Todo un Placer
【Qin Shi Huang x Brunhilde】
Pedido por: Pedrito59
Gracias por pedir, si no te gusta el resultado final, me lo dices y yo lo cambiaré inmediatamente.
Advertencia: Insistencia, celos y síntomas depresivos.
Ubicación: Coliseo del Ragnarok.
Contenido: Semi romántico y triste.
Sin más que decir, ¡Disfruten!
La valkiria había llegado al lugar donde conocería al mortal protagonista de la séptima batalla de Ragnarok.
Ese digno rival que trataría de vencer al dios griego del Inframundo, Hades.
Ese mortal que es conocido como el rey de reyes y respetado por toda la gente china.
Ese humano era Qin Shi Huang...
Después de un gran rato de irritación y espera, finalmente apareció.
Tan arrogante como siempre, lo primero que hizo fue ir a por Brunilde.
━¿Que tal valkiria? ━Tomó la mano de ella y le dio un beso━. ¿Que quieres de mí?, ¿Acaso es una cita?
La ojos verdes solo rodó los ojos y alejó su mano de la de él.
━Eeeeh... no ━Dijo en un tono serio y algo molesto━. Solo quería confirmar su presencia para competir en el Ragnarok.
El emperador solo rió ante la forma de ser de ella.
Paso su mano en sus cabellos y sonrió de par en par.
━Si tanto anhelas mi llegada, estaré ahí puntualmente, muñeca.
Brunhilde se ruboriza ante lo último, pero se recompuso.
Qin solo estaba jugando con ella, ¡eso es todo!
No había porque darle más vueltas al asunto.
Así que refunfuñando, se fue de allí, sin responderle nada.
Geir estaba ahí, pero no se atrevió a decir absolutamente nada.
Hades estaba preparándose tanto física como mentalmente para la séptima pelea.
El dios en su cabeza, tiene la ilusión de ganar y vengar a su hermanito.
Tenía un gran peso en sus hombros, pero valdría la pena si es que gana este combate.
No se preocupaba mucho, puesto a que su rival no parece ser tan rudo.
El dios del Inframundo caminaba listo para hacer su entrada triunfal y ahí fue cuando el destino pondría a prueba a estos dos competidores del Ragnarok.
【Minutos atrás...】
Por otro lado, el increíblemente irritante Qin Shi Huang seguía queriendo ligarse a la bella valkiria azabache.
Brunhilde no puede creer su suerte.
Intenta llevar un buen vínculo con todos los humanos competidores, pero a veces se le hacía TAN difícil manejar sus emociones. Debía admitir que varios de estos, la sacaban de sus casillas.
Uno de estos es el emperador chino.
━Entonces si ganó esta pelea, ¿aceptarías salir conmigo en una velada?
━Claro te aceptaría una cita ━Rodó los ojos, mientras fingía una vocecita dulce━, Para el 30 de febrero.
Esa fecha no existe y Qin lo notó al instante.
Aunque su reacción, no es lo que Brunhilde esperaba.
Envés de renunciar a sus intentos de ligar, éste solo se carcajeó en su cara.
━Vaya al parecer la gatita tiene un sentido del humor ━Siguiendo riendo, para la mala suerte de ella━. ¡Me encanta!
Si. Este sujeto no va a parar de insistir.
Desde que conoció a Brunhilde, no ha dejado de perseguir esas ganas que le tenía y ha intentado invitarla a salir desde entonces.
Y eso es que se conocieron hace 2 días, que ella describe como tortuosos.
━¡Esta bien Qin!, saldré contigo, si me dejas en paz y si ganas la ronda, saldremos a donde TU quieras ¿Deacuerdo?
El emperador sonrió y asintió ante las palabras de la valkiria. Acto seguido se fue corriendo a prepararse, para la mirada atónita de Brunhilde.
¿Pero que ha hecho?
Qin era un maldito egocéntrico, derrochando kilos de arrogancia y alguien con quién no te gustaría conversar, a menos que quisieras escuchar puras tonteras de ese descarado.
Pero por alguna razón desde que ha estado ahí, no ha dejado de molestarla.
Siendo sincera, se sentía intranquila al lado del emperador, probablemente sea porque le agarraba confianza a cualquier cosa, omo cuando tiró a Ares y lo humilló frente a Hermes.
Sí... todo una buena influencia.
Lastimosamente ella no podía confiar en nadie, ni tenía a alguien con quién hablar al respecto.
Se sentía tan sola, pero no tenía tiempo para sus sentimientos.
De alguna u otra manera, todos esos momentos con el mortal azabache, ha mantenido ocupado a calculador cerebro por esos días.
