Capítulo 20: La pequeña Líf
La pequeña Líf se quedó de pie a pocos metros del Dios griego de la guerra, Ares. La inocente e infantil curiosidad que sintió la penúltima hermana valkiria le obligaron a quedarse, aún cuando todo su cuerpo quería irse de ahí.
Lo que mejor le llamaba la atención era conocer más sobre ese par de Dioses; Ares, y su hermana recién mencionada Atenea.
« ¡Por supuesto que conozco a esos Dioses! » pensó Lif dentro de sí al tiempo que ponía en reto su capacidad de memoria.
« Cómo buena "investigadora de los Dioses" que soy, conozco lo suficiente de ambos… ¡Ares y Atenea, hermanos distanciados por una gran cantidad de años! Ares es mucho mayor que Atenea... Pero, nunca conocí cómo realmente se llevan los 2 Dioses de la guerra que Zeus tuvo. Debe ser un fastidio tener el mismo cargo que tu hermana, o hermano... »
Una sonrisa malvada se asomó en los labios de Líf.
« ¡Jeje! ¡Vamos a escuchar el chisme más de cerca! »
Con pasos muy ligeros volvió a su sitio debajo de la fuente, solo que esta vez se asomó un poco más por la orilla para ver mejor a Ares. Tomó asiento en el suelo, cruzando sus piernas, y miró con atención y cuidado puso sus manos bajo su barbilla.
Ares estaba sentado con ambos brazos sobre sus rodillas, pensando en silencio y con una cara que mostraba su seriedad.
Después de un largo rato, se golpeó con fuerza las rodillas con las manos cerradas, lo cual asustó un poco a la valkiria que le hizo caer de espaldas, pero rápidamente se pudo recomponer.
- ¡Esa Atenea! Es mucho menor que yo, y aún así cree que puede decir y hacer lo que quiera.
« ¡Así que mi investigación es cierta! ¡Atenea sí es la menor! » sonrió la valkiria, regresando a su posición de vigilancia « Pero, tal parece que a pesar de ser la menor, Atenea tiene mayor control de la relación con su hermano... »
La valkiria pensó en sí misma un momento.
« ¡Eso nunca me ha pasado! Con Lífthrasir... ¡Yo siempre tengo el control! »
- En primer lugar, lo que hizo en el primer combate. Apareciendo así como estaba... - Ares se detuvo para pensar mejor sus palabras. Entonces, se aclaró la garganta y se corrigió - Mejor dicho... ¡Estaba dormida cuando comenzó el Ragnarok! Como Diosa de la sabiduría que es, debería haber estado presente desde el comienzo del torneo... ¡No hasta que los gritos la despertaran!
Líf tomó nota mental de esa queja.
« ¿Así que la Diosa de la sabiduría estaba dormida cuando comenzó el Ragnarok? » por dentro, la pequeña se escandalizó « ¡Por cierto, que gran falta de respeto! ¿Cómo puede estar dormida cuando el Ragnarok, Dioses contra humanos para decidir el futuro de una raza, está dando lugar? »
- Y ese apoyo que estuvo dando a Aquiles en el primer combate no me gustó para nada. - se quitó el casco para mover su cabellera - Entiendo que le haya tenido mucho cariño y aprecio, especialmente porque fue su discípulo... ¡Pero peleó contra nosotros, los mismos que le ayudamos en la guerra de Troya! Y aún así, Atenea seguía esperanzada con la victoria de Aquiles... ¡Padre no debió haberla permitido hacer eso!
Líf se tomó la barbilla con la punta de sus dedos, pensando mientras sostenía una sonrisa en el rostro.
« ¡Vaya, esto si que es oro! Suponía que Aquiles había tomado ambrosía o algo así para ser un semidiós durante la guerra de Troya, pero no sabía que fue discípulo de Atenea. Y eso de que Zeus-sama le permitió eso, y supongo que también le permitió dormir durante el Ragnarok... quiere decir que Atenea es la consentida de Zeus. »
Líf cambio su mano para sostener su barbilla.
« Pero... eso de que apoyó a Aquiles y se esperanzó tanto en su victoria en el Ragnarok, a pesar de que luchaba en contra de los Dioses... Me suena muy raro. De hecho, me recuerda a cierta... relación con mi onee-sama, entre ella y un incógnito del lado de los Dioses. ¿Será posible que Atenea sea...? »
Los ojos de Líf brillaron con emoción y fantasía mientras su mente imaginaba mil situaciones. Sin embargo, lo pensó un par de veces más y negó con la cabeza.
« No, no creo que Atenea sea la informante. Por lo que dice Ares, ella es demasiado mimada como para traicionar a su propio padre, y exactamente ser la hija consentida cierra las puertas para tener comunicación con onee-sama... »
- Al contrario, Zeus-sama se lo permite... ¡Solo porque es su hija menor, y la última!
Líf se quedó pensando en esas palabras por un segundo.
