Pedido de valeocken

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- Y digo yo... ¿Acaso no tienes como 200 sirvientas?

Loki le replicó a Odín con un gesto muy raro en la cara, estando tumbado en el aire, flotando. Odín era más joven, con el pelo corto y negro, peinado hacia atrás, y le había encargado a Loki cuidar de su hijo mientras él estaba ausente. Por eso le replicaba que si acaso no tenía sirvientas que cuidaran del niño en vez de él.

 - Tienes que ser más responsable, Loki - le respondió él - Thor no es en absoluto un niño problemático.

 - Entonces lo malearé - contestó mordiéndose una uña y mirando a otro lado.

 - Ni se te ocurra. Es mi futuro heredero y será como yo - comentó arreglándose la capa.

 - Entonces será un aburrido.

 - Loki... son tres horas. Échale un ojo también al nido. No debería pasar nada, pero mira cuando te acuerdes. Ah, y muy importante... Thor no debe entrar a la sala de armas. Terminantemente prohibido. Como me entere de que Thor ha entrado ahí... - amenazó con un dedo, dando miedo.

Loki dio un bufido quitándole importancia con la mano, viendo irse a su tío, sin despedirse, claramente. Al escuchar el portazo, miró alrededor aburrido. En el trono de Odín había un nido, con una bolsa de agua caliente para que estuviera calentando dos huevos, uno negro y otro blanco. Se fue flotando buscando al niño que supuestamente tenía que cuidar, encontrándolo en una silla enorme sentado, con sus pies que aún le quedaban mucho para tocar el suelo y el libro le ocultaba toda la cara.

 - Pff... pues si que es igual que su padre... si es así sólo tengo que echarme una siesta... o tal vez... ag... - dijo con molestia - Es que me aburro...

Loki empezó a flotar alrededor del chico que leía, mirando el libro. No tenía ni un dibujito. Thor llevaba un abrigo ancho, similar al que usaría de mayor, y la zona del cuello le cubría también media cara hasta la nariz, haciéndole una expresión seria.  El dedo de Loki se puso en su mejilla, hundiéndola un poco.

 - ¿No te aburres? Tantas letras, tantas páginas...

El niño no le contestó, siguiendo su lectura.

 - Bueno, si tan interesante está, espero que te dure el libro tres horas más... - dijo tocando el grosor de todas las páginas que le quedaban - Y pórtate bien hasta que venga tu padre.

Loki siguió flotando alejándose de él, buscando algo interesante que hacer ahí mientras volvía Odín, y aprovechaba que él no estaba para curiosear sin tapujos. Pero al igual que él, alguien se dio cuenta de que Odín no estaba ahí, y eso le interesó. Thor cerró el libro, con la mirada más viva y curiosa, dando un saltito con un empujón para caer de la silla al suelo y empezar a correr con sus patitas cortas fuera del salón.

Un minuto después, Loki llegó sonriendo y flotando, dándose un golpe en la cabeza sobre por qué no se le había ocurrido mirar en el cuarto de Odín, si ahí seguro hay cosas más interesantes... como por ejemplo si usa calzón corto o largo. Cuando iba a irse por otra sala, se giró al ver la silla vacía y el libro en la mesa.

 - ¿Thor? - preguntó acercándose, mirando debajo de la mesa - ¿Sobrinito? ¿Pelirrojo?

Si fuera en otras circunstancias le habría dado igual, pero recordando las palabras de Odín sobre qué pasaría si Thor entraba en la sala de armas... Se dio prisa en ir flotando a la sala, viendo de lejos la puerta abierta con un enorme candado roto en el suelo. Reprimió un chillido acelerando entrando rápidamente en la sala.

Buscando al niño pelirrojo, lo encontró cerca de un cuadro inmenso del que tenía montones de armas en ofrendas a sus pies. El pequeño Thor miraba fijamente el cuadro callado, mientras Loki se acercaba mirando.

