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Capítulo 82: Equipo especial

La situación no era nada agradable en ninguna parte; ni en los Cielos, ni mucho menos en los lugares más bajos del Cosmos, como el Nilfheim.

¡Mamá…! ¿¡Qué le ha pasado a mami!?

– ¡Nada bueno que debas saber!

Nanna desempeñaba el papel maternal de la pequeña Wu Gang, abrazándola contra su propio cuerpo tratando de evitar que la niña se volviera a las pantallas para ver lo que estaba ocurriendo.

– Todo… Debido a ese conejo …

Houyi estaba muy confundido; Chang'E le había hablado un par de veces de la existencia de ese conejo, pero ¿Cómo era posible que su única mascota la convirtiera en ese monstruo? No había forma de dar una explicación razonable a lo que estaba viendo. Nadie podía dar crédito a las cosas que estaban ocurriendo allá arriba…

– ¿Un contenedor…? – Baldr fue el único que llegó a una conclusión – Ese cuerpo, el pelo, y sus ojos… Sus ojos raros. Todos son de Chang'E, pero no es ella… Ese conejo debe haber sido un parásito que la infectó, pero…

» ¿¡Con qué rayos la infectó!?

– ¡No sé…!

Otra de las personas más preocupadas por el asunto era la propia Brunhilde, que destrozaba estantería tras estantería, rebuscando entre los libros para encontrar la respuesta. Sin embargo, en ninguno de los libros que tiró al suelo ni en ninguna de las páginas que arrancó, hallaba algo útil.

– ¡Hilde…! – Siegfried iba a sus espadas e intentaba controlarla – ¡Por favor, intenta mantener la calma!

Sus intentos por aplacar sus desesperados movimientos, así como los sorprendidos ánimos de los presentes, se vieron apagados por un considerable temblor que sacudió los cimientos del palacio.

– No… No puedo quedarme tranquila. – Brunhilde negó de inmediato – Menos cuando hay estos temblores, desde que apareció esa araña… Eso no debería pasar, a menos que…

Siegfried no tardó en comprender los pensamientos y preocupaciones de su amada.

– A menos que esa araña tenga una conexión aquí abajo. O… A menos que lo que haga afecte aquí abajo.

– No puedo dejar que esa cosa siga ahí arriba, donde aún está mi hermanita… Tengo que saber la respuesta, y encontrar la manera de decírselo, ¡Antes que todo sea un desastre peor de lo que ya es!

– ¡Pero eso no es posible! No hay forma de comunicarse con los vivos.

– Por supuesto que hay una manera, sólo que uno de los libros que busco… Estoy segura que fue destruido por esa tonta diosa medio muerta.

– ¿Por la señora Hela? ¿Estás segura de lo que dices?

– Si no, podemos preguntarle a Gjöll…

Ambos nórdicos se volvieron a la doncella, que desde hacía rato tenía los ojos muy abiertos observando la batalla aunque no mostraba mucha emoción en su rostro; al sentir aquellas miradas acusadoras, apartó los ojos y se ruborizó un poco, todo ello sin cambiar su rostro frío e inexpresivo.

– ¿Huh? ¿Pasa algo, señora Brunhilde?

– ¡Parece que el trabajo para contener esta lucha ya ha sido implementado! Eso espero…

» ¡Gautama Buda y Beelzebu han aparecido en el campo de batalla para salvar a Dzivaguru y enfrentarse a Atlach-Nacha!

Todos los dioses abrieron los ojos con gran sorpresa al ver a ambos dioses juntos, sobre todo por sus identidades.

– Ese iluminado… – Amaterasu estalló de rabia ante la presencia de Buda – ¡Ese maldito hippie, otra vez…!

– Maldito traidor… ¡Maldito manipulador! – coincidió el Emperador de Jade con la diosa.

– ¡M-Mis señores…! – los yokai a su alrededor retrocedieron, ante la furia iracunda de ambos dioses capaces de infligir daño en las gradas.

También a los dioses de la Trinidad principal de Egipto les molestaba la presencia de Buda, pero les enfadaba aún más la del segundo dios.

– Beelzebu… Ese maldito emo.

– Estoy segura que ese idiota es amigo del loco… – Isis asintió con las manos apretadas – Todavía tiene el valor de entrar en la arena… ¿Planea expiar sus actos o qué?

– Lo único que importa es si sale vivo de allí. – Horus levantó las plumas de su cuello con rabia – Nos llevará directamente a Bamapana, quiera o no, para hacerle pagar por humillarnos esta vez.

En el palco de los griegos, Syf y Ares fueron sorprendidos por los mismos gestos faciales.

– ¡¿En serio?! ¡Buda y Beelzebu van a unirse para luchar!

– ¡Pero qué interesante…! – Zeus llegó al borde del palco con amplia sonrisa – ¡La verdad no me lo esperaba!

– Qué cosas… – Hades sonrió un poco orgulloso, cruzando los brazos a la altura del pecho – Me alegra ver que el señor de las moscas empieza a crecer.

– Aunque… – Adamantino suspiró con bajos humanos – Conociéndole, también es probable que haya visto otra oportunidad para morirse.

– … Sí, por desgracia, es ese tipo de hombre.

Bamapana apretó los puños, dejando que se desatara su magia oscura que empezó a estropear los paneles de control donde apenas tenía comunicación con los transmisores de la reina araña, furioso al ver a su compañero de laboratorio en la arena de combate. Por su parte, los Primigenios estaban bastante sorprendidos por la presencia de ambos.

– ¡Pero qué es esto…! – Deví se rió en voz baja – Por lo visto, acabarán con esto antes de que aparezca Tezca-chan… ¡Se va a enfadar mucho!

Nut levantó las cejas con un poco de curiosidad.

« Así que has metido tu cuchara, mocoso hippie… » la diosa se cruzó de brazos y mostró un rostro serio. « Veamos si de verdad apuestas por los humanos lo suficiente para defenderlos de algo que te matará. »

En el suelo del campo de batalla, Dziva continuó curando el brazo desgarrado con la magia verde que apenas podía utilizar, pues sus heridas físicas y emocionales sobrepasaban sus límites.

– Duele mucho…

– Toma esto.

Dziva levantó la vista y se sorprendió al ver a Beelzebu muy cerca de ella; agachado a su misma altura, sacó un par de frascos de líquido, uno de los cuales le dio a beber a la diosa y otro lo vertió cuidadosamente sobre la herida abierta de su brazo.

– Una vez tomes eso, la magia verde debería aumentar la potencia. Además, he detenido la hemorragia; estarás bien, siempre y cuando te retires una vez hayas terminado.

– Muchas gracias, Beelzebu…

Todavía con su rostro angelical, Dziva sonrió de lado al señor de las moscas, haciendo que el dios oscuro se sonrojara ligeramente en las mejillas sorprendido por la respuesta, sobre todo al recordar brevemente lo que pensaba hacer con ella.

Beelzebu se levantó y volvió al lado de Buda, mientras la diosa africana se tomaba el brebaje de una sola vez; por su parte, Dzivaguru, que se había preparado para enfrentarse al señor de las moscas al ver que se había acercado a su hermanita, acabó muy sorprendida por su actitud.

" … Parece que no es tan mal tipo. " sin evitarlo las mejillas de la hermana mayor se encendieron en un cálido rubor de excitación femenina.

Beelzebu apretó el bastón de Apomyus y lo colocó en su mano izquierda, mientras Buda se preparaba con su Rokudō, báculo de los 6 reinos, que adoptó la forma del kanaboo* del tercer reino, mundo Animal. El señor de las moscas suspiró de mala gana.

– Nunca pensé que acabaría luchando junto a un hombre como tú

– ¿Y con un amigo?

Beelzebu enarcó una ceja ante la afirmación de Buda y su rostro sonriente y lleno de confianza.

– Por supuesto, sin dudarlo… Te avisaré cuando encuentre a ese amigo.

– Ah…

Por su parte, la reina araña se removió con impaciencia y desagrado.

– ¿¡Quiénes… Quiénes son ustedes!?

Como he dicho, tengo asuntos que atender con la diosa que intentabas comerte… – Beelzebu alzó sus apagados ojos a Atlach-Nacha, ignorando sus instintos de huida – No puedo permitir que le hagas daño.