« Se supone que ser el último siempre te hace el menor, ¿no? »
- Zeus-sama siempre la consiente a ella; desde que nació, poco después de las primeras conferencias de la humanidad, la ha cuidado y mimado muchísimo. Con las mejores habitaciones, mejores tratos, como si fuera una invitada especial; y también Hefesto la consiente mucho, dándole las mejores armas y los mejores regalo... ¡Y en cambio yo, junto con Hermes, ayudamos a nuestro padre y tíos durante la Titanomaquia! Nosotros nacimos y creímos en guerra, y ella en paz y prosperidad... ¡De hecho, fuimos nosotros 2 quienes estábamos con él cuando ocurrió el Ragnarok pasado! ¡Y ahora es el nombre de Atenea el que fue seleccionado para representar Grecia! ¡Es injusto esta diferencia de tratos!
Líf se enterneció un tanto con el sentimiento que derramaba el imponente Dios de la guerra: de ser el poderoso Dios de la guerra, ahora ante los ojos de la niña era una divinidad enojada y frustrada por un problema... ¿De niños?
« Parece que solo está haciendo berrinche... ¡Se ve tan divertido! » Pensó un poco en sí misma, y reflexionó unos segundos « Hasta cierto punto, creo que lo entiendo… Muchas veces, Lífthrasir por ser menor que yo, fue tratada con más cuidado que a mi. Aunque solo tenemos unos cuantos minutos de diferencia, pero ha sido así muchas veces... »
La pequeña valkiria meditó un poco la situación, y se quedó en silencio. Durante ese lapso, Ares siguió hablando.
- Lo que me recuerda al segundo combate. Igualmente, ella estuvo del lado de Jingū Kougou aun cuando eso significa que estamos empatados en el marcador. Siempre estuvo hablando bien de ella esperando que algún milagro de la "bendecida de los Dioses" matara a Sobek... ¡Y padre ni siquiera le hizo caso! ¡Tal como si ella fuera... la traidora en este segundo Ragnarok!
Líf abrió los ojos repentinamente con una sonrisa maliciosa, y todas sus fantasías volvieron a volar en el aire mientras se hacían realidad ante sus ojos.
« ¡Eso es lo que quería oír! ¡Alguien más tiene la teoría de que Atenea es la traidora de los Dioses! Con un testigo y la prueba de su apoyo incondicional a los humanos, justo como Buda-sama... ¡Con él de mi lado, tendremos a la informante comiendo de nuestra mano! Ahora, vayamos con el siguiente paso... ¡Unir fuerzas con el Dios de la guerra! »
Ares volvió a caminar en círculos bastante pensativo. Regresó a la fuente, y tomando con sus manos un poco del agua que caía se refrescó la cara y se sacudió levemente.
- Tengo que calmarme. Estoy diciendo muchas cosas sin sentido.
Aprovechando que el Dios de la guerra se encontraba distraído, Líf salió de su escondite y usando todas sus fuerzas junto con su silencio volvió a subir a la orilla de la fuente, y caminó en la misma hasta que sus pies estaban firmes y quedar a una distancia medianamente segura del Dios de la guerra.
Rápidamente pensó en una forma de presentación, pero su entusiasmo e imaginación le sorprendieron primero, por lo cual terminó hablando a gran voz sin filtro.
- ¡Tiene toda la razón, Ares-sama!
- ¡Ahhhhhhh!
Asustado por la repentina voz de la valkiria, Ares soltó un grito de espanto; por su cuenta, Lífthrasir no esperaba esa clase de conducta del Dios por lo que respondió igualmente con un grito.
- ¡Que miedo!
En cuanto se recuperó del susto, Ares giró su mirada para encontrarse con la pequeña valkiria, parada a poco menos de un metro de él, con los brazos cruzados hacia la espalda del cuerpo, y una sonrisa llena de inocencia y ternura; una pequeña niña no mayor a un metro de alto, con el cabello muy largo de forma que le recordaba a Thor, un pequeño sombrero en su cabeza, y una sudadera cubriendo su cuerpo entero.
El Dios se sorprendió mucho, en especial por el tamaño tan minúsculo que tenía, por lo que solo soltó un suspiro lleno de confusión.
- ¿Eh?
Se acercó a la fuente, tomó nuevamente agua y la restregó en su cara para limpiarla y verificar que estaba viendo bien. Pero, al darse cuenta que sus ojos no lo engañaban acerca de esa valkiria minúscula, volvió a hacer su limpieza. Así fue tres veces seguidas, y hasta que se convenció a si mismo de que era real, le dirigió la palabra.
- ¿Eh? ¿Quién eres?
- Esa es la pregunta equivocada, Ares-sama... - respondió la valkiria, con una postura orgullosa mientras llevaba los brazos al frente para cruzarlos - ¡Usted está haciendo la pregunta equivocada!
- ¿Eh? - Ares volteó hacia los lados - ¿Es una broma de un Dios, o algo así?
- ¿Acaso cree que es una broma? - exclamó la valkiria, alzando más la voz y asustando por un momento al griego.
Aunque parecía una piedra fuerte y resistente, dentro de sí la valkiria estallaba de la risaal mismo tiempo que muchos nervios se apoderaban de su cuerpo.
« ¡No puedo creer que de verdad estoy haciendo esto! ¡Pero, estoy demasiado emocionada para detenerme! Si algo malo pasa, no flaquearé... ¡Después de todo, soy hija del mismísimo Thor, el Nórdico más poderoso y el Berserker del Trueno, y hermana menor de Brunhilde-neesama, la que desafío a los Dioses y ganó un Ragnarok! ¡Mi familia me respalda! »
- ¡Solo hay un cosa que es una broma! - continuó hablando la valkiria, con aires de grandeza - ¡Su... ineficacia!
