👑13👑
Keith salió de allí.
Se encontró a Lance con la espada en la mano, esperándolo.
-Vamos. No sólo estar aquí es comer y dormir. -murmuró. Con una sonrisa se dirigió al campo de batalla. Miró de reojo que el azabache le seguía.
Llegaron al campo de batalla que presidía a un lado del jardín. El de tez bronce sonrió. Desenvainó su espada azulada y miró al galra. -¿Listo?
Keith asintió.
-Si. -entonces sacó el su espada.
Se colocaron en el campo y se empezaron a oir los deslices y choques metálicos. De fondo se oía a veces la risa nerviosa y competitiva de Lance o los jadeos por el cansancio de ambos.
Pero eh, ninguno se rindió.
Ninguno se dejó ganar.
Allura estaba con Shiro, hablando.
-Dentro de poco habrá una ceremonia conmemorando a nuestro padre y nuestra madre.
-¿El Rey y la reina, princesa? -asintió sonriendo.
-Los mismos. -suspiró y miró el exterior algo melancólica. -Después de tanto tiempo llega el día. -miró a Lance. -Justo cuando ese idiota puede conseguir heredar trono... tiene gracia.
-¿Puede heredar trono, princesa? -el galra curioseaba.
Allura le daba pie a preguntas, nada incómodo.
-Si. Pero es mucho jaleo. Esperaremos unos años más. Lance no está listo para heredar un rango tan... tan serio. Es aún un crío. - le vió en el campo, chillar ante un golpe seco por parte de Keith. Lo esquivó y continuó luchando por ganar. Por que claro... los que ganan, son los mejores.
O así se había criado.
-Claro princesa. -murmuró el alto.
-Hablaremos de esto más adelante. Aún queda tiempo. -suspiró. -Poco, pero queda.
Ambos desaparecieron de la terraza del palacio.
Los jadeos de Lance eran aún más sonoros.
- Se nota que eres galra, ese movimiento de espada sólo puede ser vuestro. -murmuró en voz alta. No dejaban de mover sus espadas.
Keith frunció ligeramente el ceño. No entendía por donde iban los tiros. ¿Era un... elogio? ¿Un insulto a los galra? ¿Una burla?
Lance pasó su espada cerca de su mejilla. Keith se quejó y pasó por debajo de ella de alguna forma. Tonto de él.
Lance sonrió y en un movimiento hábil y ágil lo tiró al suelo, pegándole cerca del pie. Keith terminó tumbado, con la espada a escasos metros, con la de Lance al lado de su cara.
-Se nota que eres galra. Os tengo calados, conozco movimientos como esos. -susurró con una ligera sonrisa. Keith frunció suavemente el ceño. El albino elevó su espada. Se giró y le dejó ir.
Ahora el tono era él.
Keith tardó segundos en coger su espada y tirar la de Lance en un movimiento rápido. Todo con el alteano de espaldas. Se giró y frunció su ceño.
-¿Y como estos, alteza? -el albino rió de forma maliciosa.
Y volvió a la carga tras coger su espada.
Entre el sudor, los jadeos y la sed blandian su espada. Ambos. No se rendirian. No sabiendo contra quien desenvainaban la espada.
Keith mantenía una mueca seria. Una nueva que evolucionaba cuanto más avanzaba ese "combate". Ahora tenía una mueca entre temorosa y concentrada.
-¿Asustado, Keith? -murmuró al verlo frunció el ceño. Keith gruñó.
-¡No estoy asustado!
Entonces el albino tocó fondo.
Tal vez los nervios o tal vez por que era idiota.
Tocó fondo.
Keith blandió su espada cerca de su rostro, y allí terminó el filo de la espada.
¿Resultado?
Lance quejándose en voz alta y con un hilo fino que derramaba en pequeñas gotas sangre. Se tapó la mejilla y se apartó la palma de la mano de ella.
-¡Alteza! - Keith tiró su espada y se acercó al albino,ahora estaba de rodillas. -Alteza ¿está bien? -Lance gruñó.
-Que si joder. -tal vez molesto o en mitad de una rabieta por "perder" tiró su espada con rabia contra la arena del campo. -Me voy a curarme esto. Puedes retirarte... -murmuró más serio.
Keith frunció su ceño.
Ese impulso galra le llevaba por donde quería. Y no podía remediarlo.
Lance apareció por palacio a gritos adolescentes.
-¡Allura, ha habido un accidente! -murmuró haciendo drama, sin si quiera dramatizar en la voz. Allura bajó con Shiro detrás.
-¡¿Que ha pasado!? -vio la mejilla de su hermano sangrar. -¿¡Que has...!?
-Ha sido Keith. Me ha hecho un tajo con su espada. -murmuró de brazos cruzados. -¿Podemos hablar, hermanita? -Allura rodó sus ojos.
-Shiro, acompañalo a curarlo. -su hermana se alejó cansada de tanta tontería.
-Si, princesa. -murmuró el galra.
-Lance, ¿y Keith? -Allura temió lo peor.
-Fuera. -murmuró secamente, mientras subía las escaleras con Shiro detrás.
Allura rodó sus ojos y salió a buscar a Keith.
Tardó poco en ver la figura del galra joven coger su espada, guardarla, coger la de Lance y dejarla apoyada en la pared. Allura sonrió de forma tierna al verle tan cuidadoso.
-Keith. -le llamó. El galra levantó su cabecita hacia ella. -Ven, necesito tu ayuda. -dijo con una sonrisa dulce. No entendía aún al caprichoso de su hermano. Si Keith era todo dulzura...
El galra joven subió las escaleras de la entrada y miró a la albina.
-¿Si, Alteza?
-Ves a darte una ducha. Quiero que veas algo conmigo. -murmuró sonriendo.
El galra asintió. Allura no se fue sin darle otro recado. -Ah, si ves a Lance y te pide algo, pasa de él. Te necesito yo ahora. -la morena sonrió y desapareció de allí. -Te espero en el salón.
-Si, princesa. - Keith se fue al baño a darse esa ducha.
Lance terminó en curándose él mismo, junto a Shiro.
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