Scenario - Coquetear a Sasaki
Pedido de LexMontiel8 :3
Ya saben quién podría ser un rival para él >:3
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- Es acertado por tu parte que vengas a pedir permiso para sacar a una persona del inframundo.
En la sala del trono del Olimpo, Zeus estaba sentado en el trono central. A sus lados de pie, estaban Hermes y Ares, callados, el primero con los brazos a la espalda y el segundo cruzados. Enfrente de ellos, el tirano de los mares estaba parado, con su rostro serio de siempre, mirándoles sin que sea directamente.
- No he venido a pedir permiso, he venido a avisar de lo que voy a hacer. Tu permiso me es indiferente - contestó sinceramente.
- Típico de tí... - Zeus se rascó su cicatriz - Pero no puedes entrar al inframundo sin permiso de Hades...
- Todo el mundo se baña en la playa sin mi jodido permiso.
- Y te desquitas con terremotos y maremotos.
- Ya ves.
Ahí parecía que había quedado la conversación, pero Zeus soltó una risa de las suyas.
- Hermes, hijo... Vamos a ver qué se cuece en el Inframundo...
Hermes sonrió, retirándose a un lado y sacando algo similar a una enorme olla de plata, que rellenó con agua de unos cántaros de por allí. Ese agua era gris y estaba cerrada para que nadie bebiera de ella.
Con ayuda de Ares, llevaron la pesada olla delante de los dos supremos, y el mensajero se quitó sus guantes, agachándose al lado de la olla de plata mientras ellos se acercaban.
- Bien, denme un poco de paciencia, hace mucho que no hago esto...
Hermes sonrió, metiendo su mano en el agua, empezando a mover la haciendo ondas suaves, moviendo su mano como si fuera el nado de un pez por ellas. El mensajero de los dioses necesitaba saber que pasaba en todo lugar para informar, y su forma de viajar al inframundo sin estar en él era a través del agua del Estigia, el río del inframundo. Con su capacidad y su magia, Hermes había logrado algo increíble, que era utilizar el agua como si fuera un enlace hacia el lugar.
El agua empezó a cambiar de color, empezando a formarse figuras, recreando el paisaje del inframundo, un poco borroso.
- Ya casi está - dijo - Ahora... Vamos buscando a Sasaki Kojiro.
- Seguro que es ese idiota que está con la caña de pescar en el agua - dijo Poseidón, recto mirando el agua, donde a lo lejos había alguien completamente inidentificable aún - Es el único que seguro que se pone a pescar en un río muerto.
- Es imposible saberlo aún, tío - Hermes siguió avanzando, mientras la imagen se movía como si de verdad fueran navegando por el agua - Sólo es una mancha que... Oh, pues sí que es él...
Poseidón dio una minúscula sonrisa de triunfo viendo cómo empezaba a notarse el cuerpo de Sasaki Kojiro, sentado en la orilla con una caña de pescar, distraído. Sin embargo, movía la cabeza alrededor suya, como si estuviera viendo algo o a alguien cerca.
- Vaya, está acompañado - comentó Zeus - Es normal, ahí abajo es todo un mar de aburrimiento... Y los chicos como él no duran mucho sin que algún alma malvada vaya a molestar.
- ¿A que te refieres con "los chicos como él"? - la pregunta la hizo Ares, pero Poseidón también estaba interesado en la respuesta.
- ¡Oh, jo, jo, jo! ¡Miren quién es el que está con el humano! - Zeus no contesto, pero dijo eso señalando.
Cuando Hermes pudo hacer que las ondas del agua se calmaran y moviera un poco la vista, se vio detrás de él que era el propio Adamas quien hablaba con él.
- Tu humano ya prefiere a otro dios - Zeus le miró, curioso - ¿Sigues interesado?
- Él no prefiere a Adamas - confesó - Adamas es un ser molesto, insignificante, un error como dios. Además de eso, es feo y desagradable de ver. Él nunca le eligiría.
- Igual tengo constancia, tío Poseidón... - Habló Hermes esta vez - De que el Tío Adamas cuidó de usted toda su infancia. Es una persona dedicada y cariñosa, y juraría que el humano no es alguien superficial.
