Capítulo 35: Dana y Llyr
En ambos lados los espectadores sintieron una gran emoción.
En especial en las gradas del lado de la humanidad; la gente de Latinoamerica y México que se hallaban presentes estaban con su euforia al máximo por tener como su representante al Caudillo del Sur. Un hombre reconocido, respetado, y admirado por las generaciones.
Mientras tanto, gran parte de los espectadores divinos ya conocían a Cernnunos de antemano: en conjunto con su apariencia aterradora y poco amigable, era un Dios muy poderoso y en especial con toda su lealtad a los Cielos. Ninguno Dios podía dudar que Cernnunos era un excelente candidato para arreglar el marcador.
En el palco de los griegos, los 3 estaban un tanto a la expectativa.
- ¡Esto será muy divertido! - Atenea tomó un gran puñado de papas fritas que ingirió por completo - ¡No she a quen aposhar!
- ¡No hables con la boca llena Atenea! - le regañó Ares de inmediato.
- ¿Qué shiene?
- Tienes que ser más respetuosa hermanita.
- Si no quieres pensar en los demás, ¡Piensa en ti misma! ¡No podrás disfrutar tu comida si haces eso!
Atenea quedó en silencio con las palabras de su hermano Dios de la guerra. Y de manera sorpresiva, asintió con la cabeza para después tragar todo lo de su boca.
- No había pensado eso... ¡Muchas gracias onii-chan!
- Por cierto. - Hermes comentó por lo bajo, mostrando interés - Has estado muy emocionada desde que comenzó este Ragnarok hermanita.
- ¿No es obvio? ¡Por fin estoy viendo las grandiosas peleas entre Dioses y humanos del Ragnarok! - se chupó los dedos antes de continuar comiendo - No había presenciado algo así en mucho tiempo. Troya, las 12 misiones del lindo Hércules, 1116 peleas del Svarga, la Titanomaquia de Comodo...
- Tanto te emociona que te gustaría participar, ¿no es así?
- ¡Por supuesto que si! ¡Quiero ser parte de todo esto!
- Pero no quisiste tomar esta oportunidad. Me pregunto por qué.
El comentario del mensajero griego tomó muy por sorpresa a Atenea y a Ares; en especial al hermano mayor.
« ¿¡Qué rayos estás diciendo Hermes!? »
- Recuerdo que nuestro padre salió a la segunda ronda la ocasión pasada dejándose llevar por la emoción. A ti también te veo así de emocionada como él, pero no actúas aún.
Atenea bufó por lo bajo, para después levantar una pícara sonrisa a su hermano.
- Hermanito~ Hermanito~ - habló divertida al tiempo que tomó una pequeña papa frita - Podré estar muy emocionada por querer salir a luchar, pero... ¿Crees que soy tonta?
- ¿Por qué dices eso?
- ¡Yo decido cuando luchar! - Atenea levantó su mano con un dedo señalado a Hermes - No quiero entrar a la arena y enfrentarme a un humano que se muera al instante... ¡Quiero tener un buen espectáculo!
Dicho eso, empezó a mover sus piernas y brazos como una bebé.
- ¡Quiero luchar con alguien que cumplia mis expectativas! ¡Con quien pueda luchar, jugar, y divertirme por un buen rato! ¡Un saco de boxeo ideal que reciba, aguante y devuelva mis golpes!
La Diosa dejó de moverse y levantó sus rodillas sobre el sofá para apoyar su barbilla sobre estos.
- Papi hizo la tontería de luchar contra un humano que lo humillo, ¡Pero yo no caeré en esa misma trampa! ¡Yo quiero tener buen un combate, con un sexy humano, y una victoria orgullosa! ¡Así soy yo~!
Hermes le miró de reojo y asintió, al parecer satisfecho con la respuesta. Por otro lado, Ares se quedó en silencio.
« Esa respuesta es lógica viniendo de ti Atenea: luchar contra un humano con quien pueda divertirse y al mismo tiempo asegurar una victoria. Pero... »
El Dios de la Guerra se rascó la cabeza, con confusión y duda.
« Hermes habló, y ahora no puedo dejar de pensar… Qué podría tener otro motivo para no luchar aún. »
- ¡Vamos mi general Zapata!
- ¡Acaba con ese mastodonte, cabrón!
- ¡Pártele su madre!
Al frente de las gradas, más cercanos a las orillas y pantallas del muro de contención, varios hombres amigos y subordinados de Zapata hablaban con ánimo.
- ¡Por fin luchará este hombre! - exclamó Ignacio de la Torre y Mier, esposo de la hija de Porfirio Díaz con quien Zapata mantuvo una buena amistad - Estaba esperando por este momento.
- ¡Yo también! - contestó a su lado Eufemio Zapata, hermano mayor de Emiliano - ¡Mi hermano fue un gran luchador durante la revolución! Verlo de nuevo después de tanto tiempo... ¡Me emociona en gran manera! ¡Y más aún cuando veo que esta peleando en nombre de toda nuestra gente!
- ¡Así se habla! - concluyó Pancho Villa con una gran sonrisa - ¡Nuestro cabrón acabará con ese pendejo que se hace llamar Dios!
Los humanos mantenían su celebración colorida y ruidosa; haciendo mucho ruido y soltando fuegos artificiales para acompañar al caudillo del sur. Hlökk estaba muy sorprendida.
- Es impresionante cuánto lo quieren. Una bienvenida muy... diferente a la mía...
- ¡Es el mejor revolucionario en la historia, nee-sama! - exclamó Lífthrasir con los ojos brillantes - ¡Así es como debe ser recibido para su lucha!
Aunque los Dioses, al ver a su sigueinte representante habían recuperado la confianza, seguían afectados por la traición de Nut; su silencio y murmullos entre ellos mismo lo demostraban.
La excepción eran 3 Dioses celtas, quienes gritaban con emoción para apoyar al Dios astado en la arena.
- ¡Usted puede contra él!
