Capítulo 32: ¡Salud, por la Diosa del Valhalla!
Los Dioses de la fortuna miraban estupefactos a esa pequeña niña de pie en la camilla, quien con los brazos cruzados sonreía ampliamente hacia todos.
Líf respiró hondo varias veces, mientras sentía una gran emoción recorrer en todo su pequeño cuerpo.
- Tú... - sin dudar Ebisu sacó su pistola - ¿¡Quién eres y qué haces escuchando a los Dioses sin autorización!?
Líf bufó por lo bajo, y fijando una mirada determinante exclamó a Ebisu con una respuesta del mismo nivel de voz.
- ¡Hablando a mitad de una enfermería que justamente está repleta de gente! ¿¡Cómo quieren tener una reunión privada de Dioses en este tipo de lugar!?
- ¡¿Cómo te atreves!?
- ¡Vamos, Dios de la fortuna! - Líf apuntó hacia su propio pecho con sus pulgares - ¡Castigue a la intrusa! ¡Dispare a esta pequeña niña!
Una parte de Ebisu estaba muy eufórica, tal que pudo haber jalado el gatillo sin que se lo pidieran. Pero otra parte...
Otra parte del Dios dudo, tanto así que su mano tembló ligeramente; disparar a una niña... ¿No podría ser eso problemático e incluso deshonroso para un Dios?
Sin embargo, para la suerte de Ebisu, antes de moverse Bishamonten se adelantó y tomó la boca de la pistola con su mano para desviarla.
- Nosotros no cometemos asesinatos sin sentido, y menos a seres indefensos.
- ¡Eres tan linda y pequeña! - Benzaiten se acercó y con cariño acarició la cabeza de la valkiria - ¡Pareces un juguete!
- ¡Jeje! - de inmediato la actitud desafiante de Líf pasó al de una niña mimada frente a la deidad - ¡Que una Diosa de la fortuna tan bella me diga eso es muy conmovedor!
- ¡Jaja! - las mejillas de Benzaiten se colorearon levemente.
Líf recibió las caricias de la Diosa, mientras que dentro de ella se sentía emocionada de una forma un tanto maliciosa. Por su parte, Daikokuten apretó sus manos y habló a la pequeña valkiria.
- ¿Quién eres? ¿Y qué haces aquí?
Líf se asomó y se emocionó al ver a Daikokuten, un niño en edad mucho más grande que ella pero en apariencia se veían muy similares; tal vez hasta idénticos.
- ¡Un niño! ¡Hace un tiempo que no veía a alguien como yo!
Líf bajó de la camilla y caminó hasta quedar frente al niño Daikokuten, cosa que le sorprendió bastante.
- ¡Parece que tu también eres tan lindo como yo!
- ¡No digas tonterías! - exclamó Daikokuten con algo de vergüenza - ¡Y-Yo soy Daikokuten, uno de los Dioses de la fortuna, el Dios de la riqueza! ¿¡Acaso no nos conoces o eres tonta!?
Líf se llevó un dedo a la barbilla y giró sobre si misma para ver a los 7 Dioses, uno a uno. Entonces, con su otra mano, levantó su dedo y comenzó a apuntar a cada uno mientras hablaba.
-Ustedes son... Benzaiten, la virtud de la alegría. Bishamonten, la virtud de la dignidad. Daikokuten, la virtud de la fortuna. Ebisu, la virtud de la honestidad. Fukurokuju, la virtud de la longevidad. Hoteison, la virtud de la felicidad. Y... Jurojin, la virtud de la sabiduría... - terminó de contar y se cruzó de brazos - ¡Ustedes son los 7 Dioses de la fortuna, los ejecutores del Cielo!
Los 6 Dioses quedaron realmente sorprendidos por ese discurso. Líf sonrió y dentro de sí hirviendo un gran orgullo...
... mezclado con nervios.
« No puede ser… No puede ser... No puede ser... » los ojos de Líf brillaron a la par de sus emociones « ¡Aún recuerdo los nombres de los Dioses de la fortuna! ¡Que bueno que si le puse atención a las clases de Mist nee-sama! »
- Eres una jovencita muy inteligente - comentó Fukurokuju mientras se apoyaba en su bastón.
- ¡Jeje, no es nada! - respondió Líf con vergüenza fingida - ¡Solo son enseñanzas de mis nee-samas!
- Hablas mucho para ser alguien tan pequeña - Ebisu se acercó a la valkiria, mirándola por encima de sus lentes - Pero sigues evadiendo la cuestión principal...
- ¿Qué hace alguien como tu, en medio de los Dioses de la fortuna? - completó Hoteison, mirándole también con severidad.
Líf dejó de lado su rostro lindo y cómodo, y su mente comenzó a pensar en las palabras ideales para la situación.
« Recuerda, Líf… ¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Cuál es mi propósito?... ¡Oh si! »
- Es cierto, Ebisu-sama... Hoteison-sama... - Líf se llevó las manos a la espalda, mientras caminaba en círculos en medio de los 7 Dioses - Tengo... No; quiero decir, tenemos una encomienda que cumplir...
- ¿Tenemos?
- ¿De qué hablas niña?
- ¿Acaso no lo saben, ustedes los ejecutores del Cielo? ¿No saben cuál es nuestra tarea? - la valkiria levantó su mano con un dedo en alto - ¡Encontrar al traidor!
- ¿¡Traidor!?
- Tal parece que ustedes son Dioses muy inocentes... ¡Eso es muy lamentable!
- ¿¡Qué dices!?
- O simplemente... alguien les ha cegado sus ojos de la justicia divina...
Líf caminó en círculos mientras explicaba su punto de vista.
- Tan solo recuerden lo que pasó hace mil años, Dioses de la fortuna. Me hubiera gustado estar ahí, pero ese evento es tan solo un relato para mis oídos; por ello, ustedes deben ser capaces de recordar mejores detalles que yo misma...
