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・。。・゜Eʟ ᴄᴀᴘɪᴛᴀ́ɴ ・。。・゜
ᴅᴇᴅᴏs ᴅᴇ ᴛʀᴜᴇɴᴏ

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H A Y D E N

Freddy y yo salimos de la casa yendo hacia la calle para encontrarnos con
el tal hombre que decía ser Billy.

—Qué bien, llegaron—nos dijo soltando aire dirigiéndose a nosotros, portaba un traje rojo, una capa blanca y tenía cabello negro. Era bastante apuesto, sinceramente.

—¡Oye no te muevas!—gritó Freddy deteniéndose al igual que yo —¿Cómo sabemos que no eres un villano con habilidades telepáticas y nos haces creer que eres Billy?—el hombre negó sin entender.—Solo tengo que marcar— amenazó mostrándo su celular.

—No, no, no, mira tengo pruebas—de su mochila empezó a sacar algo. Por instinto me alejé más, jalando a Freddy del brazo.

—¡Un arma!—avisé retrocediendo junto con Freddy. —¡Un arma!

—¿Qué? No —me dijo viéndome
—Hayden, no es un arma, tranquila— elevó sus manos.

—¿Y entonces qué es?—cuestionó Freddy fingiendo que marcaba el número. Haciendo que se pusiera nervioso.

—Está bien, te mentí, sí tomé tu tonta bala—de la mochila sacó una pequeña bolsa de plástico que contenía la bala de Freddy. Pero cayó a una alcantarilla.

—¡No!—gritó mi mejor amigo acercándo su cabeza para ver. —¡No!

Pobre Freddy, el objeto que más quería.

—Estúpidas manos de adulto—maldijo el hombre observándo sus manos con desesperación —¡Pero la vieron!—se giró vernos.

—Talvez le robó la bala a Billy y despúes lo asesinó—le dije a Freddy que asintió frenéticamente volviendo a tomar su celular.

—Buen punto.

—¡No!—volvió a negar repetídamente. —¡Miren!—de los costados de su mochila sacó mi pulsera. —También tengo la pulsera  de Hayden. Ten—me extendió su mano.

Avancé un poco dudosa y la tomé, al hacerla toqué su mano, sentí la misma sensación que tuve por primera vez cuando Billy y yo nos saludamos. Esa corriente eléctrica.

—Gracias—lo miré a los ojos y el a mí. Esa mirada ya la había visto antes, fue hace unas horas, cuando me acerqué a ayudar a Billy.

—No estoy seguro de que sea Billy—me comentó Freddy.

—Hayden enserio soy yo—se dirigió especialmente a mí —Tienes que creérme—su tono de voz fue suave y con súplica.

Me quedé pensando en qué hacer, hasta que se me ocurrió algo. La primera vez que Billy se quedó a dormir le dije Buenas noches y el me respondió como sea, y despúes lo dijimos a la viceverza.

Si dice ser Billy, sabrá como responder.

—Buenas noches—el elevó sus cejas con confusión, pero después sonrió ampliamente señalándome.

—Como sea.

No puede ser.

—Es...Billy—le confirmé a Freddy sin poder creerlo. —No sé como, pero es Billy. Es él. 

—Miren sé que no somos los mejores amigos, pero ustedes son los únicos que pueden ayudarme con este asunto de los vigilantes con capas.

—Es Batman—mencionó Freddy, al ver la cara de Billy este negó. —Ólvidalo. ¿Puedo?—preguntó acercando su mano al emblema del rayo que tenía en su pecho.

—Ah claro, sí sí.

—Wow—sonrió Freddy con emoción.

—Es genial ¿no?—ambos asentimos. Se veía demasiado grandioso.

—¿Cuáles son tus supérpoderes?—pregunté curiosa.

—¿Supérpoderes?— Billy señaló su entrepierna —Ni si quiera se como hacer pipí con esto.