- ¡Derrótelo, maestro!
- ¡Ese humano no es rival para usted!
Dichos Dioses eran Teutates, Taranis y Esus; deidades celtas menores mejor llamados como "Dioses de la noche"; Dioses encargados de aspectos secundarios de la naturaleza, y alumnos del Dios celta Cernnunos.
Sentada cómodamente en su habitación especial, Afrodita soltó una sonrisa viendo a los 2 peleadores masculinos de la cuarta ronda.
- Ara ara... La elección de luchadores fue más emocionante de lo que pensé. Esos sí que son hombres interesantes y apuestos...
Tomó una uva de un racimo junto a ella y comió con una sonrisa placentera.
- Son lindos para mi ♡
Heimdall, balanceándose en su silla voladora, exclamó con su cuerno Gjallarhorn en mano.
- ¡Esta será una lucha sin desvíos! El humano que luchó para defender a su pueblo y el Dios que luchó en nombre de la naturaleza... ¡Una pelea de ideales! ¡La lealtad será determinante para este encuentro!
- Así que lucha por la naturaleza... - comentó Zapata en voz alta hacia el Dios - ¿Es vegetariano o algo así, compadre?
Cernnunos se quedó en silencio. No hubiera respondido a ese humano... de no ser por esa extraña palabra que salió de sus labios.
- ¿Com... padre...?
- ¡Espero que no se ofenda, pero no soy mucho de vegetales! - Zapata soltó una pequeña risa - Si le llego a golpear fuerte, no lo tome personal.
Cernnunos tampoco respondió a eso. En cambio, levantó la vista para ver el gran bullicio y el humo y basura que generaban los humanos para la bienvenida del Caudillo del sur. Entre las aberturas de su cráneo-máscara, su rostro se frunció con molestia.
El pequeño nórdico levantó su mano, sobrevolando exactamente dónde ambos luchadores estaban de pie.
- Bien... ¡Demos inicio de una vez! - bajó su mano en un solo instante para apuntar a la arena - ¡Que la cuarta ronda del Ragnarok... ¡¡COMIENCE!!!
- ¡Termina con él, cabrón! - exclamaron los humanos al mismo tiempo, entre ellos Ignacio, Eufemio y Pancho.
- ¡Hazlo pedazos Zapata! - gritó emocionada Lífthrasir - ¡Danos la tercera victoria!
En la arena el ritmo fue lento; Zapata se dispuso en posición ofensiva, con los puños cerrados en alto y listo para recibir al Dios cornudo.
- Venga compadre. Empecemos nuestro baile.
El Dios Cernnunos solo siguió mirando con indiferencia que también combinaba superioridad. Después de un segundo, la situación se e puso más tensa cuando la deidad levantó su pierna izquierda y la dirigió al frente, hacia Zapata.
- ¡La lucha ya está por empezar! - anunció Heimdall de inmediato - ¡Zapata toma una postura ofensiva para enfrentarse a Cernnunos con los puños, y él responde yendo hacia el frente!
Zapata sonrió y apretó los puños con fuerza, sintiendo dentro de sí una gran emoción.
Pero, lo que ocurrió a continuación fue lo menos esperado.
Cernnunos levantó su pie izquierdo y lo llevó hacia el frente, pero no dio el paso; al contrario, lo balanceó y dirigió hacia atrás, dando un paso de retroceso. Acto seguido, su cuerpo dio un lento giro de media vuelta y empezó a caminar hacia la nueva dirección que adoptó.
Dio la vuelta y se retiró del escenario principal. Eso dejó sorprendidos a todos los espectadores en gran manera, incluido Zapata que parpadeó un par de veces.
- ... ¿Eh?
- ¿¡Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé!?
Ares y Hermes oyeron a su hermana menor caer del sillón; en cuanto voltearon la Diosa ya había regresado a acostarse en su sitio.
Y de inmediato ella soltó un chillido infantil.
- ¿¡Qué!? ¿¡Por qué se le ocurrió hacer eso!? ¿¡Todas las posibilidades que preví, los escenarios que predije, y solo eso!?
- Así que lo analizaste tan rápido.
Hermes aún sorprendido rió por lo bajo.
- Que bueno que nuestro padre no está aquí. Creo que no sería una sorpresa grata de ver para él.
- ¿Por qué no están... luchando...?
- ¡Que me preguntas a mi, grandote! - exclamó la Diosa ahora enfadada, para mirar entonces a la arena - ¡Cernnunos, no me hagas quedar mal! ¡Gigantesco idiota pedazo de estiércol!
- ¡Atenea!
Con pasos muy lentos, Cernnunos se fue alejando del humano en dirección de una de las construcciones de la plaza central.
El mexicano bajó la guardia y empezó a caminar detrás del Dios; a pesar de su lentitud en moverse, la anormal estatura suya le permitía dar enormes y largos pasos que lo alejaban con mucha rapidez.
- ¿Qué pasa compadre? ¿A dónde vas?
- ...
Cernnunos no se detuvo ante las palabras del humano, sino que siguió su camino hacia una calle junto a los edificios.
- Cernnunos ha dado la vuelta y se adentra en el escenario de combate, mientras que Zapata lo sigue de cerca. - Heimdall parpadeo un par de veces, muy sorprendido - E-Esto es... eh... muy inesperado. Mas aún sabiendo el marcador actual en el Ragnarok...
Zapata le seguía por detrás, aunque cada tanto se permitía crear distancia por el hedor de madera podrida y moho que emanaba de su cuerpo; para hablarle se llevó una mano a la nariz.
- ¿Acaso no lo oyó? ¡Ustedes están perdiendo contra nosotros!
Cernnunos le ignoró y siguió caminando.
- ¡Maldita sea, vegetariano! ¡Ya pelee de una vez-!
Lo siguiente que ocurrió fue en menos de un instante.
El Dios dio una media vuelta para encarar a Zapata, y con rapidez sobrenatural extendió su brazo izquierdo. Cerró su puño, y arrojó un golpe directo que fue de lleno...
