Capítulo 52.2: Técnica especial. Debilidad
Entre las habitaciones de los espectadores divinos, había un par no cercanos muy interesados en el combate, estando ambos dentro de una habitación en completo desastre; la mujer, que tenía los ojos rojos e hinchados por lágrimas, se sorprendió de la conclusión que pronunció Zeus.
– ¿Anulación de fuerza vital… ¡Con solo los dedos!? ¡Es… es… es como…!
– La habilidad que uso el primer emperador de China para anular mis ataques hace mil años, y casi derrotarme. Si, es casi lo mismo.
El par eran Anubis, juez de los muertos, junto a Hathor, diosa del amor; ambos quedaron juntos desde el final de la tercera ronda que dejó un desastre en el estadio. Ambos decidieron quedarse juntos para contemplar las demás peleas, además que Anubis cuidaba que Hathor no hiciera nada, y esperaban la aparición del otro dios egipcio…
La diosa vaca sostenía una almohada con bastante fuerza, a punto de romperla, y estaba reclinada sobre la cama del dios cocodrilo; la situación de la quinta ronda había logrado librarla de sus tristes recuerdos por el momento.
– Esto no es bueno… – Hathor se mordió un labio preocupada – Si se trata de la misma habilidad, Zeus-sama está en malos problemas.
– Es cierto; es muy serio. Pero con Zeus-sama… No creo que sea el mismo caso.
» En primer lugar, él ya se dió cuenta de su técnica especial y cómo funciona. Con eso en mente, es fácil deducir las debilidades y limitaciones, para seguir luchando al margen. Además…
– ¿Algo más? ¿Hay algo más que le daría la victoria a Zeus-sama…?
Los ojos de Hathor brillaron con esperanza, cosa que veía en la diosa por primera vez desde… desde la muerte de Sobek. De hecho, aunque nunca fueron allegados o siquiera cercanos, fue la primera vez que Anubis vio esa expresión en la diosa.
A pesar que suponía de qué se trataba, el por qué de ese sentimiento que era la desaparición del dios halcón en cumplimiento de una misión para traerles alegría interna, Anubis se mostró preocupado y poco confiado. Solo tenía una petición en sus adentros, respecto a la misión a cumplir del otro dios.
« Khonsu… Más te vale tener razón en tu teoría. De lo contrario, habrán terribles consecuencias… »
– Hay un segundo motivo por el que Zeus-sama tiene ventaja: todos los ataques que ha realizado las puede hacer cuántas veces quiera sin siquiera soltar sudor, mientras que…
» Una de las cosas que aprendí de Qin Shi Huang es que, en la humanidad, un poder demasiado grande significa haber perdido algo. Así que, su habilidad de manipulación está lejos de ser gratis…
En la arena de batalla, el dios Zeus se incorporó por completo mientras Ng Mui mantenía una extraña postura defensiva:
Llevó su puño izquierdo al frente y su cadera estaba girada en la misma dirección, dejando el pie izquierdo al frente, mientras sus 2 extremidades del lado derecho, brazo y pierna, estaban como caídos… como si estuvieran dormidos. Tal postura extraña llamó la atención de Zeus, quien rió con curiosidad.
– Yo… Juraría que para tus técnicas, debes tener todo tu cuerpo funcionando. Pero… no parece ser así…
» ¿Te estás durmiendo, bomboncito?
La humana apretó los ojos ligeramente con algo de dolor; levantó su brazo derecho lentamente, abriendo y cerrando su mano un poco para usarlo de nuevo, aunque no parecía estar por completo despierto.
No le importó, sino que mantuvo la postura que ya tenía.
– Con una sola mano… Tengo más que suficiente.
– ¿En serio? Habrá que averiguarlo.
Aprovechando la postura de la humana, Zeus decidió realizar de nuevo su danza aleatoria de giros laterales para rodear a la humana, quién tuvo que mover todas sus extremidades repetidas veces para adquirir una completa postura de ataque-defensa.
– ¡Por fin…! – Atenea sonrió emocionada – Papi ya se está poniendo serio con Ng Mui.