—Mmm, de acuerdo —Freddy hizo una pausa pensando un poco —¿Puedes volar?

Entre los 3 nos miramos, Freeman y yo nos apartamos un poco mientras que Billy se alejaba para poder intentar volar.

—Voy a grabar—me avisó sacando su celular del bolsillo.

—Está bien, aquí voy—Billy dió un aplauso, haciendo una pequeña sentadilla para impulsarse, pero se detuvo —¿Cómo le hago?

—Hazle como Superman—Freddy elevó su mano junto con el celular
—Piujj.

-—Piujj—imitó en un tono bajo.

—Obvio salta primero—solté una risa al ver como se hablaban.

—¿Y eso qué tiene que ver?

—Intenta en confiar en que puedes volar. Leí un estudio de expertos en supérpoderes que 6 de cada 10, la confianza es la clave.

—Ah sí, sí, confío en que puedo volar sí, puedo volar.

Billy corrió a un auto subiéndose al techo para despúes dar un gran salto y caer de cara al suelo.

Hasta a mí me dolió.

—¿Y sí confiaste?—pregunté forzando una sonrisa.

—¡Sí!—gritó sarcástico.

—¿Y si probamos invisibilidad?—Batson suspiró.

—Está bien, está bien—cerró sus ojos e hizo una cara como si estuviera pujando, la cual me dió algo de gracia. Ya que hasta se agachó.

—¡No puede ser funcionó!—Freddy me dió un codazo guiñandome el ojo.

—¡Billy, ¿dónde estas?!

—Estoy en frente ¿no me ven?

—¿Dónde?—volví a preguntar moviéndo mi cabeza para "buscarlo".

—¡Lo logré soy invisible!—empezó a reírse mientras que hacía un extraño baile y se movía de un lugar a otro.
—Soy invisble, soy invisible. No pueden verme.

—¡Oye!—gritó un hombre del otro lado de la calle. —Lindo disfráz tarado.

Freddy y yo nos reímos.

—Quizás probamos inteligencia e invisiblidsd al mismo tiempo—Freddy se alzó de hombros de una forma inocente.

—Freeman, Grayson. Voy a tener que golpearlos a ambos—nos señaló con su dedo índice, y de este salió un rayo que pegó en el poste de luz, que despúes de una pequeña explosión, nos dejó a oscuras.

—No puede ser el emblema del rayo, ¡lo tuvimos en la cara todo el timpo!—se emocionó Freddy.

—Era literal.

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Estabamos en el parque, y Billy trataba de prácticar creando varios rayos de sus manos.

—Muy bien, necesitas un nombre de supérheroe con algo de rayo. Y que tenga clase.

—¡Aléjate, no!—se hicieron presentes gritos agudos cerca de un callejón. Divisé a unas personas peleándose por algo.

Toqué el brazo de Billy, el me miró sin entender. Le hice una señal para que viera.

—Ah sí— me asintió. —Oye tú déj...

Sentí una ráfaga de viento sobre mi cara. Y de repente Billy ya no estaba con nosotros, si no que ahora estaba con las otras personas.

—¡Súpervelocidad, palomita!—le informó Freddy. Ambos empezamos a caminar en su dirección.

—¿Quién eres tú?—escuché decir a la mujer.

—Su nombre, es alma de rayo—respondió Freddy. —Héroe del pueblo, con el poder y la velocidad del rayo. Todo en uno.

—Oye eso suena a almorranas—dijo Billy sosteniéndo al hombre con una sola mano.

—Míster Filadelfia.

—Eso es un queso—dije esta vez yo.

—Power Boy, porque tiene los poderes y porque aveces el gas pimienta no te puede proteger del mal.

—Power boy ¿conoces a los niños?—la mujer nos señaló confundida.

—Los conozco poco—juntó su dedo pulgár con el índice — El es mi mánager.

—Soy su mánager—responde Freddy con voz orgullosa.

