Capítulo 57: En el abismo
– Un rayo divino, fabricado por varios dioses, capaz de destruir grandes áreas u oponentes poderosos con un toque…
Atenea no se contuvo y sonrió de oreja a oreja, con color rojo que decoró sus mejillas.
– ¡Mi papi es asombroso!
– ¡Lo hubieras visto en sus mejores días! – sonrió Adamas a la par.
Hades aprovechó el momento para conocer el veredicto final de su sobrina.
– A estas alturas, ¿Quién crees que ganará?
La diosa se pasó una mano por la barbilla para pensar, aunque no tardó mucho en sacar una única solución.
– ¿Qué no es obvio? ¡Todo está decidido! ¡Va a ganar Ng Mui, por mucho!
– … ¿Qué? – Adamas y Hades voltearon con las mismas expresiones incrédulas hacia su sobrina, quien procedió a chuparse un dedo como niña inocente.
Entre las antecamaras de la humanidad; Kondo, Okita y Jeanne estaban boquiabiertos por lo que acababa de suceder. Ambos hombres no tardaron mucho en deducir una conclusión, que para ambos era la misma:
– Todo ha quedado hasta aquí.
– Así que ya no puede hacer nada… Qué lástima.
– ¿¡Qué dicen!? – Jeanne tomó el brazo de Okita con frenesí – ¡No pueden estar hablando en serio!
– No se puede evitar… – explicó Kondo – Su anulación ya no tiene efecto por ese rayo que puede mover su punto de qi… Sus artes marciales, aunque pueden hacer bastante daño, acaban de ser destrozadas por ese choque con el rayo divino.
– No puede apagar ni detener en seco sus ataques… – Okita suspiró cabizbajo y movió la cabeza de lado a lado – O sea, ya no tiene forma de defenderse de Zeus…
Por otra parte, quienes estaban en Gimlé llegaron a la misma conclusión con sus propias palabras.
– Ya no tiene defensa contra él… – Sasaki se llevó una mano al cuello – Está perdida.
– Así que… tanto esfuerzo para que… – Hrist 'la que ruge' apretó sus manos molesta – ¿Tanto entrenamiento y dedicación para que… ese anciano lo destruya…?
– No… No todo está perdido.
En cambio, el semblante de Geir trataba de mantener firmeza en la situación a pesar de las circunstancias.
– Ella… ha soportado el poder de Zeus-sama hasta este punto. Puede vencerlo, y… Aún tiene la iluminación de su lado que le puede dar la ventaja… Solo necesita tiempo para hacer una nueva táctica.
« Ese dios no es tonto… » pensó Leónidas a su lado « Él también sabe que solo necesita tiempo para ser superado por Ng Mui. »
La sensación del rayo divino era de calor y electricidad en su mano, una sensación que me gustaba. Le decía que todo estaba por terminar.
– Considerate afortunada, bombón… Lo suficiente para ser la primera humana en quien descargo este rayo divino.
La humana respiró varias veces hasta agachar su mirada, tratando de recuperar el aliento; en su cuerpo, ese ataque había sido como un shock, que combinó fuerza física como nunca y una sacudida eléctrica que movió sus nervios y órganos. Si el contacto entre el arrabio y su rayo divino no hubiera generado tal explosión que la alejó, ahora mismo estaría tostada.
Peor todavía que siguiera viva; ahora estaba acorralada en una situación que no era para nada ventajosa para ella, contra toda posibilidad.
– ¡El poder del rey del Olimpo ha superado en creces a la mejor artista marcial de la humanidad! ¿¡Será que Ng Mui ya no tiene nada más que hacer!?
Ng Mui sopesó esas palabras, duramente contra sí misma:
« ¿Ya no tengo nada más qué hacer? ¿Estoy… derrotada… contra Zeus…? »
El recuerdo del combate de Adán vino a su cabeza; sus ojos reventados por la sangre de Zeus, el primer golpe directo que recibió, y la ráfaga de puñetazos que le destrozaron los brazos mientras el público pedía en ruegos y gritos que se detuviera el combate.