– Así es… – le respondió Hermes – Lo suficiente para usar más de una vez su Mnemosine: Danza Terpsícore, aquella con que derrotó a uno de los Titanes; la técnica que le permite atacar a un objetivo instantáneamente, como si usara la teletransportación de Nikola Tesla.
» De no haber sido por los Ojos del Señor de Adán que copiaron la técnica desde el primer movimiento, la pelea habría terminado en ese punto. Me sorprende ahora que la humana, sin copiar su técnica sea capaz de llevarle el ritmo.
En cambio a sus sobrinos, Hades estaba riendo por lo bajo.
– Recuerdo que, antes de todo esto, cuando hacia esa danza se torcía el cuello y los pies. Me alegra ver qué lo domina por completo.
– ¡Que divertido! – sonrió Atenea, tanto por el comentario de su tío que también le hizo reír, como por lo que ocurría en el campo de batalla:
Las sombras de Zeus comenzaron a propagarse en el campo por todos lados, pero con mayor velocidad que antes; Ng Mui se dió cuenta de ello cuando sus sentidos, que ya estaban afinados para hallarlo, comenzaron a fallarle cuando Zeus soltó un par de golpes que apenas pudo esquivar.
Además, el estado en que estaba tras sus ataques también le dejaba en clara desventaja frente al dios; necesitaba reponerse por completo para de nuevo atrapar al griego en el momento adecuado.
Cuando menos se lo esperó, Zeus se posicionó a sus espaldas para darle un golpe directo; Ng Mui lo presintió y se dió la vuelta, pero era parte del plan de Zeus para su siguiente ataque: dió un salto hacia el cielo y extendió los dedos de su mano no herida.
Velocidad: 0,000000001 segundos.
Dánae: Chrysí ntouziéra apó broútzo
[ Dánae: Lluvia dorada de bronce ]
Una nueva técnica surgió de la mano de Zeus, en un intento de escapar de las técnicas especiales de Ng Mui:
Cada uno de los dedos de su mano se convirtió instantáneamente en una veloz y aterradora flecha, que con la velocidad incluso parecía cambiar de color, consiguiendo destruir todo a su paso y abriendo agujeros por doquier, incluso en cada una de las gotas de la lluvia.
Por todavía porque todo se desarrollaba justo sobre su cabeza; su pierna todavía no se veía por completo usable, por lo que no tenía escapatoria. Levantando ambos brazos y usando el empeine además de la armadura que se reforzó en sus manos para mejorar la defensa, agitó sus extremidades en técnica evasiva.
Qǐzhòngjī: Lì zhuǎ bàofēngxuě
[ Grulla: Ventisca de garras ]
– ¡Zeus-sama y Ng Mui comienzan otro intercambio de golpes, uno contra el otro! ¡La mejor artista marcial ha sido obligada a estar a la defensiva ante la nueva técnica de Zeus-sama…!
Una completa verdad: la técnica Qǐzhòngjī para evadir los ataques estaba siendo ineficiente, comparado con hace unos momentos. Los dedos de Zeus estaban consiguiendo herir a la artista marcial en todo su cuerpo: una rajadura en la armadura, un corte sobre su piel manchando el campo, y la distancia entre ambos se acortaba.
Lo más importante del asunto era su brazo y pierna derechos; aunque ya los estaba usando en plenitud para atacar y sostenerse, el ritmo y movimientos de ambas extremidades se veía minúsculamente menor a sus técnicas anteriores. Milésimas de segundo, que estaban dándole ventaja a Zeus.
Los humanos se asustaron al ver a la humana acribillada por la nueva técnica de Zeus.
– ¡No puede ser…!
– ¡Ng Mui está a punto de ser golpeada de nuevo!
– ¡Será su final!
Palabras entre los espectadores surgieron en su contra; de hecho, no eran muy alejadas de la realidad si solo se tuviera la información visual del combate. Pero… entre ellos había unos cuantos en…
Desacuerdo. En especial, una sola persona en las gradas no estaba en lo más mínimo de acuerdo con aquellas exclamaciones de terror y miedo en contra de la humana.
