Mascota
El príncipe Apolo de Grecia lo tenía todo, ropas finas, buena comida, la mejor educación, experto en las artes, pero a pesar de tenerlo todo para él eran simples pérdidas de tiempo ya que no podía tener lo que todos han tenido y eso es el amor.
Durante los últimos años se le lanzó una maldición que le prohíbe amar no importa cuando lo intento con damas de compañía, doncellas, incluso algunos hombres ninguno de esos romances duró mucho y siempre termino solo, todas las noches rezaba a los dioses que esta horrible maldición terminara y le permitieron ser feliz.
Cierto día mientras Apolo atendía algunos asuntos sobre el reino unos de sus consejeros se le acercó notificando que el rey del oriente le mandó un regalo por su décimo octavo cumpleaños, Apolo solo asintió pidiendo que dejaran el regalo en su habitación mientras él terminaba sus tareas.
Su consejero asintió y se marchó para no interrumpir el trabajo de Apolo, cuando anocheció Apolo entró a su habitación cansado que no noto el bulto en su cama, camino hasta su cama y se dispuso a dormir, pero al momento de retirar las sábanas pego un grito al ver la figura de un chico dormido en su cama.
-majestad-dijo uno de los guardias entrando-¿Que paso?, se encuentra bien.
-estoy bien-levantándose-¿Quién es él?
-es su nueva mascota mi rey-dijo Crios su fiel consejero-recuerda que le dije que el rey del oriente le mandó un regalo, pues es él-señalando al chico-es un esclavo que capturaron y lo mandaron para que le sirva a usted.
-váyanse-dijo sin apartar la mirada del chico.
-mi señor...
-dijo que se larguen-dijo con enojo asustándolos.
Los guardias y Crios salieron corriendo de la habitación dejando a Apolo con el chico, Apolo se acercó y pasó su mano por la frente apartando algunos mechones de su cabello, contempló el cuerpo y vio que tanto en sus piernas como en sus brazos tenían moretones, quemaduras, heridas superficiales, y en el cuello había una placa con el nombre de Puta #3.
El chico al sentir el toque del rey se despertó de golpe y cayó de la cama asustado Apolo trato de acercarse, pero el chico se arrodillo y se inclinó ante él con respeto, Apolo sintió una punzada en el corazón al ver el estado del chico.
-no tienes que inclinarte-dijo dando un paso al frente-dime, ¿Cómo te llamas?-pero el chico solo le mostró el collar que tenía en el cuello-eso nombre no-negando con la cabeza-¿Cuál es tu verdadero nombre?
Pero Apolo al ver su mirada de confusión supo que nunca le pusieron un verdadero nombre, dándole a entender que fue un esclavo casi toda su vida, al mirar más con atención vio que había cicatrices de seguro pertenecientes a sus amos anteriores.
-no te haré daño-arrodillándose y tomando su cara-que te parece Simo.
Apolo sonrió al ver el brillo en los ojos de Simo ya que era la primera vez que una persona lo trataba de la misma manera, no como un esclavo, mascota o un pedazo de basura sin importancia, Apolo levanto a Simo y lo llevo hasta su baño para que se bañara y que se sintiera más cómodo.
Mando a traer las mejores ropas y que trajeran algo de comida, Simo se vistió y se sintió cómodo al sentir la ropa limpia en su piel, prácticamente devoró la comida ya que sus anteriores maestro lo mataban de hambre.
-tranquilo-limpiando los restos de comida de su boca-no querrás un dolor de barriga.
Simo solo asiente y comenzó a comer más despacio mientras Apolo sobaba su cabeza como una muestra de cariño, después de que Simo termino de comer Apolo lo acostó en su cama y lo cubrió con sus sábanas.
-descansa-sobando la cabeza de Simo
Simo se pegó al pecho del rey y se quedó profundamente dormido Apolo sonrió y también se quedó dormido. Al día siguiente Crios despertó al rey como siempre solo que está vez de llevó una gran sorpresa al ver a su rey abrazando al esclavo.
-su majestad-dijo abriendo las cortinas-ya es un nuevo día.
Apolo se levantó y se estiro soltando un bostezo dirigió su vista al costado y sonrió al ver a Simo que aún continuaba dormido, se levantó de su cama y se echó agua en la cara.
-su majestad-dijo Crios dándole la toalla-le gustaría que lleve al esclavo a trabajar de una vez.
-no-dijo firmemente-nadie le tocará un pelo entendido.
-pero su majestad todos los esclavos deben trabajar, no se vería bien que usted se veo acompañado de alguien inferior.
-yo soy el rey-dijo enojado-y yo pongo las leyes, si alguien se atreve a hablar mal de Simo o lo tratan como basura será severamente castigado, entendido.
-como usted diga su majestad-inclinándose con respeto.
-ahora vete.
Cuando Crios se fue Apolo se acercó a la cama y acomodo los cabellos de Simo despertándose en el proceso, Simo soltó una ligera sonrisa al ver que no había sido un sueño, Apolo sintió un vuelco en su corazón al ver la sonrisa de Simo.
-tengo que irme por un rato-acariciando la mejilla de Simo-no salgas de la habitación por ahora.