Aún así, Adán no se rindió. Si él no lo hizo…
« Él no lo hizo… Yo tampoco lo haré. » los ojos de Ng Mui se volvieron a fruncir en su mismo sentimiento de odio contra Zeus « Yo… te di mi palabra, papá, y lo haré. »
Con esfuerzo Ng Mui apretó los dedos de su mano herida; aún podía moverlos aunque el dolor y la sensación de quemadura era insoportable. Como si supiese qué hacer, las cintas que quedaban de arrabio en dicho brazo se movieron como líquido metálico que recorrió su extremidad hasta cubrir por completo su mano, creando un nuevo guante de cintas.
Una segunda oportunidad para terminar el combate cómo debía ser.
– Solo necesito… mi mano… – con dificultad Ng Mui levantó el brazo para tomar una nueva posición de combate – Aún puedo pelear… Zeus.
El dios se sorprendió por la determinación de Ng Mui; solo puso preparar su puño derecho, apuntando desde sus espaldas, y concentrar el rayo divino allí.
– Muy bien, bomboncito. Veamos qué más puedes hacer contra mi…
– ¡Se preparan los peleadores para el siguiente asalto de ataques, incluida Ng Mui! ¡Ni siquiera con su cuerpo destrozado ella se detiene…!
– ¡Qué emocionante! – Deví sacudió la cabeza muy divertida – ¡Qué interesante pelea está dando ese lindo daddy y esa mommy!
– Sin embargo, esto está decidido. – Tezcatlipoca movió ligeramente la cabeza – El arma divina del nieto de Urano es suficiente para deshacer las mejores artes marciales de esa mortal…
» Solo necesita tocarla una vez más para terminar.
– Que bien… Eso significa que… – Deví ingirió un gran bocado de pastelillos – ¡Pronto puedo anunciar mi turno!
– ¡No seas idiota! ¡Deja de hablar con la boca llena!
El cuerpo de la humana le dolía y se sentía pesado ante su herida del brazo y las demás que cubrían su cuerpo; tal vez eso explicaba la vista confusa que tenía… Por momentos podía ver los movimientos de Zeus con anticipación, así como mediante la Octava Conciencia de Buda para ver el alma de sus rivales…
Pero, también por momentos no preveía al dios, sino que incluso la imagen presente era borrosa…
¿El cansancio de su cuerpo? ¿La electricidad del rayo divino hizo un corto en su cuerpo? ¿O sería posible que… todo fuese una…?
« Eso no es verdad. Lo puedo sentir en mi cuerpo… La he alcanzado; la iluminación.
» Puedo verte y anticiparte… »
– ¡Vamos!
De nuevo Zeus fue el primero en atacar, lanzándose de un salto a la humana y preparando un puñetazo desde sus caderas cargando el rayo divino a toda potencia.
Una vez que hubo ganado suficiente energía, el dios liberó un golpe frontal que a su vez dió lugar a una onda eléctrica de gran tamaño, que destruía en línea recta todo lo que se atravesase en su camino.
Íra: Arkoúda tis Kallistó
[ Hera: Osa de Calisto ]
Ante cualquier humano, sin importar las capacidades que tuviera, sería un ataque devastador que combina potencia eléctrica y velocidad inigualable.
Pero Ng Mui… pudo preverlo. Su visión tuvo un destello del futuro, que le previno del daño y destrucción que generaría.
« ¡Lo tengo…! »
La humana acortó distancia, desde instantes antes que Zeus liberarse su ataque; entre menos sea la distancia de separación, le sería más fácil esquivar la barrera eléctrica.
El dios ejecutó su ataque repentinamente y la onda se lanzó hacia su objetivo; Ng Mui se impulsó con su pierna izquierda en el suelo para dar un salto hacia su lado y esquivar la onda. Sin embargo, parte de la energía eléctrica golpeó su pierna, lo que me provocó un calambre muy doloroso en esa zona.
Eso no le detuvo, sino que aterrizó al costado de Zeus con su pierna derecha, tomándolo por sorpresa; según el dios, ese ataque había logrado acertar.
– ¿¡Huh!? ¡No me digas que…!
Ng Mui aprovechó el impulso del salto para clavar su pierna en el suelo y redirigirlo en una patada de su pierna adolorida, juntando su fuerza vital en dicha extremidad para ejecutar un ataque.