» Hace mil años, hubo muchos Dioses que no fueron leales a los Cielos. Unos trabajaron en secreto para evitar que la humanidad sufriera un castigo de los Dioses, y otros planificaron la caída de los poderosos para tomar avariciosamente poder y gloria. Todo ellos fueron los traidores del Cielo.
» En esta ocasión, en este segundo Ragnarok, estos sentimientos anteriores deben haberse intensificado en gran manera. Muchos más Dioses querrán ayudar a la humanidad para no morir, y otros tomarán este segundo chance para coronarse y proclamarse reyes y emperadores. Así que, Dioses de la fortuna, tendremos mucho trabajo qué hacer.
» Hay que buscar entre todos los Dioses; los poco reconocidos rangos o los más oscuros rincones; los más elevados tronos o las miserables existencias. Debemos buscar debajo de cada piedra y encontrar quién es el traidor del Cielo que haya surgido en este segundo Ragnarok... ¡Y darle un castigo divino!
Las 7 figuras divinas se quedaron en silencio, mirándose unos al otros y llevándose sus manos a sus barbillas para reflexionar al respecto. Pero Líf en todo eso se sentía muy emocionada...
... Y en especial muy nerviosa.
« ¿¡Qué diablos estás haciendo Lif!? ¿¡De dónde diablos se te ocurrió la idea de incluir a los Dioses de la fortuna en tus aventuras mentales!? ¡Ellos son 7, y muy celosos con respecto a su divinidad, así como lo fue Poseidón cuando no era sushi!
» Esta vez metí la pata... ¡Estoy muy arruinada, de verdad! Pude convencer a Ares-sama, pero fue porque hice empatía con él mediante su hermana y era un poco idiota... ¡Pero es imposible que pueda hacer lo mismo con estos Dioses tan celosos y amargados! ¡T-Todos ellos podrían matarme en este mismo momento! »
Líf tragó saliva con un ligero temblor, pero en ese momento le llegó otro pensamiento a su cabeza; más bien, un recuerdo especial.
Sacudió su hermosa y pequeña cabellera con discreción, y volvió la mirada a los 7 Dioses con determinación y orgullo.
« Es cierto… Me hice una promesa a mi misma después de haber convencido a Ares-sama de hacer esta búsqueda... »
La valkiria apretó uno de sus puños con decisión.
« ¡Mi nombre es Líf, la décimo cuarta hermana valkiria! Por mi sangre, corre la misma que derramó Brunhilde onee-sama para matar a los Dioses y la misma con que Geir onee-sama desafió a los Cielos... ¡También soy hija del Berserker del Trueno, primer ganador del primer Ragnarok y Dios Supremo de Asgard!
» En nombre de mi honor, mi orgullo, el legado en mis hombros y el que voy a construir... ¡Yo, Líf, cumpliré esa promesa! ¡Sin importar a cuántos Dioses tenga que enfrentar, yo lo haré! »
- ¡Puffff! ¡Jajajajajajaja!
Ebisu estalló en una carcajada sonora que resonó en gran parte de Ábaton, llamando la atención de los otros 6 Dioses de la fortuna y de los heridos y enfermeras que pasaban cerca de ellos; Líf también le prestó atención debida.
- Debo reconocer, niña, que tienes una boca muy pequeña para todas las palabras que usas... - Ebisu se limpió una lágrima que salió de su ojo mientras el pez de su sombrero no paraba de parar - ¿En serio... Crees que nos dejaremos manipular por tus palabras? ¿Crees que nosotros los ejecutores del Cielo actuaremos en el segundo Ragnarok por las simples palabras de una niña que no para de hablar? ¡Nunca me creí estar envuelto en algo así, pero definitivamente no seremos engañados con tanta facilidad! ¿Verdad?
Ebisu dirigió su mirada a Bishamonten, esperando que el grotesco Dios de la guerra respondiera con afirmación a esa pregunta retórica. Sin embargo, Bishamonten aún seguía serio y en silencio, mirando el suelo y pensando en ese mensaje de Líf.
Todo eso asustó a Ebisu.
- Bishamonten... No le crees a esta niña... ¿Verdad?
- Me gustaría pensar en esto como una broma. - concordó Bishamonten casi al instante, antes de retractarse con seriedad - Pero tiene razón. Tiene razón en al menos un punto.
- ¿¡Qué!?
- Es cierto que hubo muchos Dioses que traicionaron a los Cielos hace mil años. Gautama ayudó a las valkirias con la habilidad del Volund y se rindió frente a un humano; Odín quiso apoderarse de los Cielos una vez que concluyera el torneo; y sabemos que hubo por lo menos un informante que le dio el orden de luchadores a la valkiria Brunhilde.
Bishamonten abrió los ojos y los dirigió en una mirada autoritaria a Líf.
- Por más infantil que sea esta situación, es imposible de negar... ¡Esta niña tiene más visión que todos nosotros!
Líf se sorprendió por la aprobación de Bishamonten, pero la mirada del Dios de la fortuna le destruyó sus pocos ánimos.
« Es… justo como me dijo una vez Geir onee-sama... » Líf tragó saliva con miedo « ¡Bishamonten-sama tiene una mirada muy aterradora! »
- En ese caso, nosotros los 7 pilares del Cielo, debemos hacer algo al respecto.
- En ese caso - concordó Daikokuten con una sonrisa malvada - ¡Demos el castigo divino!
- ¡Si lo haremos, que primero sea a Gautama! - exclamó Hoteison - ¡Ese maldito nos dejó en vergüenza más de una vez!
Ebisu parecía ser el único cuerdo en el grupo, preguntándose una y otra vez si realmente sus compañeros hablaban en serio. Sin embargo, el ánimo de los otros 6 no le permitió expresar más de lo que ya había dicho.
Y con respecto a ese último comentario de Hoteison, Líf soltó una risa burlona.
- Dioses de la fortuna... ¡Eso sería muy obvio!
- ¿Eh? ¿De que hablas, niña?
