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・。。・゜Pʀɪᴍᴇʀ ᴅɪ́ᴀ ・。。・゜
ᴅᴇ Bɪʟʟʏ

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B I L L Y

No pude dormír bien en lo que restaba de la noche por alguna razón que desconocía. Y aparte, me quedé pensando en lo que le dije a Hayden. "¿Qué quieres que haga?" Yo no hubiera dicho eso.

Aunque tengo que admitir que el truco de la cartera fue algo bueno. Nunca lo noté.

Y en cuanto al asunto de tratar de huir, creo que me quedaré un día más. No tengo nada que perder. Me iré si me siento incómodo. Y vaya que me siento incómodo en este casa.

—Genial. Eres madrugador—habló Freddy bostezándo mientras agitaba su cabeza. —Ojalá esa de allá también lo fuera—señaló arriba de él a Hayden que dormía plácidamente.

Tenía su boca ligéramente abierta, su flequillo tapaba un poco sus ojos, tenía el rostro totalmente relajado, digo, estaba dormida.

—Hayden. Hayden despiertáte, tenemos escuela—Freddy dió varios golpes bajo la cama. Ella se levantó sentándose en el borde rápidamente.

—Estoy despierta—se apresuró a decir mientras se tallaba sus ojos. Cuándo iba a bajar las escaleras pisó mal un escalón, cayendo al piso.

Me levanté de la cama un poco asustado para verla, ya que el golpe se escuchó bastante fuerte.

—Siempre pisa mal ese escalón—me avisó Freddy restándole importancia a la caída. —Descuida.

—Sí—se puso de pie sobándose su espalda con su mano.

No pude evitar seguirla con la mirada a todos los movimientos que hacía.

Sacó del clóset una sudadera negra. Y se la puso encima de la playera con la que se había dormido.

—No inventes Hayden—le dijo Freddy tocándose su frente. —Mínimo ponte desodorante.

—¿Qué? No huelo mal—se la terminó de poner. Era de Jurassic Park. —Y me pondré una chaqueta encima, la pijama no se verá.

—¿Te piensas ir con ese short y con las pantuflas también?—se burló.

—Lo dice el chico que usa los mismos calzonzillos 1 semana—tomó un pantalón de su cajón y se metió al baño.

—Se llama ahorrar el agua. ¡Búscalo en internet!—le gritó.

Despúes de su escena, desayunamos en silencio. Lo cual agradecí en mi mente.

Nos alistamos para ir a la escuela, tomé mi mochila y al bajar las escaleras noté un pino de navidad en la sala. Era algo pequeño y no tenía demasiadas luces.

—Ah, sé que no es mucho—Rosa hizo una mueca, poniendo una de sus manos en mi hombro —Siempre quisímos tener un gran pino en la navidad que decorar.

—¡Esos son míos!—se escucharon los gritos de Hayden y Mary. Interrumpiéndola.

—Nosotros pensamos que al árbol es muy importante y con un gran significado. Adornarlo todos en familia. Estando juntos—suspiró sonriendo levemente. —Pero ya no se ha podido. ¿Qué se puede hacer?
—Rosa se fue dejándome ahí.

Al irse noté que en todo lo que había dicho se le escuchaba triste y melancólica. Seguro no puede comprar el árbol porque, cuidar de 6 chicos no es nada barato.

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—La escuela es grande, 2000 estudiantes y dices "wow, demasiados extraños" pero no sí los ves como posibles amigos y entonces dices "wow, cuántos amigos"—Darla me explicaba todo sobre la escuela. Todo. Literalmente.

Cruzamos la calle y ví como Hayden ponía sus manos en los hombros de Eugene, creo que así se llamaba. Para guiarlo, ya que estaba con su táblet.

—La directora se llama Sheryl, es la mejor. Te agradará —entramos a la "maravillosa" escuela y enseguida hicimos una fila.

—Siguiente—el guárdia tomó la mochila de Darla.

—Esto es nuestro detéctor de metales. Cómo en el aeropuerto, pero es inofensivo—le asentí.

—Sí ya sé eso—me giré a ver a Eugene y a ese tal Pedro —¿Así es siempre?—Ellos asientieron.

—El silencio me pone incómoda—cantó ligéramente.