—Sí—Billy se giró a verme entrecerrando sus ojos —Y ella es mi...

—Soy su diseñadora—me apresuré a decir —Como Edna Moda. Pero yo no autoricé esta capa.

Escuché una risa por parte de Billy.

—Oigan, Power Boy tampoco me gusta, piensen en otro nombre—nos pidió, pero el hombre que tenía sujeto se trató de liberar —¡Oye!

Billy lanzó al tipo hacia unas bolsas de basura con bastante fuerza, ya que lo hizo paracer como si arrojara un muñeco de trapo.

—Manipulación de electricidad, hipervelocidad, súperfuerza. Lo tienes todo. ¡Eres tan cool como Superman!,  bueno casi—la mujer me tomó de la muñeca dejándome dinero en mi mano.

—Tengan, no sé quienes son, no los conozco y no quiero saber qué paso.  Porfavor no me lastimen—salió corriendo algo asustada.

—¡Oiga, su dinero!—le grité elevando mi mano. Freddy se puso a mi lado tomándolo.

—¡Gracias!

—Si necesitas ayuda solo llama al superhéroe que aún no puede volar—Billy elevó su brazo desanimado.

—No importa que no vueles, nos dió 73 dólares— se acercó asombrado.

—¿Enserio? Se me ocurrió una idea.

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—Me gustaría comprar unas de sus cervezas más finas—hizo una voz más grave a la que ya tenía, haciendo una pose poco creíble.

Despúes de unos segundos avanzó hacia las bebidas. No sabíamos ni qué hacer ahora, solo estabamos viéndolas a través de la puerta.

—No lo sé chicos, ni siquiera tenemos identificación falsa—negó Freddy inseguro.

—Freddy, relájate. Yo soy la identificación falsa—se señaló Billy.

—¡Vacíe la registradora!—me giré a ver qué sucedía y eran unos hombres con mascará y armas, otro robo.

Sentí como me jalaron de la mano, fue Billy, que me puso atrás de él. No podía ver nada de lo que pasaba, ya que me tapaba con todo su cuerpo.

—Esta es tu oportunidad—susurró Freddy. Me puse de puntas, viendo sobre el hombro de Billy.

—Tienes razón, vayan por allá y yo iré por los ladrones—empezó a caminar. Mientras que Freddy y yo tomabamos otro camino separado. —Caballeros ¿por qué usar armas si podemos resolverlos como verdaderos hombres?—puso sus puños sobre su cintura como Superman.

Un hombre elevó su arma, pero Billy fue rápido y se la quitó.

—¡Billy cuidado!— Le grité al ver como el otro sacaba su arma, lo siguiente que escuché fue un disparo. Y ví como se agachaba.

Sentí cómo mi corazón dejó de latir debido al susto, pero la bala solo impactó en su cuerpo y resbaló al suelo. Quedándo aplastada, como la que tenía Freddy.

—¡Tienes inmunidad a las balas!—sonrió con emoción dándole un golpe en el brazo. —¡Inmunidad a las balas!

—Soy aprueba de balas—exclamó Billy sin creérlo. Vaya susto que me llevé al pensar que le habían disparado.

—Hoy es diciembre 8 y este es un video de autencidad—sentenció Freddy mientras que grababa con su celular.
—Dispárenle otra vez.

Carajo, Freddy. No, mala idea.

Me repetía una y otra vez en mi cabeza.

—Freddy cállate—le murmuré jalándolo de la playera.

—Sí sí, tengan—Billy les entregó las armas.

¡Billy!, ¡idiota! No debió de habérselas regresado.

Ambos empezaron a dispararle en el traje, sin causárle ningún daño.

—Agurden, no sabemos sí el traje es aprueba de balas. Dispárenle en la cara—sugirió.

Llevé mi mano a mi frente con frustración.

—Sí dispárenme ¿en la cara?—cerré mis ojos escuchando varios disparos. Al terminar de contar las balas, los abrí de nuevo.