Lóng: Suì zhǐ jī yǔmáo wěibā
[ Dragón: Cola emplumada trituradora ]
La postura que tenía Zeus era muy mala para defenderse de tal ataque directo; solo puso levantar su brazo como escudo y recibirlo de lleno, aunque ya se imaginaba lo que podría suceder.
El impacto se dio y ambos fueron arrojados lejos del otro; Ng Mui chocó con las piedras del suelo y se levantó difícilmente, mientras Zeus quedó de pie y con una nueva herida en su brazo: un agujero significativo en su bíceps y hombro que se manchó rápidamente de rojo sangriento.
– ¡Por primera vez desde que Zeus-sama comenzó a usar su arma divina, Ng Mui logra dañar su cuerpo!
– ¡Vamos, Ng Mui! – los budistas en las gradas se unieron hacia su representante – ¡Tú puedes derrotarlo!
– ¡No te rindas! – Mui Hin apretó ambos puños y con el rostro sonrojado – ¡Puedes matarlo, mi querida Ng Mui!
– ¡No te detengas hermana! ¡Tú puedes lograrlo! – Yim Wing-chun levantó ambos puños al cielo – ¡Acaba con ese tonto viejito!
– ¡Gana, Wing-wah! – Fung To-tak se estremeció de tan solo llamarla así – ¡Debe ganar… la niña tonta… Sin importar qué!
El dios se observó su brazo que ya estaba bastante herido por haber recibido tantos ataques; lo movió un poco y sonrió de lado.
– Eso sí que dolió, bomboncito… ¡Pero sigamos con esto!
El rayo cambió de lugar, siendo que ahora cubrió todo el brazo herido de Zeus como una especie de escudo; una vez que hubo preparado de nuevo se lanzó al ataque frontal contra la humana, sin perder un instante.
Ella tampoco dudó y se preparó: los dedos de sus manos formaron dobleces para dar lugar a garras, lo cual indicaba una cosa.
– ¡Su ataque especial… lo volverá a hacer! – Geir lo entendió de inmediato – ¡Ese ataque que pudo contra el "Puño que supera el tiempo", lo hará de nuevo!
El dios griego acortó en pasos cortos la distancia para lanzar su siguiente golpe, manteniendo al frente el rayo divino como escudo; Ng Mui tenía la vista fija en él, para prever que estaría dispuesto a lanzar un puñetazo directo con ese brazo. Algo que ella podría fácilmente contrarrestar y esquivar para volver a atacar…
Pero algo pasó. Sus ojos parpadearon… y la visión futura de Zeus desapareció por completo. Ya no lo estaba previendo.
« ¿Qué es esto? ¿Por qué no estoy viendo el alma de Zeus…? »
El griego dió un pisotón en el suelo con todas sus fuerzas, para redirigir el impulso de su carrera a su mano izquierda:
Íra: Ta dídyma tou Litó
[ Hera: Gemelos de Leto ]
El golpe avanzó con fuerza, arrasando por completo lo que se interponía en su camino; Ng Mui apenas pudo reaccionar dando un alto hacia atrás para esquivar la oleada eléctrica del dios…
Pero no era solo un golpe; en cuanto terminó su recorrido, Zeus mantuvo su brazo al costado y levantó la segunda pierna para impulsarse al frente en un segundo ataque.
– ¡Aquí viene tu punto ciego!
– ¿¡Pero qué--!?
En un segundo salto Zeus quedó a tan solo un metro de la humana; el rayo en su brazo todavía tenía energía que liberar, que dirigió en un golpe lateral en sentido contrario con lo cual pudo conectar un impacto en Ng Mui. Otra explosión dió lugar a qué Ng Mui fuera arrojada por los aires, con el cuerpo más dañado y la armadura cada vez más hecha pedazos.
– ¡Un golpe de ida y vuelta! ¡Zeus-sama logró conectar con el punto ciego de Ng Mui, y ha conseguido de nuevo darle un golpe directo!
– ¡Hija, no…!
Eva estaba de rodillas, temblando con la impotencia de ver a una de sus hijas ser destrozada de esa manera ante el Dios Padre del Cosmos; solo podía sentir culpa y miedo por el escenario que dibujaba el combate que… ella decidió no evitar.
