— Señorita Kim, debido a su mal desempeño en la asignatura deberá tomar cursos extras y pasar el examen final o no aprobara la materia —señaló la maestra cuando la clase terminó y los alumnos salieron, Jennie vio de reojo a Lisa guardando sus cosas con calma y se inclino sobre el escritorio en un afán de mostrarle mejor su parte trasera y sonrió levemente—

— ¿Qué? Pero si me he esforzado mucho —se quejo Jennie con voz algo aguda, vio por el rabillo del ojo a Lisa poniendo atención a su trasero y luego desviando la mirada con pena— ¿No puede alguna compañera ayudarme? —preguntó inocentemente—

— Si la señorita Manoban aquí presente —señaló la maestra y Lisa las mirara con algo de sorpresa, ella solo quería irse antes de desviar de mas la mirada— accede a darle clases privadas, es probable que con las actividades que debe su promedio en esta asignatura no esté en riesgo, como siempre ha sido una de mis mejores alumnas y supongo que algo debe de estar pasando para que pierdas tu promedio tan de repente, te daré oportunidad de entregar los trabajos, pero con una calificación menor —

Jennie asintió rápidamente dando las gracias y tomo su mochila, Lisa salió mientras no la veían debido a la vergüenza que la estaba atormentando.

— ¡Manoban! —grito llamando su atención y la alfa volteara a verla con curiosidad, sin embargo su mirada parecía no concentrarse e irse a los pechos de la omega que rebotaban casa que corría—

Dándose la vuelta y caminando más rápido, Lisa quiso huir sin éxito pues fue pescada del brazo por la omega.

— ¿Necesita algo señorita Kim? —preguntó Lisa mirando a los ojos a la omega quien le sostuvo la mirada y la hizo desviarla— ¿Es sobre su nota cierto? —

— Efectivamente querida Manoban —sonrió Jennie comenzando a caminar y llevando a la alfa con ella— me preguntaba si podrías darme algunos cursos de la asignatura —puchereo buscando que Lisa la mirara— Podría darte un pago por las clases si tienes algún inconveniente —

— No necesito dinero —Negó Lisa sin entender a qué se refería— podemos ir a la biblioteca a estudiar después de clases, pero no puedo los miércoles y viernes —

— Me parece excelente —sonrió Jennie en grande soltando el brazo de Lisa y dándole un beso en la mejilla— ¡Gracias! ¡Nos vemos luego! —y corrió rápidamente a la parada, si perdía el transporte tendría que esperar media hora hasta que pasara otro—

Y Lisa, Lisa se quedó pasmada y con la cara roja de pena.

Nunca nadie aparte de su mamá le había besado la mejilla.

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