– No… ¡No se metan en mi camino! ¡Ella es mi comida!

– ¿Así como Chang'E? – Buda levantó su kanaboo con una mano para apuntar la cara de Atlach-Nacha.

– ¿¡Chang'E!? ¡Ese maldito nombre otra vez!

– ¡No me vas a engañar, araña rompe-hogares! ¡Sé que mi amiga sigue allí!

Dziva detuvo sus curaciones físicas en cuanto volvió a oír mencionar el nombre de la diosa de la luna junto a la afirmación.

« ¿Él también dice eso? »

" Dziva, por favor no lo escuches. "

– ¿Huh? – Beelzebu le miró con extrañeza – ¿De qué estás hablando?

– Está más que claro que sólo dices mentiras, araña tonta.

– ¿"Araña tonta"? ¿¡Te refieres a mí!?

– Ese pelo azul, ojos púrpura tan lindos, esos muslos que me quieren hacer pecar… ¡Todo en ti lo dice! ¡En especial, ese cristal que tienes entre las patas!

Otra declaración que cogió por sorpresa a Dziva y Dzivaguru.

– ¿Cómo?

– ¿La esfera de cristal? ¿Qué tiene que ver con esto?

– Mis ojos que ven el futuro a través del alma; por desgracia no puedo ver nada en ti, araña rompe-hogares, asi que dices la verdad cuando afirmas que no eres Chang'E… Pero esa no es toda la verdad.

» El cristal te delata… ¡Tiene los mismo colores de mi amiga, y es lo único que puedo ver! ¡El alma de Chang'E! – Buda llevó una mano a su boca como si fuera bocina – ¡Así que…! ¡Chang'E, si me oyes, te juro que te sacaré de allí!

El estadio enmudeció tras el grito de Buda; todos los dioses y los pocos humanos que quedaban en las gradas empezaron a cuestionarse las palabras pronunciadas por el iluminado.

– ¿Es posible? – Geir temblaba de esperanza bajo los brazos de Hrist – ¿Es posible que esté diciendo la verdad? ¿Qué Chang'E esté…?

– ¡No estoy segura, pero ya no me importa! – chilló Sigrune, apoyándose en Leónidas como su saco de estrés – ¡Sólo quiero que maten a esa araña de una vez por todas, me está dando aracnofobia!

– ¿Es verdad? – Shùn temblaba en voz baja – ¿Es verdad lo que dice?

– No… No puede ser verdad… – Clark Ashton negó con la cabeza y los ojos muy abiertos – La Reina de las Arañas… Nunca podría cometer semejante error…

– … Tal vez pueda ser cierto…

Lovecraft acabó asintiendo con el rostro sereno y echándose hacia atrás en su asiento con ambos brazos cruzados.

– No encuentro ninguna explicación lógica, pero… Si el sacrificio no se completó, entonces la metamorfosis está incompleta y Atlach-Nacha es débil, lo suficiente para que estos dioses perturben su sagrada existencia divina.

» Pero el hecho de que esa mujer siga viva le costará caro.

– ¿Qué dices, humano?

– La reina Atlach-Nacha sigue tejiendo sobre el abismo, lo que requiere una gran cantidad de energía, que está obteniendo de la carne de la diosa africana, pero sobre todo del alma de esa primera diosa. Si sigue resistiéndose a ser devorada, sufrirá eternamente hasta que no pueda más… En cuanto ceda, el sacrificio se habrá completado, así como la metamorfosis.

– ¡Entonces, en ese momento, tu tejido eterno estará acabado! – Clark Ashton aplaudió feliz – ¡Como esperaba de usted, Maestro, tiene toda la razón--!

– ¡Idiotas, son humanos! ¡Dejen de apoyar a esa cosa si quieren seguir viviendo!

La reina araña tenía los dos ojos abiertos con gran sorpresa, conmocionada por lo que acababa de oír. Sin previo aviso, de uno de sus ojos empezaron a brotar unas lágrimas en un goteo constante que cayó al suelo entre las numerosas gotas de lluvia de la ofrenda en los Campos Elíseos; su rostro se suavizó y sus ojos brillaron por lo bajo.

– ¿Maestro Buda?

Los ojos de Buda y Dziva se iluminaron de inmediato, con la Octava Conciencia y los Ojos de Magara; ambas habilidades divinas fueron capaces de detectar un rayo de luz en esos instantes, lo que provocó nuevas emociones en ambos dioses.

« Chang'E… » los ojos de Dziva estallaron en lágrimas de consuelo.

" Todavía está… ¡Está viva! "

– ¡Mi querida Chang'E, ya voy por tus muslitos! – Buda apretó los pies contra el suelo con fiereza.

– ¡Eh, espera…! – Beelzebu tuvo que actuar para seguirle el ritmo al iluminado.

Es hora de entrar en una carrera contrarreloj contra una Criatura del Caos; el primer asalto de los dioses del Valhalla para derrotar a la reina de las arañas:

Buda se acercó con varios saltos, además de tener su Octava Conciencia activa en todo momento, para confirmar el estado de la araña en todo momento; en cuanto se acortó la distancia, levantó su arma divina sujetando el mango con ambas manos y apuntó directamente a la esfera de cristal.

– ¡Déjame adivinar! ¡Si destruyo esta cosa, podré sacar a mi amigo de tu asqueroso cuerpo!

El rostro de la araña sonrió bajo la máscara de seda.

– ¡Maestro Buda…! ¿¡Argh, tú otra vez!?

Altach-Nacha reaccionó y cobró conciencia: sus patas de araña saltaron atrás y retrocedió mientras sus garras le agarraban con fuerza la cabeza para atender la migraña que le había aparecido de repente. Buda no pudo prever el movimiento a tiempo y acabó golpeándose contra el suelo con fuerza.

– ¡Diablos, estaba muy cerca de ella! – más le molestó levantar su vista y ver de nuevo un vacío en Atlach-Nacha imposible de descifrar.

– ¡Maldita sea…! – Atlach-Nacha empezó a rascarse la cabeza con violencia y rabia – ¡Salte de mi cabeza! ¡Déjame en paz, maldita molestia!

– Así que no estás tan equivocado, iluminado – dijo Beelzebu a su lado – En ese caso, como supones, si destruimos el cristal que contiene su alma, tal vez podamos destruir esa araña.

– Me gustaría pensarlo… ¿Te gustaría que lo resolvamos juntos? – Buda sonrió para extender una mano a Beelzebu.

– Borra esa cara.

Atlach-Nacha recuperó de nuevo el control del cuerpo, encendiendo sus ojos de rabia con todo su cuerpo arácnido erizado de los mismos sentimientos negativos.

– Malditos… Dejen de decir ese nombre… Es tan molesto y odioso… Lo odio, lo odio tanto…

– ¡No me callaré hasta que mi amiga salga con vida…! – sin darle importancia, Buda se levantó de nuevo para atacar con su bate en las manos – ¡Chang'E, sal--!

– ¡He dicho que te calles!

Sus garras superiores hicieron grandes cantidades de tela de araña que abultó en pequeñas esferas de gran tensión; sin dudarlo las lanzó a ambos dioses y éstas, al caer al suelo, estallaron en tejidos a gran velocidad.

Filliae Leng. Web obscurae
[ Hijas de Leng. Red tenebrosa ]

– ¡Cuidado!

Ahora era el turno de Beelzebu, quien se colocó delante y tomó el bastón de Apomyus con la mano izquierda.

Sorath Samekh
[ Puertas del Infierno ]

El escudo vibratorio hizo su aparición justo cuando las telarañas estaban explotando; consiguió cubrirse a sí mismo, a Buda y a Dziva a pesar de su posición distante. Las redes de seda rebotaron de lleno en el escudo, se desviaron por completo y acabaron abriendo más agujeros en el cristal protector, menos importantes ahora que las gradas ya estaban vacías; Atlach-Nacha se resintió del triunfo de los dioses.

– ¡Los mataré!

Levantó una de sus patas y se lanzó con una estocada que golpeó con gran fuerza el escudo de vibraciones; sin embargo, la fuerza que dio fue tan grande que puso en apuros el escudo de Beelzebu.

