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Capítulo 77.1: Festival de Otoño. Luna llena

En las profundidades del abismo de los muertos, más allá de los dominios de Hades, rey del Inframundo, y de los poquísimos dioses que pueden controlar y gobernar las almas. Más profundo incluso que la prisión del Tártaro…

En Nilfheim, el descanso eterno de las almas, había una reunión.

Una reunión muy vacía, a decir verdad, donde un pequeño puñado de almas se sentó a la mesa en la sala Eljudnir. Los demás habían abandonado el palacio, guiados por Modgud, por meros caprichos; en cambio, otros pocos decidieron quedarse en la sala…

Los presentes se quedaron para observar la séptima batalla del segundo Ragnarok, el primer encuentro entre dos diosas.

Entre ellos Brunhilde y Siegfried, los trágicos amantes del Valhalla; la valkiria con notables nervios se apretó al pecho de su amado lo más posible, lo mismo que Siegfried…

– ¿Más vino, mis señores?

Estaban tan juntos y concentrados que se asustaron y dieron un respingo ante la repentina pregunta.

Era otra de las sirvientas de Hela, Gjöll: sus ropas oscuras y fantasmales estaban mojadas, su cuerpo voluminoso pero pálido resplandecía. Sus mechones de pelo oscuro empapados delineaban su rostro; sus ojos pálidos y oscuros contrastaban con su piel blanca.

Se suponía que debía cuidar de un río que rodea el palacio de Hel, pero desde el primer Ragnarok ahora debía llenar las copas de las almas invitadas. Al no obtener respuesta, agitó su botella de vino para llamar la atención de los amantes.

¿Quieren más vino, mis señores?

– ¡No, no…! Muchas gracias Gjöll.

– … De acuerdo…

Sin muchos ánimos, la mujer continuó su camino, dejando un camino de agua a su paso que llamó la atención de Siegfried. Sus ojos se alzaron y siguieron a la mujer durante unos segundos, aunque fue malinterpretado por Brunhilde.

– ¿Así que te gusta ver a una mujer mojada?

– … ¿Eh? ¡No, claro que no…!

– Entonces, si estuviera mojada, ¿Tendría tu atención de nuevo?

– Sí, por supuesto.

Los demás invitados de Nilfheim tenían caras serias y se interesaban por el desarrollo del combate; en particular, un par de matrimonios, que se supone eran los primeros huéspedes de Nilfheim en pasar sus vidas en el olvido eterno…

– Cariño… Eso se parece mucho a lo que estabas pasando.

– Sí, así es. Del mismo modo, parece que sólo el veneno le hace daño…

– ¡Entonces la humanidad tiene una oportunidad!

– … Cierto. Aún más ahora que el tonto de Loki ya no está para hacer travesuras… Ahora tienen una mejor oportunidad de ganar.

También se trataba de la única pareja divina "viva" en Nilfheim:

Ambos tenían más idea de lo que veían en la batalla que Chang'E, recordando la condición que había sufrido Baldr…

– Aún así… – Nanna apretó el brazo de su marido – Dijiste que esa magia negra… ¿Puede romper la maldición? ¿Cómo es eso posible?

Baldr asintió y se llevó una mano a su barba, peinada en una pequeña trenza que Nanna le había hecho.

– Después de sufrir mi maldición, lo investigué por siglos y milenios. La magia negra deja un rastro venenoso que corroe la vida misma… Loki también lo supo, y envenenó así el muérdago que me mató.

» Aunque… La maldición de Chang'E parece ser más poderosa: está recibiendo una gran cantidad de magia negra y todavía no muere. Pero… Si te fijas bien, hay rastros residuales como su tos con sangre y el pecho que le cortó hace poco…

» De poco en poco, la magia negra de esa diosa africana está devorando la inmortalidad de Chang'E. Si la pelea se prolonga demasiado, el veneno terminará con ella.

Eso provocó los nervios y movimientos asustados de otra pareja, los cuales eran humanos: un hombre de cuerpo grande y definido, cabello negro azabache peinado en una coleta, con una pequeña niña en su regazo de pelo corto y negro, con vestimenta china tradicional, y ojos del mismo color claro y brillante que Chang'E…

– ¡Eso que dicen no es cierto! ¡Claro que no! ¡Mami va a ganar!

– … Si, claro que sí, mi pequeña. Mamá ganará y acabará con todos los tipos malos…

La niña sonrió y levantó ambos brazos, cogiendo un vaso que estaba a su alcance.

– ¡Señora mojada! ¡Quiero un poco de ese vino, por favor!

– Pero tesoro, no puedes beber eso. – le reprendió Houyi de inmediato – Eres muy pequeña.

– ¡Pero si tengo más de 5.000 años! ¡Ya soy mayorcita!

– No se preocupe, señor Houyi… – Gjöll acercó su botella al vaso de Wu Gang; al contacto con el traste, el vino se convirtió en leche caliente – Puedo servirle lo que más guste.

– ¡Leche, leche! – Wu Gang se llevó el vaso a los labios y dibujó un bigote de espuma – ¡Muchas gracias, señora mojada!

Houyi sonrió, limpió los labios de Wu Gang y le dio un beso en la frente.

– Siempre tan enérgica… Igual que tu madre, que está ahí arriba ahora mismo, luchando… Con esa figura solitaria que tanto la caracteriza…

– ¡Ella va a ganar! – sonrió Wu Gang, dando otro sorbo a su vaso para dibujarse otro bigote de espuma – ¡Mi mami es la más fuerte, y va a ganar!

A pesar de todas las preguntas e incógnitas que tenía, así como de los comentarios de parte de Baldr y Nanna, Houyi estaba seguro de la misma afirmación que daba su hija:

– ¡Por supuesto que ganará! ¡Tu mamá siempre gana! – Houyi sacudió el pelo de su pequeña y luego ambos volvieron a mirar las pantallas.

« Has pasado y sufrido por tanto mi amor… Sin lugar a dudas, te mereces esta victoria… »

– ¡Otra vez… Chang'E ha derrotado a Dzivaguru! Con su golpe más poderoso y rápido… ¡Destruyó a la diosa de la oscuridad caótica!

Ni siquiera Heimdall podía creer lo que acababa de ocurrir que ni siquiera pudo ver: sangre en el pecho de Chang'E, aunque ya no, y un disparo que destrozó a la diosa africana antes que se diera cuenta. Ahora, Chang'E con rostro muy malhumorado se acercó a ella con pasos muy lentos mientras se chupaba la última paleta en sus labios.

Entre los espectadores, Ares estaba más que furioso con la acción de la mujer portando el arco divino de su hermano Apolo:

– ¿¡Cómo se atreve a usar el tiro especial de Apolo para humillarnos!? ¿¡Qué rayos le pasa!?

– Aunque debo admitir que fue un tiro limpio. – respondió Hermes – Muy elegante, perfecto y preciso. Justo como a Apolo le hubiera gustado.

– ¡Debes estar jugando…! – Adamantino apretó ambas manos hasta romper parte de sus engranajes – ¿¡De verdad esa traidora puede hacer todo eso!?

– ¡Jojojo! No solo es un pancito de muy buenos muslos… – reconoció Zeus de inmediato – Fue digna de tener el título de mi hijo más fuerte.

» Aunque no destacó en nada más, ni en boxeo ni en la música, la arquería se le da demasiado bien. Por eso, cuando fue el concurso de Grecia, le decidí regalar una copia del arco de Apolo y Artemisa… Y vaya que sabe usarlo.

– ¿¡Es en serio!? ¡¿Estás dándole apoyo a esa traidora!?
 
– Después de todo, mi hija la eligió y permitió estar ahí. Si ella lo acepta, yo también.

– ¿Y no te ha pasado por la cabeza que es una estúpida mala idea? ¡A este paso, esa traidora ganará, y quedaremos en ridículo! ¡Todo por culpa de tu hija--!

– No hables así de ella.