- ¿Eso era lo que querías ver? - preguntó - Me imaginé que querías agarrar las armas y hacer locuras... Aunque... Tal vez sea que ninguna aquí te interese.

Thor miró por primera vez a Loki, antes de volver la vista al cuadro.

- Ese es Buri, el abuelo de tu padre - le contó Loki - Fue el primer dios que hubo aquí. Decían que estaba enterrado en el hielo, y que una vaca lo sacó a lamidas. ¿Flipante, eh?

Loki dio una sonrisa, dándole un toque con el codo, pero Thor no se inmutó.

- Buri tuvo un hijo llamado Bor, Bor tuvo a Odín y Odín a ti. Supongo que por eso te da curiosidad. Bueno, ya lo hemos visto, ahora vámonos no vaya a ser que nos pille tu padre o vuelva antes.

Loki abrazó por la espalda al niño para levantarlo, creyendo que sería fácil pero puso una mueca de incredulidad al intentar cargarlo en peso, haciendo más fuerza.

- Joder, como pesas, alguien va a ser el futuro dios de las focas...

Y dejándose Thor caer en peso muerto para hacer que Loki le sacara volando y tirando de él, se quedó mirando el cuadro de su bisabuelo, despidiéndose con la mano de él. Loki mando poner otro candado ahí a una sirvienta y recoger eso, dejando al niño en el suelo.

- Ahora vas a seguir con tu libro tranquilamente, ¿Vale? En un rato será hora de cenar, y después al baño. Yo mientras me voy a curiosear.

Y dándole el libro y unas palmaditas en la cabeza como buen niño, lo dejó en la silla mientras él se iba flotando... Pero unos segundos después volvió a escuchar las patitas de Thor hacer ruido al caer al suelo y giró los ojos volviéndo. Thor estaba delante del trono de su padre, con el nido.

- Me dijo Odín que no eras problemático... ¿Que pasa ahora?

Loki vio que Thor tenía los dos huevos en sus manos, mientras los observaba.

- No tengo ni idea de que saldrá de ahí, pero mejor déjalos donde...

En ese momento, un pequeño crujido hizo a Loki callarse, y acercarse a ver cuando vio aparecer grietas en los dos huevos. Thor se giró para quedar frente a él.

- Me dijo que no tenía que preocuparme por los huevos... Lo de ver el futuro lo lleva regular... - masculló.

Saliendo más grietas y cayendo trocitos de huevo en las manos de Thor, los dos huevos se abrieron, habiendo un trozo de cáscara que se levantaba porque las cabecitas de dos pequeños cuervos las empujaban. Cuando se sacudieron, cayó ese trozo de cáscara, revelando a los dos pollitos dentro de sus huevos, sacudiendo sus pequeñas plumas.

- Oh... Pero... Son adorables... - Loki sonrió agachándose a verlos en las manos de Thor.

Tras sacudir sus plumas, ambos cuervos abrieron los ojos, empezando a ver con claridad. Al enfocar la cara de Loki, empezaron a aletear con fuerza.

- ¡Mamá! ¡Mamá! - chillaron a la vez mirándolo.

- Ah nonononono, mamá no - negó rápidamente separándose - Mamá yo no - dijo antes de envolverse en una nube de humo, apareciendo con la forma física de Odín - Mamá yo - dijo señalándose.

Pero los cuervos le miraban callados, sin aletear. Cuando volvió a su forma original, volvieron a alterarse y llamándole "mamá".

Loki suspiró, tapándose los ojos con las manos.

- Bueno... Odín lo arreglará luego...

- ¡Hambre! ¡Hambre!

Thor retiró el huevo de sus manos, dejando solo a los pollitos en estas, mirando después a Loki.

- Supongo que... Podemos adelantar la hora de cenar... Las sirvientas no tendrán nada preparado aún... Bueno, voy a pedir pizzas. Eso le gusta a todo el mundo.