—Y casi nunca está incómoda—le siguió Eugene con el mismo tono. Al terminar de revisar mi mochila, Darla me dió un abrazo.

—Ten un buen día hermanito—me rodeó con sus pequeños brazos. Como cuando llegué.

—No tienes que abrazarme todo el tiempo—la separé de mí, agachandome un poco—En realidad no somos hermanos.

—Perdóname—agachó su cabeza cambiando su tono de voz. Alejándose triste.

—Oye...—alargó Freddy viéndo como Darla caminaba frente a él.

—Lo siento—murmuró.

—Hey, no te disculpes linda—Hayden colocó un brazo sobre sus hombros al igual que Freddy empezando a caminar.

—No quise, no lo dije para que se pusiera...—Freddy me hizo una señal de que se encargaba.

Demonios. Me sentí mal.

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—¿Volar o invisibilidad?—Freddy se sentó en la mesa en la que yo estaba.

—¿Qué?—Hayden llegó también con una bandeja de comida en sus manos.

—Es una buena pregunta. Todos escogen volar ¿Sábes porqué?—asentí.

—¿Para así poder volar lejos de esta conversación?—escuché una leve risa por parte de Hayden que se dejó de escuchar cuando Freddy la miró ofendido.

—No. ¡Porque los héroes vuelan! Todo el mundo quiere que lo vean como héroe.

—No todos vuelan—ella se alzó de hombros tomándo de su agua.
—Batman no vuela. Capitán América ni la Viuda Negra vuelan, la chica de la máscara y el traje negro con azul tampoco vuela.

No he escuchado hablar de la última que Hayden mencionó. Se me hizo extraño que la mencionara.

—Sí. Pero los cool más vuelan—defendió Freeman.

—No oí eso—Hayden miró hacía mi izquierda entrecerrando sus ojos. Como si buscara a alguien. —Me tengo que ir—se levantó de su silla con rápidez.
—Los veo luego—tomó su bandeja y se fue a prisa.

—¿A dónde va?—le pregunté a Freddy cuándo Hayden ya se había ido.

—No sé. Seguramente a explicarle a alguien la trilogía de Matrix—miré por donde se había ido, ya no había rastro de ella.

—Te sigo contando—rodé mis ojos—Todo el mundo quiere que lo vean como héroe. Pero la invisibilidad nunca, porque es de pervertidos— al igual que que Hayden, tomé mi bandeja y me fuí.

H A Y D E N

—¡Grant!—le grité por los pasillos, se detuvo girando su cabeza para verme. Avanzando hacía mi.

—Extorsionista—me saludó sarcásticamente acomodándose su mochila en su hombro.

—¿Pudiste guardar el traje y...—me tapó la boca con su mano y miró abriendo sus ojos mientras apretaba sus labios.

—No hables de eso a mitad de toda la escuela—retiró su mano para despúes tomarme del brazo. —Te van a escuchar, idiota. Ven—me guió hasta un salón vacío.

—Si me tratas de besar te tumbo los dientes—dije ya estando adentro apretando mi puño.

—No quiero besarte—respondió con cara de asco. —Tu no eres mi tipo.

—Soy el tipo de todos—puse una mano en mi cintura. Causándo que negara cerrando sus ojos —Ya dejándonos de estúpideces. ¿Pudiste guardar todo?—asintió.

—Sí, guardé todo bajo mi cama. Nadie revisa ahí. Así que no lo encontrarán.

—¿Cómo lo lograste ocultar?—le pregunté —Me dijiste que tus padres estaban en la mansión.

—Ni siquieron se dieron cuenta de que estaba con ellos—agachó su cabeza rascándose su nuca. —Estaban tan ocupados en su mundo que ni siquiera notaron mi prescencia.

—Grant—este me impidió hablar.

—Digo, soy un adolescente de 17 años con una gran mansión, que se queda solo la mayor parte de su vida. Lo que todo chico quiere ¿no? Debo de estar felíz.

Era la primera vez que Grant me estaba contando algo de él y no sabía que dicirle. Me puse a su lado , coloqué mi mano en su hombro como pude. Ya que era mucho más alto.