- ¿Qué?
- Es una mala broma lo que usted está haciendo. Es el mayor de los hermanos; uno de los primeros hijos del Dios Padre del Cosmos, y nieto del antiguo gobernante del Cosmos Cronos. Pero, aquí está usted, sentado y lamentando la popularidad de su hermana menor... ¡Eso es una gran broma!... - la valkiria comenzó hacia el Dios con seguridad - Usted hizo la pregunta equivocada. O, mejor dicho, la hizo hacia la persona equivocada. No debería preguntarme a mi "¿Quién eres?"... ¡Esa pregunta debe hacérsela usted mismo!
- ¿¡Qué!? - el Dios estaba bastante confundido - ¿¡Quién diablos te crees que eres para hablarme del esa forma!?
- ¡¡Ya le dije que esa es la pregunta equivocada!! ¡¡Hágase usted mismo la pregunta correcta de una vez!!
Ares quedó estupefacto.
« ¿¡Qué diablos ocurre con esta niña!? » el Dios pensó unos segundos y pensó un poco más las palabras de la niña « Espera... ¿¡Escuchó todo lo que dije!? »
...
Cleopatra y Nut mantuvieron con sus armas chocadas entre sí, haciendo un contraste de fuerza empujando una a la otra. Cleopatra podía resistir y mantener mejor el choque gracias a la robustez de su armadura y armadura la ayuda extra de sus alas; en cambio, Nut solamente usaba una aterradora y exagerada fuerza física que ni siquiera era visible, y aún así podía mantenerse sin siquiera parecer esforzarse.
Los ojos maliciosos y la sonrisa de orgullo de Cleopatra chocaba con los ojos oscuros y asesinos de Nut. Ninguna de las 2 pestañeaba, mienrras seguían poniendo más y más fuerza en su choque, y más y más una a la otra se empujaba como en un concurso de fuerzas.
Su choque de armas permaneció por un par de segundos más, hasta que Nut dio un salto hacia atrás y retrocedió junto con su hacha. Cleopatra se sorprendió, pero gracias a eso tuvo un respiro para recomponer su postura defensiva.
Nut se detuvo a un escaso par de metros de distancia, y de inmediato se puso a la ofensiva posicionando su arma detrás de ella con una sola mano. Sus cabellos cayeron en el suelo, lo cual dibujó extrañas figuras en sobre la arena del estadio, y otra parte de ellos se movieron ligeramente sobre su rostro al ritmo de su respiración.
- ¡Este combate ha avanzado y se ha mantenido de una manera extraordinaria! ¡Ninguna de las rivales ha desperdiciado su oportunidad de atacar para acabar con esta batalla!
Nut respiró profundo una segunda vez y sin esperar más se volvió al ataque, usando únicamente una mano para manejar su hacha. Cleopatra sonrió e invocando su escudo en su lado izquierdo lo puso al frente, lista para recibir a su rival.
Nut llegó hasta su oponente y dando un giro de cadera lanzó un hachazo de lado a lado, lo que provocó un corte que se extendió por gran parte del estadio; gracias a que Cleopatra interpuso su escudo al frente, solamente el estadio resultó herido por ese corte.
En cuanto el hacha golpeó en el suelo el final de su recorrido, Cleopatra sujetó con firmeza su martillo y lanzó un golpe hacia Nut. En medio de su cabello largo y erizado, Nut pudo ver lo que hizo la humana por lo que rápida e inhumanamente pudo torcer su cuello para esquivar el golpe del martillo.
Cleopatra se asustó mucho al verla hacer eso, pero la rapidez de sus intercambios no le permitió quedarse con ese sentimiento; al contrario, dio una vuelta en su sitio y embistió con el escudo de frente.
Nut parecía ya estar esperando el golpe, puesto que su hacha estaba dentro de su rango de movimiento y en cuanto se acercó el escudo de la humana pudo interponer su arma para cubrirse y empujarla. Ambas permanecieron así unos instantes, jugando muy agresivas en sus fuerzas.
Tras ese momento, Cleopatra fue quien esta vez dio un salto hacia atrás, solo para tomar impulso y arrojarse contra Nut de nuevo con el escudo de frente. De alguna forma, Nut no pudo proveer del todo el contraataque tan veloz y ágil de la humana; y, sin otra cosa que poder hacer, tomó el hacha con sus 2 manos para detener el choque de Cleopatra.
El choque entre escudo y hacha lanzó una pequeña luz destelleante que se esparció en el campo, pero ese brillo fue nada más que un show: el golpe de lleno apenas logró que Nut arrastrará sus pies poco más de unos 10 centímetros.
- ¡¡Impresionante!! ¡¡El primer golpe que ha atinado Cleopatra... apenas logra hacer que se mueva Nut!!
- ¡Excelente! - exclamó Isis.
- ¡Como era de esperarse! - sonrió Horus - ¡Nut-sama definitivamente no sería dañada por un golpe tan simple!
- ¡Como debe ser una Primigenia! - respondió con orgullo Osiris.
Los cabellos de Nut volaron en el aire, antes de que la Diosa se viera a si misma y su nueva posición. En su rostro se dibujo una nueva expresión de molestia, con lo cual miró enojada a la humana.
- Hmph.