- ¿Castigar a Gautama Buda, el humano iluminado que cedió su victoria a Nostradamus, el profeta del siglo, con lo cual la humanidad consiguió la primera delantera en el Ragnarok? ¡Eso es muy obvio! De hecho, es probable que la mitad de los Dioses en este coliseo ya tengan sus ojos fijos en Buda... ¡Si lo quieren muerto, es cuestión de tiempo para que ocurra!
- Es cierto. Pero...
- ¡Pero nada de eso! Gautama es nuestra presa - declaró Jurojin con firmeza - No dejaremos que ese traidor muera fuera de nuestras manos.
- ¡Lo que sea! No perdamos el tiempo castigando a traidores obvios, Dioses de la fortuna. Busquemos a los nuevos en este evento... ¡Hallar a los que podrían ser responsables de que pierdan el Ragnarok por segunda ocasión!
- ¿Y qué sugieres, linda niña? - Benzaiten preguntó con curiosidad.
Líf apuntó a la salida de Ábaton.
- Salgamos de aquí y busquemos en las gradas o en el estadio. Conectemos hilos, entrelazcamos rumores y demos en el blanco... ¡Vayamos, Dioses de la fortuna!
- Antes de eso... - Daikokuten preguntó con curiosidad - ¿Dónde sugieres comenzar? ¿Con quién quieres empezar?
Líf se llevó una mano a la barbilla para pensar, pero después de un tiempo negó con la cabeza.
- Si tuviera nombres en la cabeza, solo se los habría dicho. Pero, hay algunos candidatos con quienes podríamos comenzar nuestra misión... ¡Llévenme con ustedes y les mostraré!
Jurojin tomó la la valkiria con una de sus manos y la puso en su hombro. Bishamonten, en silencio y en solitario, cruzó los brazos y se dirigió a los demás.
- Vayan ustedes, de acuerdo a la que dice esa niña. Yo me quedaré aquí un tiempo.
- ¡Genial! - exclamó Líf, levantando los brazos al cielo - ¡Entonces no perdamos el tiempo!
Bishamonten asintió con la cabeza, como si estuviera dando permiso. Y entonces los demás miembros de los Dioses de la fortuna salieron de Ábaton, siguiendo a Jurojin con Líf en su hombro.
Solo Ebisu y el ganador del primer Ragnarok se quedaron en Ábaton, por lo cual Ebisu no esperó más y estalló en soltar toda la incredulidad que sentía al respecto..
- ¿¡Estás loco!? ¿¡Dejaste que toda esta situación ocurriera!?
- Si.
- ¿¡Realmente crees lo que dice esa niña!?
Bishamonten se quedó en silencio un largo momento, hasta asentir con seguridad.
- Puede que tenga razón en lo que dice.
- ¿¡Crees que podría tener la razón una simple niña!?
- Atenea, hija de Zeus... A pesar de su actitud, es la Diosa más inteligente de los Cielos.
- ¿¡Y si no la tiene!? ¿¡Y si nos hace perder el tiempo!?
Bishamonten respiró con severidad, mirando a la salida de Ábaton.
- Ya sabemos cuál es la identidad de esa niña; es una de las 9 valkirias del Valhalla. Si todo resulta ser una trampa o un engaño titereteado por esas semidiosas... Tendrá un Castigo Divino.
- De acuerdo...
Ebisu se quedó en silencio, y decidió quedarse con Bishamonten. Aquella misma esencia divina que caracterizaba a los Dioses de la fortuna los obligó a permanecer mirando la salida de Gimlé, mientras a su alrededor el Ábaton se vaciaba con más constancia.
En un grupo de personas que salieron por la puerta principal, salió un encapuchado que, después de estar un rato por fuera, comenzó a seguir de manera discreta a los Dioses de la fortuna.
Debajo de su capucha se podía entrever unas plumas oscuras y un pico de ave cazadora, junto a un par de ojos serios.
« Los ejecutores del Cielo se están moviendo… Si ellos hacen algo, siempre es en contra de la traición. Debo seguirlos... así me ayudarán con la misión que me encomendé junto al señor Anubis... » Khonsu avanzó con mucha lentitud, hasta ver a unos metros delante suyo las 5 espaldas de esos Dioses.
...
- ¿Dónde se habrá metido Geir?
- No tengo idea, señorita.
Desde hace unos cuantos minutos Hlökk y Jack estaban caminando con algo de desesperación entre los pasillos del coliseo, en búsqueda de Geir. Una vez que Hlökk estuvo reposando por unos cuantos minutos, se decidió a buscar a su hermana pequeña, y Jack solo se limitó a seguirla para evitar que se lastimara más.
Después de unos segundos en silencio, Hlökk confesó con un timidez mientras flotaba junto a su compañero Einherjer.
- Creo que... me exprese de manera exagerada en la enfermería... cuando supe lo de Cleopatra.
- No puedo culparla de ello - respondió el inglés - Debo confesar que yo también quise decir cosas exageradas sobre esa mujer.
Hlökk se sorprendió un tanto.
- ¿En serio, niño? ¿Alguien tan educado como tú?
- Pude captar el color de la arrogancia desde la primera vez que la vi en el Valhalla. - Jack comentó con tristeza - Mucha arrogancia, egoísmo y superioridad en sus propias creencias, viéndose como la mejor entre todos nosotros, los de ambos Ragnarok. Hace mucho tiempo que no había visto un color tan corrompido como el de ella; me hizo recordar muchas cosas de mi propio pasado.
- ¿Cómo el de ese panadero?
Jack no se sorprendió por la respuesta de la valkiria.
Ambos se conocían muy bien, especialmente después de hacer el Volund con el que a Hércules; esos casi 27 minutos fueron una venta por la cual especialmente la valkiria pudo profundizar en la historia y las experiencias crudas del humano. Hlökk resopló con firmeza.
