👑95👑
Allura no entiende absolutamente nada.
Están en el cuarto de Lance, a la una menos cuarto de la mañana aclarando la vida del contrario y al contrario.
- A mi... me gusta Keith...
Allura niega al oírle. Frunce su ceño y con la voz calmada y suave, para no despertar a nadie, se manifiesta.
- Pero si le odiabas... - Lance tira el aire por la nariz.
-¡Te he dicho que me gusta!
- ¡Baja la voz que yo estoy haciendo ese esfuerzo! -chilla en susurros, dejándose la voz en el acto. Chillar en voz baja No es fácil...
-Te estoy diciendo que me gusta.
- Le odiabas. Me pediste que le cambiara por Shiro, le diste el día libre nada más llegó, le mirabas mal y desconfianza de él... -Lance rueda sus ojos.
- Mira. Si algo he descubierto es que se puede cambiar. Y Keith ha conseguido algo difícil. Me gusta. Punto. Y pongo la mano en el fuego por él. -Allura está mirándole seria. No dice nada más. No quiere oírle.
- Te lo has tirado. -Lance alza una ceja. Contesta a la defensiva.
- Si. Más que eso.
- Te gusta por el sexo, como siempre.
- No es verdad.
- Te tirabas a antiguas criadas. Tuvimos que cambiar el plantel. -bufa de nuevo.
- He cambiado ¿vale? Me gusta. Si, hemos follado. -Allura repite la expresión de manera molesta en un susurro. - Si, hemos follado, es así. Y nos hemos gustado. Me gusta. -se levanta. Entre varias cosas busca la nota. La desdobla y la presenta delante de su cara. -Le gusto. Esto no te incumbe, pero para que veas que no es mentira. -el alteano tiene las marcas ligeramente encendidas. - Romelle lo sabía. -la rubia asiente.
- Si. Le brillaron las marcas la semana en la que se fue. -Allura mira a Romelle. Y sus ojos patinan suavemente hacia Lance. Le mira serio. -Ahí supimos que... ocurría y demás...
- Y durante esa semana os veiais. Vaya dos zorras, aprovechandoos... -Allura levanta la mano y le cruza la cara a Lance.
- Si vuelves a decirnos eso te juro que te... -Romelle, con los ojos abiertos, coge su mano.
- Vale... vale ya... -Lance rasca si mejilla con el entrecejo fruncido. Como pica, la hostia. Nunca mejor dicho.
- Eh... Lance y yo llegamos a un acuerdo y... dejamos de tener sexo. De hecho...
- Todo es un farol. Fóllatela cuando quieras. -Allura aprieta sus labios con los mismos, convirtiéndolos pálidos por la presión y volviendo la sangre y el color lentamente.
- Lance cállate ya. - murmura Allura.
- Vale ya... -bufa Romelle. Y otro silencio. Sin ella estarían ya a base de cogerse del pelo y chillarse como niñxs de parvulario. - Lance ya se ha asincerado. - la rubia mira a la albina. Está de brazos cruzados.
- Nos incumbe a ambas.
- Yo estoy en ambos problemas... - murmura la rubia. Mira a Lance. -Lance... -susurra.
- Llevamos juntas desde que ella llegó. Incluso... antes. -y así Lance abre sus ojos.
- ¿Desde cuando eres lesbiana?
- Desde que confías en un galra.
- ¡Tú eras la que tenía ese papel de paz y amor !
- ¡Sshh! -Lance chasquea su lengua.
- Mira, de verdad que no me importa que estéis juntas, pero me jode que yo no pueda tener vida ahora.
- Es un galra.
- Es mi guarda. Mío. Hago lo que quiera y lo que queramos. Punto. -Allura niega.
- Esto va a traer consecuencias. -Lance bufa.
- Allura: me dan igual. - Romelle rueda sus ojos.
