Ya había terminado por fin tu entrenamiento, por lo que ya eras un juguete con todas sus letras según la sociedad actual.

Por ello, a ti y tu grupo "de clase" los estaban guiando mediante el uso de correas hasta una camioneta, en la que les ordenan arrodillarse para luego atarlos con sus brazos en la espalda, el cuerpi inclinado sobre sus piernas y atandolos así a estas, de forma que no podian incorporarse, y luego colocan un consolador en cada entrada de cada esclavo, iniciando así un largo camino por el tiempo que tuvieron que esperar alli atados, aunque tampoco les era muy molesto gracias a su entrenamiento.

Para cuando al fin llegan, los cargan directamente en brazos y llevan hasta el interior de aquel lugar, una juguetería, donde serían expuestos junto a otros esclavos como ellos en cualquier posición posible a la espera de un amo que los comprara.

Pasaron los dias y las semanas, y solo les dejaban descansar cuando cerraban, es decir, a la hora de la comida y por la noche, llevandolos con sus correas hasta el almacen, donde los encerraban en jaulas si es que no necesitaban algun otro cuidado extra.

Un día, alguien entra en la tienda y observa la mercancía expuesta en esta, tratando de alterar la concentración de todos los esclavos para pensar a cual llevarse, parandose detenidamente frente a ti, hasta que escuchas las tan ansiadas palabras que se le podian decir a un esclavo como tu -Me lo llevo

[Nombre/Fetiches/Amo/¿Tiene mascotas? (En caso afirmativo, máximo 3)]