Y alejándose un poco, sacó su celular de entre su ropa, mientras los cuervos seguían llamándole mamá y exigiendo comer. Ellos crecerían rápidamente y serían muy listos... En cuestión de horas.

Con una cena a una hora temprana y cinco pizzas en la mesa porque más vale que sobre que falte, Loki estaba haciendo bolitas con la masa de estas para luego dárselas a los cuervos. A lo mejor no era lo más indicado, pero no se le ocurría nada mejor. Thor mientras, estaba en la silla con los pies colgando, comiendo callado, sin pausa pero sin prisa, también sin fondo.

- Tu padre no pide pizza de cena, ¿Eh? El primo Loki es más guay - le dijo al ver que el niño iba a empezar a comerse la tercera, a lo que Thor le asintió enérgicamente - Ten cuidado no te vayas a poner malo.

Cuando iba a darle las bolitas de masa al cuervo negro, este aleteó.

- ¡Regurgita! ¡Regurgita! - exigió.

(Regurgitar: expulsar por la boca un alimento no digerido que se mantiene en la garganta o estómago. Es lo que hacen por ejemplo las aves para dar de comer a sus crías)

- Ah no, ni de broma. O seco, o chupado, pero no me voy a poner aquí a dar arcadas en la mesa para que comas contento. Abre el pico.

Negándose en rotundo, Loki tuvo que agarrarlo y obligarle a abrir el pico, metiendo la comida con la poca paciencia que le quedaba al final de su boca y que sólo tuvieran que tragar. Tras un largo rato en el que incluso pasó la hora de la cena, Loki suspiró y dio una pequeña sonrisa al ver a Thor recostado en la silla con las manos sobre su pancita, con cinco cajas de pizza vacías a su lado.

- Ahora rápido al baño, antes de que empieces a hacer la digestión.

Llevándose también a los dos cuervos molestos que aprendían palabras a cada minuto, Loki fue al baño principal con ellos, llenando la tina con agua calentita y pidiendo a Thor desnudarse y meterse. Mientras, apoyó al lado un cuenco con un poco de agua y metió a los cuervos, para que se bañaran ellos solitos y disfrutaran.

- Mira que tener que hacer estas cosas bajo amenaza... En fin, voy a lavarte el pelo, chico, ve echándote agua en él.

Loki miró por los estantes, intentando descubrir cuál de esos extraños botes era un simple champú de cabello. Al leer uno que lo ponía, lo agarró sin más.

- Venga Thor, cierra los ojos que no te entre - dijo arrodillándose en la tina y agarrando su pelo - Joder, cuanto pelo tienes... Voy a gastar el bote entero...

Volcó el champú sobre la cabeza del niño mientras él se cubría, teniendo un color algo oscuro, pero le quitó importancia, mientras empezaba a masajear su cabeza sin quitar el ojo de encima a los dos cuervos, que aleteaban felices salpicando agua al lado de la tina. Alguno podía querer ir con su "mamá" y caerse a la tina de Thor, así que no podía descuidarse.

Mientras seguía frotando el cabello del chico, notando demasiada espuma, le sonó el celular, sacándolo cómo podía y descolgando con la nariz.

- ¿Digamelón?... Ah, hola nena - se apoyó el teléfono entre su hombro y oreja, con la cabeza torcida - ¿Esta noche salir? Si, claro, llevo toda la tarde portandome "bien" y quiero hacer unas cuantas bromas molestas contigo.... Si... Si, estoy cuidando de mi sobrino... - él continuaba mirando a los cuervos - Te gustaría, es pelirrojo... Oye, tiene seis años, no me seas pedófila... Cuando crezca, tal vez. Entonces si te parece bien nos reunimos donde siempre en una hora... - dijo mirando un reloj, sabiendo que Odín habría vuelto para entonces - Ah, tengo que contarte muchos chismes y...

