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👑93👑

Shiro tira el aire por la boca.
Coge su teléfono y lo mira.
La lista de mensajes realizados es larga. Todos en el garage, detrás de cubos de gasolina y placas de metal enormes.

_Dadme 3 días. Vrepit Sá.

_La reunión está programada. Vrepit Sá.

_Mañana tengo la corona. Vrepit Sá.

_Keith se ha ido. Vrepit Sá.

_Estoy de camino. Vrepit Sá.

Ese es su último mensaje mandado.
Gira su rostro hacia el asiento del lado.
Tiene la corona.
Se ha librado como un gato escurridizo.
Está saliendo de Altea.
Ya no hay nada de lo que preocuparse.
Todo va como estaba planeado desde el principio... más o menos.

Lance coge aire y lo tira.
No es verdad. No es cierto. No es verdad.
Se le empieza a revolver el estómago.
Sus ojos resbalan hacia Romelle y luego había su hermana.

-¿Como que... que se ha llevado la corona?... ¿qué dices?

-La tiene Lotor. -murmura seria. Lance bufa y estira la piel de su cara con las palmas de sus manos.

-¿Y tú te lo crees? -Lance se queja en voz alta. Empieza a perder los estribos. -¡¿Acaso has ido a mirar al despacho?!

-¡Si, y no está! -Lance niega y aprieta sus labios con los mismos. Juega con sus dedos bajo la mesa. -Se la ha llevado. No hay otra explicación.

-No se la ha llevado... - murmura Lance.

-No lo defiendas ahora. -Allura frunce el ceño. -Ahora es un criminal. Hay que tratarle como lo que es. Ha cometido un infracción muy muy grave. -Lance niega de nuevo.

-Te estoy diciendo que no ha sido él.

-Lance. -Allura se planta cara él. -Déjalo ya. No lo protejas. Ha sido él, es el único con permiso para entrar al despacho. - Lance se levanta.

-No. Ha. Sido. Él. -asiente de manera interrogativa, buscando que Allura le entienda. -Te aseguro que no ha sido él. -Allura coge aire y lo tira.

-Lance. Escúchame por favor... -la akbina suaviza su voz para no alarmar a lxs criadxs. - ...cuando se fue no había nadie esperándole. Se fue por su cuenta. Son más motivos para entender que se ha llevado la corona. Es una venganza. -Lance niega. Quiere creer a Keith. Sabe que no mentiría. A él no le mentiría. No lo ha hecho aún.

-No es verdad.

-Lance, le vimos irse. No había nadie. Se fue sin nadie. -Lance mira el suelo fijamente. Y a la mierda todo.

-Yo le vi irse. -Allura frunce el ceño.

-No. Tú no estabas. - Lance bufa.
Romelle está observando a ambos conversar. Bueno, conversar... deborarse con palabras...

-Allura. -mira a su hermana. -Te digo que si. Le vi irse... -suspira con fuerza y se cruza de brazos. -Le vi irse a las doce de la noche... -Allura abre sus ojos de forma exagerada.

-¿¡Pero tú entiendes las normas o...!?

-¡Me comen los huevos las normas! -Romelle pone sus manos frente a ellos en señal tanto de bajar los humos como de bajar la voz. Lance traga sus ganas de tirar la mesa contra en césped y vuelve a la conversación de manera civilizada. -Le vi irse a las doce. No llevaba la corona. Créeme. Ni se acercó a ella.

-Pero... ¿como estás tú tan seguro y convencido? Nadie estuvo con él. - Lance se queda mirando la mesa un rato. Avergonzado y con las marcas encendidas ligeramente se pronuncia.

-Estuve con él toda la tarde. -su hermana observa sus marcas. Se iluminan tan poquito. Lance siente como escuecen. Es horrible. Es una sensación asquerosa.  Como una pequeña herida abierta. Es terriblemente incómodo.

-Pero si te da asco...

-¡Eso no lo vuelvas a repetir! -Romelle sisea a Lance en señal de callar.

-¡Lance! -sisea en un susuro Romelle. La rubia mira a la albina. No entiende nada.

-¡Dice cosas que no tienen sentido!

-¡Le diste el día libre su primer día!

-¡Era imbécil!

-¡Sigues siéndolo!

-¡Basta! - la rubia se interpone entre ellos. - Se han llevado la corona. Los rifirrafes de hermanos pueden quedarse para otro día. -ambos hermanos agachan la cabeza.
Lance suspira.

-Él no tiene la corona.

-No hay pruebas.

-Si las hay. Estuve con él. No entró. -Alliura niega. -¿No me crees?