El aura de Zeus creció negativamente contra su propio hermano mayor por la mención de Atenea; Syf y Forseti sudaron frío al ver la reacción del griego. A los pocos segundos que Adamantino se retractó, el anciano volvió a su forma anterior, todavía no recuperado de sus heridas, y volvió a mirar a la arena de batalla.

– Ella permitió esta pelea, sea por capricho o por elección. La conozco muy bien… Ella vio algo que nosotros no podemos ver. Algo que nos ayudará a ganar…

– ¿Qué podría ser? – preguntó Syf con curiosidad – En medio de esta horrible humillación, ¿Qué podría haber visto ella que nosotros no pudiéramos?

– No estoy seguro. Pero… Sólo tenemos que seguir viendo la lucha, y en algún momento va a salir la verdad.

Ares asintió en voz baja; también conocía muy bien a su hermana, sabía que por muy mala decisión que tomara siempre había un motivo detrás. Ya sea algo oculto para remontar la pelea, o su capricho de seguir enfadada. O incluso ambas; con esa niña todo era posible.

En el palco de las valkirias, Geir y Sigrune estaban boquiabiertos.

– Un solo disparo… ¡La mandó a volar! ¡Casi la destruye!

– ¿Sólo pudo resistirlo? – Leonidas resopló con altanería – Yo le habría devuelto la flecha, por muy fuerte que fuera.

– Así que esto es una batalla entre dioses… No esperaba este nivel de potencial: un escudo indestructible y una flecha imparable…

Geir tragó saliva y miró a Chang'E.

– Si usa ese tiro de nuevo… Seguramente será capaz de vencer a Dzivaguru. Ella… Chang'E puede ganar.

Tanto dilema, pero no debería perder más tiempo con ello: ahora que Chang'E estaba con los humanos y mostraba grandes progresos, su deber como líder de las valkirias y de los humanos es apoyarla.

« Todo lo que sabemos de ella… Sus mitos e historia, parece que todo es real. Eso nos da una mejor oportunidad de ganar y tomar la delantera de nuevo…

» Aunque… Espero que Dziva entre en razón… » sus ojos se volvieron al cuerpo de la diosa africana « Tampoco quiero perderla… Espero que esto se resuelva de la mejor manera posible, antes de que alguna de ellas muera… »

En las gradas humanas, los 5 antiguos emperadores aplaudieron al mismo tiempo, muy conmovidos y emocionados.

– ¡Hâo!

– ¡Pero qué magnífico tiro con arco, tan rápido y preciso!

– Una forma elegante de mover tu arma divina para conseguir un mejor espacio de tiro.

– La forma en que sus dotes físicos volaban en el aire y sostenían la bolsa de flechas…

– Como sus dedos se deslizaron a través de la bolsa y tomaron las flechas juntas en una…

– La forma en que sus fornidos brazos tensaban la cuerda, sus ojos oscuros sonreían y sus labios dejaban salir el aire de la flecha…

– ¡Qué buena mujer es Chang'E! – los 5 emperadores se tomaron de los hombros y empezaron a bailar de lado a lado – ¡Viva nuestra belleza Chang'E! ¡Vivan los buenos muslos!

En la otra sección humana, la pareja de doncellas acató la reciente orden de su emperador: una de ellas sirvió sake dulce para cada quien, y la segunda partió en trozos un pequeño pastel horneado, con figuras en su tapa. Los 3 presentes se inclinaron y procedieron a degustar su comida.

– Magnífico. – felicitó Yu el Grande a ambas mujeres – Este panecillo del Festival de Otoño está hecho a medida en cuanto a sabor y textura. Mis felicitaciones.

– Gracias – asintió una de las mujeres – Aunque, todavía no es otoño, ¿Por qué lo comemos y celebramos?

– ¡No seas tonta! – reprendió la segunda mujer – Estamos ante Chang'E, la diosa a la que veneramos con el festival de otoño… ¡Esa es razón más que suficiente! ¡Sé más respetuosa!

– Es cierto. Ella está aquí, así que vamos a celebrar. Lo que me recuerda… – Yu el Grande se acomodó en su asiento – ¿Quieren escuchar la verdadera versión de la leyenda lunar? Después de todo, yo estaba allí…

Ambas mujeres se sonrojaron de excitación.

– ¡Sí, sí! ¡Por favor, señor!

– Muy bien. Así que, disfruten de su panecillo y préstenme toda su atención posible.

¿Alguna vez han oído la leyenda de la Luna?

Se presenta de muchas formas, según los mitos y las comunidades a las que se pregunte; toda las culturas hablan sobre aquel astro del cielo, de forma que es imposible conocer la verdadera historia.

Así que, toquemos la versión que creó el famoso Festival de Otoño que se celebra durante mediados de septiembre en China:

" Tras un alarde de heroísmo, Chang'E y Houyi recibieron el elixir de la inmortalidad; si tomaban la mitad cada uno, ascenderían al cielo como dioses.

Pero la codicia de los chinos era tan grande que intentaron robar el elixir; en un intento por salvarlo, Chang'E se bebió toda la botella y empezó a levitar hasta llegar a la Luna, donde quedó abandonada a su suerte y separado de su amado Houyi.

En señal de duelo, Houyi inició la celebración de la fiesta de otoño: levantó un altar donde ofreció alimentos como ofrenda y encendió incienso que llegaría q la presencia de su amada. Así actuó hasta su muerte, comunicando su amor eterno que nunca se extinguiría ni abandonaría a Chang'E en la soledad… "

Una versión muy romántica y hermosa de la historia. Pero, alguien dijo una vez:

" No te dejes llevar por lo que dicen los mitos sobre nosotros, los dioses. Esos libros sólo cuentan lo más heroico, bello y sublime para cautivar a los humanos, pero… La verdad nunca es así. "

Tian, reino de los dioses chinos.

– Chang'E, por favor ven.

– Sí, mi señor.

El Emperador de Jade, desde su trono divino, levantó la mano para atraer la atención de aquella diosa lunar, de una belleza radiante que asombraba incluso al rey más grande:

Chang'E: mucho antes de ser la segunda Apolo, era la secretaria más cercana del Emperador de Jade, vestida con un kimono corto que resaltaba sus atributos, una tableta en las manos, auriculares y getas de alto tacón.

La diosa de la luna subió los escalones y entró en presencia del Emperador de Jade.

– ¿Qué se le ofrece, mi señor?

– … Veamos…

El Emperador de Jade se levantó de su asiento y dio un par de vueltas alrededor de Chang'E; más que pensar, quería deleitarse con el escultural cuerpo de la diosa que se ajustaba a todos sus gustos, aunque la diosa se giraba para mirarle a la cara. Al final, comenzó su monólogo de petición:

– Quiero darte una misión.

– … ¿Misión? ¿Para mí?

– Por supuesto. Sé que te pasas mucho tiempo con trabajo de oficina… ¿No te gustaría salir de tu cubículo un poco?

Chang'E se emocionó mucho por dentro, intentando ocultarlo lo mejor que pudo; no quería dejar escapar sus emociones de forma inapropiada.

– ¿Qué sería, mi señor?

Me gustaría que me hicieras un informe sobre los humanos.

– … Espere, ¿Qué?

– Como sabes, se acerca la conferencia del Valhalla, donde decidiremos el destino de la humanidad. Se suponía que mis hijos me darían un informe de los humanos para leer en la reunión… Pero no han hecho nada.

» Por lo tanto, requiero que bajes al mundo humano y hagas el trabajo por ellos. Infórmame de todo en cuanto veas; ¿Merecen los humanos 1000 años más, un castigo, o ser eliminados?

Chang'E cerró la boca, pero sus mejillas y sus ojos se tensaron en un enfado casi imperceptible si no fuera por el rojo fuego que la iluminaba. En cuanto se dio cuenta, el Emperador de Jade la miró dubitativo.

– ¿Qué pasa? ¿No quieres?

– ¿Eh? No, ¡Esa no es la cuestión, mi señor! Es que… Si sus hijos ya están haciendo eso… Creo que enviarme al mundo humano a repetir ese trabajo es… innecesario.