- ¡Yo soy la molesta, aquí! - exclamó de vuelta la humana - ¡Eso debió haberte tirado al suelo, por lo menos!
Cleopatra apretó el martillo en su mano, y sin dudar arrojó un golpe directo. Esta vez Nut tuvo más tiempo de movilidad, y con lentitud se movió a un costado para esquivar el golpe de Cleopatra. En cuanto ella la pasó, afirmó el hacha con ambas manos y lanzó un corte hacia la cara de Cleopatra.
La humana apenas pudo reaccionar al corte de Nut después de lanzar el martillo, y a duras penas pudo dar una vuelta para esquivar el hacha. Y, aprovechando el impulso de su giro, sujeto el martillo con firmeza para lanzar otro golpe hacia Nut, al mismo tiempo que la divinidad regresaba su hacha hacia ella misma para atacar. Sus armas volvieron aprovechando chocar, lo cual produjo un chirrido metálico escandaloso al igual que los anteriores.
Permanecieron así un par de segundos, hasta que Nut fue quien esta vez dio un salto hacia atrás para tomar impulso.
- ¡Es un combate muy rápido y violento! ¡Ninguna de las 2 se está quieta por más de un segundo! - exclamó Lífthrasir con los ojos muy abiertos.
- Si, así es. Ninguna ha estado pensando su siguiente ataque más de un segundo. Quieren terminar con esto, en especial Cleopatra.
- ¿Por qué, Onee-sama?
- Porque sabe que Nut es peligrosa. Si no termina rápido, Nut la derrotará.
« Esta Diosa es bastante predecible… » sonrió Cleopatra mientras veía a Nut moverse y o reparar su siguiente hachazo « Volverá a ir de frente con esa gigantesca hacha… ¡No se lo permitiré! »
Cleopatra ajustó sus armas con un fuerte apretón, y de inmediato sus alas desplegadas junto con la fuerza de sus piernas le permitieron lanzarse contra Nut; con gran impulso, devoró rápidamente la distancia de separación entre ambas.
- ¡Ahora Cleopatra se arroja como una bala contra Nut!
- ¡Eso es, amor! - sonrió Marco Antonio en las gradas - ¡Derrótala de una vez!
- ¡Padre, es vergonzoso que grites así!
La humanidad soltó un grito de emoción mientras su rival se iba directamente contra la Diosa. Pero, entre las gradas y escondido muy al fondo, hacia una persona que miraba todo en un aterrador silencio: Ptolomeo XIII. En vida, fue el hermano menor de Cleopatra y su primer rival político después de la muerte de su padre.
Ptolomeo XIII simplemente observaba en silencio en todo momento, mirando como su hermana mayor daba su vida en el Ragnarok.
Cleopatra siguió avanzando, con su martillo listo para atacar a la Diosa. Nut, por su parte, mantenía su mirada fija en cada uno de los movimientos de Cleopatra, pero no sé movió a ningún lado, justo como hace unos momentos atrás.
En cuanto estuvo cerca de ella, a tan sólo unos pocos centímetros, ocurrió algo muy sorprendente y hasta ese momento imposible: una lanza negra llena de brillos blancos, ubicada desde la espalda de Nut, salió volando desde su origen hasta golpear con el hombro derecho de Cleopatra. Con una terrible fuerza abrumadora, y por haber golpeado una de las escasas zonas desnudas del cuerpo de la mujer, el arma atravesó el hombro y salió por la espalda en una abertura en la armadura, rasgando la piel y casi quebrando el hueso.
La gran fuerza con que surgió junto con la exagerada velocidad con que fue disparada hicieron que Cleopatra saliera volando por el campo del batalla, soltando y regando en la arena del estadio su escudo y su martillo, junto con una gran cantidad de sangre chorreante.
Siguió en el aire unos instantes, hasta golpear con la pared del otro lado del estadio. La punta de la lanza se enterró profundamente en el material del muro, quebrándolo con el impacto y asustando mucho a los espectadores, y dejando a Cleopatra colgada en la pared, a más o menos unos 2 metros del suelo.
- ¡¡Ahhhh!! - Cleopatra se sorprendió bastante por el ataque, y finalmente logró soltar su grito de confusión, aunque ya era muy tarde.
Al momento no sintió ningun dolor, pero conforme la adrenalina del impacto iba desvaneciéndose también sentía presente la terrible gravedad de dicha herida, y como la sangre y el dolor recorrían su cuerpo de pies a cabeza.
- ¿¡Pero qué es esto!? - Heimdall exclamó sorprendido, y tartamudeando - ¡P-Parecía que Nut recibiría su primer daño de Cleopatra, pero... fue todo lo contrario!
- ¿¡Queeeeeeeeeeee!? - Lífthrasir se asustó demasiado, mientras que Geir abrió completamente sus ojos, mucho más que antes.
- ¿¡Qué fue eso!?
- ¡Cleopatra es la primera en ser herida con gran gravedad! ¡La lanza ha atravesado su hombro derecho y la ha dejado colgada en la pared del estadio!
- ¡Espléndido! - sonrió con emoción Horus. - ¡Una nueva transformación del Bastón del Cielo!
- ¡Ahora si que tenemos la ventaja! - respondió a su lado Isis.
- ¡¡Por no mencionar el cambio drástico de arma!! ¡¡El anterior hacha de Nut se ha convertido de un segundo a otro en una lanza dorada!!