- Lo sé. A nuestra manera, ambos nos tuvimos que enfrentar a un tipo de mal augurio... Pero si que hablé de más con ella. - Hlökk pasó su mano por una de sus coletas como si estuviera castigada - Me siento muy mal por haberme alegrado de que esa mujer perdiera. Geir se esforzó mucho para encontrar a los candidatos para el segundo Ragnarok, y mis palabras despreciaron por completo todo su trabajo. Ya se sentía muy mal por esta pelea como para que le dijera todo esto.
- Si, fue algo muy pesado de escuchar, señorita. Pero... si es algo de consuelo para usted y para la señorita Geir... Hicimos nuestro mejor esfuerzo para que salgamos adelante en esta batalla. Sin embargo, al final cada uno es responsable de su propio destino.
Jack tomó su sombrero y lo puso sobre la cabeza de su valkiria.
- Ella fue quien tomó su decisión, y espero que nosotros no hayamos tenido nada que ver, pero... Si disculparse con su hermana le hace sentir mejor, eso será mucho mejor para ambas.
- De acuerdo... - la valkiria sonrió con sarcasmo - Siempre diciendo cosas muy "elegantes" niño... Nunca cambias.
- Los únicos cambios que me puedo permitir desde hace un milenio... Han sido cambios para bien.
Ambos sonrieron, estando atrapados en un momento agradable para los 2. Hasta que...
- ¡Par de tórtolos! ¡Muévanse de una vez!
La pareja no estaba sola. Michel Nostradamus y Mist caminaban detrás ambos para ayudar en la búsqueda, aunque el profeta del siglo quería tomar aire fresco y jugar alguna adivinanza, según sus propias palabras.
- ¡No tenemos tiempo que perder! - exclamó el francés, apresurado - Aunque haya mucha confusión por el final del tercer combate, en cualquier momento los Dioses podrían escoger a su representante para la siguiente pelea.
- ¡Te odio demasiado, Nostradamus! - exclamó Mist enfadada - ¡Tú ya sabes a quien escogerán! ¿Por qué no nos lo dices y ya?
- En primer lugar; sé muchas cosas, pero si se las digo antes de tiempo podría cambiar todo. Y en segundo lugar... ¿A quién no le gusta un poco de suspenso?
- ¡Eres un pequeño demonio! - la valkiria de "la Muerte Blanca" quiso golpear al profeta, pero este esquivo rápidamente su puño.
- ¡Jaja! ¡Fallaste!
- ¡Sigamos! - Hlökk intervino y permaneció levitando para avanzar - ¡Eres un dolor de cabeza, Nostradamus! Pero tienes razón en que debemos hallar a Geir para enviar al siguiente humano, si es que a ella ya le informaron sobre el siguiente Dioses.
- ¡Entonces a Geir, la identidad del informante, cuarta pelea! ¡Todo esto es un montón de dolores de cabeza! - se quejó rápidamente el francés - Suerte que la pequeña Lífthrasir está en buenas manos.
- Si. - respondió Mist - No esperaba que Geir le hubiera encargado personalmente a Eva cuidar a Lífthrasir mientras buscábamos a Líf. Pero verla en la enfermería cargando a nuestra pequeñita hermana con esa desesperación por atenderla fue... una imagen extrañamente tierna de ver.
- ¡Ojalá mis padres me hubieran tratado de esa manera! - habló Nostradamus con exageración - Mis padres me vendieron cuando se dieron cuenta de mis poderes y me ingresaron a un maníaco para fortalecer mis habilid-
- Cállate Nostradamus - dictó Hlökk de inmediato de mal humor - Eso nunca te pasó.
Mientras hablaban Jack recordó esa imagen que había presenciado en Ábaton. Eva cargando a la pequeña valkiria como una pequeña hija suya, aunque no lo era; los colores de esa escena eran tan hermosos que solo había tenido el placer de deleitar un par de veces en el pasado, y que... muy difícilmente podría volver a ver...
- ¿Al menos sabemos dónde buscar? ¿O nos dejarás esa tarea solo a nosotros, pequeño diablo? - preguntó Mist con enojo al profeta.
- ¡Calma Mist-chan! Aunque si los dejaré buscar por su cuenta...
- ¿¡Qué!? ¿¡Todavía tienes el descaro de admitirlo!?
- Si te sirve de consuelo... - Nostradamus chasqueó los dedos - Geir está con quién escogeremos como cuarto representante de la humanidad.
Mist y Hlökk se sorprendieron.
- ¿Lo dices en serio?
- Dije que seríamos un respaldo para la pequeña Geir al escoger a nuestro cuarto peleador, ¿no es así? Al final esta misión será matar a 2 pájaros de un tiro... ¡Muy fácil!
- De... De acuerdo... - concordó el inglés - Parece que tenemos mejores pistas para nuestra búsqueda.
- ¡Muy bien! ¡Sigamos avanzando, que ya casi estamos cerca!
Cuando llegaron a una encrucijada de pasillos, Hlökk se detuvo de inmediato al meditar en las palabras de Nostradamus.
- ¿Eh? Estamos muy lejos de los antecámaras de la humanidad, ¿Por qué ella estaría-?
- ¿Quién dijo que el cuarto representante de la humanidad está en la habitación de Geir? - Nostradamus se sorprendió de su declaración - Además... ¿No sería raro que Geir estuviera en una habitación con alguno de los Einherjer que no sea el Rey Leonidas?
- ¡No hables antes de mi hermanita! - exclamó Mist con enfado - ¡Ella tiene mejores modales que tu, pequeño diablo!
- ¡Eso estamos por verlo! - Nostradamus aplaudió un par de veces con emoción - Si supieran lo que se viene...
- ¡Lo sabríamos si abrieras tu boca! - reclamó Hlökk frente a frente con Nostradamus - ¡Si tan solo cooperaras más de lo que jodes, estaríamos en mejores condiciones en escoger los movimientos adecuados, maldito-!
- ¡Silencio, por favor! Creo que puedo escuchar algo cerca de aquí...
Jack guardó silencio mientras extendía su oído al aire; los otros presentes se tardaron un poco más por la confusión que sintieron, pero al final todos le imitaron.