...al costado de Zapata, justo a un lado de su cara; a pocos centímetros de él.
El puño emitió una onda de choque que levantó una gran nube de polvo, además que en línea recta de unos 4 metros el suelo recibió el impacto del golpe, como si un meteoro hubiera golpeado y arrastrado sobre el suelo.
Emiliano se quedó atónito. Ese golpe fue mucho más rápido de lo que parecía mostrar la lentitud con que la deidad caminba, además que fue muy fuerte; el viento emitido por el golpe le tiró el sombrero al suelo y su bigote se desacomodó.
Tal vez lo peor de la situación era que, por la manera en que atinó el puño tan cerca, al parecer ese golpe fue fallado a propósito.
En las gradas todos se sorprendieron en gran manera; Heimdall casi cayó de su silla voladora mientras recopilaba y anunciaba la información.
- ¡De un instante a otro Cernnunos lanzó el primer golpe; un puñetazo que destruyó una línea recta del suelo de la arena! ¡Un puño que estuvo a escasos centímetros de dar en el rostro del humano...!
Shiva y Rudra se sorprendieron bastante ante dicho golpe. Pero, el primero en quejarse abiertamente fue Ganeesha, el hijo de Shiva.
- ¡¿Qué!? ¿¡Lanzó un golpe tan cercano que falló!?
- ¡Concuerdo contigo Ganeesha! - expresó abiertamente Durga - ¡Esto es inaudito!
- No puedo creer que no haya atinado - habló por lo bajo Kali, expresando molestia.
- ¡En ese caso, no debió ir él! - Parvati levantó su mano orgullosamente - ¡Mi hijo era mejor candidato para la cuarta ronda!
Por otro lado, Lakshmí miró el escenario con sorpresa. Algo dentro de ella le dijo que ese fallo fue a propósito, lo que... movió en su corazón un extraño y olvidado sentimiento.
Tanto que tuvo que aferrarse, de manera inconsciente, a uno de los brazos del Dios Rudra.
- ¡No... puede ser! - Lífthrasir chilló, casi a punto de llorar - ¡Zapata estuvo a nada de morir en un solo golpe de Cernnunos!
Eva y Hlökk compartieron un silencio de sepulcro, concordando ambas con la pequeña en sus temores.
Cernnunos se quedó unos segundos con el brazo extendido, manteniendo ese puño junto al rostro del humano para apretar sus dedos en impregnar en los oídos del humano el crujir de sus articulaciones.
Despues de ello el Dios volvió su brazo y extendió y cerró los dedos repetidas veces mientras miraba al humano con sus ojos dorados fríos y serios.
- No seas impaciente humano.
- ¿Ah?
La manera de hablar de Cernnunos era inquietante: sus palabras eran muy amenazantes y terroríficas acompañando su apariencia gigante, pero el tono de su voz en realidad era sereno y pacífico.
- Tendremos suficiente tiempo para luchar... o tal vez no. - Cernnunos regresó la mirada y el cuerpo hacia donde iba, y continuó caminando a paso lento.
Zapata se quedó un momento de pie, sin saber qué pasó. Pero, entonces estornudó en voz alta, como si el polvo hubiera entrado apretó su nariz, y recobró el valor para dirigirse al Dios.
- ¿Qué chingados quieres decir? ¿Qué es esa mamada de "tal vez no"?
Cernnunos siguió ignorándolo.
Entró en una de las calles que dividían las construcciones de la ciudad, para desaparecer por el bosque que había pedido. Zapata se quedó parado por un tiempo, pero entonces tomó su sombrero del suelo, le sacudió el polvo surgido y corrió a toda velocidad para seguir el ritmo del Dios.
- ¡Espérate cabrón! ¡No me dejes solito!
El humano también entró en la misma calle que el Dios, ambos saliendo por completo de la vista principal del estadio. Heimdall se quedó en blanco.
- Eh... Esto es... - el Dios nórdico miró a todos lados, y luego a los cuervos sobre él - ¡Rápido! ¡Consigamos cámaras para ver lo que sucede en las calles!
- ¡Entendido!
- ¡Ah! ¡Pero no me tiren de aquí!
Entre los palcos de las deidades principales, uno de los Dioses que pertenecían a la cabecilla de líderes del Consejo del Valhalla observaba con detenimiento y objetividad el combate.
Ese Dios era Lugh, el Dios y maestro de todas las artes y habilidades, y Dios Supremo del reino de los celtas (título igual al de Thor, Zeus y la Trinidad de Egipto); soltó un bufido de decepción mientras veía a su representante desaparecer en la arena.
- No puedo creerlo... ¿Qué rayos está haciendo Cernnunos?
- ¡Es tan solo un maldito idiota!
La Diosa que le contestó era Morrigan, la Diosa celta de la muerte y la destrucción; más conocida como el amuleto de la mala suerte.
Lugh pudo identificar de inmediato el malestar que expresaba la Diosa guerrera, así que suspiró con fastidio al tiempo que extendió su pregunta para comenzar una plática.
- ¿Ahora qué te traes? Te veo más enojada que antes.
- ¿Eres tonto, Lugh? - Morrigan empezó a explicar - Los Dioses estamos a un punto por debajo de la humanidad en el marcador, y ese estúpido vegetariano se dio la media vuelta... ¿Quieres otro motivo para que esté enojada?
- ¿Tal vez lo que ocurrió hace mil años?
Morrigan no se hizo esperar e irrumpió en llanto, aunque parecía más como un berrinche. Soltó un grito al aire mientras las lágrimas infantiles surgieron de sus ojos con naturalidad.
- ¡Ni me lo recuerdes! ¡Han pasado mil años y aun no supero la muerte de mi Loki!
Lugh suspiró por lo bajo. Parecía ya estar acostumbrado a esa queja.
