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016

Jungkook escuchaba lejana a la señora Oh, sentado en la cama que usaba su madre, escuchando el rugido del mar al fondo tenía mil pensamientos rondando por su cabeza.

"Yo estaba haciendo kimchi cuando sentí el olor a quemado y salí a ver al patio cuando voy viendo la casa de Taehyung. Salí corriendo para verlo frente a su casa, descalzo, mirando no sé cómo..." Jungkook frunció el entrecejo al escucharla, parpadeando varias veces para regresar del todo en sí.

"¿Estaba asustado?"

"No, estaba tranquilo" la señora dice, extrañada, tanto como el menor.

Que ella le dijese que su novio estuviese tranquilo era una señal de que quizá Kim Heemin no era el responsable de algo como eso. Pero, si no era él, ¿quién? O, acaso, ¿su padre le había avisado antes de incendiar el hogar? ¿Quería matar a su esposa? ¿Cómo sabía que su esposa estaba ahí?

"¿Cuándo sucedió? ¿Estaba una señora con Taehyung?" Jungkook formuló. "¿O alguien?"

"Ayer y no," responde rápido "y los bomberos dijeron que no había ningún cuerpo" añade creyendo que debe calmar al menor.

No sabía que pensar ni que decir cuando su madre entró amarrando su cabello y lo cuestionó con una mirada.

"Mi madre está aquí señora Oh, se la paso y gracias por informarme" él dice, decidiendo que será mejor preguntarle directamente a Taehyung, así que le pasa el celular a su madre sin pensarlo luego de despedirse de la señora Oh, corriendo hacia su celular.

En cuanto lo tomó, salió al patio de nuevo, descubriendo que Jinyoung y Hoseok estaban dentro de la cocina, preparando los platos juntos, así que la piscina se encontraba vacía. Tomó asiento en una tumbona, apoyando un codo sobre su muslo mientras pulsaba el contacto de Taehyung y lo llevaba hacia su oreja. El viento estaba volviéndose un poco frío con el pasar de las horas y estaba sacudiendo su cabello de forma suave.

Honestamente, esperaba cualquier cosa; voz temblorosa, llorosa o molesta, Jungkook de verdad pensaba que escucharía a su pareja alterado, lo que recibió en cambio lo dejó asombrado.

"¡Jungkookie!" había contestado completamente feliz y emocionado.

"Hola, bebé" respondió con bastante duda y recelo. "Uh. Sé que no era llamada hoy, pero quería y tenía que hablar contigo."

"No, gracias" Taehyung murmura al otro lado. "Necesitaba escuchar tu voz."

"Ahm, entonces, hubieses llamado" Jungkook le recuerda sutilmente que puede hablarle si así lo desea. Escuchó silencio en la llamada y se acostó un poco en la tumbona. "Me acabo de enterar de algo, Tae."

"¿Qué?"

"Tu casa se incendió" contestó, esperando una reacción. Sin embargo, no hay nada, y eso lo preocupa aún más.

"¿La señora Oh te ha dicho?" es, en cambio, la pregunta de su novio.

"Sí, ¿estás bien?"

Jungkook siente que no está hablando con Taehyung, siente que no están en la misma página, en el mismo espacio-tiempo, siente que se ha saltado o atrasado un capítulo porque su cabeza solo un nido de hilos enredados.

"Sí, no me pasó nada" Taehyung le resta importancia.

"Pero..." No lo comprende, claro que no. Sabe que algo malo ha sucedido y no solo se refiere al incendio. "¿Ha pasado algo?"

"Voy a explicarte cuando vengas" respondió y su novio decidió no insistir. La línea se quedó en silencio momentáneamente luego de la declaración. "Kookie~" llamó.

"Te escucho."

"Te extraño mucho" y es completamente sincero y recíproco. Jungkook se siente extrañamente aliviado al escucharlo, tal vez porque están lidiando con alguien peligroso que ha cometido crímenes sin despertar sospecha alguna.

"Y yo a ti, amor" miró las palmeras arriba de él danzando de forma acompasada. "Pero dijiste que nada pasaría."

"No lo prometí."

¿Cuándo le ganaría a Taehyung? Solo puede soltar una risita ante esas palabras, aunque por dentro se está muriendo de deseo por saber.

"¿Seguro que estás bien? No me refiero a la casa."

Hubo un silencio un poco largo.

"Más o menos" el corazón de Jungkook dolió en cuanto lo escuchó. "¿Puedo ir por ustedes a la estación?"

"Claro que sí" carraspeó. "¿Dónde te has quedado? ¿En casa de Namjoon?"

"En casa" Taehyung responde con simpleza.

"Sí, ¿pero de Namjoon o Yoongi?" repite.

"No, en la nuestra."

Jungkook apretó los labios, pensando en cuánto debió afectarle ver su casa incendiada como para estar soltando, a su parecer, incoherencias.

"Bebé" llama con suavidad. "Nuestra casa se incendió, ¿recuerdas?"

"Esa no era nuestra casa" Taehyung insiste.

"¿Entonces?" Jungkook es paciente, pero desea ir con él y apretarlo contra sí. "¿De qué casa hablas?"