– Si, es cierto. Pero, viendo el resultado, prefiero que alguien más capaz actúe. O puede que tu presencia los haga trabajar; algo ha de suceder…
 
A pesar de su explicación Chang'E no se terminó de convencer; al ver esto, el Emperador de Jade bajó la cabeza hasta su hombro, susurrándole de forma coqueta.

Hazlo, y te concederé un deseo. Lo que quieras~

Eso cambió el punto de vista de Chang'E.

– … Muy bien, mi señor. Lo haré, y comenzaré de inmediato.

Chang'E cruzó la habitación a la puerta metálica de salida, que abrió y cerró sin dificultad conociendo ya su peso exacto. Una vez fuera, se quitó y aventó los getas, la tableta y sus auriculares; tomó una enorme bocanada de aire, empezó a mascar el chicle que tenía oculto desde hace una hora, y su cara se pintó de rojizo por la vergüenza y el fastidio.

– ¿¡Pero qué!? ¿¡Por qué tengo que ir con esos humanos!? ¡Me jode esto, maldita sea…!

Como fue dicho, Chang'E era la secretaria del Emperador de Jade; no por su edad o experiencia, siendo la más joven en China, sino por su inteligencia para aprender muy rápido y hermosa figura que, sin querer, cautivó al Emperador.

Siendo que su trabajo era mucho papeleo y estar en la alcoba del Emperador, acosada cada tanto, una misión de campo era ideal para ella. Solo que había otro problema…

Chang'E no era fan de los humanos, sino fiel a los ideales de superioridad divina del panteón chino. No los odiaba tanto para eliminarlos, pero si morían, no los lloraría ni los echaría de menos.

– Esto me pone muy de malas. Aunque… – recordar las últimas palabras del Emperador de Jade le hizo un poco más feliz – "Un deseo, lo que quieras". Eso me gusta.

La puerta divina que había cerrado se abrió de nuevo, revelando otra figura divina de aspecto agraciado y dominante que persiguió a Chang'E hasta ella quedar de frente para detenerla: la diosa del Sol, Xihe; una de las concubinas del Emperador de Jade.

– No tan rápido, mocosa.

– ¿Tú otra vez? – en cuanto se detuvo, Chang'E puso los ojos en blanco – ¿Ahora qué quieres?

– Sólo vengo a advertirle, respecto al deseo que mi señor le prometió hace unos momentos…

– … ¿Eh? Espera, ¿Estabas ahí, escuchando todo?

– ¡Estaba sentada junto a ustedes dos! ¡Estaba teniendo un buen momento con mi señor cuando se le ocurrió hablarte! ¿¡Cómo no te diste cuenta de mi presencia!?

– Qué más da. Ahora sí, ¿Qué querías, señora mamá?

– Más vale que me escuches bien…

La diosa del Sol era una diosa de carácter muy celoso y posesivo, siendo la concubina más presente en la alcoba del Emperador de Jade y con quién había tenido sus primeros 10 hijos. La presencia de Chang'E como su secretaria personal provocó la furia de Xihe, a tal grado de fastidiar su vida en todo momento posible; la volvió su enemiga.

Aprovechándose que la diosa lunar sin los getas era más baja que ella, Xihe se le acercó de forma intimidante.

– Ni creas que puedes pedir lo que se te dé la gana.

– ¿No se supone que eso me había dicho?

– ¿Crees que soy tonta? Puedo verlo, claramente… Con ese cuerpo vulgar y tu corta edad, intentas seducirlo para atraparlo en tus garras… ¡Qué asco! ¡Más sabiendo que podrías usar tu recompensa para hacer lo que quieras con él! Pero no servirá…

» ¿Te crees capaz de tener al Emperador en tus manos y a toda China? Por favor… Tan solo eres una criada, que no debería aspirar más alto… Grábatelo en la cabeza.

» Supongo que puedes tenerme envidia, pero… Al final, no importa lo que quieras, sino lo que puedes ser útil. No quieras tener una vida fuera de eso, ¿Entendido?

Durante mucho tiempo, esa técnica de golpes al orgullo y la autoestima fue la estrategia de Xihe para deshacerse de sus "competencias". Pero con Chang'E…

Eso no era posible, ni una sola vez.

– ¿Y bien? ¿Ya terminaste? – la diosa lunar infló un globo de chicle que reventó para volver a mascarlo – Veamos…

» Así que solo soy la criada… Es cierto… – Chang'E sonrió de lado con picardía – La que limpia la cama del Emperador después que la usó toda la noche con las otras, como hoy en la mañana…

– ¿¡Huh!?

– La criada… La criada que tiene un deseo del Emperador de Jade… y la concubina que solo tuvo un poco de atención hoy…

Chang'E se giró, posando sus amplias caderas y sonriendo con picardía muy confiada.

Xihe se puso roja de vergüenza y rabia; ¿Iba a ser humillada por una diosa más joven que ella? No, por supuesto que no.

– ¡No te lo creas, maldita criada! ¿¡O es que buscas el elixir de la divinidad!? ¿¡Es eso lo que quieres!?

– ¿Qué…? Ah sí, la caca de conejo.

– ¡No se llama así! ¿Buscas aumentar tu poder, ofrecerte como una puta, e intentar gobernar China!? ¡Eso tampoco te funcionará!

» ¡Recuerda que yo soy la madre de los 10 primogénitos del Emperador! ¡Cualquiera de ellos tomará su lugar, y ese día me encargaré de quemarte viva, maldita zorra--!

– ¿10 hijos? ¡Dios mío! – Chang'E se tapó la boca con sorpresa sarcástica – La cuevita de amor ya debe ser un gigantesco agujero negro… ¿Puedo ver?

– ¿¡Qué has dicho!? ¡Te voy a matar!

La diosa de la luna se dio la vuelta y echó a correr, usando su cualidad de ser la más veloz en China. En un instante desapareció de las garras de Xihe y terminó dentro de la ciudad divina de Tian, lejos de cualquier peligro posible.

– Bien… Una menos. Sigamos… – sus pasos la dirigieron a su destino mientras seguía creando burbujas de chicle – Qué pesada es esa mujer. Alguien que la lleve a terapia…

» ¿Quién rayos le dijo que quiero ser esposa del Emperador o gobernar China? ¡Qué idiota! ¡Ni siquiera puedo controlar mi vida! ¡Claro que no!

» Tengo algo mucho mejor en mente…

Chang'E llegó hasta su hogar, un pequeño palacio plateado hecho especialmente para ella; tan solo abrir la puerta de entrada fue recibida por su mascota:

Un conejo blanco de abundante pelaje, aunque con tamaño y aspecto de un carpincho. Lo típico en un conejo: patas y cola esponjosas; y también aspectos no típicos en un conejo, como alas de águila y astas de ciervo.

El rostro de Chang'E cambió al ser recibido por el animal.

– ¡Mi bebé! ¿¡Cómo has estado, preciosa mía!?

El conejo saltó a los brazos de Chang'E, aunque ella no pudo soportar del todo su peso; acabó cayendo al suelo aplastada por el conejo.

– ¡Qué más da! ¿¡Quién es el bebé favorito de mamá!? – Chang'E rascó la barriga de su conejo, llevándose unas pataditas de su parte, y hundió su cara en su pelaje.

Una especie antigua de animal divino, el Conejo de Jade. Este animal tenía una cualidad especial en su sangre: cualquier mortal que la bebe se convierte en dios, mientras que un dios se vuelve en su versión más poderosa. Como la ambrosía de Zeus, pero la sangre del Conejo de Jade no requiere ser bebida por alguien digno.

Esta cualidad tan indiscriminada no podría ser permitida por los dioses; por ello, el Emperador de Jade ordenó su captura y exterminio. El único vestigio que quedó fue su sangre, comprimida en una botella que podrían beber hasta 2 individuos en caso de emergencia: el elixir de la divinidad, lo que Chang'E llamó "caca de conejo".