– ¿Pero qué…? – por primera vez en su vida, el señor de las moscas tuvo que usar su fuerza para mantener su escudo, que no le funcionó mucho ante tal presión y fuerza cósmica.

Beelzebu cedió y el escudo desapareció, dejando el camino libre para que Atlach-Nacha le atravesara con su zarpa; algo que Buda no permitiría.

– ¡Tampoco te dejaré hacer eso, araña rompe-hogares!

Buda levantó su bate con ambas manos y lo golpeó de lleno en la pata de la araña; como tenía un buen agarre de su arma divina así como su fuerza era mayor que la de Beelzebu, consiguió desviar por completo la embestida de Atlach-Nacha.

Pero la reina de las arañas no se detuvo sino que intentó un nuevo golpe con otra de sus patas, obligando al señor de las moscas a actuar con su mano libre al igual que Buda que volvió a levantar su arma divina.

La combinación de ambas técnicas divinas golpeó de lleno la embestida de Atlach-Nacha; las vibraciones ofensivas, así como el kanaboo de Buda, consiguieron contrarrestar la fuerza de la araña, que terminó en un estallido de poca potencia, pero suficiente para lanzar a los dioses tras de sí mientras Atlach-Nacha tuvo que retroceder unos pasos.

– ¡El dios de la oscuridad y el dios de la luz han combinado sus fuerzas para contrarrestar a Atlach-Nacha! Y… ¡Han tenido éxito!

– ¡Eso es impresionante! ¡Ambos pueden igualar a esa araña! – Ares y Syf hablaron sorprendidos con las mismas palabras al mismo tiempo.

– Parece que no será tan malo después de todo… – Hades sonrió de lado.

– ¡Espero que el emo deje de intentar sus tontos intentos de suicidio después de esto!

Atlach-Nacha comprobó la pata con la que había atacado y recibido el golpe combinado; notó que tenía la piel desgarrada y con heridas superficiales. Sus ojos se abrieron de nuevo ante la sorpresa de la incredulidad.

– Interesante… Son dioses fuertes y resistentes también… Son… Tan, tan, tan…

» Tan apetitosos.

Las garras de su espalda empezaron a tejer a gran velocidad, fabricándose un par de brazos extra además de tejer para elevar en los aires con hilos tensos las ballestas y un par de arcos gigantes de la diosa lunar. El rostro de Atlach-Nacha sonrió tan ferozmente que acabó destruyendo de nuevo su máscara de seda para mostrar sus dientes asesinos, así como su expresión diabólica.

– Ya lo he decidido… Estoy decidida, y estoy bien… Así será…

» Ustedes también serán devorados… Igual que esa mediocre y odiosa mujer… ¡También me los comeré!

La reina araña levantó la cabeza a los dioses y soltó una sonora carcajada que pudo oírse en todo el estadio.

– Esa muerta todavía quiere sufrir… Eso es lo que haré; me la comeré, destruiré cada pequeña parte de ella, hasta que ya no exista… Y haré lo mismo con ustedes…

» Los tendré dentro de mí también… ¡Será tan placentero y delicioso! ¡¡Ahora, dejen que mami se los coma, bichos del culo!!

Atlach-Nacha se precipitó con todas sus telarañas, desatando una destructiva lluvia de seda en forma de flechas; el tiro especial de muerte de la diosa lunar.

Apollo Epicúreos
[ Flecha dorada del meteoro brillante ]

Aunque la lluvia no se acercaba a la velocidad de la luz de los disparos de Chang'E, el número de flechas era muy superior por no hablar de la fuerza que conseguía desgarrar el campo de batalla y su poder adhesivo que amenazaba con atrapar a ambos dioses; un solo impacto y cualquiera de los dos acabaría perdiendo.

– ¡Mierda…!

Beelzebu activó su escudo vibratorio permitiendo a Buda refugiarse tras él; al cambiar las emociones del iluminado, la forma de su arma divina también cambió para convertirse en la lanza alabarda del Primer Reino, el Mundo de los Devas.

– ¡Te abriré una oportunidad iluminado! ¡No falles!

– ¡Nunca!

Beelzebu cambió de mano su arma y desactivó el escudo, para aumentar las vibraciones y proceder ahora con un ataque ofensivo de gran alcance.

Sorath Vau
[ Ángel caído de la Gula ]

Una explosión de vibraciones ofensivas irrumpió en el campo de batalla, destruyendo todas las telarañas y flechas de Atlach-Nacha; el golpe la alcanzó pero pudo detenerlo con sus patas delanteras y pedipalpos que cruzó como defensa.

– ¡Allá voy…!

Buda abandonó el punto de defensa y saltó por encima de Atlach-Nacha para llegar de nuevo al lugar de la esfera de cristal. Con la distracción creada, sería tiempo suficiente para hacer añicos el cristal y acabar con aquello de una vez por todas.

Lokapala
[ Hacha de los Devas Protectores ]

– ¡Señor Buda, eso no funcionará!

El grito de la diosa alertó a Buda, quien por la inercia ya estaba golpeando la esfera de cristal. Hasta ese momento se dio cuenta de la razón del grito: aunque impactó de lleno no hizo ningún daño a la reina de las arañas, sino que el golpe incluso rebotó en el arma divina y Buda quedó temblando como gelatina.

« ¿¡Pero qué…!? ¡Su piel es demasiado dura! »

– ¡Señor Buda…!

Atlach-Nacha levantó las garras y atacó a gran velocidad con Buda tan cerca para atraparlo, pero Dziva se lanzó sobre el iluminado para apartarlo y ambos cayeron al suelo. Aun así, las garras de la reina araña golpearon a la diosa africana, abriéndole desagradables agujeros en las costillas del lado izquierdo.

– ¡Ah…! – ambos dioses rodaron por el suelo, alejándose de la araña.

– ¿Pero qué…? ¡Señorita Dziva! – Buda se levantó de inmediato para ver a la diosa – ¡Le dije que no estuviera aquí!

– Se dice… – Dziva respiró hondo para controlar el dolor de su herida, mientras intentaba aplicar el mismo sarcasmo que su hermana mayor – N-No me sale a mi…

Yín
[ Lluvia de plata fugaz ]

Las telarañas de Atlach-Nacha descargaron las ballestas para disparar y llenar de seda a ambos dioses, pero Beelzebu logró interferir a tiempo para activar su escudo vibratorio, lo único que podía detener esa ofensiva. Con esto, se abrió un pequeño momento para la discusión entre los 3 dioses.

– ¿Dziva? – Beelzebu fue el primero en molestarse – ¿¡Qué demonios haces aquí!? ¡Fuera de aquí, ahora!

– ¡Tienes razón, pero no de la misma manera! ¡Dziva, levanta tus patitas y sal de aquí!

La diosa africana ignoró a ambos y puso una mano a su lado para curarle con la magia verde, lentamente dado el intenso dolor que le había causado.

– N-No… No lo van a conseguir… Ella, Chang'E era… Un Doppelgänger.

– ¿¡En serio!? – Beelzebu exclamó con sorpresa.

– … ¿Un qué? – Buda no sabía ni siquiera qué era eso.

– Chang'E tenía un cuerpo imposible de destruir, mientras que su alma tenía la maldición de la inmortalidad… Al parecer, cada parte tenía un fragmento de su espíritu, creando algo así como un Doppelgänger, lo cual explicaba sus cambios de humor.

» El punto es que… Atlach-Nacha tiene el cuerpo invencible de Chang'E, así que… No importa lo que intenten, o la fuerza de sus ataques… Será casi imposible herirla.

– … Eso explica todo. – Beelzebu estuvo de acuerdo, conectando los puntos – El Doppelgänger se separó y está siendo consumido en partes por esa araña, dándole a Chang'E una oportunidad de seguir viva por un tiempo más…

» De hecho, con la inmortalidad de su alma, en teoría podría ser devorada infinitamente por esa araña sin morir. Pero… No creo que eso sea posible en este momento.

– No, no será posible… – Dziva apretó las manos con rabia – Por culpa mía.

