012
¿Su padre no era su padre? Oh, error, mejor dicho, Kim Heemin no era su padre. Taehyung estaba en trance, realmente él no sabe qué pensar ni qué decir. Él solo... Su padre es un doctor, Kim Jaeshi, su padre ¿los abandonó? Su padre está atendiendo a su abuelo, ¿sabrá su abuelo la verdad? ¿O su madre no ha confesado eso más que a él? ¿Sintió algo Jaeshi ese día en el hospital al verlo?
Sin embargo, para Taehyung era lo de menos. Porque hay un malestar en su estómago, que lo quema, que hace presión hasta llegar a su pecho y es horrible, lo detesta. Nunca ha tenido esa sensación, no puede ponerle un nombre. Se expande y deja un desconocido calor en su cabeza. ¿Se estaba muriendo?
"Me voy" dice Jungkook, sacándolo de su trance. Taehyung regresa a ese momento, donde está en el marco de la cocina mientras su novio se encuentra frente a su madre despidiéndose de ella. Su madre le sonríe y su novio se acerca ahora a él para mirarlo con una ternura que derrite y sonreírle de esa forma que a Taehyung le encanta.
Oh, su querido Jungkook.
Taehyung da un paso hacia a él, sintiendo las frías manos de su novio posarse sobre sus mejillas.
"Disfruta el viaje" es lo que Taehyung puede murmurar, disfrutando los dedos suaves de Jungkook acariciando sus tersas mejillas.
"Voy a extrañarte mucho, en serio" Jungkook responde, y Taehyung lo hará también, él no estaba bien. No podía quedarse solo, no podía dejarlo ir, aun cuando había pensado que lejos Jungkook estaría a salvo, ahora no quería soltarlo. No cuando se sentía tan muerto.
"Yo también lo haré" sincera, se acerca a su rostro y toma su labio inferior con los suyos. Jungkook corresponde, devolviéndole el beso que es lento, pero cargado de verdades. Una vez terminado, Jungkook les sonríe a ambos para luego dirigirse a la puerta e irse.
"Taehyung..." llama su mamá en cuanto el silencio no se retira, y siente el calor aumentando en su pecho y cabeza. Taehyung se gira, mirándola. "¿No me dirás que piensas con lo que te dije ayer?"
"Hay... Hay demasiados pensamientos" y ninguno de ellos es claro, todos se entrelazan entre sí, ni siquiera puede terminar uno cuando viene otro. Es estresante, es abrumador. "Necesito estar solo un momento" y es una mentira, pero Taehyung siente que se está asfixiando, así que toma su chamarra negra del perchero, se la coloca mientras su madre se acerca.
"Ten cuidado..." pide ella.
"Tú también" Taehyung toma las llaves de su casa, la billetera y luego desaparece. Se siente un poco perdido e indeciso cuando está fuera de esa construcción que llama casa, pero toma el camino contrario a la casa de Jungkook, ese que transitaba para ir a ver a la señora Han. La presión en su pecho aumentó cuando pasó por su esquina, totalmente vacía, donde las tardes de los jueves se la pasaba platicando con ella.
¿Debería ir al doctor? La presión estaba resultando insoportable.
El malestar siguió expandiéndose por su cuerpo, llegando a su garganta y mareándolo. Era horrible. Taehyung sentía que necesitaba arrancarse el pecho porque era donde sentía la raíz del malestar. No, no tenía que ir al doctor, tenía que ir con el señor Young, aquello era un malestar emocional. Mientras más pensaba en que lo molestaba, más fuerte se hacía el rostro de Heemin en sus pensamientos.
Se detuvo en la acerca, tratando de no entrar en pánico. Estaba volviéndose loco, y no le gustaba eso, menos si era algo completamente nuevo. Pero él no deseaba regresar a casa, se sentía tan enfermo ahí dentro, ¿dónde más podía ir?
Cuando se giró para encontrar algún lugar que llamase lo suficiente su atención para distraerse, se encontró de frente al portón de la comunidad vecina. Había paseado por ella con Jungkook varias veces. En el portón se encontraba un cartel grande y rojo con letras blancas que rezaban "Casa en venta" y un número de teléfono, junto a la descripción de una de las casas que Jungkook tanto adoraba.
Y en medio de esa sensación, leyendo ese cartel, Taehyung lo recordó.
Jungkook se lo había dicho, se lo había explicado; esa sensación la había mencionado cuando escuchaba el nombre de Jimin. Odio. Y si la sensación aumentaba más en cuanto pensaba en Heemin, él...