Poseidón guardó silencio ante eso, observando a Sasaki que con un gesto algo tímido y sintiéndose avasallado por el dios fallecido, respondía algo que no podían oír. Mientras que su mente iba a empezar a formular extrañas teorías sobre si a Sasaki me gustaba o no, Adamas se marchó de ahí, con un gesto que parecía de obligación. Fue entonces cuando Kojiro se levantó, sacudiendo su ropa y recogiendo la caña, y parecía dispuesto a irse.
- Muy bien Kojiro - pensó Poseidón - Vete de ahí, que no te molesten. Vete a un lugar seguro y espera a que vaya a buscarte, luego te llevaré a mi palacio y viviremos felices y comeremos perd...
- ¡Oh, ese que llega es Hades! - indicó Hermes.
- ¡Drama, drama! - Zeus aplaudió como niño pequeño - ¡El defecto de esa cosa es que no tiene voz!
- Yo leo los labios, padre - Hermes sonrió - Parece que no se conocen personalmente, pero Hades sabe quién es.
Poseidón frunció el ceño mirándoles. No era mentira que su hermano mayor era todo un seductor de apariencia seria y elegante, y seguro eso no afectaba a Kojiro... Aunque Poseidón también era serio y elegante...
- ¿Hades puede ser un mayor problema que Adamas? - preguntó Ares.
- Hades es más atractivo, ni comparación con Adamas - respondió rápidamente Poseidón, enojado mirando el agua.
Zeus y Hermes compartieron una mirada cómplice y tuvieron que fruncir los labios para no reírse. Ares los miró, pero él parecía que no entendía nada de eso.
Sin embargo, Poseidón estaba un poco hipnotizado. Kojiro estaba mirando a Hades mientras él le hablaba, con una pequeña mueca de incomodidad en sus labios pero manteniendo las formas, haciendo un rostro tímido y muy lindo bajo su punto de vista. Ah, le encantaba esa cara... Pero no le gustaba que se la hiciera poner otro.
- Maldito Hades... - maldijo apretando los puños en su espalda - Como se te ocurra tocar a mi Kojiro te...
Ni siquiera su amenaza mental pudo ser terminada, porque el dios de inclinó un poco sobre él, tomando su barbilla y alzando su mirada más. Sasaki no podía retroceder, pues detrás de él había una pequeña caída hacia el agua, y no era recomendable estar en contacto con ese agua. Le estaba diciendo algo, mirándole fijamente, mientras Kojiro fruncía los labios con una sonrisa de circunstancia, algo incómoda.
- Se está poniendo el asunto interesante, Hermes, ¿Qué está diciendo mi hermano? - preguntó Zeus.
- Veamos... El tío Hades mueve muy poco los labios, es complicado, pero...
La atención de los dioses se vio desviada de Hades hacia otro punto, pues de la misma agua del Estigia empezaban a salir burbujas, hasta que ellos vieron al mismo Poseidón salir del agua, agarrando a Kojiro por la espalda y sosteniéndolo en peso, estando el dios en el agua pero sin que el humano la tocase, mirando de mala manera a Hades.
El padre y sus dos hijos miraron rápidamente a donde estaba antes Poseidón, a su lado, estando el sitio vacío.
- ¿¡Pero cuánto ha tardado en tío Poseidón en llegar al inframundo?! - exclamó el dios de la guerra, asustado e impresionado a la vez.
Los otros dos no respondieron, pues Zeus se reía a carcajadas limpia y Hermes se tapaba la boca con la mano, riendo también.
Ya no importaba cuánto había tardado ni cuando se había ido, lo gracioso es verle discutir con su hermano Hades mientras se iba nadando por el ese río con Kojiro en alza para que no toque el agua. Quién sabe lo que podía pasar si un humano toca ese agua... Ah si, que acaba siendo un Aquiles. Esperemos que sea eso. Digamos que a los dioses no le hace nada.
- ¿Y ahora que va a pasar? - preguntó Ares.
- Pues se llevará a su palacio al humano y vivirán felices y comerán perdices, supongo - Zeus volvió a su asiento - Aunque no creo que nadie pueda ser feliz con Poseidón.
- Ese humano es un tanto especial para él... - Hermes quitó su mano del agua.
- Si... Tal vez... Tal vez ellos si puedan ser felices. Cuanto más tiempo pasen juntos... ¡Más nos reiremos!
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