- Ese Dios tenía demasiadas tonterías en la cabeza. En definitiva nunca estuvo en lo mínimo cuerdo... ¿Qué diablos hizo que te perdieras de amor por él?
- ¡Era tan lindo, en especial con sus mechones de cabello verde! Además que era el único que me seguía los juegos.
- ¿Cada vez que querías matar a un Dios o hacer alguna masacre por ahí?
- ¡Por supuesto! ¡Malditos humanos! ¡Los odio por matar a mi Loki!
- ¿Por qué los humanos te veneraban como "la Diosa de la guerra", la poderosa guerrera que anuncia el presagio del final? No lo entiendo.
- Eso era porque sabían tenerme miedo...
De inmediato el semblante de Morrigan cambió: de llorona infantil a una deidad que emitió un aura negativa y malvada a su alrededor, con los ojos dirigidos a las gradas de la humanidad.
- Los humanos me temían porque sabían lo que soy capaz. Pero... desde que perdimos el primer Ragnarok, han dejado de respetarme, sino que somos sus burlas. Y no estoy dispuesta a perdonarlo...
Lugh solo negó con la cabeza, mientras se acomodaba en su asiento.
- Solo te pido que no hagas ninguna tontería, por favor. No estamos en condiciones para que aguante uno de tus tontos berrinches.
- Hmmm...
De nuevo cambió su semblante al de niña infantil, guardando sus sentimientos detrás de un puchero de su rostro. El Dios Lugh suspiró aliviado al ver a la Diosa ya estaba calmada, al menos por el momento.
Tras su recorrido, el Dios Cernnunos llegó a su destino.
Después de haber caminar entre las calles de la ciudad de México, llegó a una pequeña explanada entre 2 construcciones en la cual había una especie de jardín, muy hermoso comparado con la demás vegetación en la arena:
La hierba era baja, de forma que se podía ver todo. Había flores y arbustos frutales por doquier; unos pocos animales que habían estado en su presentación recostados en el pasto; y en medio un árbol que se extendía hacia el cielo.
El Dios Cernnunos, contrario a su apariencia aterradora, soltó un bostezo como animal, y sin dudar se agachó para empezar a revisar las plantas, como si ese jardín hubiera sido puesto por él mismo.
Zapata entró al sitio, acalorado por tener que seguirle el paso; se quitó el sombrero para usarlo como abanico, al tiempo que vio lo que su oponente estaba haciendo.
- ¿Qué? ¿Todo el viajecito solo para esto?
Cernnunos no respondió, sino que enterró sus manos en la tierra para sacar de esta una pequeña planta, y con ella en manos avanzó un poco para cultivarla en otro lugar. Esto sorprendió tanto al humano como a los espectadores.
- ¡D-Debe ser esta una broma! - exclamó Heimdall viendo a través de una pantalla - ¡Cernnunos está... cuidando de ese jardín... sin que le importe la presencia del humano!
- ¡Me tienes que estar chingando! - exclamó muy eufórico Ignacio - ¡¿Ese pedazo de pendejo está jugando o qué!?
- ¡Tranquilo, compadre! - Eufemio le tomó del hombro - No podemos desesperarnos todavía.
- ¿¡Cómo no!? ¡Ese pinche Dios está de huevón!
- Apenas está empezando la pelea... - sonrió el hermano Zapata con seguridad y mucha confianza - Depende lo que haga Zapata, será el curso de la pelea. Si da un paso en falso en estos momentos...
- Zapata ya sabe qué hacer.
La respuesta de Pancho llamó la atención de los presentes.
- Durante toda su vida ha luchado con los huevones del gobierno que no hacían ni madres cuando pidió ayuda. Este pinche vegetariano es solo uno más para su lista de huevones.
El Centauro del Norte apretó su puño con confianza.
- He visto mucho cómo él sabe lidiar con estas cosas... ¡Solo debemos esperar a que nuestro general sea el primero en atacar!
Lífthrasir se quejó con el sonido de su garganta; quiso levantarse, pero el agarre de Eva entre sus brazos además de sus rodillas vendadas a casi no poder doblarlas le impidió expresar su malestar.
Lo único que pudo hacer fue soltar un grito chillón.
- ¿¡Por qué ese Dios no está haciendo nada!? ¿¡Para que entró al Ragnarok si solo va a estar de agricultor!? ¡No es justo! ¡Quiero ver peleas y sangre, demonios!
- ¡Hey! ¡Lenguaje! - Eva le dio un pequeño golpe en su cabeza que le dolió.
- Lo siento... ¡Pero es la verdad! ¡Ya quiero que peleen!
- Habrá que esperar más para ver eso.
Hlökk interrumpió los comentarios de su pequeña hermana con una declaración bastante segura; Lífthrasir se volteó para preguntarle a su hermana mayor.
-¿Por qué no, nee-sama?
Hlökk aclaró su garganta, para entonces forzar una voz como de una genio.
- Por una razón. Cernnunos no es ese tipo de Dios violento... ¡De hecho, siempre suele ser tranquilo y sereno!
- ¿De qué hablas nee-sama?
- ¿Acaso... conocen a ese Dios tanto como... Los de su panteón? - inquirió Eva, ahora estando ella con curiosidad.
Las preguntas de Eva y Lífthrasir bombardearon a la valkiria; sin embargo, en vez de ser un obstáculo se convirtió en un motivo de orgullo para la décima hermana valkiria. Se bufó con soberbia y empezó a explicarles.
- Verán. Thor-sama ha sido nuestro principal contacto para el Valhalla después que nos desligamos de los Dioses: él nos ha informado de todas las situaciones que ocurrieron durante el milenio entre ambos Ragnarok; tales como la aparición de los Primigenios, el ascenso de Sobek como segundo Poseidón, la adición de nuevos panteones al Consejo de Dioses. Además, conservamos muchos registros en el Valhalla. Al final, tenemos mucha información... y entre todo, conocemos muchas cosas acerca del panteón celta en dónde pertenece Cernnunos.