Sin embargo, si uno de estos individuos no tenía esta cualidad, era eliminado y desechado; fue por eso que a Chang'E le fue fácil robarse a uno de los desechados y ocultarlo en su hogar.

– … Muy bien. Bebé, levántate para que comamos… ¿Bebé?

Sin embargo, el conejo se quedó dormido profundamente; ella podría sacudirlo y quitárselo de encima, pero… ¿Qué clase de monstruo sería si despertase a su bebé?

– Tú ganas. Aquí nos quedaremos… – se llevó las manos a la nuca y suspiró por lo bajo.

Un buen momento para que, bajo el calor de su mascota amada, volviera a pensar en el deseo que tenía en manos:

No quiero nada de esas cosas… Yo solo quiero vivir en paz, allá… en la Luna.

Justo en el techo dónde estaba, la diosa había hecho una pintura de la Luna, que podía verse desde su casa si prestaba atención en las noches claras:

– Está suspendida en el espacio, girando eternamente… Parece esclava de la Tierra, pero para mí… Es tan libre en su movimiento solitario, y es única entre tantas estrellas y astros. Es… tan hermosa…

» Quiero vivir allí… No tener que vivir esclava de ningún Emperador ni "bajo la aspiración de una criada". Solo… quiero una libre vida en paz.

Al terminar, Chang'E hundió su cara de nuevo en el abundante pelaje de su conejo, inhalando su aroma suave y sintiendo aquel calor amoroso, hasta que cayó también dormida…

China, mundo humano
Año 2031 AC

Fue durante ese año que Chang'E bajó a la Tierra para comenzar su trabajo, viciendo bajo el disfraz de una cortadora de bambú en las inmediaciones del pueblo Kuaiji, junto el río Yang-Tze y que era la capital de los 5 Emperadores de antaño…

Pero, ¿De qué se trata esto de los 5 Emperadores? Un poco más de historia:

Antes de la dinastía humana, el Emperador de Jade envió a 5 de sus hijos para gobernar a la humanidad por 1000 años y guiarlos por el camino correcto. Se suponía que también informarían del progreso de los humanos, pero… Aquí estamos.

« Si esos idiotas hicieran su trabajo, yo no tendría que estar aquí… » pensó a regañadientes, mientras en su primer día se adentraba en el pueblo humano para conocerlo más a fondo. « Pero, bueno…

» Así puedo practicar para cuando me vaya a la Luna. Sólo debo aguantar 31 años, hasta la conferencia divina, y seré libre al fin… »

– Señorita, tiene que venir con nosotros.

De repente, un guardia imperial se detuvo frente a ella y le cerró el paso, llenándola de sorpresa.

– ¿Disculpe? Debo pasar.

– El Emperador nos ha pedido que estemos en palacio.

– ¿Qué?

Mierda. Ya salió mal en el primer día…

Un soldado lo tomó del brazo con cuidado, y en compañía de varios soldados atravesaron la ciudad hasta el palacio imperial; entraron en la alcoba real y todos se arrodillaron ante el trono divino que se elevaba.

– Su Majestad, aquí está la mujer que nos pidió una auditoría. Aunque… creemos qué--

– ¿No les había dicho que buscaran a la mujer de cabello azul? Es ella, obvio. Ya pueden retirarse…

Los soldados asintieron y se retiraron de inmediato, dejando solos en la sala a Chang'E y al quinto Emperador legendario y quitó hermano, Shùn.

– ¿Y bien, Majestad? ¿Para qué me quería--?

– No te hagas el inocente, Chang'E. Ya sabemos quién eres… Tenemos oídos en el Cielo.

De entre las sombras aparecieron las figuras de sus 4 hermanos, que debían aparentar no ser dioses lo mejor posible; Ante la presencia de los 5, Chang'E tragó saliva un poco asustada.

– … ¿En serio? ¿Ya saben de mí?

– Así que… Tu propósito es estudiar a los humanos… Y decidir si deben ser castigados. – respondió el Emperador Amarillo con seriedad– Lo que íbamos a hacer…

– ¿En serio? ¿La secretaria de papá ha bajado a hacer nuestro trabajo? – Dìkù rió suavemente, mirando las uñas doradas que se había puesto hacía 300 años.

– Tanto esfuerzo nuestro, tirado a la basura… – se lamentó Yao, sarcástico y sentado colgando los pies de una estantería.

Ya lo sabían todo y no parecían de buen humor; en su interior Chang'E sintió como todo lo que deseaba se venía abajo, que la podría hacer llorar. Pero… Chang'E no era esa clase de mujer. Ella no caería sin lucha primero.

– ¿Qué quieren de mi?

Shùn bajó de su trono y cruzó la sala hasta Chang'E, poniéndole la mano en el hombro y aspirando todo el aire posible…

– … ¿Me reemplazas? ¿Por fis?

– ¿Qué?

La cara de sorpresa de Chang'E también dejó escapar su preocupación de inmediato, lo que llamó la atención de Zhuānxù.

– ¡Miren! ¡Al parecer, se acaba de cagar en los pantalones!

Los 5 semidivinos estallaron en carcajadas al mismo tiempo y cayeron al suelo para apretarse el estómago; sin evitarlo, la diosa se iluminó de un rojo vergonzoso.

– ¿Eh? ¿De qué se rien?

– ¡Acabas de llegar cuando estábamos esperando! – exclamó Shùn, secándose las lágrimas de la risa – ¡Mierda, ya queremos salir de aquí!

– ¡Qué difícil es cuidar y gobernar a los humanos! – se quejó el Emperador Amarillo – Si hubiéramos sabido todos los problemas en los que nos meteríamos durante 1000 años, no lo habríamos aceptado.

– Hemos estado esperando el reemplazo, ¡Y por fin lo tenemos! – Yào se dirigió hacia la salida, tomando a Chang'E del brazo – Te daremos un tour rápido por el lugar, no uses el baño sin limpiarlo, y terminamos--

– ¡Esperen…! – Chang'E se detuvo en seco – ¿Qué…? ¿Ya no quieren estar aquí? ¿¡Y quién les dijo que soy su reemplazo!? ¡Si quieren irse, lárguense de una vez, y no me quieran aventar sus responsabilidades como si nada!

– ¡Uy, ya se enojó! – rió un poco Dìkù – Bueno, no nos podíamos ir antes de tiempo…

» Si subimos y le decimos a papá "Padre, hemos vuelto antes de tiempo…", antes de terminar de escuchar nuestra versión, él escuchará "Vejestorio, jodete con tus órdenes." Y nos azotará el culo por ser malos hijos.

– Escucha, tenemos el plan perfecto… – Zhuānxù tomó a Chang'E del otro brazo – Nos iremos ahora a otro lugar, y durante la conferencia del Valhalla nos tomaremos sin ser detectados para volver a Tian… ¡Pan comido!

– Solo esperábamos el reemplazo. Si no eres tú, tendremos que ir con ese humano que se cree político… ¿Se llamaba Si Wei qué…?

– ¿Quién dijo que estoy aquí para eso? – Chang'E se quitó a los hermanos de encima – Sus necesidades no son mi problema.

» Vine para hacer un reporte y tomar mi pago, y ya. No quiero ayudarlos, ni me importa meter mi mano aquí. No me metan en esto…

– … ¿Estás segura? – el Emperador Amarillo sonrió con curiosidad – ¿De verdad no quieres ser emperatriz? Es como ser secretaria pero mejor.

– ¿¡Qué les pasa!? Tienen los rostros tan ansiosos por irse de una vez… ¿Por qué creen que querría quedarme a cuidar a los humanos que tanto los han fastidiado?

– ¿Eso dijimos…? – Shùn rió por lo bajo – Vaya que somos malos diciendo lo que pensamos… Pero no realmente: en realidad, queremos a los humanos.

– ¿Qué?

– Tienen problemas de obediencia y es difícil guiarlos, hasta el punto que inundados todo el país para intentar traerlos al buen camino… ¡Pero, no fue así! – sonrió Yào – En vez de adorarnos, construyeron canales para detener toda la inundación… ¡Qué buena idea!