-No totalmente. Necesito que alguien lo confirme. -Allura suspira. Y no le queda otra. -A las siete llamaré a Marmora. Allí el tiempo es distinto al de aquí. Ellxs nos darán la respuesta a esto. - Lance suspira.

-Pienso cerrarte la boca.

-Lance. -Romelle le coge la mano y le mira a los ojos. -Ya está. No es el mejor momento. -el albino agacha la cabeza.  -Ven, te ayudaré con la toalla. Lxs estilistas se han ido ya... - Romelle sube junto a Lance las escaleras.
Allura está mirando el cielo. Está encapotado.
Sólo piensa en la traición que ha cometido hacia sus padres.

Se les hace tan tarde que no les queda otra que dormir allí mismo.
La nave pilla algo lejos.
Keith ha decidido taparse con la poca capa que tiene. Hasta que ve al lobo perro intergaláctico extraño que le hace compañía temblar como un flan. Ahí decide quitarse el trozo de tela y tapar al animal.
El mismo se restriega en ella y se queda dormido con mayor facilidad.
Empieza a cogerle cariño. Parece ser alguien fiel.

Hasta que se despierta.
El fuego se ha apagado. La estrella que ilumina el planeta cuela la luz por los fisuras que hay entre las rocas y por la entrada de la cueva. Levanta su cabeza. No hay nadie. Ni perros ni madres ni nada...
Hasta que bosteza.
Un portal distorsionado se muestra ante él. Sigue tumbado.
El lobo aparece con la lengua fuera, jadeando. Parece contento de verle.
Keith sonríe y rasca su mentón.

-Buenos dias. -el animal agacha su cabeza y observa de cerca a Keith. -¿Lo has hecho tú? - se refiere al portal. El animal ladea ligeramente la cabeza. Keith coge un palo que tiene cerca y lo tira. No responde. El animal le sigue mirando. Keith ríe en voz baja. Sabe que busca. -Tengo comida. Espera. -saca de la mochila un sobre con puré extraño. Desde luego la comida de Marmora No destaca por ser un manjar de dioses.
Añora la de Palacio.
-Te daría algo mejor pero... no tengo. -coloca el alimento frente a él y le deja comer. Mueve su cola de lado a lado alegre. El azabache acaricia su cabeza con sus uñas.
Y recuerda de golpe todo lo acontecido.
Tiene que volver y dar el mensaje a Kolivan.
Y recuerda sus pómulos.
Saca su espada y con el reflejo observa las marcas de sus mejillas.
No se ve bien. El filo distorsiona su cara y le complica la visión.
Suspira y se guarda el arma.
El perro ya está sentado esperando a Keith. No sabe bien a que pero... le espera.
Y llega el momento.
-Bueno... tengo que irme. -mira su pata. -Supongo que sabras arreglartelas. Suerte. -y se levanta. Da largos pasos fuera de la cueva y se aleja del animal. El lobo le espera con la cabeza ladeada. No parece entender la situación.
O si.
El lobo de transporta en otro portal frente a él. Está delante suya. Fuera de la cueva.
Keith abre sus ojos impresionado.
Si, esos portales son cosa suya.
-¿Sabes... llevarme a algún lado? - murmura. El lobo ladea la cabeza. Keith corte había otro punto.
El lobo se transporta donde está.
Va entendiendo poco a poco.
Señala la cueva.
-Quiero volver den... -y antes de acabar, el lobo les ha transportado dentro. Keith sonríe. -Eres interesante... en plan... curioso... -rasca su cabeza y como respuesta el animal jadea y saca la lengua.
No quiere encariñarse. De verdad que no...
Y escucha algo desde el walkie talkie. La señal está difusa. Se escucha de pena.
-¿Hola?... - el animal le transporta fuera de la cueva. Se oye un poco mejor. Pero muy muy poco.

-Keef... elve... emos... blar con...igo... -y con paciencia descifra el mensaje.
Son alrededor de las doce de la mañana allí.
En la base la hora no varía mucho.
Varía en Altea.

Allura llama a Kolivan desde Palacio.

-Creemos que Keith ha cometido un delito. Necesitamos que nos ayudeis. - murmura la princesa.

-¿Obtendremos algo a cambio?

-Por supuesto. Pero no os confieis. Queremos saber si tenéis un delincuente entre vosotrxs.

-Gracias Alteza por llamar. Mañana tendrá noticias. Descansen tranquilxs. - Kolivan cuelga.
Allura suspira y se deja abrazar por Romelle. Están en su cuarto.