Estando en silencio, los 4 pudieron escuchar con mejor claridad que había una susurrante melodía viajando por el aire.
- ¿Eso es...?
- ¿Música? - Hlökk se sorprendió - ¿Alguien está poniendo música?
- ¿Y qué tipo de género es? No lo entiendo...
Mist se llevó una mano a la barbilla mientras pensaba; pero no se le ocurría nada especial ni nada sobresaliente. No podía descubrir que tipo de música era ese.
- No lo entiendo... ¿Alguien está haciendo una fiesta o algo así para poner música?
- ¿Pero quién podría poner ese tipo de música?
- ¡Yo digo que vayamos a ver! - Nostradamus levantó los brazos, dando un pequeño baile a la par de la melodía susurrante - No perdemos nada. Además, la música es muy buena a su manera.
- ¿Y Geir? ¿¡Crees que la hallaremos si vamos a buscar el origen de la música!?
- El punto es buscar roca por roca para hallarla, ¿No es así? Puede que allí esté.
Ninguno parecía estar en lo mínimo interesado en la propuesta de Nostradamus; pero sin tener más que curiosidad por el origen de la melodía decidieron dejarse llevar.
Los 4 avanzaron con rapidez por el pasillo, escuchando en el viento a la música incrementar cada vez más su sonido, lo que les indicaba que estaban más cerca de aquel lugar con cada paso.
Momentos después llegaron hasta un enorme portón de madera, el cual se podía escuchar que era el originario de la melodía. Mist abrió las puertas con delicadeza y cautela, llevándose todos una sorpresa con el interior de la habitación:
Una extravagante fiesta de en su mayoría hombres, con música en vivo la cual originó la melodía, un bar repleto de caballeros tomando alcohol de botellas de cristal y mesas en donde habían apuestas, competencias de fuerzas, o simplemente reuniones "pacíficas". Una fiesta extraña pero lo sufiicentemente entretenida para que nadie prestará atención a Mist.
- ¡Aquí es! De aquí sale la música.
- ¿¡Qué diablos es este lugar!? - Hlökk se asomó, pero al instante se llevó una mano a la nariz ante semejante olor de alcohol - ¡No me gusta para nada!
- Estos colores son... - incluso Jack parecía aterrorizado con el escenario que captaba su visión especial - Un torbellino de mentes embriagadas por el alcohol.
Nostradamus se asomó por el lugar y se dibujó una sonrisa en su rostro.
- Este lugar me recuerda mucho a Hellheim... Solo que con más alcohol...
- ¡Definitivamente no es el mejor lugar para estar aquí! - Hlökk tomo una de las puertas para cerrar el portón - ¡Ya vimos que aquí no está Geir, asi que vayamos por la siguiente habita-!
Mist detuvo a Hlökk de hacer algo; después, se agachó y extendió las manos a un objeto que estaba tirado en el suelo de manera curiosa. Lo tomó debido a la gran familiaridad que encontraba en el objeto, y para poder examinarlo mejor.
Era un tenis color verde.
- ¿Eh? ¿Nos de tuviste por un zapato? - preguntó Hlökk con sarcasmo - ¡Al menos que sea caro!
- No, no se trata de eso. Este... - Mist comentó con seriedad - Este tenis verde... ¿Acaso no es de...?
La valkiria pensó un poco las cosas, y entonces llegó a una conclusión apresurada e iracunda.
Mist se levantó y empezó a caminar por los hombres, abriéndose paso con rapidez y seguridad, e ignorando los gritos de Hlökk o de Jack cuando la vieron entrar.
Sin embargo, ver a tanto hombre tomando y golpeándose con otros, y una que otra mujer desnuda entre un grupo de caballeros; todo eso le transmitía que estaba en un lugar muy vulgar y poco deseable. Eso le enfureció un poco más.
Siguió caminando y llegó hasta la barra al fondo de la habitación, en donde casi sin sorpresa para ella se encontró a la chica que habían estado buscando hasta el cansancio por como una hora:
La semidiosa encargada del Valhalla, Geir.
Sin embargo, el estado en que se encontraba la chica pelimorada era el más deplorable que se hubieran imaginado:
Su chaqueta verde estaba desaparecida, por lo que solo estaba usando el vestido blanco y azul de su hermana mayor, el cual estaba manchado por líquidos incoloros por la sombra que se dibujaba sobre la tela; su cabello alborotado y casi despeinado a excepción de un mechón que aún reposaba en su hombro izquierdo. El pie derecho descalzo y sin calcetín, siendo ambos los artículos que Mist tenía en su mano; su rostro sonrojado en gran manera, claramente por los efectos del alcohol; ambos ojos rojos e hinchados típicos por haber llorado, y de su boca surgían sonrisas torcidas por su estado.
El resultado era más que claro: Geir estaba muy, muy borracha. Cuando Mist se acercó y la sintió, la valkiria se giró sobre su banco con sus manos sobre sus rodillas, giro del cual casi se cayó al suelo, para entonces dar una sonrisa boba a su hermana mayor.
- ¡Ah! ¡Mist nee-sama!
- ... ¿¡Geir!? - Mist se llevó ambas manos a las caderas con expresión eufórica - ¿¡Qué rayos estás haciendo!?
Geir soltó un hipo y extendió su mano para tomar su botella de vidrio.
- ¿No se nota? *hip* Estoy bebiendo...
- ¡Y tienes el descaro de aceptarlo!
- ¿Eh? - Geir se rascó la cabeza e hizo un puchero exagerado - ¡Ya soy *hip* soy grande, nee-sama! *hip* ¡Ya puedo tomar si quiero!
- Obviamente puedes tomar... ¡Pero no debes! ¿O acaso no recuerdas que la ultima vez que probaste alcohol te desmayaste por casi 3 horas?
- ¿Eso ocurrió? - preguntó Jack a Hlökk, una vez que ellos 2 y Nostradamus entraron también para llegar con Geir.