" Hermana, no digas eso. En realidad, esa es mi-- "

– ¡Es culpa mía! – Dziva comenzó a sollozar en voz baja – Mi magia negra golpeó su cuerpo muchas veces y eso… Debilitó su maldición, tanto que sus heridas más insignificantes no podían curarse. En ese estado… Será devorada por esa araña antes de que pueda recuperarse…

– Si ella puede hacer eso, estaremos en problemas serios: Atlach-Nacha obtendrá todas las propiedades divinas especiales de Chang'E y no habrá nada que la detenga.

Beelzebu y Dziva se estaban entendiendo muy bien, mientras Buda los miraba con incrédula sorpresa.

– ¿Podrían hablar en español?

– Tenemos que actuar ahora… – concluyó Beelzebu – Al parecer, la Doppelgänger de Chang'E está intentando no ser devorada tomando el control de Atlach-Nacha, lo que la está volviendo muy inestable. Es la mejor oportunidad que tenemos para dañarla y romper el cristal.

– Pero, si liberamos su alma, ¿Qué será de ella sin su cuerpo?

Dziva se estremeció por aquella pregunta y dejó a Beelzebu y a Buda callados; al cabo de unos instantes intervino la hermana mayor.

" Eso no me importa por ahora. Lo único que me importa… Es deshacernos de esa maldita hija de puta. "

« … Estoy de acuerdo contigo, nee-chan. »

La diosa africana terminó de curarse la herida y, con mirada adusta, su mano temblorosa apretó su sonaja chamánica, la única arma que le quedaba.

" Dziva, déjame salir para matar a esa perra. "

« No, nee-chan. Estás malherida y tu ojo aún no se ha curado. Estarás peor si te dejo salir… Además…

» Ya no quiero ser la cobarde detrás de ti en una batalla. Yo también puedo luchar. »

El sonajero chamánico tembló, comenzando a emanar destellos de magia negra que conmocionaron a ambos dioses, mientras sus ojos policromáticos se iluminaban de ira.

– Beelzebu, a mi señal, quita el escudo. Voy a destruir estas repugnantes telarañas.

– … Como tú digas. Date prisa, no aguantaré mucho.

Entonces, el corazón de la hermana menor, a la vez roto por lo que estaba imaginando en su lunática amiga y cargado de odio contra la reina araña, empezó a emanar la energía oscura digna de la magia prohibida.

Repasemos lo que ya se ha dicho: el odio es la principal batería de la magia negra. Pero, hay diferentes niveles de magia negra:

En alguien con emociones negativas la mayor parte del tiempo, como Cernnunos con su afán por cuidar la naturaleza o Dzivaguru con su continuo mal humor, la magia negra adquiere una buena potencia y puede durar mucho tiempo.

Pero… En alguien que es todo lo contrario: emociones cálidas, puras y sinceras… Sentir odio, por muy débil que sea, es un veneno muy poderoso, como un incendio forestal que no se puede apagar. Por eso, la magia negra que produce es mucho peor: su potencia aumenta hasta niveles incontrolables y sólo durante un breve periodo de tiempo, o de lo contrario esta destrucción consumirá también al propio usuario.

Dziva levantó una pierna de Buda para darle una patada, mientras hacía una señal a Beelzebu.

– ¡Quítalo, ahora! ¡Y muévete! – Dziva también pateó a Beelzebu.

En cuanto desapareció el escudo, las telarañas voladoras tropezaron con Dziva para atraparla, pero no ocurrió nada de eso: la intensa magia negra sobre Dziva deshizo al instante todos los hilos, así como la mayoría de las armas que había creado. La reina araña abrió los ojos con gran sorpresa al ver el resultado de la radiación negra sobre la diosa africana.

– ¿Pero qué es esto…? Es tan… ¡Tan delicioso!

Dziva apretó su sonajero divino y concentró en él la magia negra que liberaba sin control, recreando finalmente la primera técnica que su hermana mayor había utilizado para atacar a la diosa lunática. Gigantescas cabezas de serpiente cayeron en el espacio que rodeaba a Dziva, como protegiéndola, mientras otras se elevaban en el aire para cubrir aquel terreno; asimismo, las alas de su espalda cobraron vida con magia negra y permitieron a la diosa africana alzar el vuelo.

Vetiti Affinitatis: Pnévma Basilískos
[ Afinidad prohibida: Espíritu del Pequeño Rey ]

– ¡Esto es…! – Mwari abrió los ojos con gran sorpresa – ¡Cariño, no hagas eso!

– Esa es la técnica más poderosa de Dzivaguru; el basilisco venenoso e inmortal… – Cernnunos también estaba muy sorprendido y asustado – ¡Dziva, acaba con esto cuanto antes, o saldrás malherida!

La principal Trinidad de Egipto seguía en las gradas, pero ahora no mostraban sus típicos rostros enfurruñados; ahora, con pocas esperanzas y las manos apretadas por los nervios, esperaban de buena gana que la diosa africana que los representaba lograra acabar con la reina de las arañas.

– Espero que… – Isis fue la primera en hablar con cara de preocupación – Que ella pueda ganar.

– Así que… – Horus tenía los dos ojos muy abiertos. – Este es todo el poder de la reina de Shona. Ahora… Ahora lo entiendo.

– ¡Vaya, vaya…! – Zeus suspiró sorprendido – La amorosa usando magia negra… ¡Nunca lo hubiera imaginado!

– ¡Esto no pinta nada bien! – exclamó Ares con los ojos muy abiertos – ¡Van a hacerlo todo pedazos!

– ¿¡A quién le importa!? – Syf dio una palmada en la cabeza de Ares en forma de regaño – ¡Lo único que importa es que esa araña sea destruida!

– … Pero no a costa de mi casa de vacaciones. – terminó Hades, con un rostro adusto que asustó a Ares y Syf.

Dziva respiró hondo, y ambos ojos, ya oscurecidos por la rabia como si se tratase de su hermana mayor, se posaron en los dos dioses a sus lados.

– No se acerquen demasiado o la magia negra los matará. Limítense a atacar en las aperturas.

– … Como tú digas… – Buda asintió de inmediato, al igual que Beelzebu.

Después de eso, Dziva volvió furiosamente los ojos a Atlach-Nacha, quien tenía su amplia sonrisa en la cara.

– T-Tú… Vas a pagar por lo que le has hecho a mi amiga. Te juro… Voy a sacártela, cueste lo que cueste.

– ¿Cueste lo que cueste? – rió Atlach-Nacha con emoción – Una misión sin propósito, intentar salvar a un muerto… Un estorbo como tú contra alguien superior como yo…

» ¡¡Chuchu y yo amamos hacer cosas como esta!! ¡¡Ven, te devoraré por completo!!

Atlach-Nacha fabricó la pala-hoz de Chang'E así como un brazo extra con el que se lanzó en una embestida directa; tanto sus piernas como su cuerpo arácnido se prepararon para asestar un golpe directo con toda su fuerza. Por su parte, Dziva agarró su arma divina cargada de magia negra mientras movía sus caderas para impulsar su ataque.

La técnica de magia negra por parte de la diosa africana se materializó en sus manos dirigiéndose a las cabezas de serpiente que se alzaron para abrir sus hocicos, llenarlos de corrosivo veneno de magia negra y lanzarse contra la reina araña en un golpe directo a su cara; por debajo, las manos de la diosa también materializaron magia verde, que combinada con la magia negra crearon la combinación perfecta de magias.

Duplex Affinitatis: Poenam Regis
[ Doble afinidad: Castigo del rey de las serpientes ]

La reina araña sonrió de lado y levantó la pala-hoz, para chocar con la técnica de Dziva para frenarla.

– ¡Muy lento y débil--!

El impacto reflejó todo lo contrario; la fuerza de la magia acabó desenredando las telarañas de Atlach-Nacha, abriendo el camino directo para que las cabezas de serpiente mordieran a sus objetivos: un lado de las patas de la araña, una de sus patas humanas, las garras de su espalda y el lado próximo al pecho del cuerpo humano.

– ¿¡Huh!? ¿¡Qué…!?

– ¡Muere!

El veneno encendido por las llamas del espíritu de magia negra se liberó sobre Atlach-Nacha, causándole heridas en el cuerpo, además de destrozar sus las telarañas ofensivas de ese lado. Para sorpresa del resto de espectadores, por primera vez en la batalla el ataque de la diosa africana estaba dañando a Atlach-Nacha.