La valkiria siguió hablando, mostrando mucha seguridad, mientras que Eva y Lífthrasir escucharon su historia con mucha atención...
...
Desde sus cimientos, el panteón celta tuvo muchos problemas que pudieron llevarlo a su no existencia.
Algunos ejemplos: el panteón azteca fue construido después de sangrientas guerras para crear un imperio en Aztlan, mientras que el egipcio nació a partir de magia y conocimientos de Ra, Shu, Tefnut y Nut.
Pero, el panteón celta es muy distinto a estos. Esto se podía percibir desde quiénes fueron los Primigenios que lo fundaron:
Dana y Llyr.
Llyr, el Dios de las familias guerreras y Padre de los poderes de la Oscuridad; y Dana, la Diosa elemental del agua y Madre de los poderes de la Luz.
Como se puede imaginar, la naturaleza de estas deidades era desigual; siempre en competencia contra el otro, en debate, y en guerra. Incluso para los Primigenios era imposible soportar que estos Dioses estuvieran juntos por más de un minuto.
- ¡Eres un maldito llorón! ¡Un hombre llorón!
- ¡Al menos no soy una tonta mujer!
- ¡Cierra la boca, "padre de la noche"!
- ¡Claro que si, "mamá"! ¡Engéndrame y te haré caso!
- ¡Cállense los 2!
El Dios encargado de dirigir esa reunión golpeó en la mesa, por fin interviniendo en ese debate que surgió de la nada.
Dicho Dios, seleccionado por sorteo, era Quetzalcóatl. Y era la primera vez que mostraba un carácter tan agresivo.
En una esquina, sentada junto a una roca, se encontraba envuelta en una manta Deví, que era una joven adolescente en ese entonces. Se mordió el labio con excitación y murmuró por lo bajo.
- Esta vez si se enojó Quetzal-chan... ¡Me gusta mucho cuando hace eso! ¿No se ve tan lindo y sexy?
En ese tiempo una niña bajo la tutela de Ra, Nut sentada junto a Deví y con una esquina de esa manta para cubrirse también, miró al azteca por unos segundos.
Sin embargo, al cabo de ese tiempo negó con la cabeza.
- Cumple muchos estándares, pero aún no es perfecto.
Siempre que esos celtas discutían, los demás aprovechaban para... hacer nada.
Los otros estaban dormidos, o jugando entre ellos, mientras esperaban que los celtas hubieran terminado su discusión. Pero haber oído a Quetzalcóatl regañarles fue suficiente para que ellos mismos le pusieran atención.
El Dios mexica suspiró para entonces dar un pequeño discurso.
- Tenemos una buena oportunidad ante nosotros. Una vez que llevemos a cabo nuestro plan, realizaremos la Repartición del Cosmos. Por favor, Dana y Llyr, les pido de su cooperación.
Audumbla mugió seria. A su lado Ymir, uno de los hijos gigantes de la vaca, asintió repentinamente mientras despertaba del sueño en que se sumergió.
- ¡Mi madre tiene razón! ¡Son un par de estúpidos sin sentido!
Nut le miró de mala gana para bufar por lo bajo.
- No dijo eso. Maldito borracho.
- Puedo dar mi cooperación, Quetzal - afirmó Llyr, con una expresión de soberbia y altanería - Siempre y cuando esta tonta bruja este fuera de mi camino... ¡Mejor que se muera!
- ¡Fíjate lo que dices! ¡No podremos repartir el cosmos si existe un idiota como tu! - exclamó Dana muy furiosa - ¡Un estúpido igual a ti destruirá todo un panteón sin necesidad de crearlo!
- ¡Al menos haré algo! ¡No como la princesa "no me toquen, porque soy de agua"!
- ¡Y yo no soy el idiota que se la pasa en la sombra todo el día! ¿¡Acaso te masturbas en secreto!?
- ¡Ja! ¡Ha hablado la puta zorra que pudo haberse acostado con Ymir por un poco de descendencia!
- Confirmo eso - rió el nórdico con descaro, a lo cual recibió un golpe de la cola de Audumbla.
Los celtas volvieron a empezar una discusión. Quetzalcóatl solo pudo suspirar por haber tenido la mala suerte de dirigir esa reunión, golpeando su cabeza en la mesa donde tenía su plan.
Y las cosas solo empeoraron con "la Repartición del Cosmos".
Debido a sus discusiones, ambos fueron los últimos en tomar su parte. Y para su mala suerte, lo que quedaba era una sola parte (en términos de Midgard, les tocó la jurisdicción sobre Gran Bretaña y gran parte de Europa, a excepción de Grecia y el norte escandinavo).
Sabiendo que sería imposible que tuvieron un mismo panteón, por primera vez en sus vidas tuvieron un acuerdo: dividir la tierra para que cada quien gobierne su parte.
Tuatha Dé Danann, el pueblo de los Dioses hijos de Dana que se establecieron en Europa continental; y Tuatha Dé Gales, el pueblo de los Dioses hijos de Llyr que estuvieron en la isla de Gran Bretaña.
Pero, aún con esa división, la guerra no se hizo esperar. Cada Primigenio dio a luz una descendencia que se convirtieron soldados para sostener la rivalidad entre los hijos de la luz y de la oscuridad.
Cada Primigenio creó una pareja para tener su propia descendencia y asentar su reino. Dana creó al Dios Beli, de cuya unión nació Dagda; Llyr creó a Penarddun, de cuya unión nació Manannan. Y sucesivamente; nuevos Dioses igual a más soldados para cada lado.
Pero hubo unas excepciones. Una excepción en los Tuatha Dé Danann fue Lugh, el Dios nacido por una unión entre un Dios y una gigante de Fomoré. Y en el caso de Llyr la excepción fue Cernnunos.
¿Por qué Cernnunos fue la excepción? Puesto que su único objetivo era cuidar la naturaleza. Limpiar sus bosques, alimentar animales, mantener el orden. Ese era su único interés...