- Hace mucho tiempo, mucho antes del Ragnarok.
- ¿Qué? Eso no *hip* No es cierto - Geir usó sus dedos para levantar una sonrisa en sus labios - ¡Mírame: aún estoy bien! *hip*
- Esa ocasión anterior dijiste lo mismo... ¡Y ni siquiera tenías hipo! - Mist extendió la mirada y vio todas las botellas vacías sobre la barra, que le molestó aún más - ¿¡Cuánto tiempo llevas aquí!?
- ¿Cuánto...? - Geir se llevó una mano a la barbilla, y preguntó con el humano que estaba a su lado - Oye, ¿Cuánto *hip* llevamos aquí?
- ¡Ni siquiera recuerdas eso! - Hlökk habló esta vez, manteniendo su nariz tapada por lo que su voz surgió un poco más chillona que de costumbre.
Geir estalló en risa inmediatamente con solo escuchar a Hlökk.
- ¡Jajajajajajaja! *hip* ¡Tu voz es tan *hip* graciosa! ¿Comiste helio *hip* otra vez?
- ¿Otra vez? - Jack se sorprendió con esa pregunta.
- No... *hip* No tengo la menor *hip* menor idea de cuánto tiempo *hip* llevo aquí... - Geir suspiró con una sonrisa decaída - Solo sé que *hip* llegué con mi *hip* buen amigo *hip* ¡Mi querido Zapata-chan!
El hombre junto a ella era el mismo que la había "arrastrado" a la fiesta: Emiliano Zapata, el caudillo del sur que fue luchador agrario durante el proceso de revolución en México desde 1910.
Emiliano se llevó una mano detrás del cuello con inocencia fingida.
- No podía dejarla ahí sola cuando me la encontré. - sonrió, soltando también una mirada valiente y atrevida - Es una mujer muy hermosa para dejarla por ahí.
- ¿Hermosa? *hip* ¿Yo soy hermosa? - Geir rió coqueta y aplaudió un par de veces - ¡Todo un galán Zapata-chan! *hip*
- ¡No hables así de mi hermana! - Mist se enojó mucho más que antes. Pero la valkiria pelimorada la detuvo.
- ¡No, no! ¡Está *hip* está bien! Como Einherjer *hip* seleccionado por mi para *hip* para el segundo Ragnarok, tiene todo el derecho *hip* a hacer lo que quiera... ¡Cómo halagarme! *hip*
Mist se sorprendió en gran manera por esas palabras, aunque Hlökk no tanto. Mientras que Geir seguía quejándose, con los ojos cerrados como una pequeña niña.
- ¡Raiden tenía *hip* tenía putas por doquier! ¡Yo *hip* la pequeña Geir estuve *hip* a nada de ser otra de sus putas!
- ¡Ese es un vocabulario nada adecuado para ti! - respondió Mist muy indignada.
- Y Rasputín también *hip* tenía putas y hasta hacia orgías públicas *hip* ¡Y si que me salve esa ocasión, porque *hip* Porque iba a ser una galletita en medio de un montón de put-!
- Compañeras de antecámara - corrigió Jack al instante - Ese término es mucho mejor de usar... y de escuchar.
Emiliano se dio cuenta de las presencias de Jack y Nostradamus, levantó la botella que traía en su mano y soltó una sonrisa.
- ¡Mis compadres Einherjer! ¡Qué onda cabrones!
- ¡Estábamos buscando a nuestra valkiria! - respondió con tranquilidad Nostradamus, acercándose con pequeños saltos - Veo que tienes otra de tus locas fiestas... ¡Me fascina!
- ¡Por supuesto! Oh, disculpen mis malos modales... - Zapata tomó un par de botellas de vidrio de la barra, y con un movimiento de sus dedos removió las tapas metálicas de ambas - Compadres ¿Les gustaría acompañarme en esta ronda?
- Muchas gracias, pero debo rechazarlo - respondió Jack cordialmente - Prefiero el darjeeling.
- ¡Una lástima, mi amigo gringo!
- Soy inglés, de Inglaterra.
- ¡Mismo idioma! - Zapata se dirigió hacia las 2 valkirias, cambiándola el tono de su voz por uno más amable - ¿Y a ustedes damitas? ¿Les gustaría probar una?
Ambas valkirias miraron sorprendidas y algo aterrados al mexicano; y antes que alguna contestará, Nostradamus tomó una de esas botellas con rapidez.
- ¡Yo aceptaré una!
- ¡Yo quiero la otra~! *hip* - Geir extendió las manos, pero rápidamente Mist tuvo que arrebatársela.
- Yo me quedaré con esto.
- ¡Noo *hip* oooo~! ¡Esa *hip* me falta~!
- Lo siento señorita, pero se encuentra en un mal estado. Debemos llevárnosla. - Jack se acercó para tomar a Geir; pero la valkiria se puso de pie para alejarse del inglés.
El rostro de Geir cambió por una expresión de orgullo mezclado con molestia.
- ¿De qué hablan? *hip* ¿Son tontos acaso? ¡Yo no *hip* no estoy en mal estado para necesitar *hip* ayuda~! - la valkiria pelimorada levantó mano y extendió su dedo al cielo - ¡Yo soy *hip* Yo soy Geir, la Diosa del Valhalla!
- ¿La... que...?
- ¡Brunhilde onee-sama *hip* me dejó a cargo esta tarea *hip* Y la voy a cumplir! ¡Porque soy la hermana *hip* la menor de Brunhilde *hip* la más pequeña pero la más picosa! *hip* ¡Yo seré quien *hip* derrote a los Dioses *hip* por segunda vez!
Zapata sonrió con diversión y levantó su botella al tiempo que soltaban un grito eufórico.
- ¡Por la Diosa del Valhalla, Geir! ¡Salud!
Inmediatamente todos los hombres y mujeres presentes levantaron sus botellas, vasos y demás para acompañar a su general caudillo del sur. Zapata soltó una risa de emoción mientras daba un trago prolongado a su bebida.