– ¡No debí haberte dejado! ¡Yo debería estar ahí!
– ¡Mamá, por favor respira!
Awa trataba de calmar los sollozos de su madre. Lífthrasir con la mirada fruncida en coraje e impotencia trataba de mantener un espíritu de apoyo para la humana.
– Ella todavía puede pelear… ¡Fue elegida por Geir onee-sama! ¡Todavía puede pelear, y todavía puede ganar!
Cain y Abel también estaban frustrados, pero ver que aquella niña aún tenía esperanza les comenzaba a provocar vergüenza de sí mismos; no se quedaron atrás.
– ¡Es cierto!
– ¡Ella aún puede pelear!
La humana golpeó el suelo y la sangre salió volando de su boca; una vez que su caída se detuvo se incorporó, con bastante lentitud, y vio todo su cuerpo: la piel de su estómago y abdomen estaba rojiza y quemada ante el contacto directo del rato divino.
« Con esto confirmo… que mis ataques no pueden tocarlo… O me quemaré… » Ng Mui se enojó consigo misma de esa conclusión « ¡Debo hallar la manera, pero… ¿Cómo…?! »
Una idea vino a su cabeza, que no dudó en ejecutar; su pierna al suelo, la segunda irguiéndose a su costado, y los brazos estirados en equilibrio. Una nueva técnica, acompañada del brillo de sus ojos que indicaban el uso de sus habilidades especiales; Zeus lo vió y decidió preparar su rayo de inmediato.
Sin decir nada el dios saltó a la humana de nuevo, interponiendo su rayo divino como escudo y acortando la distancia; solo le quedaban segundos a la humana para concentrarse en el ataque que estaba por realizar.
« Solo tendré una apertura… Una única oportunidad para ejecutarlo… ¡Debo hacerlo! »
– ¡Zeus-sama acorta distancia en un santiamén, y Ng Mui se prepara para… ¿Recibirlo de frente?!
– ¿Qué está haciendo…? – Jeanne abrió los ojos muy sorprendida – ¿¡Va a recibirlo de nuevo!?
– ¡No va a funcionar! – Okita concordó de inmediato – ¡No va a resultar como ese puño contra el tiempo! ¡Ese rayo divino es muy poderoso!
– ¡¿Pero qué hace…!? – Hlökk se llevó las manos a la cabeza – ¿¡Está loca!?
– ¡No…!
Aunque su habilidad ocular no era para el combate, las emociones que Jack estaba viendo le estaban dando un presagio de lo que ocurriría a continuación:
– ¡Trata de hacer algo…!
El dios llegó hasta la humana y lanzó un nuevo ataque; levantando solo uno de sus dedos, concentró todo su rayo divino en éste de manera que se convirtió en un farol puntiagudo que emanaba calor, luz y energía eléctrica devastadora.
Íra: To rámfos tou kýknou tis Lídas
[ Hera: Pico de cisne de Leda ]
El ataque fue dirigido en especial a la cabeza de Ng Mui para destrozarla; un ataque que…
Un parpadeo más y la humana pudo preverlo a tiempo exacto; levantó su pierna por completo cubierta por arrabio y dió un giro, para direccionar el brazo del dios griego en un intento de desviar su ataque. La concentración y habilidades que estaba juntando dieron lugar a una nueva técnica de su arte marcial recién creado:
Shàngdì: Dì èr huǒ – Kěwàng gōngjī
[ Dios: Segundo fuego – Gallo de anhelo ]
Su pierna concentró gran cantidad de arrabio, para impactar y mantener un choque con la técnica del rato divino de Zeus; el impacto generado dió como resultado que Ng Mui pudiera sostener y detener por un momento el ataque especial de Zeus…
Pero, desde el primer instante del choque, las cintas de arrabio comenzaron a desintegrarse ante el calor abrasador del arma divina. Debía actuar…
« … ¡Ahora! »
La fuerza en su pierna creció por el frenesí y la adrenalina de Ng Mui; suficientes para hacer caer de rodillas al Dios Padre del Cosmos y levantar el otro para intentar sostener su ataque. A pesar de sus intentos, el golpe de Zeus terminó tocando el suelo, lo que liberó una gran explosión eléctrica que casi tambalea a Ng Mui.