Por ello tuvo que actuar; levantó ambas manos, haciendo de ellas un vocero, para aumentar la voz y dar un solo grito de apoyo a la maestra marcial:
– ¡Hermana mayor! ¡No te dejes vencer tan fácil!
En medio de la lluvia de ataques en donde estaba sometida, Ng Mui pudo alcanzar a escuchar aquella voz. No la escuchó por completo, pero… las cuerdas vocales que emitían ese sonido…
Ella conocía muy bien a su dueña. Su rostro se frunció en una expresión pesada malhumorada, pero a diferencia de las anteriores…
« Tú… tú… ¡No tienes derecho de decir eso…! »
Esta era de molestia sarcástica.
De inmediato, sus brazos cobraron más fuerza que hace unos momentos, para continuar su técnica de desvío y además hacer uso de otra técnica especial; su brazo derecho se enfocó al Qǐzhòngjī mientras la izquierda la retiró, movió los dedos para formar una garra y la armadura tomó adecuación especial, con reforzamiento en los dedos y la muñeca.
Los ojos de la humana brillaron con toque especial, cosa que desde las gradas llamó mucho la atención de Atenea; con su brazo de defensa además de dar un pisotón en el suelo para aumentar impulso, la humana dió un par de giros completos para defensa y esquivar.
Qǐzhòngjī: Chéng qún qiānxǐ
[ Grulla: Migración de parvada ]
Una técnica que únicamente logró frenar de golpe las estocadas doradas de Zeus y detener al dios que se encontraba ahora a un par de metros sobre la humana; instantes que Zeus podría recuperar fácilmente, pero también…
Instantes que necesitaba Ng Mui; bajó su guardia, dió un salto y, poco antes que Zeus hiciera el contraataque, la humana extendió su brazo modificado directamente al pecho de Zeus:
Shé: Naja Atra de zhìmìng dúyá
[ Serpiente: Colmillos mortales de Naja Atra ]
El golpe de Ng Mui dió sobre la musculatura de Zeus momentos antes que pudiera responder; tras la vibración muscular, ocurrió el mismo evento de que el griego quedó inmovilizado. Sin poder continuar con su técnica Dánae, con la guardia defensiva baja por completo.
Ideal para que Ng Mui, levantando su pierna derecha, se atreviera a dar una patada especial en el abdomen del griego, apuntando a lo que serían sus órganos vitales.
Bào: Shuāng rèn zhǎo
[ Leopardo: Garra de filo doble ]
Tal golpe logró expulsar aire del cuerpo de Zeus además de infringir gran dolor, que se mostró en su expresión facial; fue llevado de inmediato al suelo, dando un choque estridente sobre los escombros de la arena.
Ng Mui movió su cuerpo para tener un buen aterrizaje en la arena de combate, pero… Ocurrió lo menos esperado.
En cuanto la humana se dirigió al suelo, de entre la nube de polvo hecha por la caída del griego surgió su mano para alcanzar a sujetarla por el abdomen, estirando todos sus dedos para lograr tomarla por completo sin dejar vía de escape.
Ng Mui abrió los ojos muy sorprendida, lo mismo que los espectadores humanos.
– … ¿¡Ehhh--!?
– Te… tengo…
El dios griego salió de entre el humo con expresión seria y la boca sangrando levemente, además de pintar una expresión sonriente que le dió un ambiente tétrico.
Zeus comenzó a apretar de poco en poco, consiguiendo hacer crujir la armadura de Ng Mui y comenzando a dañarla internamente, que se demostró en el momento en que su boca comenzó a vomitar demasiada sangre.
– ¡N-No…! – los maestros de shaolin se asustaron bastante.
– ¡No…! – Lífthrasir se tuvo que tapar los ojos – ¡No puedo ver…!
Dejándola inmovilizada entre sus dedos, Zeus levantó la otra mano, aquella perforada, para intentar darle un golpe directo; pero…
Para fortuna de Ng Mui, la distancia entre ambos era mínima; perfecto para realizar sus técnicas especiales.
A pesar de su posición, sus manos estaban libres para ejecutar sus ataques; en cuanto se precipitó el ataque de Zeus hacia ella, levantó una de sus manos en la dirección del puño que le iba a golpear.