- ¡Amor! - exclamó asustado Marco Antonio, poniéndose de pie rápidamente.
Sus hijos, que habían permanecido al margen, soltaron un grito de susto también y vieron fijamente el desastre provocado por Nut; la sangre tirada en el suelo y a su madre colgada en la pared de estadio.
Ccon los pies colgando, la mujer levantó su brazo izquierdo intacto y trató de levantar el derecho con dificultad y tomó el mango de la lanza con la firmeza que podía apenas mantener; apretando los dientes, juntó todas sus fuerzas y trató de sacar el arma divina de su hombro. Incluso lanzó fuertes y eufóricos gritos de dolor y esfuerzo mientras tiraba de la lanza para conseguir su cometido.
Pero, la profundidad de la lanza incrustada en la pared junto con la terrible herida que emanaba mucha sangre y un dolor insoportable fueron más que suficientes para que Cleopatra se rindiera tras no más de 5 intentos.
En la humanidad las gradas se quedaron en total silencio, al mismo tiempo que veían como Nut dejaba su responso y ahora avanzaba con paso lento hacia Cleopatra. Apenas podían escucharse unos pocos murmullos y comentarios sorpresa entre ellos.
- No puede ser...
- Esa Diosa es un gran peligro.
- Esta aventajando a Cleopatra.
- Parece que tendremos otra derrota...
- ¡Se ve tan aterradora!
Cleopatra respiró con mucha dificultad, expulsando de una vez todo el aire que estaba reteniendo. Trató de mover las alas que estaban detrás de su cuerpo, pero la forma en que estaba clavada en la pared imposibilitaba cualquier movimiento de ese tipo; y, al contrario, el dolor en su hombro perforado se incrementaba ligeramente.
Nut caminó hasta llegar a un par de metros frente a Cleopatra, a quien dirigió sus ojos dorados fríos fríos e indiferentes que se asomaban en medio de su larga y excesiva melena oscura; permaneció quieta en el mismo sitio, tan solo mirando a Cleopatra con seriedad, como si dentro de esa faceta oscura estuviera disfrutando de vera su rival clava en la pared.
Tras unos largos instantes, estiró su mano hacia la lanza y sin dudarlo la misma voló hasta mano de su dueña: en un movimiento demasiado veloz para el ojo humano, la lanza salió de su hueco dentro del muro de contención, volvió a pasar por toda la herida abierta de la humana, y llegó hasta la mano de su ama, quien la tomó sin parpadear siquiera y de inmediato apretó los dedos para sujetarla.
Cleopatra, sintió el rápido movimiento de la lanza, que le causó fricción dentro de su herida y por lo cual soltó un grito de dolor mayor que los anteriores. Y como acto seguido, al ya no tener nada que la mantuviera colgada, en un instante la mujer cayó de cara al suelo con gran pesadez, siendo aplastada seriamente por su propia armadura tosca.
La humana quiso recuperarse inmediatamente después de caer, pero en ese momento el pie descalzo de la Diosa egipcia golpeó en su cabeza con delicadeza, como si estuviera acariciando su cabellera café con suavidad y calma. Pero, acto seguido, el pie de la arena Diosa aplicó más fuerza y presión que obligó a Cleopatra golpear el suelo nuevamente, esta ocasión con su nariz para manchar el suelo con su sangre nasal.
- ¿¡Ehhh!? ¡Nut ha obligado a Cleopatra a estar en el suelo!
En las gradas, el silencio era algo que ya no estaba presente, los gritos de miedo y sorpresa inundaron todos lados. Cleopatra trató de al menos respirar al levantar su cabeza, pero la fuerza que aplicaba Nut era mayor que sus esfuerzos.
Y hablando por primera vez en el combate, Nut expresó con indiferencia lo que pensaba.
- Ríndete, escoria.
- ¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhh!!! - Lífthrasir gritó con sus órbitas fuera de control y abrazo a Geir completamente - ¡¡Otra Poseidón, más peligrosa!!
Geir quiso hablar, pero el dejavu en su mente tras ver a Poseidón en recuerdos le impidió siquiera abrir la boca. Cleopatra abrió sus ojos con gran sorpresa después de oír esas palabras, y sin dudar emitió su respuesta.
- ¿Qué... ¡Cómo me llamaste!?
- Ya escuchaste, mortal - siguió hablando Nut - Estaba interesada en saber más sobre ti, al escuchar tu historia con tus Dioses y verte con esos juguetes divinos. Pero, ahora reafirmo que no eres más que una mancha lamentable en la existencia; ni siquiera vales la pena para perder mi tiempo. Ríndete ahora que tengo ganas.
Los palcos de los Dioses se sorprendieron bastante; especialmente las divinidades de Egipto. La Trinidad se confundieron con las palabras de Nut-sama.
- No esperaba eso.
- Le da la oportunidad a esa mujer blasfema de rendirse.
Isis respiró profundo, y volvió a mirar a la arena.
- Al menos... los humanos sabrán que los Dioses de Egipto no estamos jugando.
En las gradas griegas, Zeus alzaba su voz con voz de berrinche, aunque no dejaba en duda que estaba sorprendido y confundido por ese desenlace.
- ¡No puede ser~! Ya terminará tan pronto este combate.