"Lo odio" soltó, en un hilo de voz, únicamente para él porque no había nadie más ahí. "Lo odio" porque nunca debió lastimarlo ni siquiera siendo su padre. "Pero no lo es..." y eso es peor, ¿no? Lo ha lastimado sin ser su padre y por eso... "Lo odio"
Lo odiaba tanto, de verdad lo odiaba. Y odia como se siente eso. La sensación es horrible, no lo deja respirar, lo marea y lo molesta. ¿Por qué es tan horrible? Se dejó caer al suelo, sujetando su cabeza, tratando de no pensar en él. No quería odiarlo, se sentía tan repugnante, desolador y autodestructivo. Si alguien le hubiese dicho que odiar se sentía tan doloroso y le provocaba esas ganas de llorar de impotencia, entonces nunca hubiese escuchado a su madre. No quiere odiar. No quiere odiar porque duele, quema y no de la forma que quema un beso de Jungkook o un abrazo de su hermano. Es tormentoso.
"¿Joven? ¿Se encuentra bien?"
Una voz desconocida lo llama. No, Taehyung no quiere que lo llamen. Quiere estar solo, ¿no es así? ¿Es así? ¿Sí?
Levanta la cabeza y se encuentra con el vigilante del lugar, mirándole con preocupación mientras se agacha un poco para mirarlo. El corazón de Taehyung se calma al ver ese rostro, porque eso le distrae. Pero, entonces...
"Sí, ¿están los dueños de la casa en venta?" pregunta, con un impulso en la cabeza.
No, muchos impulsos. Es enfermizo.
"Sí, ¿desea hablar con ellos?" el vigilante le ofrece la mano, para ayudarle a levantarse. "¿Se encuentra realmente bien?"
Taehyung niega la ayuda, sonriéndole de forma extraña, y se levanta lentamente, tratando de ignorar el odio. Sujeta su pecho y hace presión, para sentir dolor físico. Asiente.
"Por favor, quisiera ver la oferta."
Demasiados impulsos. Sus pensamientos son un torbellino, pero él se queda en el centro, con una sola idea como objetivo.
El vigilante le sonríe, y se endereza para ir a abrir la puerta peatonal que está al lado del portón, dejándole pasar. Taehyung se encuentra con la calle llena de casas bonitas y grandes, más que la que él tiene. Cada una tiene su propio toque por los jardines decorados por sus dueños, lo que hace que haya variedad de plantas y organizados de forma diferente.
Unas dos casas adelante y llegan a esa casa que para Jungkook es un sueño. La arquitectura le parecía tan bonita e interesante, Jungkook siempre había comentado que le gustaría vivir ahí. Moderna, espaciosa, de dos pisos, con jardín, cuatro habitaciones, cuatro baños.
El vigilante toca el timbre, hay un auto de lujo en el estacionamiento de la casa y en cuanto la puerta se abre, un señor mayor con traje sale con el celular pegado a la oreja, mirándolos con curiosidad.
"No le puedo bajar más el precio, o lo toma así o no la compra y ya" dijo al teléfono antes de dirigirse a los dos hombres frente a él "¿Dígame? ¿Se le ofrece algo?"
"Este joven quiere hablar con usted, sobre la casa" el vigilante habla primero, y el señor mira a Taehyung, quien le sonríe de forma cortés.
"202458600 wons, ¿por qué?" cuestiona.
Cómprala. Una voz le pide a Taehyung que la compre.
"Estoy interesado en ella. Ni siquiera voy a negociarle el precio" Taehyung espeta y el hombre lo mira con una sonrisa confundida. "Puedo comprar y firmar hoy mismo. Aquí y ahora" propuso, tomando su billetera y mostrándole la tarjeta negra que alguna vez Kim Heemin le dio para que fuese 'libre.'
Oh, Taehyung iba a ser demasiado libre.
"Bueno, entra hijo, mírala. Llamaré a mis abogados para cerrar la compra" contesta el señor antes de dirigirse de nuevo hacia el celular. "Lo lamento, señor, la casa ha sido vendida."
Anteriormente, a Taehyung no le gustaban las hamburguesas del Burger King, quizá porque estaba tan acostumbrado a McDonald's se rehusaba a comer otra marca. No fue hasta que Jungkook lo convenció porque tenía unos cupones para ahorrarse un par de monedas hasta que decidió consumir el producto de aquella empresa. Con una sonrisa apenada Jungkook le había comprado una hamburguesa con cupones, pero Taehyung había amado la hamburguesa, no por su calidad (que era buena) si no porque Jungkook se la había regalado, porque la sonrisa de su novio divirtiéndose mientras hablaban de temas triviales era algo que Taehyung siempre iba a adorar.
Ah, él realmente amaba a su chico.
Así que, decidió, como próxima parada, entrar a un local de la empresa y pedir la misma hamburguesa y combo que Jungkook le había pedido ese día. Desde que salía con Jungkook, Taehyung se estaba atreviendo a hacer más cosas sin dudarlo o pensarlo demasiado, buscando hacerse feliz. En ese instante, estaba pensando en sus impulsos y en el horrible sentimiento cada que recordaba a Heemin. Todo lo que él le había dado ahora le parecía asqueroso y quería deshacerse de todo lo que estuviese relacionado con él.