Qǐzhòngjī: Báiniǎo pūteng
[ Grulla: Aleteo del ave blanca ]
Los dedos tocaron y desviaron el puño de Zeus, de manera que la redirección fuera hacia el rostro del griego; en cuanto el griego se golpeó a sí mismo con su puño y quedó desorientado, Ng Mui movió su otra mano hacia el brazo de Zeus que le estaba abrazando con tanta fuerza.
Shé: Yǐnxíng yǎnjìngshé dúyè
[ Serpiente: Veneno invisible de cobra ]
Una vez que hubo golpeado en el puño de Zeus, la fuerza con que le sujetaba se desvaneció además de dejarle inmovilizada la mano; el dios terminó por ceder y dejar caer a la humana al suelo mientras él mismo se recuperaba de su propio golpe.
Ng Mui cayó sobre los escombros, aunque bastante mareada y adolorida, tanto de su abdomen como de su propio pecho, pero no había tiempo para descansar.
Cayó al suelo y se incorporó de inmediato; dió un giro con toda la fuerza que le quedaba en las caderas mientras que sus ojos emanaron aquel brillo especial que ya había demostrado antes, que dirigió hacia Zeus para enfocar el mejor momento para ejecutar su siguiente ataque maestro:
La pierna de su armadura se configuró para brindarle una especie de navaja en la pantorrilla y la planta del pie; terminó de girar su cuerpo para erguir aquella pierna dirigida hacia el indefenso dios griego.
Un ataque desesperado, pero muy letal.
Lóng: Suì zhǐ jī yǔmáo wěibā
[ Dragón: Cola emplumada trituradora ]
Por un breve instante, Zeus se percató del ataque directo de la humana; presintió que podría ser tan devastador como aquel que agujereó su mano.
Desviarlo no era opción por la poca distancia y su energía vital en su mayoría apagada. Las opciones eran escasas…
« Supongo que… lo apostaré todo en "eso"… »
Levantó su mano útil, y lo cerró en un puño que concentró demasiada energía vital, logrando destilar un toque azul oscuro; Hades en las gradas se sorprendió bastante, así como Hermes y Ares.
– ¿¡En serio hará uso de eso…!?
La carne de su brazo comenzó a vibrar rápidamente, y lo descendió inmediatamente en un ataque directo a la pierna de Ng Mui.
Hasta ahora el ataque más poderoso de Zeus.
Okeanós: Treis chiliádes Okeanídes
[ Océano: Tres mil Oceánides ]
Su puños, vibrando como si fueran un centenar de puños en el mismo lugar, descendieron para golpear la pierna que se levantaba de Ng Mui, planeando con eso deshacer la técnica Lóng.
El choque se dió, dando lugar que el suelo bajo ambos se estremeciera como no lo había hecho hasta ahora, además que soltar ondas de aire que golpearon ferozmente a los espectadores. Parecía ser un choque igualado, pero…
El puño vibrante de Zeus parecía aumentar de fuerza con cada instante, como si un nuevo puño se estuviera sumando a la fuerza que destilaba, abriendo poco a poco una gran diferencia con la patada Lóng de Ng Mui. Incluso ella misma se dió cuenta de esa diferencia, cuando sintió una presión en su contra en la armadura.
Tarde que temprano su tecnica iba a ser superada; Ng Mui tuvo entonces que, encendiendo de nuevo su brillo ocular especial, mover los dedos de su pie para tocar el puño de Zeus.
Y repetir la técnica de hace unos momentos.
Shé: Naja Atra de zhìmìng dúyá
[ Serpiente: Colmillos mortales de Naja Atra ]
La mano de Zeus vibró por la técnica de Ng Mui, y en unos instantes su poder vibratoria que crecía a gran escala fue esfumándose hasta desaparecer por completo, cosa que asustó y sorprendió al mismo Zeus.
Más porque ahora quedaría a merced de la humana, sin posibilidad de defenderse. El dios solo pudo retirar su brazo lo más rápido posible.