—Tuve cosquillas—él y Freddy empezaron a reírse con emoción pero despúes puso una cara seria, viendo a los ladrones.—Están muertos.

Con su velocidad tomó unas luces navideñas que estaban colgadas, amarrándolos para despúes arrojarlos por la ventana.

—Fue increíble—admitió Freddy con el paquete de cervezas con la mano. ¿En qué momento fue por ellas?

—Cortesía de la casa—nos dijo la muchacha aún asustada por el robo. Nosotros asentimos saliendo por la puerta. 

Al menos algo bueno salió de esto.

—Lo siento por el vidrio roto, pero de nada por evitar que robaran la tienda—nos detuvimos en la entreda, mientras que Billy nos entregaba una cerveza a cada uno —Por evitar un robo.

Los 3 le dimos al mismo tiempo un trago a la cerveza, pero enseguida Freddy y Billy la escupieron haciendo una mueca con asco.

—Eso sabe a vómito—comentó Billy mientras que Freddy se limpiaba la boca con la manga de su chamarra. Negué con la cabeza y le seguí dando sorbos a la bebida.

¿Qué? En unas de mis huídas cuando era pequeña, no tenía nada qué beber, así que le robé alcohol a una mujer que salía de una tienda, sin saber que lo que tomaría sería cerveza. Pero pues era beber eso, o quedarme sedienta.

Dejé de tomar al escuchar la falsa tos de Billy. Ambos me miraban confundidos y con su boca entre abierta.

—¿Qué ustedes no la habían probado antes?—pregunté, Freddy se acercó y con un manotazo hizo que la tirara.

—Mejor vamos por algo más—dijo Billy abriéndole la puerta a Freddy para volver a entrar, pero se detuvo al ver que no me moví. —¿Quieres algo?

—No gracias, estoy bien—le respondí recargándome en el muro.
Al ver que habían entrado de nuevo, empecé a maldecir.

—Qué imbéciles fueron—murmuré para mi misma golpeando mi cabeza levemente.

Talvez exagero. Pero algo pudo haber salido realmente mal. Sí, estoy exagerando.

Hayden, estás exagerando.

No, no exagero. Pudo haberles pasado algo realmente grave.

Yo no hubiera hecho nada de lo que ellos hicieron, no le hubiera regresado el arma al hombre, y tampoco insistido a que me dispararan.

Simplemente les golpearía con el bastón que uso de arma y ya. Pero bueno, ya pasó y todo salió bien.

Cuando Billy y Freddy salieron, ví que tenían sus manos llenas de frituras, gaseosas, y todo tipo de dulces.

—Aquí tienes—Billy se acercó entregándome una sprite y una bolsa de doritos. —Sé que no pediste nada, pero como quiera te traje algo.

—Hey—dije extrañada. —¿Cómo sabías que esto me gustaba?

—No lo sabía, solo elegí lo que a mí me gustaba—se alzó de hombros empezando a caminar para irnos.
Este Billy me agrada.

Giró su cabeza al ver a una chica atractiva pasar.

—Hey ¿qué tal? Soy un superhéroe.

Y, ya no me agrada tanto. 

—Sí y su nombre es capitán dedos de trueno—habló Freddy con su boca llena. La mujer solo los miró confundida para luego irse.

—Ese no es mi nombre, oye y deberíamos de salír alguna vez, ¡tenemos como la misma edad!—le sugirió.

—Hey, policías—avisé viendo como unas patrullas llegaban.

—Adiós—Billy dió la vuelta a paso rápido.

—Hey espérenme.

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—Es una gran vista, ya se porque Rocky se esforzaba para subir hasta acá—Billy tomó un puñado de papas.

—¿Sabes? Me agradas más así—empezó a hablar Freddy. —Eres cool, digo, sin ofender, pero la primera vez que te conocimos fuiste...

—¿Un idiota?—ambos asentímos.