Geir de pie, con constantes balanceos que casi la tiraban al suelo, empezó a caminar a la salida del salón.
- Si me disculpan *hip* ¡Debo ir a matar a los Dioses~!
- ¡Espera, hermana!
- ¿¡Qué tonterías dices!?
- ¡Señorita, cálmese!
La valkiria dio un par de pasos, pero repentinamente perdió el control de su cuerpo y cayó de rodillas. Antes de que alguien le ayudara, abrió su boca y empezó a expulsar todo lo que había tomado y comido desde la noche anterior, con un sonido repulsivo y un olor desagradable y emergente.
- ¡Agh! - Hlökk se tapó casi toda la cara - ¡Alguien controle a Geir que también voy a vomitar!
- Estas generaciones ya no aguantan nada... - comentó Nostradamus con sarcasmo.
Mist se inclinó hasta Geir y con su palma extendida acarició la espalda de la menor para tratar de calmar el vómito.
- Ya... ya... - Mist también apartó la nariz ante ese olor tan desagradable - ¿Qué rayos comiste para apestar así?
- Na-Nada... *hip* - Geir levantó la mirada y se limpió la boca con el guante de su mano - No he comido nada *hip* Solo el salmiakk de *hip* de mi onee-sama...
- Bueno, eso explica el olor. Pero, querrás decir el salmiakk que te dieron Líf y Lífthrasir cuando llegamos a-
- ¡Noo~! - Geir negó con la cabeza - Ese pequeño *hip* ellas aún no saben cocinar. Fue el *hip* salmiakk que me hizo Brunhilde onee-sama, *hip* cuando supo que no había desayunado.
La boca de Geir se llenó de nuevo por lo que agachó otra vez la cabeza para escupir lo poco que aún mantenía su estómago. Mist solo pudo suspirar con pena.
- Cuando se acabe el efecto, te estarás muriéndo de hambre, sed y con un horrible dolor de cabeza.
- Tal vez pueda hacer algo para diluir el alcohol en su cuerpo mucho más rápido - comentó Nostradamus por lo bajo - También está la chica Curie; ella nos podría ayudar.
- ¡No se diga más! - Mist tomó a su hermana de los hombros - Nos vamos de aquí ahora mismo.
- Yo le ayudaré - Jack tomó a Geir y logrando sujetarla con firmeza. La valkiria pelimorada estaba muy confundida, mirando de un lado a otro.
- Me falta... *hip* nee-sama, me falta un zapato...
- Ya lo tengo. También buscaré tu chaqueta y-
- ¡Y mi botella! *hip*
- Eso no.
Estaban a punto de irse cuando Nostradamus tocó a Mist del hombro para llamar su atención.
- ¿Y tu qué quieres?
- ¿Acaso no olvidas algo? Por ejemplo... cierta profecía acerca de Geir...
La valkiria se confundió, pero tras recordar las palabras del francés unos momentos antes se aclaró su rostro.
- ¿Me estás diciendo que...?
- Así es. "Zapata-chan" será el siguiente.
Mist se llevó una mano a la cadera mientras arqueaba una de sus cejas.
- ¿Estás... seguro?
- ¡Por supuesto, querida! Mis predicciones son fiables.
- ¿En serio? - preguntó con sarcasmo.
- No te puedo decir mucho, y no sólo porque arruinaría el futuro sino porque no he visto más allá de la presentación del cuarto combate. Pero te puedo decir lo siguiente: su lealtad está con nosotros.
Mist miró muy dudosa a Nostradamus; después de largos segundos soltó un suspiro agotador y relajó su postura.
- No conozco a los otros luchadores y no tengo ninguna idea mejor, así que...
La valkiria respiró hondo y con lentitud poco paciente caminó al mexicano hasta quedar a un par de metros de él; por su parte, Zapata le sonrió mientras tomaba su botella.
- ¿Qué pasa? ¿Se te perdió algo bomboncito?
Mist apretó uno de sus puños, contendiendo sus emociones iracundas.
Comparado con su Einherjer Simo, el campesino finlandés con quien luchó para derrotar a Apolo hace 1000 años, en definitiva Zapata no encajaba muy bien en la descripción de un buen luchador del Ragnarok.
« Pero... No me puedo negar… » pensó Mist un tanto molesta « Geir te investigó y escogió para su lista; de alguna u otra forma, estás aquí para salvar a la humanidad. No puedo... quejarme de la elección de Geir... »
Con lentitud relajó la fuerza de su puño para entonces empezar su conversación con el mexicano
- Me han dicho... Al menos es lo que tengo entendido, que eres un elegido para este Ragnarok.
- Así es. - Zapta sonrió - La chamaca nos trajo aquí en bote, después de haberme elegido para partirle la madre a uno de esos pinches Dioses que nos quieren joder... ¿Te gusta mi historia, bonita?
Mist no podía digerirlo del todo, pero siguió hablando con firmeza.
- Tú... Tú serás... El cuarto peleador.
Zapata se quedó en blanco unos segundos.
- ¿Disculpa? ¿Me lo puedes repetir?
- Después de lo que tuvimos en la tercera pelea, o sea la traición de Cleopatra, creemos que eres el mejor capacitado. Nos... nos gustaría, a mis hermanas y a los Einherjer del primer Ragnarok, que tu seas el representante de la humanidad para la cuarta ronda.
Zapata se quedó en silencio, procesando todas las palabras de mitad. Agachó la mirada mientras pensaba, y su mano libre se extendió para tomar por el borde su sombrero.
- ¿Yo seré... quien arregle la cagada de la egipcia?
- Eh... Si así lo quieres llamar, si.
Zapata suspiró y procedió a actuar con repentina rapidez:
Su mano izquierda, aquella que tomaba el sombrero, lo arrebató de la mesa y arrojó hacia su sombrero, para entonces mover la extremidad al interior de su ropa, tomar su revólver y sacarlo para disparar hacia el techo. Todo esto en unos 5 segundos, si no es que menos.