– ¡Tienen un espíritu tan fuerte y perseverante! – exclamó Zhuānxù con emoción – ¡Como flores que marchitan, no sin antes brillar en todo su esplendor!

– ¡Son duros de matar! – concluyó Dìkù – ¡Nos gusta eso!

– La humanidad está lejos de nuestra comprensión… – complementó el Emperador Amarillo – No podemos comprender toda su mortalidad en nuestra posición divina… Su libertad para vivir cómo les plazca y dusfrutarlo.

Esas palabras llamaron la atención de Chang'E por un segundo; ¿Eran los humanos tan libres de tener su propia vida, a pesar de estar bajo la mano de los dioses?

Pero, ella también tenía sus propias conclusiones en base a su experiencia como secretaria personal.

– … Sigue sin importarme. Solo quiero cumplir mi trabajo y terminar con todo esto…
 
Los 5 chicos guardaron silencio por su negativa, para que al final todos suspiraran con voz fuerte al mismo tiempo.

– ¡Qué lástima! Lo intentamos.

– Tendremos que quedarnos otros 31 años hasta que sea la conferencia en el Valhalla…

– O esperar que el Si Wei no sé qué termine su campaña política.

– ¡Qué aburrido! ¡Me iré a dormir 31 años! Ahí me despiertan…

– Es una lástima, querida Chang'E… Pero, antes… – Shùn le dió un par de palmadas al hombro de Chang'E – Déjame decirte algo.

– ¿Qué cosa?

– Solo ves a los humanos como un trabajo, pero no te equivoques. Los subestimas demasiado… Al final te darán sorpresas que te sacarán de tu cascarón… Para bien, o para mal.

– … ¿Eso es todo? Lo que sea.

La diosa dio media vuelta y se retiró del palacio, sorteando a  los guardias hasta que de nuevo estuvo en medio del pueblo humano… ¿En qué momento se le ocurrió al Emperador de Jade la buena idea de enviar a esos mocosos a cuidar de los humanos? Con reyes como ellos, ¿Quién quisiera seguir a los dioses?

– Qué pérdida de tiempo…

Chang'E cogió su dispositivo de rastreo, escribió el informe y lo envió de inmediato junto con un recordatorio para ser enviado todos los días a la misma hora:

" Informe de misión:
Los humanos son libres e independientes. Un pequeño castigo no vendría mal. "

Con eso, el trabajo ya quedaba terminado; solo debería esperar 31 años en la Tierra, observar a los humanos y cambiar el reporte de ser necesario, y volvería a casa con su recompensa. Pan comido.

Al terminar el día, se echó en su cama preparándose para dormir; por primera vez dormiría sola, puesto que no se pudo llevar a su conejo para evitar levantar sospechas de su existencia.

– Está sola allá… Espero no se coma a ningún dios. Sería muy malo…

Y estar sola, le daba justamente mucho tiempo libre: para planear cómo será su vida en la Luna… y para pensar.

« Los humanos… Viven en libertad, a pesar de todo… » sus ojos brillaron por lo bajo « Me gustaría ver eso… Con 31 años de turismo, seguro veré algo interesante… »

18 años después…

La vida de Chang'E se limitó a su perfil, de comerciante de bambú en el bosque, yendo al pueblo para venderlo y las veces que se aburría. Su rutina quedó en procesar el bambú y venderlo, sin mucho contacto con otros humanos.

Hasta aquel día…
 
– ¡Cuidado!

Un día que regresaba del bosque, con su mochila llena de bambú, apareció una avalancha de agua en el bosque, dirigida a ella; agua y tierra bajaron por la ladera de la montaña, listos para devorar a Chang'E…

De no ser por un muchacho que se abalanzó sobre ella, la cargó en brazos y saltó a una roca alta para escapar del peligro.

– ¡Eso estuvo cerca…! – el chico volteó con cuidado al rostro de Chang'E – Señorita, ¿Está usted bien--?

– ¿Quién eres, y quién te dijo que podías tocarme? ¡Maldito humano!

Chang'E se separó del desconocido y se ocupó de su bolsa de bambú, vacía por el rápido movimiento: algunos cayeron al suelo dónde estaban, pero la mayoría fueron a parar al agua de la inundación.

« ¡Malditos mocosos…! ¡Por su culpa, el bambú está inservible en el agua! Y también es culpa de… »

– Todo mi bambú se perdió, ¡3 semanas de venta! ¡Me cago en todo! – Chang'E volteó eufórica al muchacho – ¡Esto es tu culpa!

– ¿¡Qué!? ¡Pero señorita, su vida estaba en--!

– ¿Peligro? ¡Claro que no, tonto! ¡Esa avalancha no habría sido capaz de derribarme! ¡No necesito el rescate de ningún humano!

El chico se sintió muy avergonzado, así que inclinó la cabeza en señal de sumisión y respeto.

– Siento mucho mi falta de respeto. Le pagaré el doble de todo lo que perdió.

– ¿El doble? – Chang'E levantó la oreja – … Bien. Haz lo que quieras.

– Disculpe mi atrevimiento, señorita… ¿Qué hace una mujer tan bella como usted, trabajando en el bosque en soledad?

– Pues, vivo sola y me dedico a esto… Espera, ¿Cómo me llamaste? – Chang'E le fulminó, mientras sus mejillas se ruborizaron – ¿Crees que cambiarás lo que hiciste con un halago?

– Lo siento, pensé que me agradaría… ¡En ese caso, le daré un regalo! Obvio, en cuanto termine de fluir el agua.

– … ¿En serio, jovencito?

– P-Pero ese no es mi nombre. Me llamo Houyi, para servirle, y pagar todo lo que le hice perder y darle un regalo… ¿Podría saber su nombre?

La diosa se cruzó de brazos y lo barrió con la mirada: su cuerpo era a su gusto aunque la ropa no le quedaba muy bien. Podía notar que era muy joven, tal vez un adulto joven; en unos años mostraría más vejez, lo cual seguro le atraería más.

Un curioso buen candidato para tener una conversación con un humano por primera vez en 18 años.

– … Chang'E.

– Es un nombre precioso, justo el de una diosa, ¿La conoce?

– Si, me dicen eso a menudo… Para saber, ¿Con qué regalo pretendes alegrarme? Si no es molestia saber.

Houyi se pasó la mano por la cabeza.

– … Realmente no lo sé – de repente se le iluminó la cara con una vaga idea – ¡Lo tengo! Podemos… ir a mi casa… para que le prepare un pastel.

Eso abrió los ojos de Chang'E, soltando brillos por probar algo dulce después de 18 años.

– ¿Intentas seducirme?

– ¿Eh? ¡No, claro que no! ¡Sólo intento compensar mis errores con usted!

– … Tomaré tu pastel de regalo, me pagarás lo que me debes, y desapareceré de tu vida. Y eso será todo, ¿Entendido?

En cuanto bajó el agua de la avalancha, ambos bajaron de la roca y fueron a la casa de Houyi para que le diera su pastel de regalo, lo que consiguió tras varios intentos fallidos. Verlo fracasar e intarlo de nuevo alegró un poco el día de Chang'E.

Pero al final del día, ella volvió a su casa para regresar a su rutina de soledad… llevándose la sorpresa que la casa había oído arrasada por la inundación. Tragándose su orgullo, tuvo que volver a casa de Houyi, sin otras opciones.

Lo que se suponía iban a ser pocos días para recuperar su hogar, se convirtieron en meses de relación: una pareja de colegas que por sus trabajos (Chang'E como vendedora de bambú, y Houyi como rescatista y encargado de la construcción de canales para evitar inundaciones) sólo se encontraban en casa.

Pero, su amistad fue creciendo y acercándose más: se dieron apodos, jugaban y paseaban de vez en cuando, desayunaban juntos y dormían a la misma hora. Al cabo de un tiempo, Si Wei Ming extendió las obras de canales para todas las personas, lo que permitió a Chang'E trabajar de ello y estar todo el tiempo junto a Houyi…

Eso terminó su relación en amor: Chang'E se enamoró de Houyi, mientras que él… Ya tenía esos pensamientos desde antes.