– ¿¡Qué…!? ¿¡Qué es esto!?

El golpe de Dziva acabó lanzando a Atach-Nacha con gran fuerza contra el muro de contención, aunque la araña logró detenerse en el último momento para no impactar, además de detenerse a contemplar sorprendida su cuerpo herido.

– ¿De qué va esto? ¡No puede ser posible!

– ¿No sabías…?

Beelzebu se acercó y volvió a tomar el bastón de Apomyus en su mano derecha para cargarlo con vibraciones ofensivas.

– La magia negra destruye toda vida, incluso a alguien tan fuerte como tú.

Sorath Vau
[ Ángel caído de la Gula ]

La ofensiva de vibración se abrió paso e impactó contra el cuerpo de la araña, haciéndola caer al suelo; parte de sus patas quedaron dañadas con su dermoesqueleto* abierto en varias heridas, aunque en su mayor parte no eran nada grave más que heridas superficiales…

– ¡Ahora me toca a mí! – al final apareció Buda, que saltó con todas sus fuerzas y, impulsándose sobre las patas de la araña, se dirigió al rostro humano de ésta – ¡¿Sabías algo más!?

– ¿¡Huh!?

Buda lanzó un montón de estocadas con la alabarda aunque en su mayoría no consiguió dañar con gravedad el cuerpo de la araña más que cortes muy imperceptibles; al final Buda dio un giro completo y cogió su arma por el asta con ambas manos.

– ¡La iluminación es buena para salvar lunáticos, pero tú…! ¡Un poco de iluminación te hará reflexionar, maldita araña rompe-hogares!

Lokapala
[ Hacha de los Devas Protectores ]

El dios iluminado levantó su arma y acuchilló a la araña con todas sus fuerzas, además que su iluminación ayudó a cargar la alabarda con energía bendita para aumentar su poder destructivo.

Pero en Atlach-Nacha no supuso más daño que un golpe contundente en su pecho que recorrió hasta la cara… Dónde la protección del cuerpo invulnerable de Chang'E le había fallado. Uno de sus ojos inferiores terminó siendo dañado por la lanza del dios iluminado.

– ¡Arghhhh! ¡Malditos insectos!

Sus pedipalpos empezaron a tejer muy deprisa para crear una telaraña de grandes sedas con todos los hilos tensos; las garras de la parte superior de su cuerpo cortaron parte de los hilos y con ello liberó su nueva trampa.

– ¡Fuera de mi camino y fuera del camino de Chuchu!

Filiae Leng. Calamitates in lecticis
[ Hijas de Leng. Calamidades en camadas ]

En cuanto cortó los hilos, las telarañas estallaron lanzando oleadas de telarañas que arrasaron con todo a su alrededor; Buda se vio obligado a levantar su bastón para convertirlo en escudo, aunque en un par de golpes quedó cortado.

– ¡¿Pero qué…!?

– ¡Detrás de mí! – Beelzebu intervino para levantar su escudo de vibración, aunque recibió un poco de daño.

– ¡Qué bien! ¡Gracias amigo!

– Ya te dije que no soy tu amigo. Mantente vivo lo mejor que puedas, ¿Quieres?

Dziva levantó su sonajero con cabezas de serpiente que en un instante destruyó todas las telarañas que se le acercaban, a lo que la diosa africana en fuga se volvió de nuevo contra Atlach-Nacha.

Todas las serpientes se amoldaron a su alrededor de forma que se adaptaban a las posturas de ataque de la diosa africana, mientras que Atlach-Nacha, a pesar de estar herida, tenía fuerza y emociones suficientes para responder: sus garras volvieron a blandir sus armas especiales, un arco en el lado izquierdo y una lanza gigante en el derecho.

Ambos comenzaron un intercambio de armas entre sí: Dziva con golpes no estratégicos pero altamente cargados de energía negra y verde combinada, mientras que la reina de las arañas se movía con instinto y movimientos animales, intentando en todo momento acercarse a la diosa africana para comérsela. Aunque hace unos instantes el ataque combinado de los 3 había salido bien, ahora que sólo Atlach-Nacha y Dziva se golpeaban con tanta furia y rabia que mantenían a Buda y Beelzebu a distancia, la diferencia era más notable…

Un dios del Valhalla no estaba a la altura de una criatura del Caos; con otro repentino estallido de hilos de seda y una embestida con sus patas de araña, Atlach-Nacha envió a Dziva volando por los aires hasta estrellarse de espaldas contra el cristal protector.

La pequeña diosa cayó de bruces al suelo y escupió sangre con gran dolor; más que por el impacto con el cristal, por el uso de aquella peligrosa magia negra.

" ¡Hermana, para! ¡Esto ya ha sobrepasado sus límites! "

– ¡Argh…! – Dziva soltó sangre por la boca, la nariz, las orejas y los conductos lagrimales; su magia verde tardaría mucho tiempo en curarla por completo.

– ¡Señorita Dziva--!

– ¡Detente! – ante el intento de Buda de acudir a ayudarla, Dziva levantó una de sus manos – Todavía… ¡Estoy usando magia negra…! ¡No te acerques…!

Dziva quedó en el suelo de rodillas vomitando y sangrando, mientras Buda y Beelzebu intentaban de nuevo un combo de ataques para herir a Atlach-Nacha.

" Hermana, para de una vez. Te vas a matar. "

« N-No puedo parar, todavía… No hasta que la haya salvado-- »

" ¡Con un demonio! ¿¡Vas a seguir con eso!? ¿¡Quién te metió esas ideas tontas en la cabeza!? ¡No importa lo que haya dicho ese hippie o ese emo guapo…!

» ¡¡Chang'E ya está muerta!! ¡Despierta de una vez! "

Dziva pudo sentir cómo la voz de su hermana mayor se quebraba al pronunciar esa frase; aunque las palabras hablaban de una cosa, el tono de voz y el sonido hablaban de algo muy distinto. Del corazón roto de la hermana mayor; si ella se sentía así, Dziva no podía ser menos…

« Mi amiga… Tu nueva amiga, nee-chan… Ella… No pudimos salvarla… »

Sus manos se apretaron contra el suelo y sus ojos sangrantes también derramaron lágrimas, mientras sus dientes se apretaban con un terrible dolor emocional. Al cabo de unos instantes, su mano se movió un poco y golpeó un objeto metálico que le llamó la atención…

La Flecha Divina de Chang'E. Sus ojos llorosos se ensancharon y derramó algunas lágrimas más, hasta que se llevó una mano a la cara para limpiarse.

« Perdóname, nee-chan… Pero no voy a escucharte. »

"¿Qué estás diciendo? "

« Me refiero a lo primero que dijiste. No voy a parar. »

Dziva cogió la flecha con la mano izquierda, mientras pasaba el sonajero chamánico a la derecha.

« Si no podemos… Si ya no podemos hacer nada por nuestra amiga, entonces… Entonces…

» Entonces enviaré a esa araña a conocer el infierno. »

Dziva juntó las dos armas a la vez, atravesando el cascabel con la punta de su flecha y dejando una especie de lanza improvisada. Después, la diosa africana respiró hondo y puso los pies en el suelo.

« Nee-chan, dame toda la magia que puedas darme. Lo que sea suficiente para matar a esa cosa de un solo golpe. »

" … Morirás si haces eso. "

« Lo siento, pero… No me importaría llevármela conmigo. »

" Será mejor que intentes no morir. "

El arma combinada de Dziva se encendió en magia negra, combinándose con la magia verde que Dziva había activado para curar sus heridas. La diosa africana respiró hondo y clavó sus oscuros ojos policromáticos en la reina de las arañas.

Entonces sus pies presionaron el suelo, las alas de su espalda se ajustaron y saltó hacia Atlach-Nacha.

La reina de las arañas ya había creado un nuevo tejido de seda que se dispuso a utilizar contra ambos dioses tan molestos; con las telarañas estiradas en tensión y con varias bolas de seda, lanzó una lluvia de flechas negras contra ambos dioses.

Filiae Leng. Ova Antrum
[ Hijas de Leng. Huevos de la caverna ]

Esferas de tela volaron por el aire, golpeando todo el campo de batalla como si fueran esferas de acero que destruían todo lo que golpeaban; de nuevo Buda se escondió detrás de Beelzebu en el momento en que éste activó el escudo antivibraciones.