Asustó tanto a Mist que dio un salto hacia atrás, además que llamó la atención de todos los presentes en la fiesta, especialmente de unos hombres cerca de él. Uno de ellos se le acercó con cierta cautela.
- ¿Qué ocurre Emiliano?
- Pancho, voy a dar un discurso.
Emiliano uso su propio banco como impulso para subir a la barra; allí arriba, sus pies dieron unos cuantos pasos que tiraron las botellas de Geir para tener espacio en su "púlpito".
Todos le prestaron atención, incluidos los Einherjer y valkirias que estaban muy cerca de la salida, y comenzó a hablar:
- ¡Weyes, tengo una chingona noticia que alegrará nuestro día!
» Cómo ya saben, todo este día ha sido dedicado para luchar contra esos pinches Dioses que se la han pasado jodiendo a la humanidad. Pero, para su mala suerte: mi compa Aquiles y la señorita Jingū han dado sus vidas para demostrar a esos cabrones que no moriremos sin dar lucha, no importa cuantas veces lo intenten.
» Me gustaría decir algo bueno de Cleopatra, además de su cuerpo bien chingón y la carita de porcelana, pero... cada vez que pienso en ella, recuerdo la traición que nos hizo... ¡Me encabrona demasiado! ¡Esa vieja pendeja se volvió a los Dioses, sin que le importara todo lo que estamos haciendo!
» Pero, eso no va a ocurrir mientras siga respirando... ¡No en mi guardia! ¡Podré perdonar a asesinos y ladrones, pero nunca a traidores! Es por eso que voy a barrer su desmadre... ¡Y aceptaré la propuesta que me han hecho las chamacas para ser el cuarto representante en el Ragnarok!
Esa declaración de inmediato sorprendió a todos los presentes, que empezaron a murmurar unos con otros. Sin embargo, Zapata continuó con su discurso con una sonrisa.
- Ahora iré a luchar en nombre de nuestra preciosa y amada humanidad... ¡Esos cabrones aprenderán a las malas a no meterse 2 veces con nosotros! - Aun sosteniendo la botella en su mano derecha, la levantó y se bañó con su contenido - ¡Que el siguiente trago sea en nombre de nuestra chingona humanidad!
Todos soltaron un grito de júbilo y siguieron bebiendo con emoción, al tiempo que Zapata bajaba de un salto de la barra para estar frente a Mist.
- ¡Ya está hecho! Vámonos preciosa... - Zapata sonrió con encanto - Hay muchas cosas que hacer ante de pelear... cómo saber quién será el hijo de puta que usaré como escoba... ¿Nos vamos entonces, preciosa?
Mist se quedó un momento en silencio.
« No tenemos nada preparado para la siguiente pelea. Ni siquiera sabemos a quién enviarán los Dioses... ¡Creo que estamos muy mal informados para esta ocasión! Pero... »
Mist asintió mientras tragaba saliva.
- De acuerdo. Vámonos de una vez.
- ¡Y Pancho, amigo mío! - Zapata extendió su mano hacia quien había hablado hace unos momentos - Tú decides. Lo ven en vivo o desde aquí...
- ¿Recibir a nuestro general, "El Caudillo del Sur", encerrados bajo llave? ¿Crees que soy una gallina? - Pancho soltó una risa, tomando también del hombro a Zapata - ¡Te recibiremos desde las gradas, cómo debe ser!
- ¡Muchas gracias Pancho!
Zapata y Pancho se dieron un abrazo de "despedida". Y después, se mientras los demás seguían bebiendo, Zapata y Mist caminaron hacia la salida y en compañía de los otros 4 emprendieron su camino hacia la sala de reuniones.
- ¿Usted será el siguiente, sir? - preguntó Jack con curiosidad.
- ¡Así será wey! - contestó Zapata con seguridad - Yo seré el siguiente.
A Hlökk le hubiera gustado soltar uno de sus comentarios, pero prefirió no decir nada más; era la valkiria que menos derecho de criticar a los peleadores.
- ¡Tal como lo esperaba! - exclamó Nostradamus con diversión.
- ¿Tal como lo esperabas? - Mist lo volteó a ver con una mirada asesina - ¿No me... habías dicho que...?
- Antes de partir madres, me gustaría chismear unos cambios que me gustaría hacer...
Zapata extendió su brazo y con este encerró a Mist por el hombro, acercándola a su espacio personal de forma casi inmediata; lo que le sorprendió a la valkiria fue la fuerza y facilidad con que la acercó, pero más le preocupó lo que estaba diciendo.
- ¿Eh? ¿Cambios?
- No se aguiten. No diré ninguna mamada de "No lucharé hasta que..." ¡Esas son pendejadas! Pero, si yo voy a pelear, me gustaría cumplir unos caprichos míos...
Zapata sonrió con atrevimiento.
- En especial... ahora que veo de cerca que son muy lindas, me gustaría pedir algo especial para las hermanas de la chamaca. Ella me había dicho que no, pero... tal vez estando inconsciente por el tequila, la respuesta cambie...
Zapata sonrió y puso sus dedos sobre la barbilla de Mist para acariciar de manera cariñosa a la valkiria.
Ella supo de inmediato, o mejor dicho dedujo, cual sería uno de los caprichos que quería pedir, y su mente solo pudo pensar en 2 cosas: en cómo tratar de escapar de ese pedido, y en cómo podría salir todo mal si lograba escapar...
...
Fecha de publicación: 17/febrero/2022
ASFD
Nota de autor: ¡Muy bien gente! Como pueden ver, se vienen cosas muy especiales para esta cuarta pelea.
En un rato publicaré el segundo capítulo para esta ocasión y con ello la presentación del cuarto combate (ambos peleadores pisando la arena y Heimdall dando inicio. Esto será épico papus). Así que estén atentos UwU
Sin más que decir... ¡Los leo en el siguiente capítulo!
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