– ¿En serio? ¿Me echaste el ojo hace 28 años?

– En realidad, sí.

– ¡Jaja! Tonto acosador, ¡Eres tan mono!

Ahora ambos, celebrando el décimo aniversario de su amistad, estaban en el balcón de la habitación de Houyi, con un picnic en plena noche después de un pesado día de trabajo en los canales.

Chang'E cogió de los panecillos de la cesta especial de Houyi y probó uno de ellos, llevándose una agradable sorpresa:

– ¡Esto es…! ¡Por fin te salieron bien!

– ¡Gracias! – Houyi sonrió con nostalgia – Es la receta familiar de varias generaciones. Aunque hice algunas modificaciones, para cocinarlos.… Y hacerlos a tu gusto.

– El relleno es tan dulce y cremoso, mientras su exterior es crujiente… ¡Me encantan! – Chang'E sonrió con emoción.

– Me alegro. Si tienen su aprobación, entonces la receta es la correcta… Así que merecen tu bautismo, ¿Qué tal si los llamamos "pasteles de Chang'E"?

– ¿Qué clase de nombre es ése? ¡Muy presumido que lleven mi nombre!

Sus ojos se volvieron hacia el cielo, encontrándose con la hermosa luna en su momento de luz llena; aquello provocó una sonrisa nostálgica en el rostro de Chang'E.

– ¿Qué tal "panecillo de la Luna"? Eso me gusta más…

– Es cierto, el nombre es mucho mejor… Es de allá arriba de dónde provienes, ¿O me equivoco?

La pregunta rompió el cómodo ambiente que habían tenido; la sonrisa de Chang'E se borró para dar lugar a una expresión seca mientras seguía la mirada fija en la Luna.

– ¿De qué estás hablando? ¿Qué intentas decirme?

– ¡Ay! Lo siento, me equivoqué… – Houyi se rascó la cabeza con lástima – Quería hacerte un cumplido, pero no salió bien…

» Pero, la verdad es que… Hace 28 años te vi por primera vez, cuando era un simple niño. Quedé cautivado por tu presencia majestuosa en medio del pueblo, el mismo día que fuiste llevada al palacio del Emperador…

» Y tras todos estos años… Cómo podrás ver, ahora soy más viejo y se me nota… Pero tú no has cambiado nada. Sigues siendo la misma mujer hermosa…

» No me malinterpretes, pero… Cuando escuché tu nombre, mi cabeza me dijo… "¿Será ella la diosa Chang'E? ¿O cómo es posible que una mujer siga siendo igual por casi 30 años…?"

Chang'E guardó silencio un momento, pensando y meditando sobre lo que acababa de escuchar:

Él era un humano, con una vida limitada por el tiempo… Pero llena de posibilidades, como lo había visto durante todo el tiempo que había vivido con él. Ella, en cambio, era una diosa con una sola posibilidad: cumplir su trabajo para tener su recompensa. Una amplia diferencia…

¿Podría ser posible… Salir de ese molde? Tomar… ¿Una decisión diferente?

– ¿Y si lo fuera?

Chang'E volvió a mirar a Houyi, con una sensación nueva que no había tenido antes: miedo a perder su decisión.

– Si yo fuera esa diosa… Una mujer divina que no debería estar aquí, y no tiene buenas intenciones… ¿Si lo fuera, qué sería de nosotros?
 
Houyi cruzó el balcón y alcanzó a Chang'E, tomando su mejilla con una de sus manos.

– ¿Realmente estás diciendo eso? Te conozco muy bien… Es imposible que alguien como tú… No, es imposible que tú seas algo así.

– ¿Y si te equivocas? ¿Y si todo esto por lo que hemos pasado… estas cosas que hemos decidido compartir, se acaban para siempre…?

– … En ese caso, lo diré así: una corta vida que he vivido contigo, este momento que estoy compartiendo contigo…

» Mientras pueda tener un final contigo, todo esto habrá valido la pena… Mi amor Chang'E.

Chang'E no pudo contenerse y dio el siguiente paso, lanzándose sobre el pecho de Houyi y avanzando hasta conectar sus labios…

Bañados por la noche, conectaron su amor: las caricias y los besos consecuentes aumentaron en intensidad y las temperaturas, hasta el punto que tuvieron que refugiarse bajo el techo contra el frío otoñal.

Al mismo tiempo, estaban provistos de un placentero calor que les obligó a desnudarse; su intimidades se encontraron y con gozo se unieron por primera vez. Abrazos y caricias especiales llenaron sus cuerpos y mentes de pasión, sus dedos se entrelazaron, y sus voces se ahogaron con los labios de su pareja, mientras sus cuerpos se fundían en las brasas de sus deseos…

Cuando Chang'E volvió a abrir los ojos, ya había amanecido; ahora estaba envuelta en mantas y abrazada al cuerpo desnudo de Houyi, apoyando la cabeza en su hombro. Por la luz que entraba, parecía que ese día no irían a trabajar…

– … No me importa. – Chang'E se aferró al cuello de Houyi dormido y le plantó un beso en la mejilla con suficiente fuerza – Eso será nuestro por siempre… Para siempre…

Cerró los ojos y se acomodó para volver a dormir abrazada a Houyi… hasta que su mente empezó a divagar y entre sus memorias perdidas encontró un recuerdo desagradable.

El reporte de misión.

– Espera… Ese dispositivo… ¿Dónde lo dejé? Estaba… Estaba en mi antigua casa y esa cosa… Lleva casi 30 años transmitiendo el mensaje de la misión… Espera, ¿cuál era el mensaje que enviaba?

» … Oh no…

Chang'E se dio cuenta de su enorme error: su mensaje contra los humanos había sido enviado a los dioses por 28 años.

– ¡Maldita sea! ¿¡Qué he hecho!? ¡Tengo que parar ese mensaje…!

Se levantó en un santiamén, cogió la primera prenda que encontró y salió corriendo en la fría mañana de otoño en dirección al bosque de bambú; con suerte, entre las cosas que se había dejado en casa de huésped, estaría todavía el artefacto que había olvidado.

Pero cuando llegó se encontró con el paso del tiempo: de lo poco que había quedado tras la inundación, todo estaba enterrado tras de 10 años de abandono. Rápidamente cayó de rodillas y empezó a escarbar en lo que quedaba.

– ¡Aquí tiene que estar! ¡Por favor, aquí tiene que estar…!

Pasaron varias horas en las que arañó el suelo con todas sus fuerzas, haciendo agujeros por todas partes. Pero, a pesar de sus esfuerzos, sólo encontraba cosas viejas y podridas, pero nada del aparato.

Su mente empezó a trabajar con lógica: cuando revisó la casa hace 10 años, sólo se llevó lo más imprescindible y dejó lo que no le servía o no le importaba. De seguro el aparato quedó bajo los escombros y no lo vio… ¿Y si la inundación se lo llevó? Ahora mismo estaría en el mar abierto, o con suerte bajo algún río…

El problema no era buscarlo, sino el tiempo de que disponía para encontrarlo: sólo faltaban 3 años para la conferencia de Valhalla. Aunque dispusiera de todos los recursos para buscarlo, había muy poco tiempo para detener el mensaje…

– Entonces… Supongo que tendré que…

La diosa se levantó y corrió a toda velocidad al palacio imperial, sorteando a los guardias de seguridad y, tras una acalorada discusión con Shùn y sus hermanos, consiguió lo que necesitaba: subir de nuevo al Cielo, para tener una audiencia directa con el Emperador de Jade.

Entró en el palacio e irrumpió en la cámara real del Emperador, quien estaba degustando uvas con Xihe.

– ¡Señorita…! – Los guardias intentaron detenerla, pero ella era muy rápida – ¡No puede estar aquí!

– ¡Necesito hablar con el Emperador!

