Keith rascó sus ojos. Se sentó en la cama y miró al príncipe, que estaba apoyado.

-¿Alteza...?

-Que si me acompañas a ver el cielo. -murmuró en voz baja.

-Alteza es tarde. -murmuró el galra con voz grave, seca y atractiva. A Lance se le habría puesta dura de no ser por que era un galra. Y que encima no era Shiro...

-Quiero ver el cielo, y no quiero ir sólo. Además me tienes que acompañar. -murmuró el albino. Keith suspiró. -Te espero en las escaleras. No tardes. -susurró con una sonrisa un poco falsa.
Keith miró sus piernas desnudas, pues llevaba pantalones cortos.
Se levantó y cogió ropa decente para salir al exterior.
Se puso su traje de licra negro ceñido y bajó las escaleras con el pelo despeinado.
Bostezó y en seguida sus ojos Se toparon con los de Lance.
-Vamos. -murmuró. Lance esperó a Keith y una vez bajó camino frente a él. -Quería salir y estar un poco fuera. Y sólo no me dejan. -el albino sonrió.

-Alteza, si nos pillan...

-No pasará nada. Estás conmigo. -sino con una sonrisa. El albino miró a su alrededor. -Ven conmigo. -cogió su muñeca y corrió con él detrás.
Los pies de ambos chicos se oían chocar contra el cesped y producir unos chasquidos concretos. Notaban las gotas que las hojitas habían recogido del proceso de activación de aspersores.
Llegaron al jardin, y del jardín a un conjunto de árboles un poco alejado. El albino sonrió y se dejó caer de espaldas sobre el césped.

-Alteza no estamos...

-No seas aburrido. Túmbate conmigo anda. -tiró de la tela de su pantalón. No pudo separara apenas de si piel. Estaba muy ceñido a su cuerpo... y vaya cuerpo. Pudo divisar su culo ahí arriba. Y que culo dios... Lance pudo sacarle algo bueno.
Keith se sentó y abrazó sus piernas.
-Túmbate joder. -tiró de su brazo y le hizo tumbarse. Se rió ante su reacción: se había asustado.

-Alteza el lenguaje. -dijo en un tono suave.

-A la mierda el lenguaje. Eso es una gilipollez. Que se preocupen de otras cosas... -murmuró en un tono suave y bajo. Miró a Keith. -Aún no me has dicho quien te hizo ese chupeton... -murmuró curioso. Keith sintió sus mejillas tunearse de cereza.

-Alteza creo... creo que vos no sabéis...

-Va di, quien fue. Romelle. -miró al galra que estaba tenuemente sonrojado. Keith negó frunciendo el ceño. -De Pidge... ah no, ella no va por ahí... -murmuró mirando el césped que había ente ambos. ¡Matt, ha sido Matt! - Keith negó.

-Alteza no...

- Es que Allura no es...

-Alteza. -miró al albino. -El chupeton me lo hizo vos. -Lance abrió los ojos todo lo que pudo.

-¿Qué?

-Estaba ebrio y le acompañé a su cuarto. Entonces se asinceró: me dijo que me fuera y... que se sentía sólo. - Keith hablaba suavemente, casi casi desde la inocencia. Lance miraba sorprendido e incrédulo al galra.

-Pero yo no... es imposible. Yo no...

-Vomitó después. De hecho... -iba a confesar más. Prefirió callar. -Tuve que acostarle. -frenó ahí los detalles.

-¿Y fui yo? Pero tú... o sea yo... - Lance suspiró. Se tapó la cara. -Dios debo dejar de beber ya... -murmuró. Miró a Keith más avergonzado.

-No se preocupe alteza. No lo tendré en cuenta. -eso le dolió un poquito a Lance.

-Gracias. -murmuró. Miró el cielo. Y repasó cada palabra que el galra le había dicho: y... que se sentía sólo. Si, es verdad. Se sentía sólo. -Oye... ¿te dije algo sobre mis padres? -Keith asintió.

-Si.

-¿Que te conté?

-Me contó...

-Háblame de tú. Sólo por esta noche.

-Me contó... o sea... me contaste... -le costó cambiar la persona. -Que fue nuestra culpa. Tu padre desapareció tras el fallecimiento de tu madre y... en fin... que te sentías sólo.

-No tengo a nadie. -murmuró mirando las estrellas. -Sólo... sólo tengo a Allura y a Corán. Estoy sólo Keith. -murmuraba en un tono muy suave. El galra suspiró.

-Mi madre... también desapareció. Ella es el motivo por el que estamos aquí. Somos exiliados. -murmuró mirando el cielo azul abismo. -Yo también me sentía sólo.

-¿Y tu padre?

-Falleció. -sentenció sin apenas pensarlo. -No llegué a conocerle. O al menos no le recuerdo. -Lance se quedó mirándole.

- Eso... yo no sabía eso Keith. Lo siento. -murmuró. -Bueno, te conocí el mismo dia de la ceremonia. - Lance soltó una suave carcajada que se le contagió a Keith en una sonrisa ligera. Hubo un pequeño silencio. Lance estuvo pensando en lo ocurrido esa noche que bebió. Y trató de pensar. -Keith.

-¿Si alteza?

-¿Sabes si me lié con alguien? - Keith le miró. Se miraban cara a cara, de lado ambos. Keith negó.

-No lo se alteza.

-Joder, no me dejeis beber... -dijo sonriendo. Keith compartió dicha sonrisa.
Miraron el cielo de nuevo. Otra pausa.
-Keith.

-¿Si, alteza?

-Cuéntame más de ti.