👑74👑
-Keith... -su nombre suena mejor que nunca. Tiene sus uñas clavadas en su nuca.
Joder. Joder se siente muy muy bien.
Tiene sus piernas enganchadas en las caderas de Keith. El galra tiene su cabeza escondida en su cuello, cerca de la de Lance. Lance no deja de marear y gemir de forma suave.
Dios mío. ¿Pero como han acabado así?
Ninguno lo sabe. Sólo saben que se tienen ganas. El alteano gime el nombre de Keith. El galra frunce su ceño y coloca su frente contra la ajena.
-Alteza... -mierda. Joder mierda. Lance gime de nuevo. Coge su rostro con sus dedos y le acerca a sus labios.
-Más... -susurra contra su boca. Menos mal que es de noche y no pueden hacer ruido. Besa su boca lentamente y la separa al sentir ese calorcito que conoce de mucho antes.
No saben ninguno como acaban así.
Ninguno.
Y prefieren no saberlo. Mejor así.
Lance no acaba de dormir del todo. Se despierta en algún momento para ver que tiene al lado.
No es un cojín y tampoco es Shiro. Bueno, este último jamás accedió a quedarse con él.
Es Keith. Es su guarda. Le está abrazando y tiene su rostro en su cabello. Se queda mirándole desde su posición. Es tan mono... ¿por que nunca se había fijado en lo mono que está durmiendo? ¿O lo mono que está respirando, o existiendo? Sonríe.
Ah si, un detalle tonto... sus marcas brillan más que antes. Tanto que se refleja en la piel de Keith.
Se fija en sus cicatrices... tienes bastantes. La del hombro es la que más recuerdos le trae. No por nada, estuvo presente. Recuerda curarle, verle un tanto inconsciente en el baño, junto a Corán... pobrecito.
Besa su cicatriz y después su cuello. Keith ronronea suavemente y abraza algo más fuerte a Lance.
No quiere que se vaya.
Ninguno quiere que se vaya el contrario.
Y se hace el día siguiente.
La luz entra en un fijo hilo sobre ambos.
Son las seis de la mañana.
Eso significa que Keith tiene que levantarse para comenzar sus faenas diarias.
Frunce su ceño y coge aire que tira por su nariz. Ese mismo aire choca en el cabello de Lance.
Mierda.
¡Mierda, que sigue en su cuarto!
Pero...
Mira hacia abajo. Lance sigue abrazado a él, con la boca abierta y un hilo de saliva. Keith sonríe de forma estúpida.
Ahora recuerda todo... mierda. Que han tenido... o sea... han echado uno... es decir... eso...
Con cuidado acaricia el brazo de Lance para quitarlo de su cuerpo.
No lo consigue.
- Alteza... -Lance sólo gruñe en voz baja. -Hey... Alteza... -susurra el galra.
-Que... -esta adormilado.
-Debo irme... -Lance niega. Pega su frente a su hombro y bufa.
-No... quédate diez minutos más... - Keith se echa a reír en voz baja. Estúpida risa encantadora.
-Alteza, debo ir a trabajar. -Lance suspira. -Luego nos vemos. -Lance suspira y suelta a Keith. El alteano asiente y se gira en la cama. Acomoda la cabeza donde ha dormido Keith y cierra sus ojos. Que bien huele...
Keith baja las escaleras. Ahora ha elegido otra táctica: ponerse el traje en uno de los baños de abajo.
Ha cogido el traje en silencio y ha bajado de la misma manera las escaleras.
Se pone el traje en silencio y con cuidado, y nada más se lo pone sale. Se topa con Corán.
-¿Tan pronto por aquí?
-Como siempre. -sonríe el galra. Y para variar, unx criadx se acerca a él.
-Hoy puedes encargarte de las escaleras y el exterior. No te canses, joven Keith. -el hombre del bigote desaparece con una sonrisa.
Y se acerca la persona anterior.
-La ropa del príncipe. -Keith asiente a lx criadx.
Sube las escaleras y suspira. Toca la puerta.
Lance sigue ahí, tumbado, dormido.
- Su ropa Alteza. -Lance sonríe. Se incorpora y se queda sentado en la cama.
-Tan rápido vuelves. -el galra sonríe y rasca su nuca.
-No tarde en bajar a desayunar... -Lance niega.
-Espera Keith. - el galra se gira hacia él. -Ven. Cierra... -cierra la puerta y se acerca.
El príncipe tiene una sonrisa traviesa en sus labios. El galra se acerca. El príncipe le indica agacharse y acercarse con el dedo índice. El galra se sienta cara a él. Y después de un intercambio de miradas, el príncipe acerca sus labios al galra. Y otra vez más, uno de esos besos que quitan el aliento a ambos. El príncipe sonríe al separarse.
-Buenos días... -murmura.
-Buenos días Alteza. -el galra suena más tímido, pero no quita que sea él quien de el último beso. No se puede describir lo mucho que brillan sus marcas. Keith se queda mirándolas unos segundos.
-¿No puedes quedarte un poco? - Keith ríe y niega.
-No Alteza.
-Unos minutos. -mira su boca. Siguen a centímetros del contrario.
-No... -murmura en voz baja.
-No tardes... - Keith niega sonriendo.
-No, Alteza. -quiere darle un último beso pero... se le escapa. Keith se levanta y se despide con la mano. Sale por la puerta y muerde su labio. Mierda... no puede combatir contra esa carita. Esa carita de ángel caido, esa sonrisa, esas peticiones... no puede.
Gira su cara y se encuentra a Shiro saliendo del despacho.
-Buenos días. -murmura el galra más alto. Keith asiente.
-Buenos días Shiro. -sonríe tratando de aparentar normalidad.
Mientras Lance está tumbado, tratando de dormir. Pero no puede. No deja de pensar en lo mucho que Keith hace bombear su puto corazón.
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