Una mañana fría, mientras el rocío caía y bañaba al Dios celta, quien aún no usaba su cráneo-máscara de alce, dormía bajo un árbol, 3 pequeños Dioses aparecieron de entre el bosque y empezaron a molestar a Cernnunos, golpeando sus piernas de manera infantil.
- ¡Despierte, maestro Cernnunos!
- ¡Es de mañana! ¡Ideal para entrenar!
- ¡Nos prometió que por fin podríamos pelear!
Aquellos Dioses eran Teutates, Taranis y Esus; en un futuro conocidos como los hijos de la noche. Pero en ese momento no eran los alumnos de Cernnunos.
El celta suspiró con molestia mientras esos 3 Dioses le seguían molestando. Estando aún con los ojos cerrados, Cernnunos extendió su mano y pescó a los 3 Dioses de sus piernas para levantarlos en el aire y detenerlos.
El trío se asustó, por lo que trataron de removerse de un lado a otro como gusanos para liberarse, aunque no lo consiguieron. Taranis fue el primero en quejarse.
- ¡Maestro! ¡Suéltenos!
- No. Me están molestando a mitad de mi meditación.
- ¿Cómo pudo hacer eso maestro? - Esus exclamó con curiosidad - ¡Tenía con los ojos cerrados!
- ¿Cómo pudo tomarnos a los 3 con una sola mano en el momento justo?
Cernnunos abrió los ojos para mirar con sus pupilas verdes como esmeralda, en ese entonces, al trío divino.
- Lección numero uno. ¿Alguno de ustedes 3 me puso atención para recordarla?
- Eh...
- La... la lección uno...
- ¡Ya lo sé! - Teutates sonrió excitado - ¡Odiar a los hijos de Dana hasta la muerte!
- Lección numero uno - aclaró el mayor celta con voz fría - Escuchen a la naturaleza. No traten de encontrar todas las respuestas por su cuenta: ella, como una dulce mujer, les dará lo que deben saber, si la escuchan con atención.
El Dios cornudo bajó su mano y depositó a los pequeños Dioses sobre el pasto, al tiempo que éste se levantaba del suelo de su postura sentada.
- El día de hoy practicaremos la lección número uno. De nuevo.
- ¡Pero dijo que por fin podríamos pelear! - se quejó Taranis.
- Si tuvieran un combate conmigo, perderían al instante.
- ¡Tiene muy poca confianza en nosotros! - chilló Esus.
El celta empezó a adentrarse en el bosque; su paso era rápido debido a la juventud que tenía en ese tiempo, además que su estatura comparada con sus alumnos era sobresaliente.
- Cuando escuchen a la tierra entonces les enseñaré a luchar. Si no escuchan a su alrededor, solo pelearán con aleatoriedad; aumentará su orgullo si aciertan un golpe y acabará su firmeza el enemigo que los supere. En cambio... incluso los secretos del enemigo los sabe la naturaleza, y ella los anuncia para que alguien la escuche.
- ¿De qué nos servirá, maestro, cuando estemos golpeando a los hijos de Dana?
- ¡Exacto!
Teutates y Taranis eran agresivos e hiperactivos. En cambio, Esus era era la Diosa más tranquilo de los 3; además, quien siempre ponía atención a Cernnunos.
- Si, maestro.
- ¿Ustedes 2 solo piensan eran luchar contra ellos? Entonces explíquenme... ¿Por qué razón luchamos contra Tuatha Dé Danann?
- ¡Porque los odiamos!
- ¿Y por qué los odiamos?
- ¡Porque se creen superiores a nosotros!
- ¿Y nosotros somos superiores? ¿En qué los superamos? Los hijos de Dana y los hijos de Llyr somos Dioses con las mismas capacidades de fuerza y magia... ¿Qué tenemos nosotros que ellos no tengan?
- En qué... eh... - Teutates y Taranis pensaron por largo rato, siendo el segundo quien contestó primero - ¡Porque somos... nosotros somos hombres!
- Entonces... ¿Nuestra guerra es cuestión de géneros? ¿Debemos ganar solo porque somos hombres?
- ¡Si! - Taranis y Teutates asintieron al mismo tiempo, mientras que Esus negó con timidez.
- ¿Y qué haremos, un montón de hombres, después que ganemos? - antes que alguno pudiera responder, Cernnunos continuó con su respuesta - Si ganamos por ser hombres... ¿Qué pasará con las mujeres con quienes luchamos hombro con hombro? ¿Ellas no tendrán crédito si ganamos? ¿Esto no provocaría otra guerra entre nosotros?
Cernnunos detuvo su avance de repente, sorprendiendo a los pequeños Dioses.
- ¿No terminaremos en un ciclo sin fin de pelea unos contra otros, solo porque... nos odiamos?
Teutates y Taranis pensaron su respuesta, pero sin poder decir algo más solo se quedaron en silencio. Esus se atrevió a preguntarle al celta.
- Entonces, ¿Cuál debería ser el motivo correcto para luchar contra los Tuatha Dé Danann?
- Mi respuesta es simple. No deberíamos luchar contra ellos.
- ¿¡Eh!?
- No tenemos ningún motivo para ser enemigos unos contra otros. Deberíamos mejor enfocarnos en... luchar contra el verdadero enemigo. Los Fomoré.
El segundo problema que tenían esos Dioses celtas: los Fomoré. Una raza de gigantes, los últimos de las Criaturas del Caos, quienes tras haber sido expulsados por todo el Cosmos, se asentaron cerca del recién nacido panteón celta para tomar ventaja, al enterarse de su guerra civil eterna.
- Los Fomoré quieren destruir nuestro mundo para quedarse con las riquezas y la gloria. En especial... Los indefensos, como los animales y la vegetación, salen heridos. Ya sea por esta guerra interna de panteones o por los Fomoré.
Cernnunos cerró los ojos, sintiendo los rayos del sol asomados entre los árboles sobre su rostro.