– ¿Te han dicho que tu habilidad es muy envidiable?

– ¿Te han dicho que te busques otro sitio si vas a joder?

– Todavía no… ¡Mira, un avión!

Beelzebu se volvió por inercia para ver a Dziva con su magia combinada acercándose rápidamente a Atlach-Nacha; la reina de las arañas, gracias a las setulas, también se dio cuenta.

– ¡Ya vienes, otra vez! ¡Ven a mí, déjame comerte de una vez! Más aún ahora que después de esto tendré mucha hambre…

La reina araña levantó sus pedipalpos, que había mantenido muy bien ocultos durante gran parte de la reciente lucha, revelando que durante ese tiempo había conseguido fabricar un nuevo "hilo especial".

– ¡Lo ha conseguido! – Clark Ashton, así como Lovecraft y los demás escritores, aplaudieron emocionados.

– ¡Mi querida…! – el rostro de Mwari palideció – ¡Sal de ahí!

– ¡Dziva, para! – Geir lanzó el mismo grito de desesperación – ¡Por favor, sal de ahí ahora mismo, y sálvate!

Dziva tragó saliva asustada al ver aquel hilo, recordando el infierno por el que tuvo que pasar tiempo atrás. Había sido una técnica de sólo unos cuántos segundos… Los 10 peores segundos de su vida.

" ¡Vamos a hacerla tragar esto antes de que use sus malditos hilos, maldita araña! "

El feroz grito de Dzivaguru mejoró el humor de Dziva.

– ¡Sí, por supuesto!

La magia negra y verde se combinaron para formar de nuevo las gigantescas cabezas de serpiente, que rodearon el cuerpo de Dziva, así como el arma divina que sostenía en su mano derecha; intentaría el mismo ataque que antes, sólo que ahora con la potencia suficiente para intentar matarla.

El viento corría tras su rostro mientras aumentaba su velocidad para acercarse, así como la potencia de su magia combinada; el paisaje hizo que Atlach-Nacha abriera todos los ojos con un poco de sorpresa.

« ¡Realmente se está acercando a mí! En ese caso… Abriré mi próximo hilo especial, ¡Ahora mismo! »

Los dedos índice y anular de los pedipalpos de la araña se adentraron en el hilo, intentando romperlo para abrir su contenido como con la técnica anterior; al no poder acercarse demasiado, Beelzebu activó su escudo vibratorio.

– ¡Escóndete aquí atrás!

– ¡A la orden! – Buda no dudó ni un segundo.

La diosa africana cargó toda la magia que pudo en la lanza improvisada y lanzó su ataque, como una estocada directa combinada con las múltiples cabezas de serpiente, al mismo tiempo que Atlach-Nacha con su posición arácnida en modo de ataque abría el hilo especial para que de nuevo la energía dimensional oscura se adueñara de la destrucción en el campo de batalla.

Ambas mujeres, la diosa del Valhalla y la Criatura del Caos, desataron sus ataques definitivos la una contra la otra con todas sus fuerzas.

Una nueva explosión tuvo lugar en los Campos Elíseos; el terremoto se repitió, el techo de cristal volvió a reventar y una luz de color verde fosforescente y negro oscuro se combinó para elevarse hacia el cielo, igual que los ataques de Thor y Lu Bu Housen habían despejado el Valhalla 1000 años atrás.

Buda y Beelzebu acabaron cayendo al suelo y retrocediendo bastante, impidiendo que la magia del vacío original les causara heridas de consideración; los pocos espectadores también volvieron a ponerse a cubierto para evitar que la destrucción les alcanzara.

El humo se disipó pronto, y cuando las nubes volvieron a ocupar su lugar y continuó lloviendo, el espacio de visibilidad se hizo más claro.

Suficiente para revelar el resultado del ataque de Dziva: las cabezas de serpiente se clavaron de nuevo en Atlach-Nacha, sólo que esta vez por su postura de ataque con las patas de araña hacia arriba había conseguido sobrevivir al daño principal. Tales cabezas de serpiente clavadas comenzaron a sacarle sangre, aunque ella, con el rostro abierto por la sorpresa y el miedo, sintió que acababa de asestar un golpe mortal muy importante…

Sus ojos abiertos también vieron como la magia combinada de la diosa africana desaparecía lentamente, así como su lanza de telaraña que había sobrevivido y el resultado que había afligido en la diosa africana.

Un resultado… Nada bueno.

El estado de Dziva era el peor de las dos; con aquella lanza de telarañas recorriéndole el estómago, su única respuesta fue toser sangre mientras el dolor circulaba por su cuerpo.

– N-No… – Buda se levantó inmediatamente del suelo.

– ¡No! ¡Amor, mi amor…! – Mwari cayó de rodillas al ver la escena.

De hecho, en todo el estadio, nadie esperaba que ese segundo ataque con una apariencia tan poderosa fallara, y mucho menos ver a la cariñosa hermanita tan destrozada; ni siquiera ella podía creer lo que sus ojos borrosos estaban viendo.

« N-No puede ser… fallé… Y mi cuerpo… No siento mi cuerpo… »

– ¿Qué? – Atlach-Nacha parpadeó un par de veces, sorprendida – Sí, soy yo… ¡Estoy viva! ¡Salí viva!

» ¡Hora de reclamar mi premio!

Las garras de Atlach-Nacha actuaron de inmediato, aprovechando que aún tenía cerca a Dziva y que esta vez no se le escaparía de las manos: mientras un par le quitaban los trozos de flecha de Chang'E que se le habían incrustado, las otras tejían hilos que rodearon el cuerpo de la diosa, desde las heridas de las piernas hasta el cuello, del mismo modo que una araña de techo atrapa una mosca que cae en su tela.

– ¡Dziva, no! – Buda se levantó del suelo y corrió al lugar.

– ¿¡No!? ¡No, no estorbes!

Atlach-Nacha por inercia levantó una de sus patas para patear al Buda, con tal fuerza que le sacó todo el aire y lo mandó volando hacia el muro de contención; la araña también se retiró de su punto de contacto y se recluyó en una de las esquinas del campo de batalla.

Luego volvió a su presa en sus garras: Dziva por completo envuelta en las redes de seda, como si fuera un paquete. Sin evitarlo, sus 6 pupilas brillaron mientras sus mejillas se sonrojaban de excitación.

– ¡Lo logré! ¡Me gusta, me encanta! Pude cazar mi primera presa, ¡Y Chuchu me va a felicitar!

Dziva se sentía tan cansada y rota que apenas podía responder; fue sobre todo gracias a la intervención de Dzivaguru que sus brazos empezaron a moverse para intentar romper los hilos.

" ¡Hermana, despierta, muévete! ¡Estamos atrapados! "

– Atrapada…

– Chuchu… Volverá a ser feliz conmigo… Esto me hace tan feliz… Mucho.

Las garras que sujetaban su cuerpo humano se abrieron y algunos hilos de seda se rompieron, por lo que sus brazos humanos quedaron libres; con estos brazos, la reina de las arañas sujetó con fuerza el rostro de Dziva para poder mirarla a la cara.

– No espero que lo entiendas, pero… Esto me hace tan feliz. Por fin… Chuchu volverá a verme con buenos ojos y… Seremos felices para siempre.

» Muchas gracias por esto, diosa Dziva…

La reina de las arañas acercó la cara de Dziva a la suya propia y clavó sus dientes en los labios de la diosa africana, aunque por su extrema cercanía terminó siendo un beso de labios que prolongó algunos segundos; con ello inyectó un poco de veneno en Dziva para dormirla más rápido. Tras ello, Atlach-Nacha abrazó el capullo de Dziva, apretándolo contra su cuerpo con tanta fuerza que a la diosa africana empezó a faltarle el aire.

– Esto… duele…

– ¡Duele, claro que duele! Pronto todo pasará… Y serás parte de mí.

De repente, Dziva sintió su cuerpo muy limitado de movimientos, y no sólo por aquel fuerte abrazo y los hilos de seda que la cubrían; cuando abrió los ojos para comprobarlo, se dio cuenta de que el cuerpo de Atlach-Nacha la estaba devorando.