-Ya está.

-Esto... esto es horrible Romelle... - murmura Allura.

-Ya lo imagino... pero tenéis medios... mira el lado positivo...

-Hasta que los galras sobornen a Marmora con dinero y poder... -bufa. -No tenemos nada que hacer...

-Marmora no va a colaborar con oso galra. Van en su contra. ¿Como iban a hacer algo así? -Romelle acaricia su pelo lentamente. -Deja de comerte la cabeza. Tienes que cenar.

-Y tú irte a casa...

-No voy a dejaros con este marrón... - murmura la rubia. Coge sus manos y le consigue sus ojos se dirijan a los suyos. -Allura. Deja de pensar que es tu culpa. No tenéis la culpa nadie.

-Mis padres deben estar revolviendose en su tumba... por que les hemos fallado... yo les he fallado... y yo no... -suspira con fuerza y con la voz temblorosa. - ...yo no debía haber confiado en... -Romelle niega.

-Te martirizas pensando en una simple corona... -abraza a Allura. La albina cierra sus ojos. Intenta calmar su respiración.

-No es una simple corona... -susurra. - ...es la corona. Es... es lo único que me queda... aparte de su letra en cartas y fotos... simple papel... - susurra en su oído. Romelle besa su mejilla húmeda y peina su pelo.

-Son joyas. Es material. Nada de eso representa a tu madre o a tu padre. Sólo esto lo hace. -coloca su mano en el pecho ajeno. Nota como le bombea el corazón de forma acelerada. Tanto por estar pegadas como por los nervios.
Allura abraza a la rubia por el cuello y le tumba. Allura acaba sobre ella llorando, empapando su vestido.
Romelle besa repetidas veces su piel. No va a parar hasta que deje de llorar.
Y deja de hacerlo.
Termina tumbada a su lado, la rubia peinando su cabello con sus uñas.

-Están orgullosxs de ti. -susurra. Allura cierra sus ojos. -Lo se... -la albina sonríe.

Lance también se encuentra en su cuarto.
Está leyendo el papel que le escribió.
No deja de leerlo.
"Me gustais, Alteza."
Cada vez me parece más bonito.
Claro que está convencido que no ha sido Keith.
Que le corten el brazo si se equivoca.
Sabe que no ha sido él.
No puede ser él cuando está en su balcón viendo el atardecer, sólo.
No cuando le ha prometido volver y que todo irá bien. Es imposible.
Confía en él más que en su propia sangre. Es injusto pero es así.
Ni una raza le va a hacer pensar distinto.
Que sea galra sólo demuestra más sobre los prejuicios.
Suspira y baja las escaleras en silencio.

Romelle está abajo.

-Romelle. -la mencionada de gira.

-Lance. -coge sus mejillas y besa su nariz y sus labios de forma corta. Nada más. Un beso, un simple pico. Nada más. -¿Como estás? Siento no poder estar contigo, es que... -Lance niega.

-Quédate con ella. No te preocupes. - Romelle sonríe.

-Gracias.

-¿Quieres cenar? Puedes subirle la cena a Allura. Corán no va a poner pega si es por ella. No sabe nada.

-Si... no creo que baje. - la rubia se acerca al salón. Su hermano pide la comida y come en silencio junto a Romelle.
La rubia se guarda el postre para comer junto a Allura.
Lance no tiene postre.
No hasta que Romelle desaparece tras darle un beso en la cabeza y prometerle aparecer por la noche para estar con él. Aún recuerda su insomnio cuando está sin Keith...

Cuando Romelle desaparece y Corán no mira, se acerca a donde la nota le indicaba y busca un melocotón.
Si, los hay.
Más motivos para confiar en Keith.

Hablando de él, después de un viaje de varias largas horas junto un animal que aún desconoce, llega a Marmora. Por fin... le duele la espalda un infierno. Tiene una sonrisa en la cara que se le borra al salir.
¿El recibimiento? Mejorable.

Sale de la nave y tal cuál sale las espadas le apuntan a él.

-De rodillas, Kogane. Tira la espada y de rodillas. -Keith obedece. Cosmos gruñe. No parece querer ser amigo de los miembros de la espada de Marmora.
Se pone de rodillas y tira la espada lejos. Mira al animal.

-Sshh... -susurra al oírle gruñir.

Kolivan se acerca a él. Junto la ayuda de Regris le coge de los brazos y le llevan a otro lado.
Acaba en una sala, sin armas, frente a Kolivan.

No entiende que pasa.
No entiende que ha hecho mal.
Sólo tenía un mensaje de su madre.


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