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Inocente Seducción

Afrodita x Poseidón

Pedido por: Poseidon_mistico2

Advertencia: Acoso (leve pero acoso).

Ubicación: Por el Ragnarok.

Contenido: ¿Romántico? (Acoso, amor, fantasía, etc)

Sin más que decir, ¡Disfruten!

━⁠Poseidón es tan lindo~ ━⁠Rió la coqueta Afrodita, que miraba la pelea que desempeñaba el soberano de los mares.

Normalmente, ella no le estaría echando piropos así porque sí, pero esta vez él tenía algo que lo hacia ver atractivamente perturbador.

Quitando lo serio y tedioso del horrible carácter que posee Poseidón, éste daba cierto toque de interés que muchos tenían en él.

Antes, la diosa no se veía interesada en tenerlo, pero esa vez pensó que sería una interesante combinación suya con el dios marítimo.

Total, tenían muchas cosas en común como que eran rubios, ojos azules y que eran dioses vinculados al mar y el océano.

Y aparte que no pasaría más que de una inocente seducción, no estaría nada mal intentarlo y por su parte, lograrlo~

Una sonrisa ladina salió de su bello rostro y se imaginó ella con Poseidón.

Claramente éste sostenía su cara estoica de siempre, pero en la fantasía de ella, por lo menos lo intentaba dándole un abrazo.

Caray, ni en sus fantasías deja de ser frío.

A pesar de sus esfuerzos por llamar la atención de Poseidón con miradas coquetas y sonrisas tentadoras, él permanecía impasible, su carácter implacable y su mirada fija en el horizonte. Afrodita, no dispuesta a rendirse, ideó un plan para atraer su atención.

Una noche, cuando el salón estaba casi vacío, Afrodita —que siguió al dios del mar desde la distancia, hasta encontrarlo en una zona oculta, tanto que ni siquiera sabía de su existencia— se acercó a Poseidón, su figura iluminada por la luz suave de las lámparas doradas. Se inclinó un poco, dejando que su perfume envolviera el aire y tal vez, hacerlo embriagar de esa pasión que ella emana.

━⁠Poseidón, ¿no crees que es una noche perfecta para dejar los asuntos a un lado y disfrutar de un poco de compañía? ━⁠Preguntó ella en un tono dulce, intentando hacer que él se acercase; sin embargo, no sé hizo nada más que un gran silencio.

El mencionado levantó la vista, sus ojos de un azul profundo encontrándose con los de ella, que parecían brillar como un par de zafiros. Ella le sonrió y espero una respuesta suya.

━⁠Afrodita, siempre tan encantadora, ahora mismo no necesito la compañía de nadie ━⁠Su voz neutra la desánimo un poco, pero asintió.

━⁠Oh esperaba que quisieras un rato de charla, pero está bien, nos vemos~

No queriendo hacerlo enfadar, se despidió, sin dejar su genuina sonrisa y se marchó del lugar, dejando al dios tranquilo.

Puede que no logrará acercarsele, pero aún así no actuó pedante, por lo que le daba un poco de esperanza y por eso mismo, se pondría a pensar en más técnicas e ideas para seducir a ese cubo de hielo andante.

Poseidón se sentía intranquilo.

Habían pasado unas cuantas semanas y aquella diosa seductora no le dejaba en paz, pero aunque la rechazaba, por alguna razón no podía evitar querer verla.

¿Será que esa sensual bruja le hizo algo?

Solo ella sabrá, por ahora debe hacerse cargo de algunas cosas en su reino.

Y hablando de ella, se encontraba viéndolo de lejos, mientras se escondía tras una pared.

Afrodita no le "acosaba" —o eso quería creer—, simplemente estaba caminando ahí cerca y le saludó cortesmente y quizás que, con un leve sonrojo en su rostro, le siguió de lejos, esperando saber el paradero del dios marino.

La diosa era consiente de que poco a poco, lo estaba voviendo loco y eso que solo uso su encanto natural para seducirlo y lo estaba logrando.

Sí. Cuando ella se lo propone puede cautivar hasta él más serio que conozca.

Nadie se resiste a los encantos de Afrodita y Poseidón no sería la excepción (porque si no seríaun fraude).

De alguna manera, estaba por lograr su objetivo y estará con los brazos abiertos, a la espera de los resultados.

Otro día pasó y Afrodita seguía siguiendo al rey de los mares, quién no sabía que ella lo sigue.

Todo ese tiempo, la rubia monitoriaba al hombre y por eso se dió cuenta del detalle de que todo el tiempo, tenía un horario para llegar a esa parte.

Todos los días iba y hacía cosas,algo que Afrodita no entendía y eso la hizo interesarse mas en él.

Por lo que, tontamente, haría un jugada como lo era, ir y ver más de cerca.

La diosa se lo pensó mucho, era una mujer curiosa, pero sabía que eso podía meterla en graves problemas. Aún así se decidió y espero a que él no estuviera y que ella no tuviese deberes, para ir y ver que tramaba.