No de la forma convencional, con una boca que la haría pedazos, sino que su cuerpo la absorbía, como si por un momento se convirtiera en líquido.

– ¡Hey…! – en ese momento la conciencia de Dziva se despertó por completo, aunque ya era demasiado tarde – ¡Suéltame…!

– No hables más… – Atlach-Nacha cogió la cabeza de Dziva y la apretó con fuerza contra su pecho de manera que también la estaba ahogando – Mi señor Chuchu vendrá y entonces todos seremos felices, a la sombra de su eterna oscuridad.

Dziva intentó zafarse pero le fue imposible, tanto por la fuerza de los brazos de Atlach-Nacha como por la fuerza de succión con la que se sumergió en la reina araña y el veneno que estaba empezando a hacerle efecto. Pronto, esa misma fuerza que golpeaba su debilitado cuerpo, acabó por apagar de nuevo su conciencia y dejar que fuera succionada por la reina araña…

– ¡Dziva…! – Buda dejó caer el Rokudō, apenas con fuerzas para levantarse del suelo tras el golpe de la araña, mientras que Beelzebu sólo podía apretar su arma divina con rabia e impotencia.

– Esto se ha vuelto más difícil de lo que esperábamos.

Atlach-Nacha sonrió de oreja a oreja cuando su cuerpo terminó de absorber el de Dziva; una vez que el cabello claro de la diosa africana hubo desaparecido, aparecieron un par de pequeñas esferas de cristal bajo sus piernas humanas, una verde fosforescente y otra negra como el neón, aunque ambas de un tono más apagado que la bola de cristal azul principal.

Buda se sorprendió bastante al ver aquellas esferas, más aún con sus ojos de la Octava Conciencia activados.

– ¿¡Ella está--!?

– Será mejor que ni lo intentes. – advirtió Beelzebu, notando el instinto de Buda – Estoy seguro que no sobrevivirá, así que no intentes hacer una estupidez.

– ¿¡No dijiste que querías--!?

– No siempre se puede conseguir lo que uno quiere.

En el palco, Geir no pudo evitar echarse a llorar sin consuelo.

– ¡¡Señora Dziva…!!

– ¿Por qué demonios tarda tanto ese viejo en parar esto? – Leónidas abrió de golpe la puerta de salida – ¡Tendré que ir a exigirle algunas cosas!

– ¡Espera…! ¡No me dejes sola con esa cosa! – Sigrune corrió tras el espartano inmediatamente.

Hrist decidió quedarse con su hermana pequeña, abrazándola en todo momento y esperando el momento en que estuviera menos pegada a la barandilla y también huyera, antes de que la situación se descontrolara. Aunque… A estas alturas, ya estaba fuera de control.

– ¡Mi amor, Dziva…! – Mwari comenzó a llorar amargamente, mientras Anansi trataba de consolarlo en su trance de terror.

– Esto es una locura… – Isis se levantó de su asiento de golpe – ¿Qué demonios está haciendo ese viejo? ¡Esa cosa nos matará!

– ¡Señora…! – los yokai se aferraban al vestido de Amaterasu, intentando por todos los medios apartar a la diosa japonesa de su asiento – ¡Por favor, no se quede aquí!

El dios iluminado levantó su báculo con rabia y mucho enfado, con más impacto emocional que su divino compañero; esto dejó entrar en su cuerpo la sensación venenosa que no debía sentir, mientras que Beelzebu sólo pudo asentir a la sensación cogiendo el bastón de Apomyus para cargarlo de vibraciones ofensivas.

– En ese caso, las cosas serán mucho más fáciles… Maldita araña…

» ¡¡ESTÁS MUERTA, HIJA DE PUTA!!

En ese momento el Rokudō, que se adapta a los sentimientos y emociones de Buda, empezó a girar y a transformarse en ese sentimiento que estaba contaminando el alma del dios iluminado: el ODIO. Al hacerlo, abrió una puerta desconocida incluso para el propio Buda, el Quinto de los Reinos Espirituales, el Mundo de Petra, dando lugar a un nuevo Kannon sagrado para todos los dioses.

Salakayas
[ Hoz de guerra del dios salvaje ]

Beelzebu no pudo evitar sonreír de lado un poco celoso de su nueva arma de batalla.

– Pretencioso.

– Ahora es momento de que sean mi comida… – Atlach-Nacha levantó ambas manos en las que hizo nuevos tejidos de telarañas en instantes de segundos – ¡Y a todos aquellos que se mueven en este fascinante lugar, los Campos Elíseos…! ¡¡Este será el nuevo trono de Chuchu!!

Beelzebu y Buda empuñaron sus armas y se lanzaron al ataque de nuevo; el primero en reaccionar fue el propio Buda, que inmediatamente lanzó la hoz en un tajo directo, reuniendo energía maldita en el producto de su odio.

Karmanirodha Samsara
[ Destructor de Karma del Samsara ]

Atlach-Nacha respondió lanzando telarañas como redes, pero éstas fueron destruidas por el corte directo de la hoz gigante de Buda; una vez despejado el camino, el siguiente en atacar fue Beelzebu, apretando su bastón con la mano derecha y ofreciendo una extraña ofensiva…

Muchas estocadas directas, utilizando el arma como si fuera una lanza. No con la intención de formar una lanza, sino algo distinto: su bastón cargado con tantas vibraciones ofensivas procedía a expulsarlas continuamente con cada golpe, de modo que la vibración aumentaba en tamaño y poder destructivo hasta convertirse en una onda expansiva imposible de resistir.

Sorath Tau
[ Enjambre de Ondas Oscuras ]

El ataque del señor de las moscas procedió con rapidez, barriendo todo a su paso hasta la reina araña, que instintivamente levantó sus patas delanteras de araña como escudo para evitar ser atacada; se produjo una explosión de gran magnitud, que consiguió hacer retroceder a la reina araña e incluso dañó las patas que utilizaba como defensa.

Antes de que pudiera hacer algo más, Buda Gautama se levantó de nuevo con su hoz divina en las manos: la cabeza del león expulsó una gran cantidad de aliento en forma de energía que sirvió de impulso al arma divina, de modo que su siguiente golpe se cargó como si fuera un cohete disparado a gran velocidad.

Karmanirodha Samsara Sasvata
[ Destructor de Karma del Samsara: Eterno ]

El golpe del budista impactó de lleno en una de las patas de la reina araña, con tal potencia que rompió por completo el dermoesqueleto; a pesar de ello, su gran resistencia hizo que el arma de Buda rebotara en el aire como respuesta, además de que el mismo dios también salió disparado en la misma dirección que su arma divina. Por último, Beelzebu hizo su aparición, dando varias vueltas con su báculo antes de desencadenar su ataque, una pequeña preparación para acumular una gran cantidad de energía vibratoria ofensiva con la que desencadenar otro poderoso golpe.

Sorath Nun
[ Despertar del Gigante del Mar ]

Una oleada de vibraciones ofensivas continuadas, como si se tratara de varios golpes consecutivos, golpeó de lleno a la reina de las arañas; en su herida abierta en la pierna que Buda acababa de causarle, en su cuerpo arácnido golpeando de lleno sus quelíceros, pedipalpos y parte de sus ojos, y finalmente en su cuerpo humano.

Como resultado se produjo otra explosión que llenó el campo de batalla de vibraciones ofensivas que abrieron más heridas en los escombros, en los cristales protectores y en las gradas que estaban vacías. Beelzebu fue al suelo y activó su escudo de vibraciones, ya que estaba más cerca de la explosión, mientras que Buda quedó tendido en el suelo cerca de su guadaña.

Al cabo de unos segundos, la destrucción había terminado por completo, dejando sólo la estela de humo que salía del resultado. Buda cogió su guadaña y cojeando se acercó a Beelzebu, que tras inutilizar el escudo se alejó un poco de la gigantesca nube de polvo que se levantaba sobre lo que debía ser el cuerpo de la reina de las arañas.

– Espero… – Buda suspiró en voz baja, jadeando de cansancio por su frenético combo de ataques – Espero que hayamos terminado.

– No bajes la guardia, ni por un segundo. – Beelzebu negó de inmediato – Recuerda que esa araña tiene un cuerpo invulnerable; por muy inestable que se muestre cuando lanzamos nuestros ataques, puede resistir la mayoría de ellos sin verse afectada.