—Tú lo dijiste.

—Fue algo mega estúpido lo que hicieron allá en la tienda—solté de repente causándoles confusión.

—¿Por qué?—me preguntó Billy viéndome.

—Primero tú. Regresándole el arma a los ladrones. Eres aprueba de balas, sí, pero ¿qué tal si le hubieran disparado a Freddy o a la cajera?—ví como agachaba su cabeza. —Y luego tú Freeman ¿qué si solamente el traje era aprueba de balas y no Billy?—Freddy puso su mano en mi espalda.

—Hayds —tomé mi cabeza entre mis manos negando.

—Lo siento, es que me alteré. De verdad lo siento. No debí hablarles así. Ni regañarlos.

—¿Por qué se alteró?—escuché que Billy le susurró a Freddy.

—Se preocupa mucho por las personas a su alrededor. Es algo tensa.

—Solo quiero que estén a salvo. Y que no les pase nada— expliqué. —Pero ya olvídenlo. ¿Sí? Porfavor.

Ambos asintieron no muy convencidos, volviendo a lo suyo.

—Oigan y a todo esto, ¿por qué los molestan en la escuela?—preguntó Billy —Veo el motivo con Freddy. Pero no se por qué te molestan a tí.

—Ni si quiera yo sé— admitió él.
—Ella es la más callada de la clase y en sí es tranquila en la escuela.

—Es difícil de creer—responde dándole un trago a su refresco.

—Solo soy así con las personas que conozco—era cierto. Solo me llevo con mi familia y Grant. Nunca con las que no. —Yo siempre de conocer a más amigos, pero simplemente me ignoran y cuando me voy empiezan a murmurar cosas sobre mí.

Hasta ahora si tuviera un dólar por cada vez que me acerco a hacer amigos y me rechazan, sería mas millonaria que Bruce Wayne. Bueno, tendría como 57 dólares.

—Pues que se vayan a la mierda—me dijo Billy dándome un leve codazo—No los necesitas. Nos tienes a nosotros.

Enserio, esta versión de Billy es más amigable que la que conocí el primer día.

—¿Qué significa la R?— se acercó sentándose más cerca de mí, señalando con su dedo mi pulsera.
—¿Tu nombre lleva esa inicial?

—No que yo sepa. La uso desde que tengo memoria—giré mi mano para poder verla mejor, tocándo con la punta de mi dedo la R.

—Quizás tus padres te la dieron—hizo una pausa —Es bonita.

—Sí.

—Bueno—alargó Freddy. —Todos los criminales ya están dormidos o drogados. Deberíamos irnos.

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Entramos por la puerta principal tratando de evitar hacer ruido ya que Víctor y Rosa se encontraban en la sala.

Empezamos a subir las escaleras con mucho sigílo, pero Billy pisó un escalón que rechinó en toda la casa.

—¿Niños?¿son ustedes?—se escuchó la voz de Rosa.

—Mierda—murmuró Freddy esperando a que yo hablara. —Habla Hayden.

—Ah sí, vinímos por un vaso de agua. Es todo, ya vamos a dormir.

—Ajá, buenas noches—siguió Freddy.

—Buenas noches—dijo de repente Billy. Al darse cuenta lo que dijo se tapó la boca.

—¿Ese es Billy?—preguntó Rosa —Billy ven, déjame verte.

—Es que tiene...diarréa—el me miró entrecerrando sus ojos. —Ya va a acostarse.

—Corran—los 3 avanzamos a paso rápido y nos encerramos en la habitación más cercana. La de Darla. Pero al hacerlo, Billy rompió la manija de la puerta. 

—¿Freddy, Hayden?—Darla se levantó de la cama prendiendo su lamparita de noche.

Billy con su velocidad fue y le tapó la boca para que no hablara.

—Taparle la boca como si fueras un secuestrador no hará que se asuste menos—le dije y el le quitó la mano.