– ¡Pero qué…! – Xihe se cubrió el torso desnudo y se dio la vuelta enfadada – ¡Tú, maldita criada! ¿Qué haces aquí?

– ¡Chang'E…! – por otra parte, el Emperador estaba feliz de verla de nuevo – Ha pasado un tiempo--

– Majestad, siento interrumpir, pero le traigo un mensaje. Cometí un error con los informes sobre la humanidad, ¡Ellos no deben ser castigados ni exterminados!

El Emperador de Jade, sorprendido por sus palabras, se levantó de su asiento y se dirigió hacia Chang'E, para rodearla…

– Entonces, ¿Fue tu informe un error?

– Sí, algo que envié por error.

– Qué curioso… Recuerdo que el informe se enviaba constantemente… – el Emperador tomó su tableta para revisar el historial – Se envió durante 18 años, y después dejó de enviarse por 10 años.

– S-Sí… Mi dispositivo se estropeó y no pude volver a comunicarme o editar informes.

– Entonces… durante todo este tiempo, ¿Qué estuviste haciendo? Darte cuenta tan tarde de que tus informes estaban mal… ¿Estabas de vacaciones?

Chang'E tragó saliva por lo bajo un poco asustada.

– … Qué más da. Volvamos al punto… Tus informes ya no importan. Tengo todo lo necesario para dar mi veredicto.

– … ¿En serio?

– Como te dije, funcionó que bajaras al mundo humano: ni bien lo hiciste, mis hijos enviaron los reportes que quería. Y todo lo que me cuentan… Son ofensas graves.

» "Los humanos son difíciles de gobernar: voluntades fuertes, difíciles de sujetar, con mentalidad propia…" Lo describen favorablemente, pero es una descripción de vidas sin temor a los dioses.

» También me contaron de su propuesta de inundación para volverlos al camino, pero ellos se han buscado quitarse el problema… Y no solo eso, sino que comenzaron una campaña para escojer a un rey humano… ¡Inaudito!

» Mi decisión es final: en la conferencia del Valhalla, pediré permiso al señor Zeus para destruir a esos humanos. En caso que no sean exterminados, destruiré ese pueblo donde se han rebelado… Así aprenderán a no intentar superar a sus creadores.

El corazón de Chang'E empezó a latir muy deprisa, acelerado por el miedo que sentía y se apoderó de su cuerpo… Todo lo que había vivido, aunque fuera poco comparado a su existencia divina, acababa de ser condenado a perecer…

¿Discutir con el Emperador? Eso podría empeorar las cosas… ¿Intentar persuadirlo? Con esa actitud sería muy difícil… Todo indicaba que ya era el punto final a su pequeño capítulo de libertad.

– Cumpliste justo lo que quería; aunque tus informes fueron en vano, lograste que mis hijos volvieran a ponerse en contacto conmigo… – el Emperador de Jade depositó una mano en el hombro de Chang'E – Y como dije, te concedo un deseo.

– ¿¡Huh!? – Xihe se acercó a ellos con brusquedad – ¿¡D-De verdad hará eso, mi señor, por una criada!?

Chang'E decidió quedar en silencio… ¿Un deseo? Su mala memoria le recordó el principal motivo por el que había bajado al mundo humano.

Pero esa misma memoria también recordó su anterior deseo, sobre la Luna… Pedir eso le daría justo lo que quería, pero hacer eso… le separaría por siempre de su amado Houyi, quién a su vez moriría ante el castigo divino del Emperador de Jade…

¿Podría entonces pedir que anule el castigo? No, su decisión era muy firme… ¿Alejar a Houyi del peligro? Probablemente, aunque eso podría ponerlo en peligro por relacionarse con una diosa…

Antes que su mente llegase a un resultado todavía más lógico y razonable, su boca se abrió para hablar.

– Mi señor… Me gustaría pedir…

– Buenos días, querida.

– Buenos días, mi amor Chang'E… Por cierto, ¿Dónde estabas hace unos días? Desapareciste de repente… Pensé que te habías esfumado como fantasma, al descubrir tus sucios secretos de tu vida lunar… ¡Estaba tan asustado!

– ¿De qué tonterías dices, cariño? Tienes tanta imaginación para pensar que soy una diosa.

– Al menos eso confirma que estos son reales~ – sin dudar, Houyi apretó las nalgas de Chang'E provocándole un grito coqueto.

– ¡Oye, oye! ¡Quita las manos de los preciosos! Son sólo tuyos en la noche.

– Qué castigo me infliges, mi amor… No creo que pueda soportarlo.

– Tendrás que… Si lo haces, te daré una recompensa por aguantar tanto. – Chang'E se colgó de los hombros de Houyi para darle su beso de buenos días.

Tras su encuentro con el Emperador de Jade, Chang'E regresó a su hogar humano junto a Houyi y comenzaron su rutina de amantes como si nada hubiera pasado. Ya habían pasado varios días de la reunión divina… Muy pronto vendría la conferencia del Valhalla…

Volviendo al presente, Chang'E terminó de preparar el desayuno, y se dispusieron a comer juntos mientras el sol empezaba a salir…

– Debemos darnos prisa, mi amor, para ir al trabajo.

– Sí, lo sé…

Pero el semblante de Chang'E cambió radicalmente; con su mente divagando, empezó a jugar con la comida sin comérsela, lo que llamó la atención de Houyi.

– ¿Está todo bien?

– … ¿Te puedo hacer una pregunta, cariño?

Ante la cabeza asintiendo de Houyi, ella tuvo valor para hablar sus dudas.

– Supongamos que mañana fallan los canales, nos alcanza el agua y nos inunda… Pero, hoy en la noche, alguien te advierte de eso y te da un boleto para tomar un viaje que te salve de este lugar…

» ¿Qué harías? ¿Tomarias la salida fácil… O te quedarías con el final triste?

– ¿No es obvio? Ayudaría en todo lo que pudiera. Intentaría avisar a los demás para que evacuen, mientras detengo la inundación. Es una respuesta obvia, querida.

– … No. No es obvio … – Chang'E se preparó para entrar en una alternancia – Tienes la opción de tomar otra alternativa: salvarte a ti mismo. Empezar de cero, tener una nueva vida… ¡Una nueva oportunidad!

» ¿Por qué querrías arriesgar tu propia vida en algo que probablemente no vale la pena? Tú solo contra toda la inundación… ¡Es imposible!

– … En eso tienes razón. Sería imposible para mí detener todo esto por mi cuenta… Por eso tenemos amigos que nos ayudan.

» Ese boleto sería una buena oportunidad para tomar una salida fácil… Pero, ¿Las salidas fáciles son las felices? No lo creo…

» No puedo decidir hacer lo que es mejor para mí, si eso causa dolor a otras personas, como dices con tu pregunta.

– Entonces… ¿Usarías tu libre decision… Para escoger un futuro que te condene?

No digas eso, suena muy feo… Más bien, yo usaría mi decisión para hacer lo correcto. En el caso de tu pregunta… Salvar a otros, a costa de mi vida, es lo correcto.

La diosa lunar se sorprendió en gran manera por las palabras de Houyi: Shùn tuvo mucha razón al decir que los humanos eran cajas de grandes sorpresas.

– En ese caso yo… yo debo…

De inmediato la diosa se levantó de la mesa y corrió a su habitación, dónde tenía las pocas cosas que rescató de su casa del bosque, hasta hallar una caja de madera de olivo con grabado de bronce.

Pero lo importante era su contenido: un mochuelo de metal, como si fuera una máquina. La diosa lo encendió tirando de una cuerda, le susurró un mensaje y lo echó a volar sacándolo de la casa.

– ¿Querida? – Houyi entró tras ella con confusión – ¿Qué ha sido eso…?

Chang'E le respondió con sonrisa coqueta a su amante.

– Nada, nada~ Al contrario… ¡Tenemos que irnos! ¡Date prisa! – se levantó corriendo y tomó la mano de Houyi para salir, con un pensamiento en la cabeza…

« Así que… Tú lo has decidido, mi amor. Tomaré la decisión de riesgo para salvarte… »

Al caer la noche, ambos estaban casi preparados en su cama para tener una nueva noche especial…

– Cariño, debo salir un momento.