—Grant, ambos sabemos que no eres cualquier chico, está bien que no te guste estar solo, pero aún así no lo estarás, porque aunque no quieras me tienes a mí—sonrió levemente, despúes sacudió su cabeza. Alparecer eso lo hizo reaccionar.

—¿Por qué te digo esto?—se apartó de mí con una mueca —Solo ólvida lo que te dije. ¿De acuerdo mocosa?

—Y volvió el Grant imbécil—resoplé.

—Hey—me señaló ofendido con su dedo. —No temo el golpearte—me reí por lo que dijo.

—Quiero que lo intentes. Yo combato el crímen en la noche—le recordé.

—Ni siquiera te he visto en acción. ¿Quién comprueba que eres tan buena?—puse mis ojos en blanco mientras que el me miraba triunfante.

—¿Estás seguro?—me quité la mochila de los hombros poniéndola en una silla.

—Oh sí—este se quitó se chaqueta, arrojándola por el salón. —¿Lista? 1...2...3—el se avalanzó hacía mi con su puño en alto, pero me agaché y lo esquivé.

—Muy lento—el se incorporó dando pequeños saltos en su lugar.

—Estoy calentando—se puso en posición de pelea. —Solo mira.

—Auhh—lo escuché quejarse estando en el suelo.

—Tienes razón, no soy tan buena—este se sobó la pierna con una mueca.

—Cállate— me dijo él. —¿No me vas a ayudar?—extendió su mano a mi direccción.

—Nop—le respondí tomándo mis cosas.

—Tuviste suerte—se levantó batallando un poco. Acomodó lo que había desordenado y fue por su chaqueta.
—Estúpida.

—Espero lo volvamos a repetir—salí del salón, seguida de Grant que cerró la puerta trás de él. —Disfruté verte sufriendo.

—Oh créeme. Lo volveremos a repetir algun otro día—abotonó su chaqueta.
—Pero cuando haya practicado mis patadas.

—Podrás prácticar, pero no serás mejor que yo.

—Y creí que ya no podías ser más egoísta—se burló empezando a caminar lejos de mí.

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N A R R A D O R A

Las clases habían terminado, todos estaban en la salida. Y los chicos de la casa Vasquez estaban esperando a Billy para poder irse juntos.

—¿Cómo te fue en tu primer día?—preguntó Mary al verlo acercárse. El solo se pasó de largo, ignorándo su pregunta.

—Creo que le fue bien—dijo Hayden sarcásticamente. De repente se escuchó el motor de un auto acercárse que golpeó a Freddy haciendolo caer.
—Freddy— Hayden se agachó para poder ayudarlo.

—Estoy bien—dijo un poco adolorido. A su amiga no le dió tiempo de responderle ya que Burke y Brett se bajaron del auto con una sonrisa.

—¿Qué diablos les pasa?—preguntó Mary molesta. Ellos solo la ignoraron también, dirigiéndose a los chicos.

—Hazte a un lado Grayson—Brett empujó a Hayden lejos de Freddy bruscamente. Llamándo la atención de todos, incluída la de Billy.

—Vas a pagar eso, Freeman—Burke tomó a Freddy de la camisa estampándolo contra el auto. Señalándole el raspón.

—Oh claro—dijo él y despúes les mostró sus dedos de enmedio. 
—¿Aceptan estos?—Brett le dió un golpe en el estómago. Mientras que Burke le daba una patada que hizo que se cayera al pavimento.

—¡Déja a mi hermano en paz!—gritó Darla tratando de sonar intimidante. Mary la tomó de los hombros y la alejó de ellos, para que no saliera herida.

Hayden podía fácilmente terminar con los dos muchachos. Pero no quería levantar sospechas. Prefería tener un perfil bajo y no reaccionar tan abruptamente ante situaciones así. Ya que en la escuela era conocida por ser seria y tranquila, por el hecho de que no tenía amigos con quién llevarse.

—Oigan, solo déjenlo ¿sí?—habló Hayden poniéndose de pie con una voz calmada y serena, que sorprendió al joven Batson, que no la había escuchado así.

—¿Así que defiendes al inválido?—preguntó Brett acercándosele. —Qué conmovedor, ¿por qué no te le unes?—la tomó de la muñeca fuertemente arrojándola hacía Freddy.
Por accidente, Brett le quitó una pulsera, la cual ella nunca se quitaba.