– … Tienes razón. Esa maldita cosa no moriría tan fácilmente…

En cuanto el humo se disipó, tanto el par de dioses como los pocos espectadores que permanecían en sus asientos pudieron observar el resultado del ataque combinado, mejor de lo que esperaban: la pierna de Atlach-Nacha estaba bastante malherida, mientras que todo su otro cuerpo, tanto el arácnido como el humano, estaba herido con cortes, algunos superficiales y otros mayores, aunque en todos abundaban manchas de sangre goteantes.

Al cabo de unos segundos, el cuerpo de Atlach-Nacha se movió por inercia y se elevó con lentitud.

– ¿¡Hey!? ¿¡Dónde estoy!? Ah… Todavía estoy aquí…

Atlach-Nacha giró a ambos dioses en el suelo y luego se volvió para ver su pierna, que estaba cortada pero no amputada del todo. La herida tenía muy mal aspecto, la sangre manaba incesantemente y podía verse que el miembro temblaba un poco. A pesar de todo, el rostro de Atlach-Nacha permanecía inmutable en la más absoluta indiferencia.

– Esto se ve… Tan rico… – su mano humana tocó la herida fresca para bañar sus dedos con su sangre y saborearla un poco – Mmmmm… No me gusta.

– ¡Será mejor que estés preparada, maldita perra! – Buda preparó su guadaña para atacar de nuevo – ¡Podemos hacerte daño, y eso es lo que haremos hasta que estés muerta!

Atlach-Nacha se volvió a Buda con todos los ojos abiertos, tanto por la excitación como por la curiosidad. Al cabo de un rato, ambas mejillas se iluminaron de rojo.

– Por supuesto que estoy lista… ¿Y tú?

De nuevo Atlach-Nacha se llevó la mano a la herida de la pierna, que tocó con firmeza…

Sus dedos produjeron polen verde fosforescente que se esparció por toda la herida; siendo ésta profunda y de gran tamaño dada su titánica complexión, a la araña le costó un poco más de trabajo expulsar más polvo verde para cubrir todo el corte. Todos los dioses presentes abrieron los ojos horrorizados mientras sus rostros palidecían en gran manera.

– N-No puede ser… – Horus tembló sin discreción en su asiento.

– Esa cosa… P-Puede… – el Emperador de Jade sintió algo húmedo bajo su ropa.

– Algo simple y obvio. – comentó Hermes, ya no sintiéndose tan intimidado al respecto – Ya absorbió el cuerpo de Chang'E y pudo usar su habilidad con el arco, así como sus armas.

» Ahora que la diosa africana con la mejor magia verde también ha sido devorada, es obvio pensar que pueda usar sus habilidades, y tal vez también podría usar magia negra.

» Imagino que en sus colosales dimensiones, ambas habilidades mostrarán mucho más alcance del que tenía Dziva, ¿Verdad?

Ante tan poco optimista explicación de Hermes, todos los dioses se volvieron a mirarle con los ojos muy abiertos y la cara blanca; incluso con tanta presión por parte de sus familiares, el dios mensajero no se inmutó demasiado.

– Oh, sí. – más que un poco de sarcasmo para levantar las manos y abrir los ojos – Se me había olvidado. Pánico~

En la sala de los Primigenios, Deví se comió lo que quedaba del bote de helado de Nut.

– ¡Qué bien~! – la diosa sonrió de oreja a oreja, relamiéndose un par de veces – Muchas gracias Nut-chan. Me aseguraré de darte una buena recompensa cuando acabemos, ¿Qué te parece, mi pequeña?

» … ¿Nut-chan? ¿Estás bien?

La razón por la que Nut había renunciado a seguir comiendo helado era haber visto aquellas escenas relativas a la batalla que estaba teniendo lugar en aquel momento: Atlach-Nacha resistiendo el poder de 3 dioses muy fuertes, la apertura de su próximo hilo especial, la muerte de la diosa africana y ahora mostrando sus poderes de magia verde para reparar sus propios daños. Con ambas manos juntas, Nut por primera vez en su vida estaba sintiendo realmente un miedo no superficial.

« Tenemos… Problemas muy serios… »

De hecho, lo que más alertó a Nut fue el ataque especial de la reina araña con el que había destruido por completo a Dziva.

« No hay duda de que lo que está usando ahora mismo es esa maldita magia que controla el vacío original… Más que eso, está abriendo el vacío original, el Nido de las Criaturas del Caos, a nuestro mundo.

» Ese puente del que tanto hablaban esas Criaturas del Caos y con el que estaban tan obsesionadas era un puente que conectaba su nido con la superficie… Pero ahora que el Lago Nun ha sido remodelado por nosotros, ese puente no hará más que rasgar todos los niveles de todos los mundos, desde el Nilfheim hasta los Campos Elíseos de aquí arriba. Lo más probable es que todos se fusionen en cuanto se abran todos los cables que conectan el puente.

» … Cuando hicimos la invasión y ella iba a abrir el puente aquella vez, recuerdo haber visto que había hecho siete hilos especiales… Y ya están abiertos dos de ellos… »

Una vez que la pata de Atlach-Nacha estuvo completamente curada, la araña levantó la mano para esparcir más polen verde que impregnó todo su cuerpo: el pecho, el estómago, los numerosos cortes diminutos y el ojo se restauraron de inmediato. Sentir de nuevo su plenitud provocó una sonrisa infantil en la reina araña.

– ¡Qué bien, qué bien! Estoy presentable otra vez para Chuchu, así que querrá verme mejor… seguro.

» Ahora es momento de seguir adelante… – sus manos levantaron más telarañas que rodeaban su cuerpo como si se tratara de un aura maldita especial  – Estoy muy cerca de comérmelos… Espero que estén preparados para ello.

Buda y Beelzebu levantaron sus armas con la guardia en alto, mientras la reina araña empezaba a tejer más armamento especial al tiempo que extendía sus telarañas por el campo de batalla, sin olvidar que sus pedipalpos se pusieron en forma para continuar el tejido inmediato para crear el tercer hilo especial.

Es hora de entrar en la próxima carrera contrarreloj contra la Criatura del Caos antes de que termine de devorar a las diosas que lleva dentro; el segundo asalto de los dioses del Valhalla para detener a la reina de las arañas.

Fecha de publicación: 23/05/24
Autor: ASFD
Editor: Darklord331

Nota de autor: Vas a caer Dnielmon 🫵

La batalla acaba de girar en un punto sin retorno; con un momento que despertará fetiches poco decentes, la reina de las arañas ha devorado a la amorosa y se proclama la más perrona en el campo de batalla, ¿Todo ha terminado aquí? ¿Buda y Beelzebu lograrán enfrentar a la araña y derrotarla? ¿En dónde instalamos la veladora de Dziva? Ya apareció Tlaloc para quitarnos el calor, ¿A qué hora Tezca se aparece?

Qué no se note que este cap es mi coraje por los spoilers de JJK 261 y la ausencia de spoilers de SNV 90 así como MT (no me acuerdo en qué cap van XD). Una coincidencia… Una triste coincidencia.

Así que ya se la saben gente: si los gallos de SNV LR se mueren, será el turno de los lectores. Prepárate tú, que estás leyendo esto en tu sillón, tu cama o en el baño, porque pronto te tocará a ti; ve al gym, rompe esas mancuernas y trae tus piernas de pollo a los Campos Elíseos. Vas a caer arañita de mierda.

Todo esto y más en la publicación doble que saldrá en unas horitas, si sigo vivo (me enferma el no regreso de Gojo y una gripe salvaje que me quiere quitar la vida xdn't, pero A1 caeré).

Sin más que decir, ¡Los leo entonces en el siguiente capítulo!

***

Nuevos términos

* KanabooBastón de hierro/acero del Japón feudal; hecho de madera de roble con revestimiento metálico desde el extremo hasta la parte media, además de incluir tachuelas metálicas.

* DermoesqueletoEsqueleto externo continuo que cubre toda la superficie de los arácnidos, que cumple una función protectora, respiratoria y otras mecánicas, proporcionando el soporte necesario para la eficacia del aparato muscular.

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