Pero la técnica no había terminado allí; tanto el empuje como la explosión hicieron que Ng Mui diera un salto por los aires para tener un nuevo espacio de ataque; estiró las puntas de sus dedos y todo su brazo, con lo cual estaba simulando… una espada.
Descendió tal extremidad en dirección a Zeus, provocando una onda que partió el suelo como si fuera un cuchillo contra la mantequilla, y tal ataque prometía ser devastador si lo recibía el dios.
Para su fortuna pudo anticipar que haría algo parecido; de último momento levantó el brazo que tenía el rayo, el cual se estiró y funcionó como un escudo completo para protegerlo, de manera que el corte de la técnica de Ng Mui solo diera en el suelo del campo de batalla. La intensidad del corte hizo temblar el suelo ligeramente, además que las piernas de Zeus temblaron por la fuerza tremenda que cargaba.
« Qué bueno que también sirve como escudo, sino… ¿Huh? »
Pero, no había terminado:
El salto que impulsó a Ng Mui por los aires terminó con una voltereta que la posicionó a unos metros al costado de Zeus, con los dedos de su otro brazo preparados como si fuera la garra de una pata de ave. Zeus no tuvo tiempo de ver en qué momento había llegado allí, pero ahora sería golpeado desde su punto ciego.
« ¡No puede ser…! »
El tercer movimiento de Ng Mui fue liberado; estiró su brazo en un ataque estridente directo, liberando toda la energía que guardaba en esos dedos. Suficiente para golpear a Zeus y provocarle agujeros que atravesaron de lado su abdomen y parte de su pecho; el dolor recorrió el cuerpo del dios anciano como nunca lo había hecho además de la gran cantidad de sangre que salió de su boca.
– ¡Agh…! – pero eso no detuvo su sonrisa de emoción – ¡Qué espléndido, bombón!
El rayo divino cambió de lugar, del brazo herido al segundo que estaba más cerca de la humana, y dirigió un puño cerrado improvisado contra ella de manera que el choque pudiera darle y alejarla lo más posible de él, aunque Ng Mui interpuso su brazo cubierto de arrabio como escudo para recibir el ataque y no salir tan herida.
Ambos fueron distanciados de nuevo, aunque esta vez Zeus tuvo que poner una rodilla en el suelo para recuperar el aliento ante su pecho y estómago atravesados.
– ¡No puede ser…! – Coatlicue no se mostró muy a gusto con la respuesta de Zeus – El líder de tu hermano… No debería actuar de esa manera…
– De hecho, creo que sería lo normal… – Cuahuitlícac no se mostró demasiado sorprendido al respecto – Mi hermano es el único loco que podría perder toda su sangre en un santiamén y seguir peleando como si nada. Pero en cualquier otro dios, incluso en Zeus-sama… Las heridas y la pérdida de sangre de esa manera son aterradoras, pues comienzan el final de su aguante.
Zeus respiró hondo varias veces tratando de recuperar las fuerzas; sentía como el dolor recorría cada músculo y órgano, ya fueran los pocos intactos que aún tenía o los muchos heridos y abiertos, gritando que no siguiera peleando. Una parte de su mente estaba dispuesta a ceder el combate y perder…
– ¡No te dejes matar, hijo de Cronos! – Amaterasu se enfureció ante la actitud herida del dios griego – ¡Por esto eres el rey de los dioses…!
– ¡Padre…! – Ares apretó los puños con emoción ferviente – ¡Tú puedes…!
También había una parte de sí mismo que se negaba por completo a perder. Su orgullo como rey del Olimpo… aquel que le había prometido mantener a su esposa Hera.
« Debo continuar… ¡Por los dioses, y por ti… mi bombón Hera! ¡Voy a terminar, ahora…! »
El dios griego se levantó de un salto y estiró ambos brazos a los costados, provocando que el rayo divino se extendiera por su cuerpo y comenzara a emanar más brillo del normal; los espectadores en Gimlé se sorprendieron al ver lo que estaba por hacer.