- Al tema, por favor... -mira a Lance. -Lance, por las mañanas volvía al cuarto por que iba a verla.
- ¿Y... los pocos besos... te disgustaron? -la rubia niega sonriendo. Acaricia su mejilla y peina su cabello.
- Nada de nada. Pero no eres quien me gustas. Es Allura. - la rubia mira a la morena de piel. Y a ambas les brillan los pómulos.
Lance suspira.
- Pues... ya está... -Lance asiente y Allura tira el aire.
- Si... -confirma la albina. -Ya estaría...
La rubia es la primera en salir. Ha bajado a asegurarse de la ausencia de criadxs. Allura está saliendo del cuarto.
Antes de irse mira a Lance.
- Oye... -el moreno mira a su hermana. - No hagáis nada raro.
- Otra vez... -bufa el moreno.
Y tras eso, Allura vuelve a hablar.
- Y...
- Que.
- A partir de ahora... nada de secretos... ¿vale? -el moreno tuerce sus labios. Y acto seguido sonríe.
- Está bien... -intercambian sonrisas.
- Descansa.
- Buenas noches.
Romelle vuelve al piso de las habitaciones. Allura está saliendo por la puerta. La rubia sonríe.
- Aaww...
- Sólo quería aclararlo...
- Ya, ya... -la rubia besa su mejilla sonriendo. -Estoy orgullosa de ti. - la albina sonríe y abraza a Romelle.
Y la rubia acaba durmiendo con Lance.
- Descansa. Has hecho un buen trabajo. - la rubia abraza al albino y cierra sus ojos.
- Gracias. Igualmente... -y se abraza a su cuerpo. Esconde su rostro en su cuello y cierra sus ojos.
Necesita el calor de alguien para dormir
Llega la mañana siguiente.
En cambio Keith ha cenado. Ha estado entrenando y... ha acabado con hambre.
Bueno, ha entrenado como ha podido.
Cosmos no dejaba de seguirle.
-Te he dicho que te quedes en el cuarto. - murmura. El animal ladea su cabeza. -Vamos... -rasca su mentón. El animal no hace otra cosa que jadear y sacar la lengua. -Da igual... ya he acabado... -susurra. Se agacha y acerca su mano al pelaje del animal. -Eres el único que me hace caso... o la única... no se... -el animal coloca su rostro entre sus piernas, buscando más mimo.
Escucha unos pasos desde el final del pasillo. Es Kolivan.
Keith se levanta indicando a Cosmos que se quede ahí, sentado.
El más alto suspira.
- Novato, siento haberte metido en tal apuro. -Keith niega.
- No pasa nada. - Kolivan niega.
- Tenemos que hablar sobre algo. Ven conmigo. -Keith accede y sigue al galra más alto.
Llegan al baño. No abre la puerta.
- ¿Tengo que limpiarlo como casti...?
- No no, ni mucho menos. Sólo dime: ¿qué pasaba con el príncipe? -Keith niega.
- No puedo decirlo...
- Keith.
- Hice la maleta y... -respira hondo. - Nos vimos y me despedí y... - Kolivan abre la puerta del baño al ver las marcas de sus pómulos encenderse muy lentamente.
- Creo que deberías tener cuidado con esto. -abre la puerta. Nada más entrar hay un grifo y un espejo.
Keith mira su reflejo.
Y se da cuenta de que tiene marcas.
Tiene líneas finas violetas bajo sus pómulos.
Se encienden. Acerca sus dedos a las mencionadas. Son... como las de Lance. Y también se encienden. Sobre todo cuando piensa en el moreno.
Mira a Kolivan asustado.
- No se... no se que es esto... - Kolivan sonríe suavemente.
- No te preocupes. Nadie va a saber de esto. Yo me encargaré. -da una palmada en su espalda. -Espabila, novato. Espabila.
Y con una sonrisa suave pero temorosa vuelve al campo de batalla. Cosmos saca la lengua y se transporta sobre él.