Simo solo asiente y ve como Apolo se marchaba, pero apenas el rey salió una de las sirvientas que no había sido avisado sobre Simo, entro a la habitación del rey para limpiar y se asustó al ver a Simo sentado en la cama.
La sirvienta llamo a los guardias y estos se llevaron a Simo y lo encerraron en las mazmorras, Simo asustado se hizo ovillo en la esquina de la celda y comenzó a temblar.
Fue interrogado sobre cómo pudo entrar en las habitaciones del rey, pero como estaba muy asustado para contestar los guardias le dieron un castigo físico para que hablara.
Simo gritaba y gritaba mientras lloraba al sentir la constante tortura, y las amenazas de matarlo si no confesaba que planeaba hacerle a su rey, pero Simo estaba más confundido y asustado que solo pedía mentalmente que se detuvieran.
-parece que se niega hablar-dijo uno de los soldados-supongo que tendremos que matarlo.
Después de decir esto Simo comenzó a temblar y esto le pareció divertido a los guardias y comenzaron a jugar con el asustando al pobre con clavarles sus lanzas.
-sabes no suena una mala idea-dijo una de ellos sonriendo-hay que clavar nuestras lanzas en él.
Simo se asustó al ver el arma en las manos de los soldados, pero el que dijo eso solo se limitó a reír y tirar su arma aún lado para después acercarse a Simo y tomarlo del cabello.
-no me refiero a esas lanzas-dijo lamiendo la mejilla de Simo-parece que eres un esclavo sexual-tomando la placa-puta #3-leyendo en nombre-veamos si de verdad te ganaste ese nombre.
Simo estaba aterrado y se sintió verdaderamente humillado al pensar que Apolo sería diferente, pero estaba equivocado ya que ni siquiera le quitó el collar que lo delataba como una mascota.
Pero lo que Simo ignoraba es que Apolo no le quitó el collar porque simplemente lo había olvidado, pero claro eso él no lo sabía y solo se pudo quedar quieto mientras sentía como las manos de esos guardias pasaban por todo su cuerpo.
Mientras tanto en la cocina la misma sirvienta estaba preparando una merienda para su rey con mucho amor.
-Casandra deja de hacer eso-dijo una de las sirvientas-sabes que el rey no te corresponderá nunca.
-es solo cuestión de tiempo Julia-dijo Casandra con una sonrisa-nuestro rey solo espera a la mujer indicada y quien sabe podría ser cualquiera.
-solo pierdes tu tiempo-dijo Julia cruzando los brazos-además hay un rumor de que nuestro rey se fijó en un nuevo esclavo que llegó esta mañana.
-no me importa-dijo tomando la bandeja-sé que el rey me escogerá a mí-dijo ilusionada-porque yo lo amo tal y como es.
Julia solo suspiro y se fue a preparar para ir al mercado y comprar algunas cosas para Simo que le pido Apolo, Casandra llegó con Apolo y con cuidado puso la bandeja delante de su rey y lo quedó mirando con una sonrisa.
-es de su agrado mi rey-dijo feliz.
-como siempre-dijo dándole una sonrisa.
-me alegro-dijo para después comenzar a acomodar algunas cosas que estaban tiradas-por cierto atrape a un intruso en sus habitación, pero me hice cargo y lo mande a encerrar en las mazmorras.
Casandra esperaba que Apolo la felicitara por actuar como toda una reina, pero la reacción que esperaba no era la misma Apolo se levantó y tiro lo que estaba en la bandeja al suelo asustando a la sirvienta, Apolo le grito ordenarle que saliera de su vista ara después ir a la mazmorras.
Pero cuando llego escucho los gemidos y lloriqueos de Simo rápidamente corrió y vio con horror como dos de sus guardias abusaban de Simo y sin importar cuanto este les pidiera que se detuviera los guardias solo aumentaban sus embestidas haciendo que gritara más.
-¡¡¡Qué carajo están haciendo!!!-gritó con todas sus fuerzas asustando a ambos guardias.
-majestad-dijeron ambos asustados y soltando a Simo-nosotros.
-no quiero escuchar sus patéticas excusas-dijo con enojo-quede bastante claro que no quería que le tocaran un solo cabello.
-pero Casandra dijo...
-ella es solo una sirvienta-interrumpiendo-yo soy el rey y pongo las leyes y reglas, Casandra y ustedes serán castigados por no obedecer mis órdenes.
Tal y como dijo Apolo los tres fueron severamente castigados por lo que hicieron, Casandra en un último acto por salvar su vida confesó su amor hacia el rey, pero Apolo solo la miro indiferente aclarando que él no sentía lo mismo por ella destrozando el corazón de la chica.
Apolo permaneció al lado de Simo se volvió muy sobreprotector y castigaba a aquello que se atrevían a lastimarlo, Simo comprendió que Apolo también había sufrido también, Apolo le regaló a Carelia y eso hizo muy feliz a Simo.
Por fin después de varios años de sufrimientos ambos encontraron el amor en uno por el otro, y no volvieron a estar solos nunca más.
Espero que lo hayan disfrutado y perdonen la tardanza los quiero y cuídense.
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