- Si debemos luchar, debe ser contra los bandidos que quieren destruir nuestras vidas y reinos.
- ¡Qué lindo, Cernnunos ♡!
El Dios celta volteó su mirada y halló que, asomada entre los árboles del bosque, flotaba de manera juguetona Morrigan, la Diosa de la guerra y la muerte, quien era de los Tuatha Dé Danann. El pequeño trío de Dioses gruñó con molestia al identificarla.
- ¡Tu...!
- ¡Morrigan!
- ¡Que linda filosofía, tan neutral que solo puede venir de ti! Por cierto, muy curioso pequeño trío que nunca había visto antes. - la Diosa se acercó con pasos coquetos - ¿Son tus niños Cernnunos?
- ¿¡Qué nosotros qué!?
Cernnunos bajó la cabeza en señal de saludo.
- Saludos Morrigan de Tuatha Dé Danann.
- ¡Que respetuoso! - se quejó Morrigan de inmediato - Por eso prefiero a mi Loki.
- A tu pregunta, la repsuesta es no. No son mis hijos; son alumnos que me encomendó Manannan-sama.
La Diosa se llevó un dedo a la boca con una sonrisa.
- Bueno, de hecho es fácil de suponer que no son tus hijos. ¡Tienen rostros lindos, mientras que tu eres como un desastre quirúrgico!
Los 3 Dioses rechinaron los dientes con enojo e ira; sin embargo, Cernnunos permaneció impasible, ignorando sus palabrerías.
- ¿Qué has venido a hacer aquí, Morrigan? Estás muy lejos, incluso del campo de batalla.
- Es cierto, es cierto~ - la Diosa se paseó levitando en el sitio - Estaba muy aburrida en la guerra. Por si no lo sabías, esperar que muera algún Dios de estos reinos puede ser muy tedioso...
- Me lo imagino.
- De tanto aburrirme me dio hambre, y recordé que tu jardín, bosque o lo que sea tiene los mejores árboles frutales de los celtas; incluso Dana te envidia por tus frutas tan bellas... ¿Me permites llevarme algo qué comer?
- ¡Ni lo pienses... bruja hija de Dana!
Morrigan prestó mucha atención a dicho comentario de Teutates, por lo cual rápidamente se agachó para quedar a la altura del Dios, seguido de tomar con sus dedos la barbilla del pequeño.
- Niño... ¿No sabías que es malo decirle "bruja" a una mujer? ¿En especial, decirme a mi, "bruja"? - ella empezó a apretar su agarre, lastimando a Teutates mientras sus ojos se convertían en pupilas doradas con esclerótica negra - ¿No te lo enseño tu maestro?
- Si ese es tu único asunto aquí, no tengo ningún problema. Puedes llevarte lo que quieras, en esta canasta.
Morrigan dejó de apretar al niño y levantó su mirada hacia Cernnunos. El Dios celta levantó sus manos, y en ellas emergió magia verde fluorescente tras unas palabras; ramas de árboles debajo obedecieron a la luz y se extendieron para entrelazarse unas con otras sobre las manos de la deidad hasta formar, de manera perfecta y silenciosa, una pequeña canasta. Cernnunos la tomó y con su mano derecha la extendió a Morrigan.
- Puedes llevarte todo lo que quieras, y hasta que te sientas satisfecha se llenará.
Morrigan se sorprendió mucho con su gesto; se puso de pie y tomó la canasta con ambas manos, dándose cuenta que era más grande lo que se veía en la de Cernnunos. Entonces solo pudo sonreír como niña.
- Que lindo de tu parte... ¡Justo como esperaría de Cernnunos! - la Diosa comenzó a moverla de un lado a otro - ¡Si tuvieras la cara y el cuerpo de Loki, me casaría contigo!
- Me halagas.
Pero Teutates y Taranis no estaban a gusto con ello.
- ¡Maestro! ¡No debe hacer eso!
- ¡Ella es hija de Dana! ¡No puede dejar que-!
- En primer lugar - Cernnunos les interrumpió y empezó a explicar - Tenemos mucha comida para todos; mis árboles sustentan suficiente y de sobra para todos en Tuatha Dé Gales. Y en segundo lugar... Es mi bosque. Yo decido a quien le doy mis cosechas.
- ¡Eso es Cernnunos! ¡Defiéndeme de tus alumnos!
- En cuanto a ti - casi de inmediato volteó a Morrigan - Puedes llevarte lo que quieras, con las condiciones que no destruyas ningún árbol y no mates ningún animal.
- ¡Así que sentido tiene estar aquí! - Morrigan cayó sentada al suelo con un berrinche - ¡No es justo!
Cernnunos decidió ignorarla y seguir con su caminata, seguido de sus alumnos; Morrigan se levantó y levitó para alcanzar comenzó al Dios, mientras que con sus manos intercambiaba entre tomar comida y sostener la canasta dónde las echaba.
- Siempre firme; no te importa la guerra, sino la naturaleza que se te confirió proteger. Ese es el gran Cernnunos, ¿no es así?
- Así es.
- Un Dios esclavo de su naturaleza... ¿No es eso tan lindo y poético para quienes te describen?
- Parece ser exagerado. Pero así podría describirme. - Cernnunos comentó con cierta sorpresa por oír eso.
- ¿Y qué ocurrirá cuando tus ideales se vean afectados por alguien más?
- ¿A qué te refieres?
- ¿Qué pasaría si alguien quebranta u naturaleza? ¿Qué pasaría si alguien juega con los animales, mata plantas, y se instala como si fuera el rey de la naturaleza? Que, además, cumpla tus estándares de malvado: mentira, robo, saqueo, asesinatl? ¿Alguien sin escrúpulos que solo causa caos?
- Deja de hacer una autobiografía tan exacta.
- Me halagas cariño, pero no hablo de mi. Me refiero a... ¡Tu némesis perfecto!
- ¿Mi némesis?