– ¡Va a hacerlo de nuevo…! ¡La teletransportación con su rayo divino, y ese ataque de destrucción inmediata!
– ¡Está lo suficientemente desesperado para usar ese ataque de nuevo, tan pronto! Pero… ¡Con ello podría ponerle fin al combate!
– … ¡No es cierto! – Geir estaba muy confiada, aunque le temblaban los labios y las manos de los nervios – ¡Ella, Ng Mui, ya recibió ese ataque una vez! ¡No volverá a tener el mismo resultado; ya lo vimos con el "Puño que supera el tiempo"…!
Leónidas apretó uno de sus puños con el mismo sentimiento, esperando que su valkiria tuviera razón en aquellas palabras; el dios griego se lanzó dando pasos rápidos para acercarse a la humana mientras preparaba su ataque especial. Ella, ya habiendo aterrizado en el suelo, se percató de ese movimiento.
« ¡Va a usar ese ataque de nuevo… No lo puedo permitir! ¡Si recibo ese daño de nuevo, no lo podré soportar! »
Ng Mui estiró sus piernas, movió los dedos de manera que formase con ellos las garras especiales para lanzar el ataque que casi había matado a Zeus; existía gran posibilidad que el rayo divino que cubría al dios destruyera su armadura en cuanto ejecutase su ataque y lo tocara.
Pero, si el resultado era terminar lo que el primer golpe no hizo; o sea partir a la mitad a Zeus y darle fin al encuentro, valía la pena perder en el intento. Solo necesitaba prever el momento preciso para lanzar el ataque…
Cosa que no lograba descifrar.
De nuevo su visión futura estaba fallando, pero ahora mucho peor que antes: ni siquiera podía ver un destello residual completo del alma de Zeus, sino que veía pequeñas imágenes que se encimaban una y otra de lo que iba a hacer el dios. Esa visión mal lograda le estaba estorbando más que ayudar.
« ¡¿Qué pasa?! ¿¡Por qué no puedo ver su alma…!? » la frustración estaba comenzando a apoderarse de ella « ¡Ya conseguí la iluminación! ¡Vi… vi su alma hace unos momentos… Pero ahora no puedo verla completa…!
» ¡Debo hacerlo, si no… será mi final… Debo conseguirlo, y ese… ese maldito dios no será ningún estorbo para mi! »
Sus ojos se apretaron y fruncieron, al tiempo que las venas de su zona facial referente a los ojos y la frente se marcaron; todo su cuerpo se tensó bastante, a lo cual el arrabio de su cuerpo respondió apretando en su cuerpo para afianzarse a lo que necesitaba Ng Mui.
Tanto forcejeo después le permitió a la humana ver el momento del impacto aunque fue muy borroso; Zeus terminó de acortar la distancia con la humana y abalanzó ambos brazos hacia Ng Mui, tratando de darle un abrazo de oso con los brazos cubiertos del rayo divino. Ella de último instante esquivó aquel intento de ataque dando un salto hacia atrás y separando distancia suficiente con el dios…
Cosa que él quería hacer. En cuanto tuvo distancia suficiente, sus brazos cruzaron sobre su pecho y el relámpago divino se intensificó, lo suficiente hasta hacer brotar toda la energía eléctrica del suelo que lo teletransportó a las nubes sobre su cabeza.
En cuanto las explosión eléctrica terminó, el agujero y humo residual quedaron para acompañar la nueva soledad de la humana; la lluvia se intensificó un tanto, apagando el humo y dándole un ligero baño a la artista marcial.
– ¡Mi papi… desapareció de nuevo! – Atenea abrió los ojos muy sorprendida.
– ¡De nuevo hizo esa teletransportación, aunque muy pronto! – exclamó Ares – ¡Será noqueado su ataque…!
– No, si logra darlo en el punto ideal… – comentó Hades, cruzando las manos – Si consigue atinar el golpe en un punto vital, esto habrá terminado.
– ¡Más le vale no cagarla! – exclamó Adamas.
Los humanos quedaron preocupados y asustados ante el escenario; podría significar de nuevo un jaque contra Ng Mui. Los ancianos del Templo Shaolin cruzaron las manos en espera que todo saliera bien… Yim Wing-chun apretó sus puños en el pecho, mientras Fung To-tak puso ambas manos en la orilla de las gradas, solo para poder fijar su atención total en la mujer.
