Pedido de @NightmareSenju :3

Bueno, para este One Shot usaré un OC del que no especificaré forma física ni nombre, para que cada quien lo imagine como quiera, lo único es que será mujer, que es lo más típico, y quien quiera que se imagine a Hércules xD

Igual, la historia tiene un contexto histórico de la época de Jack, viviendo en pareja con esta chica siendo todo ajeno al Ragnarok.

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 - Qué barbaridad... otro más...

Una chica leía un periódico sentada en una mesita, donde había un té recién hecho y humeante con unas pastas al lado. No era para nada femenino leer un periódico en esa época... pero ella lo hacía igualmente. Además, estaba en su casa, y a su prometido no le importaba en absoluto. Es más, hasta le gustaba. Todo tenía una razón...

Escuchó la puerta de su casa cuando iba a tomar un sorbo, mirando y deteniéndose, viendo a su prometido entrar, dejando en el perchero su abrigo y su sombrero.

 - Jack, bienvenido a casa - saludó ella con una sonrisa, que le fue correspondida a medida que su pareja se acercaba - ¿Has tenido un buen día?

 - Siempre que salgas a despedirte de mí antes de ir al trabajo, tendré un buen día asegurado, querida. Así que sí... - él tomó asiendo a su lado, mientras ella le servía una taza de té, observándola con el periódico - ¿Ya lo leíste?

 - Sí... sabes que a veces prefiero que me cuentes tú las noticias, pero cuando son tan malas no me gusta oírlas de tu boca...

La mujer suspiró, dejando el periódico en la mesa, donde en primer plano salía la noticia de otro asesinato más por parte de Jack el Destripador, aquel asesino desconocido que se ganó ese nombre a pulso.

Jack tomó el té y le dio un sorbo, mientras miraba el periódico. A decir verdad, él siempre era uno de los primeros en enterarse de todos los acontecimientos de la ciudad, o al menos de todos en su barrio. Aquel niño que huyó del prostíbulo tras asesinar a su madre, y posteriormente encontrar la casa de su padre y hacerlo también, tuvo que ganarse la vida como un chico repartidor de periódicos. Al tener un aspecto lindo, no fue muy difícil, además que no parecía tan desaliñado como otros y era un chico bueno y fiel. De ahí, sólo pudo empezar a ascender con el tiempo poco a poco, pues siendo uno de los pocos niños que sabía leer y escribir, a temprana edad se convirtió en redactor jefe de la editorial... por lo tanto, todas las noticias pasaban antes por sus manos antes de ser publicadas, pudiendo él reescribirlas haciendo alguna que otra modificación que desconcertaba a los medios e investigadores en el caso de Jack el Destripador. Tal vez cambiaba el nombre de una calle, la posición de la víctima, o a veces incluso lo hacía pasar por un asesinato que no fuera obra suya. Era fácil engañar a un pueblo que se creía todo lo que decía el innovador periódico, aunque siempre había algún escéptico.

 - ¿Y qué tal tu día? - preguntó dejando su taza de té - He visto que te has recogido el cabello, ¿has salido?

 - Sí... he ido a ver al doctor... - admitió con algo de vergüenza - Sigo con esos problemas... ya sabes, de cada mes, y... el jarabe que me dijo de comprar no funciona para que el funcionamiento de mi útero se regule...

Hablaba en voz baja sobre ese tema, pues aún siendo su prometido y confiar plenamente en Jack , le daba vergüenza (como a todo el mundo en esa época) hablar de sus problemas íntimos. En este caso, la menstruación de esta chica era muy irregular y leve, mostrando claros signos de que tal vez sus ovarios no funcionaban correctamente en la producción de óvulos, lo que desembocaría en una gran dificultad para quedarse embarazada en el futuro.

 - Oh... sabes que me gusta ir contigo a todas partes, en especial a ver al doctor... - dijo tomando su mano despacio - Me preocupo por ti, querida, me preocupo mucho... - él bajó la cabeza hasta dejar un pequeño beso en el dorso de su mano.

 - Lo sé, querido... lo sé... siento haber ido sin ti... pero no quería molestarte, tienes mucho trabajo ahora que ese asesino anda suelto... - ella dio un pesado suspiro, apoyándose en la mesa y mirando por la ventana.

Jack la observó. Los colores de su prometida mostraban signos tristeza y algo de rencor, ¿qué le ocurría a su amada? 

 - ¿No me tienes que contar nada más? - preguntó - Te noto... triste y apagada... si es por lo del doctor, no...

 - Jack, es que... - ella frunció los labios - Esa vieja urraca me ha visto llegar sola a casa después de llegar del doctor y... ya ha vuelto a parlotear tonterías de mí...

 - ¿Otra vez la señora del zapatero? ¿La vecina? - preguntó alzando las cejas.

 - Me ha llamado "buscona" porque camino sola por la calle, no voy acompañada de un hombre y porque estoy viviendo contigo sin estar unidos en matrimonio...

Jack apretó los dientes sin que eso se viera reflejado en su mandíbula, observando a su prometida sin soltar su mano. Ah, esa vieja urraca... cómo le gustaba malmeter de todo el mundo. Que se meta en sus asuntos. Y justo cuando Jack le iba a decir que no se preocupara por eso último, que pronto estarían casados, ella le volvió a hablar.

 - Antes de entrar en casa, me gritó que Jack el Destripador me asesinaría porque me confundiría con una fulana...

Jack se levantó rápidamente de la mesa, haciendo retroceder la silla y alarmarse a su prometida, que le miró algo sobresaltada. Luego, con calma, fue a su lado y la abrazó suavemente contra él, acariciando su mejilla con el pulgar.

 - No tienes nada que temer... tú no eres así, y nadie te hará daño... Yo te voy a proteger siempre.

Le dedicó una bonita sonrisa, soltándola después, yendo hacia la puerta y tomando su sombrero y abrigo.

 - He recordado que debo hacerle una pequeña visita al zapatero - le dijo girándose hacia ella - Esta mañana, se me ha despegado un poco la suela del zapato al darme contra el borde de una escalera, no tardo nada, querida... ah, y... respecto a lo del doctor... no te preocupes. Es una lástima que no podamos disfrutar de que lleves a un niño en tu vientre, pero si queremos niños, las calles y los orfanatos de Londres están llenos de niños sin hogar que necesitan amor...

Ella asintió levantándose y recogiendo el té de la mesa, escuchando la puerta cerrarse. Jack comenzó a caminar, serio. Su prometida no era nada de eso, ella un ángel puro. Y por ello debía esconder muchas cosas de ella, como por ejemplo, que su heterocromía no era sólo eso, un cambio del color ocular... sino que tenía un pequeño regalo de Dios. Y ahora que Dios le había obsequiado con una mujer maravillosa y una vida, no iba a permitir que nadie  con la lengua afilada fuera contando rumores y asustando a su familia.

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Pues como que hace un chingo que no actualizo... mejor me voy poniendo las pilas un poco más xD