Por su parte, Ng Mui tuvo que respirar profundo para recuperar el aliento y poder continuar la patada; gracias a qué Zeus retiró su brazo de manera tan repentina hacia arriba, la humana tuvo apertura para que su técnica diera desde la axila hasta la muñeca… levantando la piel y abriendo un corte un tanto severo.
Tanto impulso dio Ng Mui que terminó por saltar varios metros en el aire mientras Zeus derramaba bastante sangre de su nueva herida y ambos terminaron en el suelo.
Zeus de rodillas muy agotado y adolorido; Ng Mui aterrizando triunfante por su técnica.
– ¡Zeus-sama… ha conseguido una nueva herida de gravedad en su brazo tras… tras tratar de igualar las artes marciales de Ng Mui…!
– ¡¿Eh…!? – Amaterasu abrió los ojos muy asustada – ¡No puede ser posible…!
Todos los líderes de panteón, que anteriormente habían sonreído por la presencia de Zeus como quinto peleador, ahora estaban atónitos: Coatlicue y Cuahuitlícac, los miembros de la Corte Celestial China, Lugh y Morrigan desde Gimlé donde atendían a Cernnunos, e incluso Dziva quedó boquiabierta ante tal espectáculo de heridas.
– Demasiadas… – dentro de sí pareció preocuparse por otro tema – Eso es… mucho trabajo qué reparar…
En otros lugares de las gradas divinas, había varias figuras que miraban el combate con los mismos sentimientos; uno de ellos, un dios olvidado en el tiempo, se dirigió a la salida de su habitación rápidamente.
– ¿Huh…? – una segunda figura, sentado en un trono oscuro y con vestimentas oscuras, volteó a verlo – ¿A dónde vas?
– ¿¡Acaso estás ciego!?
– Lo veo, pero no es difícil de creer… – aquel ente volvió a agacharse a lo que parecía un artefacto tecnológico en sus manos – A este paso, Zeus perderá el--
– ¡Ni se te ocurra terminar esa frase! ¡Mi hermano no será asesinado de esa forma…!
Afrodita también tenía el rostro pálido y sorprendido por el resultado del choque, aunque después de unos segundos sonrió de lado; por su parte, Hades y Ares compartían sorpresa y preocupación, mientras Hermes mantenía el perfil serio como su estuviera molesto…
– ¡Qué divertido~!
Todos estaban serios y asustados, a excepción de Atenea; movió sus piernas juguetonamente además de abrir un caramelo que se llevó a la boca de inmediato.
– ¡Es muy impresionante…! Pensar que una técnica tomada de los Titanes fue repetida por la anulación de qi.
Ares apenas fue capaz de comentar en balbuceo para si mismo.
– Si… Si solo hubiera… Durado un poco más… Habría dado en el objetivo, ¿No…?
– … ¡En efecto, hermano mayor idiota! – la Conciencia de Guerra de Atenea se activó de inmediato – Esa técnica especial de los Titanes pudo haber destruido por completo la pierna de Ng Mui, partido su cuerpo y cortado la cabeza… ¡En un santiamén!
– ¿¡Eh…!? ¿¡Lo dices en serio!?
– Pero lo que yo ví… ¡Ng Mui también lo vio! Se vio orillada a usar la anulación de qi a pesar de empeñar todas sus fuerzas en esa patada… ¡En tan corto tiempo! ¡Me sorprende que haya podido hacerlo en ese rango tan corto, que pudo haber definido su muerte!
Atenea atinó a reír para si misma divertida.
– Quien diría que papi pelearía contra un oponente capaz de anular todos sus ataques, como… ¡Cómo si fueran pompas de jabón!
– … Quien lo diría… – respondió Hades por lo bajo.
– Aunque, no creo que dure por mucho tiempo… – hablo Hermes con seriedad – Un poder que pueda anular la fuerza de los Titanes, en un humano, nunca es gratuito.
– … Por desgracia, así es… – Atenea bajó su semblante, dejando caer su cabeza sobre el hombro de Hades.
Zeus se incorporó lento dejando caer el brazo izquierdo; lo movió un poco, viendo que era útil pero no por mucho tiempo, por la irritación y gran dolor que emanaba. Una vez que se terminó de levantar y dar jadeos muy profundos para recuperar el aliento, giró la mirada a la humana que estaba de pie y dando la espalda al dios.