- Me hubiera gustado que fuera una pelea más larga, pero parece que no será así - rió a su lado Hermes - Definitivamente Atenea se enojara en cuanto sepa que se perdió toda la tercera ronda.
- ¡Ni modo! Lo sabrá dentro de unos instantes en cuanto Heimdall suene el Gjallarhorn.
Cleopatra trató de moverse, pero el agarre del pie de Nut era muy superior a cualquier cosa que pudiera hacer; únicamente ese agarre era suficiente para que la humana se diera cuenta que todo lo que había peleado no fue nada. Nut soltó un suspiro de fastidio.
- Dame tu respuesta ahora. O te aplasto la cabeza, pedazo de mierda.
Inmediatamente la humana dejó de moverse, al tiempo que soltó un suspiro de cansancio. Se quedó en silencio unos instantes, antes de usar el poco aire que tenía para reir a carcajadas llena de diversión; Nut respondió con sus ojos llenos de sorpresa inesperada.
- Eres una Diosa... - suspiró la humana, terminando de reir - ¡Pero eres tan tonta!
- ¿¡Eh!? ¿¡Qué dijiste!?
- La única que tiene al mundo bajo sus pies... ¡Soy yo, maldita Diosa!
Las alas de la armadura se extendieron a gran velocidad, soltando una ráfaga de aire que distrajo a Nut. Y con esa distracción hecha a la perfección, Cleopatra humana pudo levantarse y liberarse del agarre de Nut, lo cual provocó que la Diosa egipcia perdiera el equilibrio y cayera de espaldas al suelo, al igual que tirara su lanza divina.
Aprovechando el nuevo impulso, Cleopatra se incorporó y a pesar del brazo herido y su agujero en el hombro, cerró su puño derecho y usando todas sus fuerzas lanzó un golpe directo al rostro de Nut. Ella no tuvo tiempo de reaccionar, por lo que recibió el puñetazo de lleno; lo único que le defendió fue su propia cabellera abundante.
La divinidad egipcia recibió el golpe, y por toda la fuerza que usaba Cleopatra salió volando la divinidad hacia atrás un par de metros. La corona que estaba en su cabeza cayó en el suelo, alejada de ella por el impulso del golpe, mientras su dueña aterrizaba de espaldas en la arena del estadio.
Todos en las gradas exclamaron de emoción y sorpresa; y rápidamente se llenó todo de ruido atronador.
- ¿¡Pero qué es esto!? - Heimdall gritó al aire, levantando su cuerno - ¡Cleopatra, hace unos segundos, estaba en el suelo frente a Nut, y tras un movimiento frenético las cosas cambian de perspectiva!
- ¿¡Pero qué rayos!? - la Trinidad principal de Egipto, incluso Khonsu, se sorprendieron y asustaron mucho al ver a la Diosa en el suelo; los 3 Dioses se levantaron de sus asientos mientras que Khonsu se asomaba con las órbitas oculares desbordantes.
- ¡Y no sólo eso: Nut también ha recibido por primera vez un golpe directo en la cara!
- ¡¡Onee-sama!! - Lífthrasir sonrió de alegría, y dio un pequeño salto - ¡Que brillante! ¡Una humana le está dando un combate igualado a una Primigenia!
- ¡Es lo que veo, pequeña! - sonrió Geir, también muy emocionada - Es la primera vez que veo algo así desde el primer Ragnarok.
Cleopatra, incorporándose en su sitio con mucha lentitud y dolor, dirigió su mirada feroz hacia la Diosa que seguía en el suelo. Se sacudió levemente el cuerpo, como para recuperar sus fuerzas, y después dispuso una postura ofensiva con ambos puños cerrados.
- Vamos, Diosa... Aún tengo pendientes con ustedes...
Nut levantó su cabeza con cierta confusión.
- Tengo que acabar con ustedes... los bastardos que acabaron con mi reino y con mi familia...
...
61 a.C
Una muy joven Cleopatra de 8 años estaba de pie en un púlpito, dentro del Museion, lista para dar una prueba de metalurgia con materiales caseros y sencillos. Frente a ella, sentado en un banco a un par de metros, estaba su mentor y maestro de varios años Filóstrato.
La niña respiró hondo, mientras se mentalizaba para hacer la prueba que le impuso su maestro; sin embargo, tras unos instantes de meditar terminó por suspirar cansada y molesta.
- No quiero hacerlo.
- ¿Por qué no, Cleopatra?
- ¡Por qué no debería estar aquí! - exclamó la niña enfadada y con ambos brazos hacia arriba.
- Niña, ya hemos tenido esta discusión - se quejó el hombre adulto con molestia, levantándose de su asiento. - Aquí es donde deberías estar para-
- ¡Soy la hija del faraón! - gritó Cleopatra enojada - ¡Por favor! Yo debería estar con mi padre, aprendiendo a controlar el reino con cosas de política y dinero... ¡No debería estar leyendo libros en griego y haciendo cosas de metalurgia, como si estuviera matando el tiempo!
La niña bajó del púlpito y salió corriendo para huir de la sala; pero, antes de salir por la puerta, fue detenido por Filóstrato.
- No saldrás de esta habitación hasta terminar la prueba.
- ¡Déjame ir! ¡No tienes derecho a secuestrarme en este cuarto!