"Es una sorpresa, por eso quiero ir por ustedes."

La declaración deja dudoso a Jungkook, pero no quiere seguir presionando, no cuando no sabe en qué estado se encuentra; no quiere generarle un ataque de ansiedad o algo.

"Ah, vale" fue su respuesta, entonces Jungkook escuchó a su hermano gritarle que entrara para comer. "Tengo que irme; debo cenar. Cena tú también. Avisaré a mamá que esperarás en la estación, ¿sí?"

"Sí. ¿A qué horas llega el tren?"

"A las tres, así que nos vemos, ¿sí?" Jungkook se pone de pie, caminando hacia la entrada.

"Sí" Taehyung responde, entusiasmado.

"Te amo, bebé" Jungkook le recuerda. "Mucho, mucho."

"Te amo más, ángel."

Jungkook sonrió y colgó lanzando un beso por la bocina para después sentir como las ansias lo consumían. No quería esperar hasta mañana. Quería verlo ya, quería saber cómo estaba, necesitaba mirar sus ojos y darle apoyo y contención emocional.

Aunque la habitación y toda la casa, en general, era algo nuevo, Taehyung se sintió muy tranquilo y relajado cuando sus ojos se cerraron en la noche, luego de tener otra llamada con Jungkook quien le cantó un par de canciones porque estaba preocupado de que no pudiese conciliar el sueño. La cama y las frazadas le abrazaron suavemente, aunque no pudiesen compararse con el cuerpo de su novio, Taehyung se sintió feliz y tranquilo de estar en ese lugar.

Por la tarde, luego de haber tomado el almuerzo con su madre en un restaurante algo lejos del centro de la ciudad, Taehyung entró a su casa, se cambio de ropa y escondió su cabello en un gorro de lana, asegurándose que ni un solo mechón se escapara.

Los nervios lo carcomían porque realmente quería saber qué pensaría Jungkook de su nuevo estilo.

Tapioca se encontraba acostado en su cama en una posición muy extraña y que si un humano intentara seguramente jodería su espalda, pero él se veía totalmente cómodo y feliz. Se acercó a él acariciando su cabeza, como respuesta Tapioca agarró su mano con ambas patas delanteras y lo mordió de forma juguetona.

Una vez salió de la casa, los nervios y la emoción por volver a ver a Jungkook lo abrazaron, aumentando por cada metro que recorría con el auto hasta llegar a la estación que Jungkook le había mencionado. Una vez ahí, se sentó en las bancas a esperar de forma paciente, observando a toda la gente salir de los metros que llegaban y entrando a los que estaban por partir.

Entonces, el de Jungkook llegó. Se puso de pie, buscando con la mirada entre las personas que salían hasta encontrar a la señora Jeon buscándolo también, con sus hijos detrás, Hoseok en los brazos de Jungkook.

Cuando la señora Jeon lo encontró, sus ojos se llenaron de lágrimas, corriendo lo que podía con los tacones, llorando de alivio cuando habló.

"TaeTae, déjame abrazarte, por favor, solo un momento" pidió, mirándolo con preocupación. Taehyung sonrió en grande, abriendo los brazos y dejando que ella lo estreche fuertemente. "Dios mío, me alegra que estés bien... Puedes quedarte en casa lo que quieras, ¿sí?"

"Hola, mamá" Taehyung le dijo, estrechándolo fuertemente.

Ella le tomó el rostro.

"La señora Oh me lo dijo, casi me da un infarto. Dios mío, te prometo que no volveremos a dejarte aquí, ¿sí?" ella dice.

"Estoy bien, de verdad. Me he comprado una casa y una camioneta" menciona, lo que le provoca una risa algo rota a ella, que termina de acariciar sus pómulos cuando sus hijos llegan.

Taehyung no lo espera, pero Jinyoung lo abraza fuertemente diciéndole que le alegra verlo bien y que tiene todo su apoyo. Luego recibe a Hoseok que chilla emocionado por verlo de nuevo y Jungkook espera pacientemente su turno observando como su novio le entrega unas llaves a su madre.

"Es una Hyundai."

"Bien" los tres los dejaron solos, recordándoles que los esperarían en el auto. Jungkook se abalanzó a Taehyung en cuanto tuvo la oportunidad y el mayor lo elevó suavemente del piso apretándolo por la cintura.

Sin soltarlo, Jungkook giró su rostro, besándolo de forma tierna y profunda, mirándolo a los ojos luego.

"Hola, bebé" saludó Jungkook, sintiendo su corazón frágil y chiquito cuando vio cansancio en el rostro de su chico.

"Hola, amor" contestó Taehyung, riendo cuando Jungkook comenzó a besar su rostro.

Jaeshi no conocía del todo a Namjoon o Taehyung; se había perdido la vida y desarrollo de sus hijos, pero se sintió muy confundido cuando su hijo menor le dio una dirección que ni siquiera Nayoung conocía.

Mientras conducían, Nayoung le dijo que se había pasado el vecindario, pero él solo repitió que esa era la dirección otorgada por el menor. Cuando llegaron, el vigilante del lugar los detuvo, pidiéndole la casa que visitaría, el habitante de ella y que le dejara una identificación para darle un pase de visitante.