– Muy… muy bien hecho… – sonrió con sincera sorpresa – Anular el poder de un Titán con tus dedos y esta herida… De verdad eres increíble…
» ¿Qué te parece si… nos tomamos un momento para descansar? Supongo que tú lo necesitas más que yo…
Los espectadores humanos se sorprendieron de esa oferta, en especial los maestros budistas y de artes marciales, que sintieron como si la estuviera subestimando.
Pero, antes que pudieran decir algo contra él, un grito femenino que momentos antes apoyó, fue el primero en darse cuenta de la situación.
– ¡Hermana…!
Pocos momentos después Ng Mui se desplomó:
Su pecho y ambos brazos liberaron ondas como si acabasen de recibir un violento ataque; ambas piernas cedieron cayendo de rodillas, y su cuerpo y rostro procedieron a estrellarse estrepitosamente contra las rocas, sin ser capaz de levantar los brazos siquiera para protegerse. Todos los espectadores humanos se asustaron en gran manera.
– ¡Ng Mui…! – Lífthrasir se aferró al brazo de Abel con miedo – ¡¿Qué le está pasando!?
Eva, e incluso Awa que abrió los ojos más de lo normal, mostraron la misma preocupación.
Los maestros budistas se llevaron las manos a la boca, pero Mui Hin decidió acercarse a la única persona que podría responder sus dudas e inquietudes.
– ¡Chi Shin, ¿Qué le pasa?!
– Eso… es mi trabajo final… – Chi Shin suspiró nostálgico – Shé, la serpiente capaz de apagar el qi del más poderoso elefante… Un arte marcial que solo pude idear con todos mis conocimientos… Quien imaginaría que ella lograría ejecutarla en los Cielos.
– ¡Explícate! – Mui Hin tomó a Chi Shin de los hombros – ¿¡Qué tiene que ver con el estado de Ng Mui!?
– Esa técnica no puede ser ejecutada por ningún humano.
Con esas palabras, los 3 Ancianos guardaron silencio para prestar toda su atención en su compañero.
– Mejor dicho, es una técnica que no puede ser ejecutada humanamente hablando como ella lo hace; detectar el qi en medio de un combate a velocidad de la luz, anularlo de un ataque tan poderoso como ese, y hacerlo constantes y consecutivas ocasiones…
» Ningún humano puede ser capaz de lograr eso, incluso habiendo tenido 10.000 años de meditación y entrenamiento. Si ella lo hace… es porque debe haber sacrificado algo.
– ¿¡U-Un sacrificio…!?
A la par de las palabras del maestro artista marcial, en la enfermería Gimlé la valkiria Geir terminó la explicación de la debilidad de Ng Mui:
– Toda herida hecha al qi se transfiere a su cuerpo.
– … ¿¡Qué!?
– Tuvo que entrenar por 1000 años para dominar sus artes marciales, entre ellas Lóng y Shé que son las únicas capaces de herir a muerte a Zeus. Sin embargo, ambas son técnicas muy peligrosas para ella.
» Lóng, la técnica del Dragón, es un arte que requiere juntar toda su energía vital en un solo ataque. Junta mucha tensión en cada órgano, hueso y músculo de su cuerpo; por fortuna, descansar por un tiempo le repone de ese agotamiento, pero…
» Shé, la técnica de la Serpiente, fue mucho más exigente; requería detección instantánea del qi para usar sus técnicas. Gracias a un… muy extremo entrenamiento budista, consiguió que su mirada encontrara el qi de cualquier rival, aunque…
» Su debilidad es la sinestesia de qi: todo lo que le haga al oponente, se lo hará su propio cuerpo. Cada que bloquee un brazo, su brazo se bloqueará; cada que apague una pierna, su pierna se apagará. Cada que detenga un órgano… ese mismo órgano se le detendrá.
Todos quedaron estupefactos por la explicación de Geir; Sigrune solo pudo compararlo con lo que ya habían visto antes.