- De hecho, si lo tengo. Tu padre hizo el contrato y me dio derecho.
- ¡No, no, no! ¡Quiero estar con mi padre! ¡Quiero estar con mi padre!
Cerrando ambos puños, comenzó a golpear las piernas del hombre, sin embargo su fuerza era significativamente nula por lo que no pudo hacerle ningún daño; gritó y lanzó patadas cual niña mimada, pero no fue capaz de quitar a Filóstrato.
Después de unos minutos, la niña se cansó en gran manera y se sentó en el suelo.
- ¡Levántame y llévame a dormir! - Cleopatra extendió sus brazos hacia arriba para que el hombre la cargara.
- Debes terminar tu prueba.
- ¿Y para qué es esta dichosa prueba? ¿Qué sentido tiene?
- Es el plan de estudios de Museion. Debes acatarlo.
- ¡Que pesado y aburrido!
La niña volvió a quejarse; estaba muy decidida a no moverse de su sitio. Así estuvieron en silencio, largos momentos, hasta que finalmente Filóstrato, después de soltar un suspiro molesto, la levantó en sus brazos.
- ¿Ya ves? No era difícil levantarme.
- Es cierto, no fue difícil. - concordó el hombre, tomándola con un solo brazo - Eres muy pequeña y ligera.
- Entonces me puedes llevar a dormir, o a comer. Tengo hambre.
- No, todo lo contrario. - Filóstrato comenzó a caminar hacia el púlpito - Si para mi no fue difícil cargarte, para ti no será difícil terminar la prueba.
- ¿¡Qué!? ¡Eres un traidor! ¡Le diré a mi padre que me has traicionado!
- Yo nunca te dije que te llevaría a comer o a dormir. Solo te he levantado.
- ¡Traidor! ¡Traidor!
Cleopatra hizo otro berrinche en su brazo y aún cuando fue bajada para estar frente a un lado púlpito. Se quedó quieta de pie ahí, con su maestro a un lado listo para detenerla en caso de que escapara, pero ese no fue el caso: tras un rato de haber considerado sus opciones, comenzó a tomar los objetos de la mesa y a hacer la prueba.
- ¿Ves? No era nada difícil.
Con los objetos que tenía su prueba consistía en hacer una flecha con punta metálica; nada difícil ni imposible, pero simplemente no quería hacerlo. Y, tras haber dejado el metal caliente en el molde para la punta de flecha, se quedó quieta mirando todo lo que tenía en la mesa.
- ¿Hmm? ¿Qué pasa Cleopatra?
La niña se quedó en silencio, por lo que Filóstrato tuvo una ligera sospecha.
- Ni se te ocurra escapar de-
- El otro día oí rumores y cosas de los guardias de mi padre... - habló con calma la niña - Dijeron cosas... De qué el reino de mi padre tenía muchos problemas con otros lugares... Que estamos en la pobreza y todos morirán de hambre.
La niña volteó a ver a Filóstrato.
- ¿Es verdad? Nunca he visto en casa esas cosas, así que... no sé si es verdad o no...
Filóstrato prestó atención a lo que le dijo, por lo cual lo pensó unos momentos largos. Obtuvo una respuesta algo convincente, la cual se la dio a conocer a Cleopatra.
- Los Dioses saben si es verdad o no.
- ¿Eh? - Cleopatra se enfadó mucho con esa respuesta. - ¿Esa es la única respuesta tonta que se te ocurrió para evadir mi pregunta?
- Créeme si quieres, o no. - respondió Filóstrato calmado - Deberías saberlo por todos los libros que has consumido como si fueran comida.
- ¡Hey!
Cleopatra se cruzó de brazos molesta, y Filóstrato siguió hablando.
- Pero de una cosa estoy seguro, y estoy seguro de que tu también lo sabes: Si les das tus plegarias en los Dioses, ellos escucharán y complacerán los deseos de tu corazón.
- ¿En serio? - Cleopatra sonrió.
- Por supuesto. Ellos pueden ayudar ayudar tu padre si es que tiene problemas, y cuando tu tengas el puesto en la política que tanto quieres, ellos te ayudarán.
- ¿Y pudo comenzar a pedirles desde ahora?
- Si, desde luego.
Cleopatra sonrió emocionada con esa respuesta afirmativa. Tras ello, levantó ambos brazos al cielo y gritó con toda su voz.
- ¡Oh Dioses! ¡Sáquenme de esta habitación aunque no termine esta tonta prueba!
...
Cleopatra escupió mucha sangre de su boca, y después usó su mano izquierda para limpiarse los labios.
- No nos detengamos, Diosa... - a pesar del dolor, sonrió la mujer con mucha soberbia - Aún tengo que matarte.
Nut respiró con enojo ante las palabras de la humana. Con un par de movimientos lentos, se levantó del suelo, y extendió su mano en el aire. Con un salto inmediato, la lanza voló desde el suelo hasta la mano de su portadora, y en cuanto la tocó el Bastón del Cielo cambió de forma a la anterior hacha gigantesca que tenía.
Tomó una postura ofensiva tomando el arma con una sola mano, y volvió a respirar con mucha molestia.
- Insolente...