Billy dio un paso enfrente al ver como habían empujado a Hayden.

—¡Oye!—le gritó él. Hayden volteó a su alrededor, había adultos que solo miraban sin hacer nada al respecto.  Trató de levantarse pero Brett se lo impidió.

—No, ahora hazle compañia—tomó la pulsera viendola con una sonrisa burlóna. —Qué patética eres—la arrojó lejos.

—No hicieron nada, ya paren—pidió Mary viendo como sus hermanos estaban en el piso. Billy solo cerró sus ojos yéndose. No era su asunto.

—¿Necesitan que su familia falsa los defiendan?—preguntó Burke incándose para hablarle a Freddy que seguía en el suelo. Para despúes darle patadas, haciéndolo llorar un poco.

—¿Vas a ir a llorar con tu mamá? Ah, si es cierto no tienes mamá.

Billy tomó la muleta de Freddy sigilosamente, acercándose por detrás de los bullies.

—Hey—ellos voltearon y en eso, les dió un fuerte golpe con la muleta, debilitándolos un poco.

—¡Uhh!—gritaron algunos espectadores con una mueca de dolor al ver la acción.

—Lo siento por eso—dijo Billy sarcásticamente. —Pero, la verdad, no era una pelea justa— Burke se levantó dándole un golpe en su abdomen para despúes tirarlo al piso.

—Billy—Hayden fue con él, incándose a su lado. —¿Estás bien?—colocó su mano suavemente en el brazo de Billy. 

Él asintió poniendo su mano sobre la de ella involuntariamente, sintiendo una sensación que nunca había sentido. Se sintió en paz.

—¡Atrás! Sé usarlos—Eugene le quitó unos nunchakos a Burke del pantalón empezandoles a dar vueltas. Pero envés de aullentarlos él mismo se golpeó.
—Auh.

Billy aprovechó la situación y empezó a correr lejos soltando la mano de Hayden, no sin antes recoger la pulsera que estaba tirada unos metros adelante.

—¡Trás el!—gritó Brett persiguiéndolo al igual que Burke.

—¿Están bien?—preguntó Mary acercándose a los chicos junto con los demás.

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Horas despúes.

—¿Por qué no vas a lavar los platos envés de ayudar a buscar a Billy?—se preguntó Freddy a él mismo. —¿Si lo ves vas a correr hacía él?—se rió sarcástico. Pero dejó de reirse cuándo vió a un hombre por la ventana.
—¡Víctor!¡Víctor!¡Víctor!—empezó a gritar.

En otra habitación Hayden dejó de limpiar la mesa y fue corriendo hacía la cocina para ver que ocurría.

—¿Qué pasó Freddy?—este le señaló con su dedo la ventana—¡Rosa!¡Rosa!¡Rosa!—gritó al ver a un hombre con una capa blanca.

—Shh. Soy yo, soy Billy—él hombre se señaló casi en un susurro.

—Chicos ¿qué ocurre?—se oyó la voz de Víctor apróximarse.

—Los veo en la calle. A los dos—salió de sus vistas dejándolos confundidos, mirándose entre sí.

—¿Qué pasó?—llegó Víctor. Freddy enseguida habló antes que Hayden.

—Es que siento que el que Billy escapara fue mi culpa. Talvez ronco demasiado fuerte y eso hizo que ya no quisiera vivír aquí.

—Sí, y yo siento que fue por el desórden que hago. Tal vez se sintió incómodo estándo con nosotros.

—Tú no roncas—Víctor le dió un abrazo a Freddy para consolarlo.
—Pero sí hueles feo.

A Hayden se le escapó una risa que pudo ocultar tosiendo, al separarse de Frerman, abrazó a la chica.

—Y tú...—Víctor se quedó pensando
—Bueno, tú sí eres desordenada. Pero no fue tu culpa.

Lo mismo le pasó a Freddy. Soltó una risa.

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【 Nota de la autora 】

Hola hermos@s lectores.
Espero y les haya gustado💕.
Cuidense mucho, les deseo
lo mejor a ustedes y a
sus familias. 

Larga vida y prosperidad 🖖