez haciendo que todos a su alrededor suyo se tensaran.

—N-no es gracioso malditos desgraciados, no estoy jugando.— lloriqueo mientras se abrazaba a Elias nuevamente, el cual no puso resistencia esa vez, sino que lo atrajo a si mismo mas fuerte, mientras miraba hacia todos lados.

—Es que no somos nosotros estúpido.
Renegó Oliver esta vez.

—Por supuesto, como no me di cuenta, ¡Soy malditamente yo quien se juega una broma a si mismo!— Gruñó con los ojos rebasando en lágrimas.

El fuego se apago de la nada y el chillido que vino de ilika lo escucharon hasta Narnia, este se trepo rapidamente a Elias aterrado. Antes de que se pudiera recomponer dos pares de manos lo agarraron por detrás y los arrastraron por el lugar.

Resonaron tres gritos aturdientes, a la vez que comenzaban a llorar, suplicando por sus vidas.

—¡DÉJENME! No volveré a tirar petardos, por favor déjennos.— suplico Elias, el que supuestamente era el más valiente.

Después de dejar que se asustaran un rato más, estallaron las carcajadas y los supuestos espiritus empezaron a desaserse en risas en el suelo.

Los tres chicos miraron todo confundidos, pero no se quedaron a averiguar de quienes se trataban, dejaron sus cosas y se fueron corriendo, ni siquiera volvieron por Oliver que por tratar de acelerar el paso, se tropezó con sus pies y su cara quedó enterrada en el suelo, en un fluido de dudosa procedencia.

Lo cual causó que se rieran más.

En cuanto se pudieron recuperar, se levantaron, pero Daniel en su obsesión de control se dio cuenta que nuevamente faltaba alguien.

—¿Y Benjamín?—

FIN FLASHBACK

—¡AYÚDENME MALDITOS MUNDANOS! Que me caigo yo también por un carajo.— vociferó la castaña, agarrando con todas sus fuerzas el antebrazo de Benjamin, pues al tratar de subirlos, Alejo la había pateado sin querer. Por lo cual termino colgabdo del brazo de Benjamin.

Se acerco velozmente James, que en el intento de subirlos se resfalo, y ahora estaba boca abajo, con solo los pies sujetándo a los tres, luego Will que tratando de ayudarlo lo empujo y ahora el se encontraba en su lugar. Evans iba a darle fin a la situacion pero Mateo se chocho contra el y ahora todos estaban colgados.

Mateo se encontraba jadeando por la falta de aire al tener que sujetar 6 personas, por lo cual tuvo que advertir de como iba a terminar la situacion. Pues los demas se encontraban buscando en el bosque, y parecia que no se iban a arrimar magicamente por ahi.

—¡CHICOS YA NO AGUANTO!— respiró de forma brusca.

Atena penso en las posibilidades, pero no quedaba otra.

—¡Sueltanos!— gritó agarrandose mas fuerte a Benjamin.

—¿QUE? NO, MATEO NO LO HAGAS, YO SOY EL HERMANO INTELIGENTE, SE CAYO DE LA CUNA DE BEBE, ¡JUGABA CON LA CAJA DE LOS JUGUETES! ¡NO TE ATREVAS A HACERLE CASO!— Will miro paniqueado a Mateo.

—¡MUERETE IDIOTA! — Le grito enfurecida a su hermano.

—¡LO SIENTO CHICOS! YA NO AGUANTO— Anuncio Mateo mientras se soltaba de la piedra, cayendo todos al frio lago que estaba a 12 metros de altura, gritando los 7 en el proceso.