"Nayoung, ni siquiera yo sé a dónde vamos," Jaeshi le explicó a la mujer, conduciendo hasta la casa cinco "pero es la dirección que me ha dado Taehyung."

"Es que no estoy loca, yo sé que no es aquí" ella insiste, desconcertada.

Frente a la casa cinco había una camioneta Hyundai Santa Fe de color gris, y Jaeshi aparcó detrás de ella, bajando del auto mirando la fachada exterior de la casa. Rodeó el auto para ayudar a Nayoung a bajar porque a ella todavía le temblaban levemente las piernas luego de la última vez que los amigos de Heemin la habían visitado a petición del mencionado.

Ella no había querido dar más detalles, Jaeshi respetó eso, tampoco quiso contarle todo el infierno con detalles que había pasado junto a Heemin, y él no quería presionarla. Su relación había tenido bastante tensión, sobre todo cuando Nayoung había insistido por un perdón que Jaeshi consideraba no debía dar porque ella no había hecho al malo.

Para Jaeshi, ambos eran demasiados jóvenes e idiotas cuando todo lo que vivieron juntos sucedió. No sabían de la vida y no había pensado con la cabeza clara, nada más cegados por el miedo, el dolor, la incertidumbre y el dinero.

Jaeshi admiraba a Taehyung y a Jungkook; a la relación que ambos mantenían, porque de estar en el lugar de Taehyung, hubiese terminado con Jungkook para no ponerlo en riesgo. Sin embargo, Taehyung y Jungkook tenían algo que ellos no en aquel entonces: fe en el otro. Se notaba a leguas que ambos habían luchado por mantener esa relación, por hacerla crecer y por mejorar cada uno por su propio bien y el de su pareja.

Se acercaron tomados de la mano hacia la puerta de madera. Antes de tocar el timbre, pudieron escuchar los gritos un poco alterados de Jungkook y fruncieron el ceño, compartiendo una mirada. Cuando el timbre fue pulsado y sonó, el novio de su hijo guardó silencio, pasos retumbaron en el suelo y luego, la puerta se abrió, mostrando su rostro. Sorprendido.

"Oh, yo..." murmuró, intercalando la mirada entre ambos.

"Taehyung me llamó" Jaeshi comenzó, dejando al muchacho más confundido. "Me dijo que si podía venir a ayudarlos..."

"¿Ayudarnos?" preguntó, mirando a Nayoung para sonreírle de forma un poco extraña. "Lo siento, es que, esto es muy sorprendente para mí."

"¿Es muy fuerte para ti que yo sea su padre?" preguntó de forma inocente Jaeshi y los ojos de Jungkook se abrieron al máximo. Jaeshi se arrepintió, pero si no era eso ¿qué era lo que le sorprendía?

"¡¡Taehyung!!" le llamó dejando que ambos pasaran, cerrando la puerta y caminando a la sala con los adultos siguiéndole. "¡¡Taehyung!!"

"Jungkookie" respondió su hijo, y dirigieron la mirada hacia él que se encontraba bajando las escaleras. Jaeshi casi pierde la mandíbula al ver a su hijo con el cabello rojo, rojo, rojo. Rojo. Ro – jo.

Es decir, se le veía bien, pero era impactante.

"Oh, mamá" Taehyung dijo, mirando a su madre, antes de tomarle la mano y mirarla con dulzura, Nayoung correspondiendo.

"¡¿Por qué no me dijiste que él era tu padre?! ¡¿Y cómo es eso?!" Jungkook pregunta, totalmente alterado y confundido. Taehyung le sonrió, como si nada pasara.

"¿Qué les parece si hablan tranquilamente?" Jaeshi propuso, carraspeando un poco. "Nayoung y yo iremos a la cocina, para ver los ingredientes."

Sin embargo, antes de pasar a la cocina, Nayoung se detuvo frente a Jungkook.

"¿Tenías planeado algo ya, Jungkook-ah?" le preguntó, dejando más desorientado al menor. "Tenía en mente un pastel de manzanas, pero si prefieres algo más podemos hacerlo..."

"¿Qué?" preguntó, el chico se veía tan perdido "¿Pastel de manzanas?""

"Ángel" la voz de Taehyung le llamó, todos mirándole. "Hoy es diez."

"¡¿Qué?!" exclamó.

El timbre volvió a sonar, Taehyung caminó para abrirla, Namjoon entrando de forma brusca al lugar, con la respiración agitada, pálido y Seokjin junto a Yoongi atrás.

"¡¿Cómo que Heemin no es mi padre?!" gritó, mirando a Taehyung.

Seokjin posó una mano sobre su hombro, tratando de calmarlo. Namjoon miró a Jungkook y luego su mirada cayó sobre Jaeshi, cubriéndose la boca.

"Ah... Esto" murmuró Jin sujetando con más fuera a su pareja al verlo más pálido.

"¿Sorpresa?" anunció Yoongi.

Oh, iba a ser un largo cumpleaños.

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