editado

Poder: Cronoquinesis y Precognision visual
Edad: 26

Seokjin tenía trece años en ese entonces y recién estaba comenzando la secundaria, para él hasta ahora todo había sido un infierno y más encima tenía que levantarse temprano, qué divertido.
Él se encontraba en clase de historia y le hicieron una pregunta, ¿qué se esperan o qué ven para el futuro?, ahora mismo estaba pensando en eso y, lo que se le vino a la mente no era lo que él esperaba ver.

Una chica, una chica joven y hermosa riendo triunfante junto a su bastón.

Se quedó pensando unos segundos en esa imagen que se le había venido a la cabeza y, cuando le preguntaron, no respondió lo que vio, simplemente dijo "yo sólo espero un mundo mejor, no quiero pensar en el futuro aún", la profesora había quedado un poco sorprendida por la respuesta del chico, los demas habían dicho cosas como "robots que te limpien la casa" o cosas por el estilo, pero él fue simple y realista.

Al salir de la escuela fue directo a su casa, tenía un trabajo práctico de historia el cual le indicaba diferentes fechas años y/o siglos atrás y el debía poner qué suceso había sucedido en ese entonces y especificar, no tenía ganas, era obvio, él no era de los mejores en historia y estaba muy seguro de que iba a buscar todo por Internet, pero la intención estaba.

Al llegar, se sentó en su escritorio, sacó el trabajo y empezó.

15 de Agosto de 1945

Se puso a pensar y respondió, era el día de la independencia de Corea del Sur (Gwangbokjeol), bueno, una menos, pensó.

5 de Mayo

Se le hizo fácil, ese día lo llevaban a parques de diversiones por ser el día del niño (Eorini nal)

15 de Agosto de 1948

Pensó y pensó, se concentró en eso y...

– ¡Niño cuidado! -escuchó y miró en donde estaba parado, estaba en medio de la calle, miró a su alrededor, era todo tan diferente, tan...antiguo...- ¡Sal de ahí que puede pasarte algo o alguien por encima!

– Disculpe señor... -se acercó- ¿En dónde estamos y por qué está vestido así?

– Estamos en Corea del Sur y estoy vestido así porque es mi ropa, ¿estás bien? -preguntó algo preocupado el hombre-

– ¿Qué año es?

– Es el año 1948...¿seguro que estás bien?

– ¿En qué fecha? -preguntó alarmado-

– Niño, hoy es 15 de Agosto

Todo volvió a la normalidad, ahí estaba él, sentado en su escritorio totalmente confundido y como si nada hubiera pasado puso en la hoja lo que había recordado, era el día en que se fundó Corea del Sur.

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Tenía catorce años y estaba sentado frente a sus padres los cuales soltaban lágrimas, recientemente les había dicho sobre sus poderes los cuales aún estaba intentando controlar desde hace un año.

– Hijo escucha, prestanos atención -su padre lo miró seriamente- Tu poder es muy valioso y hay alguien en este mundo que lo quiere, quiere el tuyo y el de otras personas, debes cuidarte porque ésta maldad podría hacer cualquier cosa con tal de obtener lo que quiere, ¿oiste?

– Si papá -respondió algo asustado-

– Mañana irás con el maestro G-Dragon, te ayudará para que controles tus poderes, ¿si? -su madre agarró sus manos-

– Si mamá, gracias -los abrazó-

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Tenía dieciséis y estaba en su entrenamiento, abría portales de aquí para allá, de año en año, siglo en siglo, lugar a lugar, mientras el maestro pasaba por todos por parte del entrenamiento.

– Muy bien Jin, puedes retirarte -justo cuando se iba a ir, apareció el olograma de su padre-

_Hijo, ven a casa rápido, Namjoon ya sabe lo de la maldad -dijo aquel olograma y desapareció-

– Bueno, supongo que si es rápido...

– No, no lo hagas -El maestro advirtió- no lo uses Seokjin

– Tarde -el adolescente rió y se fue por uno de los portales-

– Maldito niño -intentó tirarle una campera pero el portal se cerró antes- ¡maldición!

Ese mismo dia conoció a Namjoon y prometieron protegerse, y lo están cumpliendo, lo harán mientras vivan.

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Esa mañana llegaba súper tarde a clase y la profesora ya le había advertido que no lo dejaría entrar otra vez, así que en vez de arriesgar sus buenas calificaciones, detuvo el tiempo, sin notar que un hombre lo había visto hacer esa luz rara con sus manos, pero, por suerte había alguien ahí que se iba a encargar de que aquel hombre olvidara haber visto eso.

Horas más tarde

– ¿Cómo se te ocurre Seokjin?, no debes usar tus poderes en la calle, en público, ¿y si alguien te vio?, ¿y si te hacen daño?

– Mamá, nadie me vió, enserio, tuve bastante cuidado en eso, te lo juro

– De todas maneras tu madre tiene razón, no debiste usar tus superpoderes en público Kim

– Papá, ya, no pasó nada malo, enserio -su padre suspiró-

– Okey, ya pasó, ve a entrenar -señaló la puerta-

– ¿Puedo ir en por... -Sus padres lo interrumpieron-

– No. -dijeron al mismo tiempo-

– Ay...que aburridos -Salió como persona normal por la puerta y fue rumbo a su entrenamiento, hasta que vió a cierto chico deteniendo un tren- Ay pero es idiota -recordó lo que él había hecho horas atrás- Bueno un poquito -Una señora pasó con su hijo mirándolo raro, pero como no, si estaba hablando solo mientras miraba aquel escándalo a lo lejos- Señora concentrece en lo suyo -Frunció el ceño y la señora caminó a paso rápido lejos de él- Ésta gente no sabe lo que es la privacidad -Se acomodó el pelo en plan diva y siguió su camino al entrenamiento, esperando aquella llamada para ir seguramente a hablar con Namjoon sobre la estupidez que estaba haciendo-

Esa misma tarde, como él esperaba, tuvo que ir a la casa de Namjoon para que éste recibiera un regaño al ponerse en riesgo, le pareció raro que sus padres no hayan hablado sobre lo que había hecho él, así que por las dudas casi ni habló y se concentró en las noticias las cuales repetían la escena una y otra vez, él y Jungkook estaban impresionados por lo que Nam había hecho, por otro lado los mayores estaban preocupados.

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Ésta es parte de la vida de Kim Seokjin, un joven de veintiséis años el cual puede controlar el tiempo y ver el futuro, usa sus superpoderes bastante seguido pero nunca para algo urgente, o al menos no por ahora, nunca ha sido necesario utilizarlos en ocasiones de lucha, etc, ¿no?, por ahora no.