– Vamos, Wing-wah… Tú puedes.
En tan solo unos instantes la pelea se reanudaría con la nueva posición de Zeus; instantes en los que la humana dejó de poner tensión sobre su propio cuerpo y, relajando sus ojos hasta hacer desaparecer aquellas venas, cerró la mirada para tomarse su tiempo adecuado de meditación.
« Debes hacerlo… Debes hacerlo…
» Ng Mui Daai Si, has entrenado hasta aquí… Todos los días, por 1000 años, estuviste en el Valhalla mejorando tus técnicas y tus habilidades para lograr llegar a este punto y… vengar el nombre de tu verdadero padre.
» Has conseguido todo lo que te propusiste… Has vencido todos los obstáculos que se enfrentaron contra ti… Has sobrevivido a las calamidades que acabaron con tu cuerpo, mente y alma. Todo gracias a-- »
De repente una imagen mental apareció en su cabeza; Fung To-tak sosteniendo una toalla húmeda en sus manos, con vestimenta casual y dándole una sonrisa cálida.
– Tranquila Wing-wah. No te haré daño…
Así como había aparecido esa imagen, así mismo se esfumó dejando de nuevo a Ng Mui en la oscura soledad de su mente. Pero ahora, ella estaba totalmente confundida.
« Eso… ¿Qué fue eso…? »
En la lejanía escuchó también el eco de una voz, que conforme más escuchaba más descifraba lo que era: un llanto. El llanto de un bebé, como si estuviera sufriendo algo terrible que no pudiera ser detenido.
Su mirada se dirigió hacia la dirección de aquel llanto, ya que… le era muy familiar.
« Ese llanto… ¿Acaso es de--? »
El tiempo se acabó.
Las nubes concentraron su energía y dispararon de regreso el relámpago al suelo de la arena de combate para hacer la entrada de Zeus:
Justo a un par de metros a la derecha de Ng Mui fue que cayó y allí apareció de nuevo la sombra de Zeus junto a ella, con su puño derecho cargado con el rayo divino ahora más intenso que antes, y su pose que le daba suficiente impulso y espacio para realizar su ataque definitivo.
Los ojos de Ng Mui se abrieron y giraron hacia esa dirección, al tiempo que Zeus terminaba de girar el tronco de su cuerpo para efectuar su golpe liberando toda su energía disponible.
Íra: Aktinovolía tis Semélis
[ Hera: Resplandor de Sémele ]
El ataque se dirigió a toda velocidad hacia la humana; incluso sería difícil tratar de desviarlo, puesto que la posición solo se daba a Ng Mui como opción usar el brazo quemado… cosa que en definitiva no era una opción viable.
Una nueva técnica debería usar; la poca distancia y la concentración que ya había perdido no le dieron opción para usar su ataque especial, sino que recurrió a la improvisación mediante lo poco que podía ver de su visión futura:
Su cuerpo se giró hacia el frente en dirección a su izquierda, como si fuera a propulsar una de sus piernas en una patada frontal contra el dios, pero no era así; la intención de Ng Mui era tener espacio para sus manos y esquivar el rayo como pudiera. El ataque de Zeus continuó su camino, recorriendo en espacio vacío aunque sus rayos desprendidos lograron causarle unas cuantas quemaduras a la espalda de Ng Mui…
Pero no la detuvo; siguió con su movimiento de giro hasta entrar en la zona de espacio personal de Zeus, justo debajo de la zona izquierda de su pecho; levantó el brazo izquierdo que tenía mayor parámetro y movió los dedos para efectuar una de sus técnicas de artes marciales anteriores. La única manera de averiguar los límites del rayo divino en su cuerpo era ponerlo a prueba, aunque pudiera significar verse gravemente herida.
La mano de Ng Mui salió disparada al pecho de Zeus; consiguió tocar parte de los abdominales, los pectorales superiores y… se detuvo en el pecho izquierdo del dios. En términos anatómicos, sobre la zona donde se encontraba el corazón.