No dudó en llamar a un alquiler de camiones para mudanza; ya no quería estar en esa casa, quería algo nuevo.
Taehyung quería mudarse, detestaba esa casa, aún cuando tiene recuerdos bonitos con Jungkook ahí, hay muchos años llenos de soledad, vacío y recuerdos dolorosos que Taehyung quiere dejar atrás. Su novio ha marcado un antes y un después, y ahora solo quiere aferrarse al después, quiere todo lo nuevo, aunque le dé un dolor de cabeza y miedo pensar en romper sus rutinas, pero ¿qué más da? ¿Y si realmente necesita desestabilizar todo lo que conoce para dejar de sentirse así de estúpido y decaído? ¿Y si solo necesita soltar todo aquello que lo ha lastimado y aferrarse a lo que lo hace feliz? Aferrarse al amor que Jungkook le ofrece, al cariño y apoyo que sus amigos le entregan, abandonar todo lo que conoce porque lo lastima y empezar desde cero...
Cuando se dio cuenta, estaba comprando una Santa Fe 2.2 CRDi AWD. Había gastado tanto ese día, y no le interesaba, solo quería algo nuevo.
Así que en cuanto llegó a casa, su madre lo recibió con un abrazo bastante cariñoso y Taehyung recordó que su madre necesitaría terapia con todo lo que había vivido. Su madre también tenía que buscar su felicidad y no solo pensar en sus hijos, al fin y al cabo, era también una persona, una mujer, no solo una madre.
"Taehyung, amor," ella llama "¿dónde estabas? Me tenías preocupada."
"Estaba de compras" confiesa y ella asintió lentamente.
"¿Qué te pasa? Te ves extraño" sin embargo, su tono no era recriminador ni nada por el estilo, era solo una observación.
Taehyung no pudo evitar sonreír, porque así se sentía.
"¿Verdad que sí?" ella no responde, el menor arregla su chaqueta y mira a su progenitora "Mamá, ¿sigues amando a Jaeshi, mi padre?"
"Bueno, sí, pero ¿eso qué?" su sonrisa es triste "Me ha de odiar, ¿por qué la pregunta?"
"Quiero que vayamos al hospital."
"¿Para qué?" dice confundida.
"Mereces ver al abuelo y a mi padre."
Su madre lo miró con ternura antes de que la tomara de la muñeca y la llevara al cuarto donde en su armario buscó un pantalón deportivo, una camiseta y un par de zapatos. Todo le quedaba grande, pero Taehyung solo quería llevarla al hospital para poder ver a su padre, ya luego se encargarían de la ropa.
"Taehyung" ella llama una vez la lleva hacia la cochera.
"Ya sé que es muy grande, te compraré ropa más tarde."
"¿Qué te pasa?"
"Nada."
A Taehyung no le gustaban las mentiras, así que realmente no le estaba mintiendo, si ella hubiese formulado la pregunta de otra forma, entonces Taehyung le habría confesado muchas cosas.
En cuanto llegaron frente a la camioneta, su madre boqueó.
"¿Te gusta?"
"¿Esto compraste?" cuestiona, sorprendida de que su hijo se haya enfocado en lo material.
"Sí, es espaciosa y segura" la ayudó a subir al ver que ella no se movía. "Nos vamos, cinturón, mamá."
No le fue complicado moverse por las calles; ya había conducido en el auto de Namjoon, y conocía como llegar al hospital de Seúl donde tenían internado a su abuelo. En cuanto pensó en su hermano mayor, decidió que él también tenía que saber la verdad, pero no hoy; tenía otros planes.
No más de veinte minutos le tomó para llegar al edificio, su madre se mantuvo callada, nerviosa ante la idea de hablar un poco con Jaeshi, pero emocionada por volver a ver a su padre. Dejó que su hijo soltara su mano para acercarse a la recepcionista.
"Hola, quisiera una visita a Kim Wonhae."
"¿Su relación con el paciente?" la señora pregunta.
"Hija y nieto" Taehyung le entregó su documento de identidad de minoridad y ella con eso comprobó que Taehyung había ido veces anteriores. Le entregó dos pases de visita con una sonrisa cordial. "Muchas gracias."
Taehyung volvió a tomar de la mano a su madre, que observó cada pasillo, persona y objeto con el que se encontraba. Llegaron a la habitación 118, la de su abuelo, y antes de poder tocar la puerta, esta se abrió, dejándolo ver a él.
"Oh, joven Taehyung" soltó, asombrado al encontrarse con él y su madre.
"Hola, papá" respondió Taehyung con una sonrisa.
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