- ¡Exacto! Pero, no como tú te lo imaginas... - Morrigan pensó un poco más para ese juego - Un nemesis que sea igual a ti en ideales: luchar firme por la neutralidad o tal vez con un bando por favoritismo. Pero con métodos que no son de tu agrado o luche por una causa que te molestará... ¡A eso me refiero! ¡A tu nemesis!
Cernnunos pensó en silencio por unos momentos; aunque sabía que no era buena idea escuchar la palabrería de Morrigan, esas palabras tuvieron un impacto especial. En ese momento, un Dios mensajero llegó corriendo a dónde estaban los 5 Dioses.
- ¡Señor Cernnunos! ¡Señor Cernnunos!
El Dios volteó lo mismo que Morrigan y los 3 estudiantes. Y tras recuperar el aliento con rápidas respiraciones, el mensaje original se dispuso a hablar hasta que se dio cuenta de la presencia de Morrigan.
- ¿Morrigan? ¿Ella qué hace aquí?
- Es una invitada, por el momento - Cernnunos cambió de tema antes que hubiera problemas - ¿Cuál es el mensaje que traes?
- ¡Oh si! - el mensajero extendió un pergamino para comenzar a leer el mismo con seriedad - "Dana y Llyr, Dioses Primigenios fundadores de los reinos Tuatha Dé Danann y Tuatha Dé Gales respectivamente, estando ambos presentes en la guerra entre los celtas, fueron-"
- ¿Dana y Llyr estuvieron presentes en la guerra? - Cernnunos se sorprendió - Hace un tiempo que no lo hacían.
- ¡Así es ♡! Por eso también viene aquí; me di cuenta que necesitaba una botana para ver esa pelea de Primigenios.
- ¡Llyr-sama ganará contra Dana! - Teutates exclamó de inmediato.
- Él es más fuerte que Dana - comentó Esus por lo bajo.
- ¿Ah, si? - Morrigan les miró, con desafío - ¿Quieren hacer una apuesta conmigo, pequeños Dioses?
- Eh... señor Cernnunos...
- ¡Podemos apostar incluso el bosque de nuestro maestro para demostrar que es verdad!
- No metan mi tierra en su estúpido juego.
- ¡Señor Cernnunos! ¡Escuche por favor! ¡Dana-sama y Llyr-sama están muertos!
Los 5 Dioses quedaron en blanco al momento. Por primera vez, los 3 alumnos y Morrigan pudieron ver en el rostro de Cernnunos un sentimiento distinto a su indiferencia, seriedad y responsabilidad: miedo.
- ¿Q-Qué...?
- Ellos... aunque estaban muy mal heridos siguieron luchando entre ellos. De repente hubo una invasión de los Fomoré... aprovecharon la apertura e hicieron una sangrienta masacre de Dioses... Dana-sama y Llyr-sama trataron detenerlos, pero eran más en número y los mataron... ¡E-Estamos perdidos sin nuestros Primigenios!
Instaladas en Tuatha Dé Gales y Tuatha Dé Danann para hacerse escuchar en todo el reino, las trompetas de alarma comenzaron a tocarse para llenar el ambiente con su sonido aterrador.
En el cielo, flotaban nubes de humo del campo de batalla, mientras que en el suelo surgió un temblor tal vez procedente de los Fomoré; Cernnunos solo pudo estar en completo en shock.
Morrigan tiró la canasta al suelo y empezó a levitar de espaldas.
- Creo que ya no necesitaré esto... y creo que habrán muchos problemas. Me iré a pedir asilo político a mi Loki antes que todo se vuelva feo... ¡Adiós!
- ¡Hey!
Con uso de su magia Morrigan desapareció en un santiamén. Por su parte, los 3 pequeños Dioses se mostraron muy asustados.
- ¿Q-Qué haremos maestro?
- Si nuestros Primigenios han muerto... ¡Estaremos perdidos!
A pesar de la tensión que estaba sintiendo, Cernnunos tuvo un momento de claridad para ordenar sus pensamientos y actuar al respecto, hablando en primer lugar hacia el mensajero.
- ¡Tu! Busca a todos los Dioses, ya sean de Tuatha Dé Danann o Gales. Diles que se reúnan en este bosque; de inmediato, y no mueras a manos de un Fomoré.
- ¡S-Si señor!
El mensajero salió corriendo, y Cernnunos tomó a los 3 Dioses del mismo modo que la había hecho antes y empezó a andar con rapidez por el bosque.
- ¡Maestro! ¿A dónde vamos?
- Iremos a refugiarnos a una cueva especial mía.
- ¡Pero maestro! ¡Debemos hacer algo-!
- Ahora no estamos en condiciones para actuar. Por el momento, debemos pensar un plan.
Entonces comenzó el oscurantismo en el panteón celta. La era de tiranía de los Fomoré.
Una de las características de dichos seres era su poco razonamiento, dejándose llevar por sus deseos egoístas y avariciosos. Aunque tenían capacidad de organizarse para lograr grandes hazañas, siempre era en búsqueda del mal y siempre con un rastro de desconfizana entre ellos mismos. Muy poderosos en cuerpo, pero poco inteligentes en mente.
Una segunda característica es su gran hambre. Y no cualquier hambre; hambre de devorar Dioses. Masacrarlos en grandes cantidades para luego comerlos de mil y un maneras distintas posibles.
Con esto ya nos podemos dar una idea de la situación que tuvieron los Dioses celtas en ese oscurantismo...
...
Fecha de publicación: 31 de marzo del 2022
ASFD
Nota de autor: Un capítulo bien zzzzz. De una vez les aviso que el siguiente también será zzzzz (lo siento; mi bloqueo de escritor aún sigue). Aunque a partir de entonces estoy más o menos seguro que ya empezará la acción UwU.
Estaré creando contenido en "Noticias Ragnarok" con más frecuencia para compensar la poca inspiración que he tenido. Estén atentos :3
Sin más que decir... ¡Los leo en el siguiente capítulo!
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