Los dedos de Ng Mui se vieron envueltos en cintas de arrabio que se agitaron aleatoriamente, consiguiendo pequeños taladros que perforaron el cuerpo del dios, aunque por su postura parte del metal salió como si fuera una aguja mal insertada. Este vibró por lo bajo, y dio lugar a la nueva técnica de ataque de Ng Mui:
Shé & Lóng: Zhùfú yǔ dì hǎibá
[ Serpiente y Dragón: Elevación de las lluvias bendecidas ]
El pecho del dios se vio acribillado ante el poder Dragón de la técnica; la carne de su pectoral explotó en cortes poco profundos como si se tratase de una pequeña mina con la forma de la mano de Ng Mui, sin mencionar que el efecto Serpiente también se ejecutó: no para apagar la fuerza vital del dios que estaba concentrado en el rayo divino en su brazo…
Sino para apagar la fuerza de su corazón, provocándole un paro cardíaco al instante.
La fuerza del ataque empujó a Zeus hacia atrás hasta que cayera se espaldas al suelo; la sorpresa como la efectividad de esa técnica combinada le hicieron perder las energías para su ataque destructor, su mano perdió las fuerza y dejó caer el rayo divino al suelo, provocando que se volviera a unir para formar la canica dorada como si fuera su funda protectora.
Un choque improvisado de la humana que había concluido con el Dios Padre del Cosmos de nuevo en el suelo… aunque ahora podría ser su verdadero final.
– ¡Ng Mui logró sobrevivir a la técnica de teletransportación de Zeus-sama, y ha asestado otro ataque directo, esta vez sobre el corazón de Zeus-sama!
– ¡Es todo tuyo…! – Lífthrasir se emocionó de inmediato, dando saltos junto a Cain y Abel – ¡Hazlo pedazos, ahora!
Eva volteó a las pantallas del combate para encontrar el escenario a su favor; una leve sonrisa se dibujó en sus labios.
– ¡Vamos hija! ¡Acaba con esto, por favor…!
– ¡Ng Mui! ¡Mátalo ahora…! – desde la enfermería Geir también daba sus gritos.
– ¡Acaba con esto, hermana! – Yim Wing-chun expresó el mismo sentimiento, levantando al cielo ambas manos.
Todos coincidieron en una cosa: aquella improvisación dio lugar al momento perfecto para terminar el combate; si la ventana no era aprovechada, Ng Mui podría verse afectada y Zeus se levantaría del suelo de nuevo.
« Eso dio mejor resultado de lo que esperaba… ¡Pero ya no hay tiempo! ¡Debo terminar con esto! »
Sus brazos se ajustaron para hacer el ataque definitivo de su sexto arte marcial; los pies se movieron para avanzar y se abalanzó hacia el dios griego para darle el golpe de gracia…
Pero de repente un dolor apareció en Ng Mui, que le consternó.
– ¿Eh…?
Sin previo aviso, una herida se formó sobre el pecho y clavícula izquierdas, abriendo parte de la armadura divina y chorreando sangre. El dolor se intensificó en sus órganos, como si algo le estuviese apretando con todas sus fuerzas desde su interior…
Hasta que se apagó de repente. Dejó de haber dolor… pero también dejó de sentir su pecho.
Sus ojos se apagaron, su mente se nubló, y sangre salió de sus labios mientras se daba cuenta de lo que acababa de sufrir.
« M-Mi corazón… Ya no siento los latidos de mi corazón… »
Fecha de publicación: 01/06/23
ASFD
Nota de autor: ¡Buenas, buenas! Espero que les haya gustado la sorpresa del inicio UwU…
¡Por fin el capítulo doble que les había prometido, y más aún con un cierre que seguramente los ha dejado sin aliento a todos! (Incluida a Ng Mui, xdn't).
Ahora, ha llegado la hora de conocer la respuesta a la pregunta que he estado esperando publicar y que ustedes seguramente ya respondieron para este punto…
La siguiente publicación será el final de la quinta ronda… ¡Los estaré leyendo!
PD: Esta ocasión no dejaré recordatorio de publicación ya que no estoy seguro de publicar para el tiempo estipulado. De todas formas, ¡Haré mi mejor esfuerzo para traer este final lo más pronto posible!
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