– ¿Qué? ¿A estas horas? ¿Para…?

– Quiero dar un solitario paseo de noche y tomar algo de aire fresco. No te preocupes, volveré a darte tu recompensa~

– … Está bien, querida. Cuídate…

También Houyi decidió no salir para evitar la fatiga de volverse a vestir; Chang'E salió de su casa para caminar por las calles empedradas del pueblo Kuaiji bajo la Luna llena. Seguro en un futuro alguien tomaría la iniciativa de pavimentar esos caminos… Si es que China lograba tener un futuro.

La diosa terminó en un puente de madera sobre un arroyo, que fue donde se detuvo; tomó una bocanada de aire, nerviosa y temerosa de la decisión que había hecho, y se envolvió en un abrazo para conservar el calor.

– Ojalá me hubiera quedado enganchado a Houyi. Así no tendría tanto frío…

– Nunca creí que mi secretaria favorita diría eso. Qué mono~

Hasta que llegó aquella persona que Chang'E esperaba, desde el otro extremo del puente: cabello castaño con toque dorado bajo la luz lunar, un kimono rosado con morado, ojos azules muy brillantes, y un par de tanghulu* en sus manos, listos para ser devorados.

Chang'E le hizo una reverencia de respeto para recibirla.

– La secretarias también nos gusta tener un hombre de calefacción…

Atenea y Chang'E quedaron en el puente de madera, apoyándose en el barandal y mirando el arroyo bajo sus pies; la griega empezó a comer el dulce, que la hizo sonreír con ambas mejillas enrojecidas.

– ¡Maldita sea, esto es tan bueno! ¿Has probado de estos, mi amiga Chang'E?

– Prefiero los panecillos que hace mi… – Chang'E se pasó la mano por la barbilla – ¿Qué somos?

– ¿Todavía no tienen nombre? Qué mala eres con ese hombre… Seguro es culpa de ese machito por nacer con pene. En fin… – Atenea dió otra mordida – Vayamos al punto…

» El mochuelo que te regalé no era para tener una noche de chicas, sino para invocar a "Atenea maestra". Si te acuerdas de eso, ¿Verdad?

– Tengo que salvarlo, a mi Houyi. Los dioses van a destruir este lugar, en la conferencia del Valhalla.

– … ¡Cierto! ¡La conferencia es en 3 años! – Atenea rió con inocencia – ¡Cuán rápido pasa el tiempo! Un momento, ¿Estás segura de que eso pasará--?

– El Emperador de Jade me lo dijo con claridad; hará todo lo que pueda para destruir este pueblo por su herido orgullo. Así que debo protegerlo… No puedo permitirme que alguien le haga daño a Houyi, ni a este lugar que le gusta tanto…

– ¿Emperador de Jade? Huh… – Atenea, ignorando lo que acababa de decir, quedó divagando en sus recuerdos – ¡Oh, si! ¡Ese viejo que se parece a Odín!

» Así que un líder de panteón quiere llevar a cabo un castigo divino. Vaya… Eso sí será un show que me gustaría ver.

– No si me ayudas a evitarlo.

Atenea miró con sorpresa a Chang'E; en cuanto se dió cuenta de lo que decía, casi se atragantó con sus dulces.

– ¡No me digas! ¿¡De verdad me vas a preguntar lo que yo creo!?

» ¿¡Quieres que, en 3 años, te entrené para que puedas enfrentar el castigo de un líder de panteón!? ¿¡Todo por cuidar de un pene!?

– Si, te estoy pidiendo eso. Con tu ayuda, lo lograré en forma perfecta.

– … ¡Gracias por el halago! Pero antes… – Atenea terminó su primera brocheta de golpe y comenzó a comer de la segunda – Quiero hacerte una pregunta…

» Según lo que dices, el Emperador de Jade en persona podría meterse en eso. Si te opones y lo retas, romperías tantas reglas que el Tártaro no sería suficiente para castigarte, sea que falles o que ganes…

» Si decidiera darte las herramientas para hacerlo, ¿Estás segura de mantener tu decisión? Eso significaría que toda China sería tu enemiga… ¿Está lista para ser la villana, señora secretaria?

Chang'E estuvo a punto de pensarlo un poco más, pero… Ya había tomado una decisión.

– Lo haré. Mantendré mi decisión, por él.

– ¡Golosa! – Atenea terminó la segunda brocheta de un mordisco – Ahora volvamos a los negocios:

» Un líder de panteón y un ejército de ángeles o dioses menores. Todo eso quieres derrotar en menos de 3 años… ¿Quién se le ocurre pedir algo así, como si yo fuera alguna clase de milagro con patas…?

» ¡Pues tienes toda la razón! ¡Soy el milagro con patas #1 del Olimpo! Además, ya hice algo parecido con un virgen musculoso… ¡Una secretaria será pan comido!

– Muchas gracias. – Chang'E volvió a hacer una reverencia.

– Me lo agradecerás después… De hecho no. – Atenea sacó de su kimono un pergamino con pluma y tinta – Firma esto, por favor. Aquí admites la responsabilidad de ser mi discípula, te abstendrás de quejas y sugerencias, acatarás todo lo que diga, y negarás todo vínculo conmigo al finalizar; a mi papi no le gusta que ande por ahí haciendo esto, después del chico virgen que eduqué.

Chang'E firmó el contrato sin dudar, ni leerlo por completo; Atenea guardó el papel y su rostro cambió por uno serio, iluminado con la Conciencia de Guerra.

– ¡Entonces comencemos! ¡Señorita lunática, quiero ahora calentamiento! ¡20 vueltas alrededor de la montaña, a pie!

– … Espera, ¿Justo ahora…? Es que… No puedo, ya tengo planes con Houyi--

– ¡Sin planes! ¡Si fallas en tu objetivo, perderás tu pene! ¡Ahora toca una nueva regla: prohibidos los penes! ¡Nada de decirlos, pensarlos, ni de meterte uno, hasta que yo quiera!

– ¿¡Qué!?

– ¡Ya me hiciste enojar! – Atenea levantó su mano apuntando a la montaña – ¡Ahora quiero que corras 50 vueltas a la montaña! ¡Hazlo, o te prohibo el afecto masculino!

– ¡E-Enseguida, señora Atenea!
 
Chang'E corrió al bosque y comenzar el estricto entrenamiento de Atenea, sin tener la menor idea del infierno por el que pasaría; mientras tanto, la diosa griega quedó en silencio para mirar la Luna llena en su máximo esplendor.

« Cuánta valentía de su parte… Por primera vez en la historia, habrá una rebelión contra un líder de panteón.

» ¡Esto suena muy divertido! » sus ojos volvieron a brillar con la Conciencia de Guerra « Divertido y peligroso, lo que aumenta todavía más ese coraje… ¡Claro que quiero formar parte de esto! ¡Y ver cómo termina! »

Fecha de publicación: 21/03/24
Autor: ASFD
Edición: Darklord331

Nota de autor: Muy buenas, mi querida gente.

Ya tenemos la introducción del pasado de Chang'E en vivo y en físico: la diosa lunar con su conejito, la envidia a Houyi por ponerle correa al perro, y su decisión de oponerse a los dioses con ayuda de la maestra #1 Atenea…

Pero no ha terminado; ¿Qué sucederá después de esta decisión? ¿Logrará Chang'E salvar todo lo que su libertad ha escogido? ¿O podría su fracaso ser el responsable de su eterna maldición? ¿Se salvará la sonrisa y el perro de la lunática?

Todo eso y más, en la segunda parte del pasado de Chang'E, en la noche del día de hoy (porque se verá bonito, y se me dió la gana jsjs).

¡Los leo en unas horas!

***

Nuevos términos

* Tanghulu - Brocheta de fruta cubierta de caramelo o azúcar, muy común en los mercados callejeros.

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