Loki se calló un momento, ya que Thor le estaba dando palmaditas en los brazos llamándole la atención. Al bajar la mirada, lo primero que vio fue negro. Muy negro. Todo negro. El pelo del niño era negro, el agua de la tina era negra... ¡Incluso el niño estaba negro! Todo eso me hizo dar a Loki un chillido agudo y largo.

- ¡Luego te llamo, nena! ¡Acabo de convertir al hijo de Odín en un dios de África Central! - él se quitó el celular y colgó - ¡Sabía que era negro de bote, lo sabía!

Sacó rápidamente a Thor del agua, quitando esa y limpiando el cuerpo del niño con una toalla, manchandose está también, pero el tinte ni se quitaba de su piel. Haciéndolo todo a gran velocidad, limpió la tina y la llenó de agua, mientras llevaba en volandas al niño al lavamanos a mojarle la cabeza con agua limpia, volviendo a soltar tinte y poniéndolo todo sucio.

Luego de nuevo a la tina, buscando gel para el cuerpo y poder lavarle frotando con fuerza, intentando quitar el tinte de su cuerpo cuando le quedaba poco tiempo. Cuando quedaban escasos minutos para que regresase Odín, sacó al niño y lo seco entero con una toalla, mirando el resultado un poco nervioso. Bueno, ahora no era negro, era gris oscuro... Pero el pelo si seguía negro.

- Bueno... - dijo con una sonrisa nerviosa - En realidad no estás tan mal...

Había puesto todo el lavabo sucio, pues el champú con tinte negro de Odín era muy fuerte, y el niño le miraba sin decir nada. Luego puso una mueca de disgusto, llevándose las manos a la barriga hinchadita que tenía.

- ¿Te duele la tripa? Demonios... Si es que te has tragado cinco pizzas, y la salsa barbacoa está muy rica, pero de noche hace daño. Lo mejor para eso es dormir y hacer bien la digestión. Odín no quiere un diosito todo negrito y todo panzón.

En realidad no lo era, pero a Loki se le acababa el tiempo. Le puso su pijama blanco con dibujitos de nubes y rayos y se lo llevó como pudo a la cama, tapándolo entero sin que se viese nada.

- ¡Buenas noches, que sueñes con gigantes y esas cosas!

Luego corrió al baño a recoger a los dos pollitos, que estaban acurrucados entre ellos. Temblaban porque su agua quedó fría, y su buche estaba hinchado por haber comido masa.

Él los agarró entre sus manos volando rápidamente al trono, a su nido, poniéndolos ahí y con la bolsa de agua caliente, justo antes de escuchar el portón principal abrirse, y voló rápidamente hacia ahí, viendo a Odín entrar.

- ¡Buenas noches tío! ¡Thor está en la cama y tienes dos sorpresas en el trono! ¡Yo me voy que he quedado y tengo prisa, chao!

Diciéndolo todo muy rápido, Odín le observó inquisitivo, pero cuando Loki salió corriendo, los dos cuervos iban revoloteando a ras del suelo, persiguiéndolo.

- ¡Mamá, mamá! ¡No te vayas! ¡Tenemos frío y nos duele el buche! ¡Mamá!

Odín los miró con su ojo muy abiertos, recogiendolos del suelo y dándoles calor entre sus manos. Iba a gritarle algo a Loki, pero un cúmulo de sirvientas llamó su atención. Thor venía caminando despacio a la entrada, con las manos en su tripa dando pequeñas quejas resumidas en suspiros adoloridos, con el pelo negro y la piel gris.

Odín empezó a temblar de rabia, y hubiera cerrado los puños con todas sus fuerzas si no tuviera en sus manos a los dos cuervitos que se acurrucaban contra el buscando calor, lloriqueando porque mamá los había abandonado. Solo podía decir una cosa, pues...

- ¡¡¡¡¡LOOOKIIIIIIIIIIII!!!!!