Y pensándolo de otra manera, nos es tan molesto, puede que al principio lo haya comparado como un mosquito, pero el era lind-- ¿EN QUE DEMONIOS ESTÁ PENSANDO?
━¿POR QUÉ PIENSO EN QIN CUANDO HAY ALGO MAS IMPORTANTE QUE DEBO ORGANIZAR? ━Dijo Brunhilde para sí misma.
Y eso que decía era verdad, ya que en unos minutos, se haría las séptima pelea y realmente debería estar concentrada en ello.
Por lo que, se guardaría sus sentimientos en el bolsillo y seguía su tarde, planificando todo.
Total, debía conversar con Alvitr y el hecho de que fusionará su alma con la de Qin para hacer el Völundr...
¡Rayos!, ahora que lo pensaba, no le gustó pensar eso de golpe.
¿Estaba enferma? ó ¿Quizás estaba eufórica por todo el proceso?
No tenía ni idea, pero mejor se tragó esos pensamientos y salió caminando, a buscar a la valkiria menor.
Lo que no sabía Brunilde, es que estaba cayendo en la profunda y horrible trampa que son los celos...
Sí. Estaba celosa de su hermana castaña y el irritante Qin Shi Huang.
¿Quién lo hubiera dicho?
Alvitr había conocido a Qin y estaba deslumbrada por su gran carisma.
Éste le contaba anécdotas graciosas y ella reía tontamente mientras se ruborizaba.
Al parecer, se estaban gustando el uno al otro ¿no?
El coqueteo era evidente a kilómetros.
Eso lleno de rabia a la mayor de las valkiria, quién se vio en la necesaria acción de interrumpirlos en su plática.
━Discúlpenme si "los he interrumpido", pero requiero la presencia de Qin-chan para la pelea, ese hora del völundr ━Dice en su típico tono serio, aunque tenía piscas de enojo en su voz.
━Como tu quieras primor~ ━Dijo el mortal en un tono divertido.
Se cruzó de brazos y empezó a caminar, saliendo de allí, dejando solos a la pareja.
━Creo que fue un grave error, haber hecho eso...
Con los sentimientos a flor de piel, la pelea acaba de iniciar.
Qin tenía puesto una armadura de mangas en sus brazos, que era su Völundr y con su entrada triunfal (en el palco de los dioses) estaba listo para acabar con Hades.
En la pelea, el primer emperador chino estaba haciendo comentarios despectivos del rey del Inframundo, haciendo que la ira de este último aumentará mucho más.
Brunhilde estaba observando con horror todo y Geir estaba apoyando al mortal para darle "mucha suerte".
La azabache se sentía acomplejada con sus sentimientos.
No sabía que pensar, de repente y cuando menos se lo espero, estaba pensando en Qin.
Ahora se preocupaba por él y tenía miedo de lo que le fuera a suceder.
Sus latidos estaban al mil por hora.
Geir se preocupa de su estado, parece que va a estallar de la emoción o algo parecido.
En un momento a otro, todo la ilusión se acabó, cuando con un golpe final e inesperado, le cae al chino, quién no parece resistir mucho.
Cae al suelo y estaba por morir, lo que significaba la victoria de Hades, dándole un punto a los dioses.
El corazón de Brunhilde se empezó a romper, Geir la queda viendo llorando por la pronta muerte de su hermana.
A la azabache poco le importaba, llegó a la arena y miró el cuerpo del moribundo.
Ella le tomó la mano, con mucha fuerza.
Con sus últimos alientos le dijo una cosa a su amada.
━Mi Brunhilde, quiero que sepas que fue todo un placer conocerte y aunque no pude tenerte, espero que me recuerdes...
Con eso último, el emperador chino fallece, llevándose sus palabras a la tumba...
Desde ese momento, la valkiria cambió, pero para mal.
Ahora estaba melancólica todo el día, extrañaba a ese irritante pero lindo chico.
Al parecer tener un odio irremediable hacia los dioses, pero más al asesino de Qin (osea Hades).
Ella mantendría su palabra y jamás lo olvidaría.
Aunque se arrepentía de describir sus sentimientos muy tarde, no dudaba en vengar su nombre y ganar por él.
Me ha encantado hacer este jeje.
Una vez más, gracias a Pedrito59 por hacer el pedido, me gustaría saber si te ha gustado o si te gustaría que le hiciera una modificación en algo.
Si quieren hacer pedidos, vayan al capítulo 1 a hacerlos y si ya pediste entonces puedes pedir 2 más (si quieren).
Sin más, ¡me despido!
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