Una vez todo estaba en orden, ella fue corriendo y entró al lugar, con algo de dificultad, pero lo logró. Ahí miró que el lugar no era lo que esperaba, porque parecía un extraño cuarto, también notó que había un escritorio y una estantería, aparte de una especie de cama.

Se rascó el mentón y se preguntó así misma el porqué de esas cosas y que era ese cuarto. Cabe a recalcar que ni siquiera encendió el cuarto —notando que no servía de mucho—, solo podía ver por la luz que ella emanaba de su cuerpo y al ver que todo era "normal" prefirió irse.

Al menos no era algo extraño o perturbador.

Todo iba bien, hasta que salió de allí y se encontró con un estoico Poseidón, que la quedó viendo en silencio. Ahí fue cuando ella se dió cuenta de que estaba en serios problemas.

No sabía qué hacer ni que decir para salvarse, simplemente se quedó quieta y empezó a temblar como sí fuera una gelatina recién comprada.

Ahora sabe que no es tan sigilosa como pensaba...

Tumbando su cuerpo en la cama y agarrando con fuerza el cuello de ella, Poseidón se acercó lentamente al rostro de la diosa.

Afrodita le tenía un cierto pavor al dios de los mares, por lo que ahora se estaba preguntando, sí fue una buena idea usar sus encantos en él.

Intranquila pero sin mostrar su evidente miedo, la rubia solo observó a Poseidón, que estaba muy cerca suyo.

Otra cosa era que él apretaba sus pechos, algo que le dolía, pero no se iba a quejar para no enfadarle más.

De repente, Poseidón empezó a reír como un chiflado y lanzó a Afrodita de la cama, cayendo bruscamente al suelo.

━⁠P-por favor, d-dejame explicártelo...

Ella buscaba una solución e intentó hablar con él, sin éxito alguno. El dios se acerca y la vuelve a agarrar bruscamente, para jalarla a la cama.

El agarre era muy fuerte y él tenía cara de que cometía un crimen. Ella no sabía que hacer, no podía pensar en nada, porque todo lo que tenía en la cabeza era la espeluznante cara de Poseidón.

━⁠Eres muy estúpida sí crees que no me daría cuenta ━⁠Dijo él, acercándose a su rostro. Afrodita no podía retroceder y cada que él se acercaba, él la aplastaba —no ayudaban que sus grandes pechos estuvieran aplastados por los pectoralesmuy bien marcados del rubio—, haciendo que sintieran un poco de dolor.

━⁠Y-yo, no quería hacer n-nada malo...

Es lo que mejor le salió de su boca.

━⁠Eres una idiota, te dije que no te metieras en donde no debías ━⁠Se explicó, mientras la soltaba.

Ella estaba atemorizada, pero lo único que pudo hacer, fue sobarse las muñecas (lugar en donde Poseidón le dió el fuerte agarre) y él se levanta, dando más vibras temerarias.

Afrodita intentó volver a razonar con él dios, pero Poseidón se regresó, agarrándola de la cabeza y acercándola hacia su rostro.

La diosa se ruborizó, pero también sentía un intenso dolor por esto. Se arrepentía de meterse en estas cosas.

━⁠Me hiciste algo...

━⁠Yo solo buscaba acercarme, perdóname ━⁠Estaba dando toda su fuerza para no empezar a llorar.

En eso, la vuelve a soltar y ella cae en la cama e inmediatamente se toca en la parte afecta.

━⁠Ni se te ocurra hacer eso con nadie más, ¿oíste, idiota? ━⁠Él la miró asentir unas diez veces y ahí cuanto todo volvió a hacer silencio.

Solo se escucha la respiración de Afrodita y no se le ocurrió decir nada más que sí podía irse ya.

━⁠¿Entonces... ya puedo irme? ━⁠Preguntó Afrodita, con sus ojos brillosos posados en él, esperando poder irse lo más rápido que pudiera.

Poseidón se quedó pensadolo por un rato, hasta que al final le dió un:

━⁠... No.

Un rotundo no y en eso, tomó la cintura de Afrodita y la acercó hacia él. La volvió a agarrar de la cabeza para depositarle un beso largo e intranquilo.

Afrodita cerró los ojos y correspondió a medias.

Puede que este hechizado, pero siendo sincero, no puede resistir a la tentación carnal que la diosa le emanaba.

No sería la última vez que la tendría en sus brazos, de hecho esto era el inicio de la obsesión de Poseidón por Afrodita.

Lo triste es que gracias a eso, Afrodita no iba a volver a caminar bien de por vida...

【𝘍𝘪𝘯】

F por el culantro de la Afrodita. ¡Escapa de ahí esponja!.jpg

Gracias a Poseidon_mistico2 por hacer tu pedido, espero te guste.

Sin más ¡me despido!

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