Nut fue la primera en lanzarse al ataque, manteniendo su hacha en alto y lista para soltar un golpe vertical hacia la mujer. Cleopatra sonrió, y extendió sus brazos. Las armas que había tirado al suelo se volvieron polvo que voló en el aire hasta llegar a las manos de su portadora, y en sus manos regresaron a sus formas anteriores: el escudo y el martillo; esta vez el escudo se posicionó en su lado derecho, que era del hombro perforado.
La Diosa llegó casi de inmediato y arrojó el filo del hacha hacia Cleopatra. Ella, por su parte, puso su escudo al frente, de forma que el arma y la defensa chocaron con frenesí; la humana pudo notar que el golpe era más fuerte que los anteriores, similar al pie que le detuvo la cabeza. Nut trató de empujar a Cleopatra, pero su rival clavó el borde del escudo en el suelo de forma que tuvo mejor apoyo para defenderse.
Al ver que no iba a dar el resultado esperado Nut regresó su hacha y dio un giro completo para esta vez soltar un corte horizontal; sin embargo, Cleopatra pudo reaccionar a tiempo suficiente para posicionar el escudo donde Nut atacaría, de forma que nuevamente defensa y ataque chocaron frenéticamente.
Pero, a pesar del choque metálico, ninguna de las 2 se detuvo en el combate. En cuando el hacha golpeó el escudo de Cleopatra, su arma divina desprendió una esfera blanca que salió volando hacia la mano libre de Nut. Y en cuanto la esfera tocó su mano se convirtió en una lanza, igual a la que había usado para perforar a Cleopatra aunque esta era mucho más pequeña.
- ¡Nut ha credo una segunda arma para atacar a Cleopatra!
- ¡Tch!
Nut arrojó su lanza al frente, aprovechando que la postura con que Cleopatra se defendía del hacha dejaba todo su costado izquierdo al aire libre, sin protección adicional a la armadura: una abertura ingenua y muy tonta.
Muy difícilmente, Cleopatra pudo reaccionar y soltar el escudo, al igual que inconscientemente su martillo, para saltar hacia atrás y dar un giro de forma que la lanza siguió su trayecto. Dicha arma llegó hasta el suelo, donde chocó con fuerza creando un agujero considerable.
La Trinidad principal de Egipto miraron con silencio y molestia como Cleopatra pudo librarse del ataque sorpresa.
Nut se molestó igualmente con ese ataque fallido, por lo que tomó el hacha con sus 2 manos y golpeó con todo el escudo de la humana, de forma que salió volando como si fuera un disco cortante hasta caer lejos de ambas peleadoras.
Cleopatra miró lo que había hecho, e internamente se sintió un tanto tonta. Pero, eso no constituyó ningún problema ya que apretó ambos puños y los levantó mientras tomaba una postura defensiva. Sopló sus cabellos con arrogancia y diversión, y en sus ojos se pudo ver el desafío que lanzó a la Diosa.
- Eso no será suficiente, Diosa.
- Silencio.
Nut saltó de inmediato hacia Cleopatra, apretando la mano derecha para mantener su hacha mientras que con la izquierda llamaba a la lanza, quien acudió enseguida. Apretó ambas manos y se dirigió a toca velocidad hacia Cleopatra, quien mantenía los puños en alto lista para golpear nuevamente la cara de la Diosa.
...
« Mmm… ¿Eh? ¿Qué es esto que siento en mi cuerpo? »
Abrió los ojos y vio a su alrededor oscuridad total. Giró la cabeza, pero era tan densas aquellas tinieblas que no parecía haberse movido en lo mínimo. Solo podía confirmar que se había movido porque sintió como se movió su cabeza.
« Todo está muy oscuro. No veo absolutamente nada... »
De repente sintió un gran dolor alrededor de su cuello, por lo cual se llevó ambas manos al cuello.
« ¡Ah! Se siente... ¡Horrible! ¡De duele el cuello muy mal! »
Con sus manos trató de dar un masaje, pero era tanto el dolor que apenas podía soportar tener sus manos en su cuello. Después de un momento se rindió.
« Es inútil... Es muy terrible este dolor, pero... »
Se sacudió su cabeza con duda; también en su brazo derecho sintió un gran dolor, desde el hombro hasta la punta de sus dedos. Las dudas comenzaron a aparecer una a una en su cabeza.
« ¿Qué ha pasado? ¿Como llegue qui, y por qué estoy aquí? ¿Por qué me duele mi cuello y mi brazo?... ¿Qué está pasando aquí? »
Se puso a pensar, una y otra vez, provocando un dolor de migraña muy pequeño comparado con el de su cuerpo.
« Veamos… ¿Qué es lo último que recuerdo...? ¿Por qué diablos estoy aquí? »
De repente una escena golpeó su cabeza.
Vio de pronto una lengua, larga y filosa que terminaba en punta, junto con unos dientes amarillos, grandes y asesinos. Después vio unas extrañas manchas de sangre cubrir su propio rostro, la sensación de un extraño líquido espeso en su cabeza, e inmediatamente después un golpe fuerte y seco en su cuello.
Se asustó demasiado de aquella escena que abrió los ojos, a pesar de que seguía viendo la oscuridad a su alrededor.
« ¿Qué?… ¿¡Qué diablos fue eso!? »
ASFD
...
Recordatorio: La publicación de capítulos es cada 21 días.
Nota de autor: recuerden ir a "Noticias Ragnarok", ya que hay una buena sorpresa.
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