– Es como… la habilidad de Qin Shi Huang…
– No, no es así… Qin Shi Huang nació con sinestesia; él siente en carne propia las heridas que ve. Pero, fue por eso que su vista evolucionó para "ver las estrellas", lo que completó el estilo marcial Chi You.
» El caso de Ng Mui es muy diferente. Ella no nació con esa habilidad ni debilidad, sino que… escogió tener sinestesia para ver y alterar las estrellas de qi. Ella lo decidió.
– Eso… ¡No tiene sentido! – Hlökk estalló en enojo – Sus otros artes marciales han podido contrarrestar a Zeus… ¡Hemos visto como lo ha hecho, con sus manos y dedos! ¡No… No entiendo porque esa debilidad es por voluntad propia…!
– Yo… tampoco lo entiendo. – Geir suspiró rendida – Pero sé que lo hizo por un solo motivo; una razón tiene para aceptar esa carga.
– … ¿¡Para qué!?
– Ma'am, por favor cálmese--
– ¡Eso es muy… tan… no sé cómo decirlo…!
» No puedo decir que es una fantasía porque sería desconfiar de lo que ha logrado hasta ahora… ¡Pero tampoco es una realidad, porque escoger esa debilidad la aleja mucho de… de ganar el combate! ¡No tiene ningún sentido!
– Escogió esa debilidad porque no tenía de otra; solo hay una manera de tener esas habilidades sin sufrir daño, que es la meta de todo maestro de shaolin: alcanzar la iluminación perfecta.
» Pero, ella no puede alcanzarlo; se ha acercado mucho, pero no es capaz de entrar al siguiente estado. Todo por…
– ¿¡Por qué…!?
– Por una razón: acoger sentimientos en su corazón que ningún budista debe tener y ni siquiera puede concebir en su imaginación. Pero… ella ha vivido con eso por más de 1000 años; separarse de eso sería abandonar su meta.
– Y bien… ¿Cuál es su motivo…?
– Ella fue la primera humana en entrar en la lista de representantes, ¿No es así? – inquirió Sasaki con curiosidad – ¿Por qué lo hizo…?
La valkiria de cabello morado dió un vistazo a las pantallas del combate, para dar nostálgicamente la respuesta a la pregunta:
– Ella… ella escogió eso y vive con eso por… Por sentir odio.
» Su meta es… quitar con sus manos la vida de Zeus-sama porque… Porque lo odia. Lo odia por la muerte de Adán.
Las valkirias quedaron en silencio, a excepción de Hlökk que intervino otra vez, más calmada que antes.
– ¿Es todo? ¿Solo eso? No debería ser una gran sorpresa. Todos los humanos, incluyendo a Eva misma, lo odian por lo que pasó hace 1000 años.
– Lo sé, pero… para Ng Mui, el golpe emocional que sufrió fue mucho peor comparado con los demás. Es por eso que…
» Ella es la humana que más odia a Zeus-sama.
En la arena de batalla, Zeus se había sentado un tanto cómodo en el piso, mientras daba una que otra revisión a su brazo cortado; de repente, Ng Mui despertó.
Escupió sangre y procedió a levantarse, usando más sus piernas que sus brazos que todavía les faltaban fuerzas; Zeus se percató de aquello.
– Bombón, no te esfuerces mucho. Creo que esa técnica de anulación tiene efecto sobre ti, ¿No?
En silencio Ng Mui terminó de levantarse, respirando jadeante muchas veces y con gran dolor. Cuando se dió cuenta que había sufrido sinestesia en sus brazos y pecho, tuvo que actuar aunque le doliera: apretó los brazos y los estiró de golpe, para recuperar su fuerza, y después se llevó un puño cerrado al pecho en golpe, que le dolió bastante hasta soltar un gemido de dolor.
Los maestros budistas le miraron asustados y preocupados, mientras cierta persona en las gradas mostró los mismos sentimientos pero con mayor conocimiento del por qué de ellos.
– H-Hermana… Deja de sobre exigirte, por favor…
Ella era Yim Wing-chun, la primera estudiante de Ng Mui.
Una vez que Ng Mui estaba de pie, terminando de reponerse para continuar el combate, Zeus también se incorporó con mayor facilidad que antes; había usado parte de la tela de su falda para sostener el corte que tenía en el brazo y evitar salir más perjudicado.