Keith acaba tirado en el suelo.
- Vale vale... he vuelto... -Keith sonríe.
Kolivan está realizando la llamada prometida.
Han investigado. No, Keith no tiene nada. No tiene ninguna corona ni nada de nada. Está limpio. No tiene nada que ver, al parecer.
En Altea ya es de día. Están desayunando.
Allura escucha la voz de Corán.
- Princesa, es para usted. - la albina se levanta corriendo y coge el teléfono.
- ¿Si?
- Princesa Allura, buenos días. Hemos realizado la investigación sobre Keith. Podéis estar tranquilxs, no es culpable. No se si puede contar como compinche o aliado pero no es el culpable mayor del robo. -Allura suelta el aire.
- Gracias Kolivan. Te lo agradeceremos.
- A vos, Alteza. - Kolivan cuelga. Keith mira al galra mayor.
- Kolivan yo... ¿podría llamar? -el galra sonríe. Acaricia su cabeza y suspira.
- Te dejaría, pero no podemos abusar de estas llamadas. Somos infiltrados. - Keith asiente. - Lo siento chaval.
- No pasa nada... -y antes de dar el segundo paso Kolivan, el galra le frena de nuevo.
- ¿Saben algo de la corona? - Kolivan niega.
- Las primeras noticias eran las nuestras. No saben donde puede estar. -Keith asiente.
- Gracias. -y antes de que Kolivan salga de aquí, empieza a unir cables. -Shirogane Takashi.
- ¿Que?
- Que si... conocéis aquí a Shirogane Takashi. -Kolivan suspira.
- Ya te he dicho que no. - murmura.
- Pero el me encomendó aquí. - Kolivan frunce el ceño.
- A que te refieres.
- A que él... me ha mandado aquí... bueno, me dijo que no dijera nada. -Kolivan niega lentamente.
- Nosotros no hemos oído hablar de él. - Kolivan desvía su mirada. Y mira a Keith. - ¿Puede significar algo? - Keith trata saliva.
Quiere pensar que no.
- No lo se...
- ¿Has visto comportamientos extraños en su presencia? - Keith juega con sus dedos nervioso.
- Puede... puede ser... es que no lo se... - Kolivan chasquea su lengua.
- Keith, puede que signifique algo.
- ¿Crees que... él ha...? - Kolivan tira el aire por la nariz.
- Descansa novato. Mañana hablaremos de esto.
Allura cuelga el teléfono.
Lance está mirándole desde la mesa.
- ¿Qué, quien era, que han dicho?
- Era la espada de Marmora. Todo en orden allí. -sonríe la albina. Lance abre sus ojos.
- Eso quiere decir...
- No, no la tienen... -Lance grita un ¡si! mientras tira hacia abajo sus puños en señal de alegría. Romelle sonríe. Allura está mirando hacia el suelo.
Si, son buenas noticias, pero a la vez malas.
- ¿Que, qué pasa, por qué esa cara? - Allura mira a Lance con algo de miedo.
- Que si no la tiene él... la tiene Lotor...
- No, estará aquí. Si Keith no la tenía enton... - Lance entiende que ocurre. Niega. -No.
- Lance... -Romelle coloca una mano en su muslo para calmarle.
- ¿La... tiene él?
- Princesa. -Allura gira su cara a Corán. Está pálida.
- ¿S-Si?...
- Llaman lxs modistas. Que vendrán esta tarde. -Lance niega. Pasa sus manos por su cabello.
Quedan a penas 4 días. 4... o 3...
Hoy es un día especial y está sin Keith. Romelle acaricia su muslo en señal de afecto y calma.
Lotor sonríe mientras Shiro da pasos hacia él. El pasillo es largo.
-Gracias. -murmura Lotor. -Ahora... puedes irte, campeón. -sonríe el albino.
Shiro lleva su mano a su pecho.
-Vrepit Sá.
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