La cara de Darla reflejaba confusión y un poco de miedo.

—Darle tienes que creérme soy Billy, aunque no lo parezca, pero un mago...

—No creo que debas mencionar la palabra mago—le interrumpió Freddy.

—Cierto. Un viejito me llevó a un templo y me hizo decir Shazam—del techo cayó un rayo sobre Billy que provocó niebla y una pequeña explosión de luz. Al dispersarse, Billy volvió a aparecer.

Billy, el Billy adolescente.

—Puedes manipular las propiedades. Te transformas diciendo Shazam—Batson se fue por la puerta mientras que nosotros los seguimos, al igual que Darla.

—Darla, tienes que guardar el secreto—le pedí poniéndo una mano en su hombro. 

—Pero es Billy, es un héroe.

—Sí, pero si los villanos se enteran de que es Billy, irán tras sus seres amados, lo cual nos hará blancos fáciles para los malvados—le explicó Freddy.

Billy solo suspiró señalandola.

—¿Al menos es buena guardando secretos?—Darla alzó sus hombros.

—Algo.

—No—dijimos Fredy y yo al unísono.

—Oh dios—puso sus manos al costado de su cabeza. Se le notaba preocupado.

—Mira tienes que guardar el secreto, por el bien de la familia—me agaché un poco para poder verla. Ella me dió una leve sonrisa. Billy también se agacho quedándo a mi lado.

—Las buenas hermanas guardan secretos.

—Soy buena hermana—le sonrió.

—Así es, y serías mejor hermana si repararás la puerta—Freddy le entregó el picaporte, pero se lo quité antes de que ella lo tomara.

—Yo lo haré Darla. Si quieres ve y trata de dormir de nuevo ¿sí?—ella asintió dándome un gran abrazo.

—De acuerdo Hayden—se separó de mí y le dió uno a Freddy. —Buenas noches Billy.

Ella abrió sus brazos acercándosele, pero después retrocedió agachando la cabeza.

—Ah sí, lo siento—ella estaba apunto de entrar, me acomodé para poder ver la reacción de Billy. Este ya tenía sus ojos puestos en mí.

—Buenas noches Darla, descansa—mi pequeña hermana sonrió metiéndose a su cuarto. No recibió un abrazo por su parte, pero ya era algo.

—Qué sueño—Freddy bostezó —Me iré a dormir ya.

—Está bien, yo arreglaré aquí, descansa Freddy.

—Hasta mañana Hayden—empezó a caminar hacia la habitación, pero se detuvo al ver que Billy se quedaba parado —¿Vienes Billy?

—Sí, en un segundo—el peli-negro se encogió de hombros entrando al cuarto.

—Puedes irte Billy. Solo arreglaré esto y ya—le avisé incándome un poco para poder reparar la puerta.

—Este, sí lo sé. Pero quería darte las gracias.

—¿Por qué?—pregunté dejando la perilla en el suelo, levantándome para quedar frente a él.

—Pues por ayudárme hoy—puso sus manos en sus bolsillos, mesiéndose levemente de adelante hacia atrás.

—En realidad no hice nada.

—Ayudaste a que Freddy creyera. Y gracias a eso, él me pudo ayudar.

—Supongo que sí. Y de nada—volví a lo mío.

—¿Aquí te vas a quedar?—me preguntó recargándose en la puerta.

—Sí. Tuviste un día algo confuso, tú descansa—me asintió sin decir una palabra. Para despúes entrar.

—Ni siquiera te dijo buenas noches. Que grosero.—escuché decir a Darla desde su cuarto.

Me reí un poco bajo, esa Darla.

—Duérmete Dudley.

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【 Nota de la autora 】

Es la 1:07 de la mañana y estoy editando. JAJAJA. Por lo que ando cansada y sin imaginación. Así que gracias por leer querid@s lectores. Les deseo lo mejor.

Que la fuerza los acompañe ✦