Zeus decidió tomar una postura ofensiva simple, con los puños hacia arriba; cuando la humana se giró y percató de lo que hacía el griego, ella también levantó sus palmas en ofensiva. La diferencia era que sus manos temblaban ligeramente por estar aún faltos de fuerza, cosa que notó Zeus de inmediato.
– Parece que estoy en lo cierto. Tus mejores técnicas ejercen mucho dolor y presión sobre tu cuerpo. Por favor, bombón, no deberías--
– ¡Cállate!
El bullicio en el estadio fue interrumpido por ese grito, que también irrumpió en la lluvia. Los espectadores, tanto los humanos como los divinos que temían por los representantes de sus bandos, quedaron silenciados al instante por ese grito.
Incluso Zeus se sorprendió bastante, que le hizo bajar la guardia por un momento.
Por su parte, Ng Mui ya no podía reprimir esas cosas que estaban dentro de su corazón; todo el combate, con cada palabra que oía de Zeus, se mordía la lengua y permitía que sangre saliera de vez en cuando para tratar de evitar sentir aquellas cosas en su corazón.
Pero ya no pudo más. Haber estado en el suelo por las consecuencias de sus técnicas le hizo pensar mucho en todo, todo lo que sabía, recordaba, y pensaba; para esos momentos, morderse la lengua no sería suficiente e incluso sería inútil. Tenía que expulsarlo tras sus dientes apretados, los dedos flexionados en gran tensión, su cuerpo temblando hasta la médula.
Tal vez por las graves heridas que tenía… tal vez por las cosas que pasaban en su mente. Decidió entonces repetir su sentencia negativa hacia Zeus.
– Cállate… Solo cállate. Ya no quiero… oír tu voz… ¡Solo levanta tus malditos puños… y ya cállate…!
El griego se sorprendió bastante; la curiosidad le impidió obedecer el deseo de Ng Mui.
– ¿Esto es por lo de hace mil años…? – con su brazo herido apuntó a la humana – Desde que llegaste a la arena, pude notar ese sentimiento. En cada palabra, cada golpe, cada paso, cada movimiento, todo tu ser expulsa ese sentimiento… Odio contra los dioses--
» No. Odio contra mi… ¿Todo esto es por la victoria que obtuve con tanto esfuerzo hace 1000 años? ¿De eso se trata…? ¿Esa es tu motivación para enfrentar tu vida en contra de los dioses en esta revancha?
Los humanos de nuevo sintieron en sincronía ese sentimiento de odio y repulsión contra Zeus; los maestros budistas quedaron sorprendidos por la declaración que daba el griego, mientras los Ancianos del Templo solo pudieron negar con sus cabezas…
– Ng Mui… – Mui Hin se llevó una mano a la boca.
– Así es… – Fung To-tak asintió con la mirada baja – De eso se trata esto.
… Negar en decepción.
Ng Mui apretó su rostro tratando de reprimir inútilmente todo lo que aparecía en su cabeza: los recuerdos de su vida en el Templo shaolin, los sucesos tan sádicos y sangrientos que acontecieron, lo que consecuentó en su vida, su alma viviendo en los cielos y…
Los eternos 7 minutos y 13 segundos que cambiaron su existencia. Que la volvieron de ser una espectadora más a la quinta Einherjer para el segundo Ragnarok.
– No es solo un tonto sentimiento, como podrías pensar… maldito dios… Esto se trata de que… tú…
» Tú me quitaste la última luz que tenía en mi vida. Tú… Tú me quitaste a mi papá.
Fecha de publicación: 09/03/23
ASFD
Nota de autor: Muy buenas, querida gente; espero que hayan disfrutado este doble cap.
Se vienen más cosas interesantes, tanto aquí como en los demás proyectos que tengo, ¡Estén a la espera! (Y paciencia por favor; son demasiadas cosas qué hacer y no sé por dónde empezar xdn't).
Sin nada más que decir… ¡Los leo en el siguiente capítulo!
Recordatorio: La publicación de capítulos es cada 21 días.
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